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LA SEGUNDA MÁS BEBIDA EN LAS REGIONES DE LA EX RDA.
Tal vez recuerden que hace unos años surgió Mecca-Cola, un refresco de burbujas que buscaba dar, sobre todo en los países árabes, una alternativa de consumo a la omnipresente (y capitalista) Coca Cola. Pero lo de las bebidas con tintes ideológicos no es de ayer. Algunas incluso han sobrevivido a las ideologías reinantes que las vieron nacer. Es el caso de Vita Cola, el refresco de origen comunista que sigue vendiéndose en Alemania y que a día de hoy, es el segundo más vendido en las regiones del este.
Vita Cola (quizás el nombre fuese un guiño al eslogan La Chispa de la Vida) se patentó en la extinta RDA como “una bebida de gas con sabor a frutas”. De hecho, su fórmula, que también era secreta al igual que la de su competidora capitalista, llevaba vitamina C, lo que le daba un toque de limón. La bebida empezó a comercializarse en 1958 y al principio se embotellaba en pequeñas fábricas pero el auge de su consumo hizo que en algunos momentos llegase a contar con 200 plantas embotelladoras.
Cuando cayó el régimen comunista, las fábricas fueron cerrando y los alemanes del este, deseosos de comulgar con el capitalismo, dejaron de consumir los productos orientales. Unos desaparecieron, como fue el caso de Vita Cola y otros fueron adquiridos por compañías occidentales, como el detergente Spee, que pasó a formar parte del grupo Henkel.
Éste podría haber sido el punto y final de la historia del refresco comunista pero unos años después, en 1994, una empresa de la región de Turingia se hizo con los derechos y la secreta fórmula de la bebida, volviéndola a comercializar. El refresco rojo estaba de vuelta y tan sólo dos años después de regresar a los lineales de los supermercados alcanzaba el honroso segundo puesto de las colas más vendidas en las regiones orientales del país.
En 2005 la bebida cambió de manos y fue a parar al grupo germano de aguas minerales Hassia (que cuenta entre sus embajadores con el piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher). Su packaging original ha cambiado poco e incluso, sus anuncios publicitarios remiten al pasado, mostrando a jóvenes de estilo hippie. La bebida ha ido, eso sí, aumentando la familia: si bien en un primer momento sólo existía con sabor a limón (la original), actualmente también se comercializa la versión Light, Swarch (sin sabor a limón) y Mix, que lleva naranja. Y es que para gustos se hicieron los colores, al menos en una economía de mercado.
Por Lucía Martín from elconfidencial.com 17/07/2011
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