lunes, 18 de julio de 2011

Estados Unidos prepara un nuevo campo de batalla: internet


Foto from clarin.com

El ataque de un grupo hacker ha provocado la mayor filtración de documentos confidenciales de la historia militar estadounidense. Más de 24.000 archivos secretos del Pentágono están desde marzo en manos de los servicios de inteligencia de otras naciones. Ahora, el gran peligro es un ataque informático a gran escala.
El pasado mes de marzo se dispararon todas las alarmas de seguridad informática del Pentágono. En un único ataque, los especialistas informáticos de una nación extranjera aún por identificar consiguieron robar de los servidores del edificio más vigilado del planeta más de 24.000 documentos confidenciales ante la mirada atónita de los mandos de defensa estadounidenses. No pudieron hacer nada para evitarlo.

Cuatro meses después, al Gobierno estadounidense no le ha quedado más remedio que admitir la vulnerabilidad de la que se supone es la red informática más segura del ciberespacio. El subsecretario de la Defensa, William Lynn III, ha asegurado al Congreso que tiene “una idea bastante clara de quien ha sido el responsable” de la filtración y ha decidido que “es el momento de pasar al ataque”.

Así nace Cyber 3.0, la nueva estrategia de guerra on line diseñada por la inteligencia estadounidense. Hasta ahora,
el Pentágono aseguraba mantener una actitud defensiva frente a los ataques. “El 90% de las medidas eran de protección, y sólo un 10% ofensivas”, ha explicado Lynn III. Ahora el balance será equilibrado.

La inteligencia estadounidense blindará sus secretos con firewalls de última generación, sensores y programas de codificación de información, pero además ha anunciado la creación de un cibercomando, una organización militar vinculada muy de cerca a la agencia de espionaje más sofisticada y tecnológicamente avanzada del país, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés).

La popularidad alcanzada por
Wikileaks, unida al surgimiento de organizaciones de hackers como Anonymous y LULZ Sercurity y los ataques sufridos por el contratista militar estadounidense Lockheed Martin, Google, la CIA y otras organizaciones gubernamentales más, como la NASA, ha disparado el temor a un ataque informático a gran escala.

Este hipotético atentado a través de fibra óptica ha sido bautizado como ciber Pearl Harbor y, según los expertos, sería más dañino que cualquier atentado terrorista.

El analista de ciberseguridad en el Consejo de Relaciones Internacionales de Washington Robert Knake ha calculado que un ataque de estas características sería comparable con el apagón de 2003, que dejó a 50 millones de personas sin electricidad en el noreste de
Estados Unidos durante cuatro días. “Los costes podrían situarse entre 4.500 y 10.000 millones de dólares”, asegura Knake.

Miles de ataques diarios

Los datos del departamento de Seguridad Nacional (DHS, según sus siglas en inglés) revelan que en los últimos meses más de 100 agencias de espionaje y grupos terroristas han intentado acceder a información confidencial de la red federal de ordenadores. Sólo desde enero se han contabilizado 278.000 ataques a través de Internet.

“Nuestro sistema es puesto a prueba miles de veces al día”, asegura James Miller, experto del Pentágono en seguridad, a la vez que apunta que muchos de los ciberataques provienen “de China, Rusia e India”, y que tenderán a multiplicarse en los próximos años.

Por ello, el Gobierno estadounidense ha creado un cuerpo especial de 80 programadores, conocido como Computer Emergency Readiness Team, encargados de defender la red federal de los intrusos.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, los expertos estiman que los datos sustraídos de los archivos estatales cada año podrían servir para llenar varias veces la capacidad de la Biblioteca del Congreso, una de las más grandes del
mundo.

Dennis Blair, antiguo Director Nacional de Inteligencia advirtió antes de dejar el cargo hace sólo unas semanas que “la ciberactividad maliciosa se está dando cada vez con una frecuencia sin precedentes y una sofisticación extraordinaria”.

Para Blair, de tener éxito uno de estos intentos de sabotaje, dañaría de manera casi irreparable la economía del país porque “podría bloquear durante días, o incluso semanas, el funcionamiento de casi cualquier servicio, desde plantas energéticas hasta refinerías”.

“La vulnerabilidad de nuestra red eléctrica es una de las mayores amenazas ante un ciberataque”, aseguró Edward Markey, presidente de la comisión de Energía, a la vez que recordó que “todos los sistemas críticos de la nación dependen de la electricidad, entre ellos la defensa, la sanidad, las telecomunicaciones, las fuerzas de seguridad y los servicios financieros”.

Internet, refugio de terroristas

Estas filtraciones han puesto en guardia a los principales cuerpos de seguridad del país. Robert Mueller, director de la Agencia Federal de Investigación (
FBI) explicó en una reciente conferencia sobre la seguridad en Internet que la red es el nuevo refugio de los grupos terroristas.

Mueller aseguró que
Al Qaeda no sólo se sirve de Internet para reclutar a sus nuevos miembros o planificar sus atentados, sino que, además, “los terroristas han mostrado un interés claro por las capacidades del hacking, y o bien entrenarán a sus propios reclutas o contratarán a otros de fuera con la vista puesta en combinar atentados físicos con ciberataques”.

Sin embargo, muchas asociaciones de internautas han denunciado que la ola de pánico surgida en torno a un ciberataque es parte de una estrategia ideada por los mandos militares para incrementar el control en internet y sospechan que los grupos que aparentemente atentan contra el Pentágono son subvencionados por la CIA y otras agencias de inteligencia.

Por Roberto Arnaz  from lainformacion.com  17/07/2011

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