viernes, 31 de mayo de 2013

Una urgencia médica cada 604 vuelos

 
 
Presentado el estudio epidemiológico más amplio que ha analizado los problemas médicos en aviones comerciales.

"Les habla el comandante, tenemos una emergencia médica; si hay un médico a bordo, le rogamos que se identifique ante el personal de cabina”.

Un mensaje como este se repite una media de 120 veces al día en algún lugar del mundo, según el más amplio estudio epidemiológico que ha analizado las urgencias médicas a bordo de aviones comerciales. Las urgencias, concluye el estudio, afectan a uno de cada 604 vuelos y obligan a realizar un aterrizaje de emergencia en uno de cada 8.274 trayectos.

Pero el interés de los autores del estudio, especialistas en urgencias de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) que asisten desde tierra a tripulaciones que deben gestionar emergencias médicas, no es sólo estadístico. “Los médicos u otros profesionales de la salud son requeridos a menudo para prestar asistencia, a pesar de que tienen una preparación o una experiencia limitada en estas situaciones”, escriben en la revista The New England Journal of Medicine, donde presentan sus resultados.

El estudio pretende concienciar a los profesionales de la salud sobre la posibilidad de tener que intervenir algún día en una urgencia durante un vuelo; explicarles cuáles son las emergencias más comunes y más graves con las que se pueden encontrar; y ofrecerles unas pautas de actuación para prestar una buena asistencia.

Las más comunes son los síncopes –o desmayos- o presíncopes, que representan más de un tercio de las emergencias médicas en aviones y que en la mayoría de casos se resuelven espontáneamente en cuestión de minutos. La baja presión en cabina, en comparación con la presión atmosférica en el aeropuerto de origen del vuelo, explica que algunas personas experimenten una sensación de vahído al reducirse la cantidad de oxígeno que llega al cerebro.

En estas situaciones, los especialistas de Pittsburgh recomiendan verificar que la persona afectada tiene pulso y que respira; llevarla a un pasillo del avión o a algún lugar donde pueda estar estirada boca arriba; levantarle las piernas para favorecer que la sangre circule hacia el cerebro; y administrarle oxígeno.

Si el pasajero es diabético, además se aconseja medir el nivel de glucosa en sangre con un glucómetro.

Más graves suelen ser las urgencias cardiacas, que ocurren en uno de cada 7.600 vuelos aproximadamente. La mayoría de estas urgencias pueden gestionarse con fármacos que suelen encontrarse en el botiquín de los aviones, como aspirina o nitroglicerina. En una minoría de casos, puede llegar a requerirse un desfibrilador.

Sólo en uno de cada 200.000 vuelos llega a producirse un paro cardiaco, según los resultados de la investigación. Pero, cuando esto ocurre, es la urgencia médica más crítica que puede ocurrir en un avión. De las 38 personas que sufrieron paros cardiacos analizadas en el estudio, 31 murieron.

Los especialistas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh defienden que está justificado un aterrizaje de emergencia en aquellos casos en que la vida del paciente o el riesgo de secuelas graves dependan de un traslado rápido a un hospital, como un infarto de miocardio o un ictus. Pero no la defienden en casos en que el problema pueda gestionarse a bordo sin riesgo de secuelas como la gran mayoría de síncopes, las crisis epilépticas o los cuadros de náuseas y vómitos.

Aun así, los síncopes causan un 25% de los aterrizajes de emergencia por causa médica; las crisis epilépticas, un 9,5%; y las náuseas y vómitos, un 6,4%.

Las urgencias ginecológicas u obstétricas, muy aparatosas, sólo afectan a uno de cada 120.000 vuelos, un dato que “refuerza las recomendaciones actuales de que los viajes aéreos son seguros hasta la semana 36 de gestación”, destacan los investigadores.

El estudio se ha basado en revisar datos de todos los vuelos de cinco grandes compañías aéreas a lo largo de dos años y diez meses. Estas cinco compañías representan el 10% del tráfico mundial de pasajeros.

En casi la mitad de los vuelos afectados (un 48,1%), se presentaron médicos voluntarios para prestar asistencia a los pasajeros enfermos. En otro 20,1% fueron enfermeras quienes ayudaron. En un 4,4% fueron otros trabajadores de servicios de urgencias, como conductores de ambulancias. Y en el 27,4% restante fue el propio personal de cabina quien se responabilizaron de la asistencia, asesorados por especialistas en urgencias desde tierra.

Según los autores de la investigación, “los pasajeros aéreos que son profesionales de la salud deberían ser conscientes de su rol potencial como colaboradores voluntarios ante emergencias médicas durante un vuelo. (…) Aunque no hay una obligación legal de intervenir, creemos que tienen la obligación moral y profesional de actuar como buenos samaritanos”.

 
Josep Corbella Barcelona  30/05/2013 - 19:00h | Última actualización: 30/05/2013 - 19:51h
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http://www.lavanguardia.com/vida/20130530/54374510742/urgencia-medica-cada-604-vuelos.html#ixzz2Uoigr8bw

Bangkok es el nuevo destino turístico número 1 del mundo

 
 
 
 
Bangkok, la ciudad más poblada de Tailandia, ha desbancado a Londres del primer puesto del ranking de los destinos más visitados, alcanzando la cifra de 16 millones de turistas al año. Junto a la capital tailandesa, Hong Kong, Kuala Lumpur y Singapur son los otros tres destinos del sudeste asiático incluidos dentro del top ten mundial. En conjunto, estas cuatro ciudades atrajeron a casi 30 millones de visitantes durante el pasado año, lo que convierte el turismo en una de las principales vías de desarrollo económico del continente.
 
Barcelona es la única ciudad española que ha conseguido colarse entre los diez primeros puestos del Global Destination Cities Index 2013, la lista que anualmente elabora MasterCard, con 8,41 millones de turistas. Además de la capital catalana, Londres y París son las únicas ciudades europeas incluidas en esta selecta lista, ocupando el segundo y el tercer puesto respectivamente. Nueva York, que su día fue conocida como la “capital del mundo”, desciende hasta el cuarto puesto.



 
Madrid no aparece hasta el puesto número 23 de lista, con un total de 4,66 millones de viajeros que, al menos, pernoctaron una noche en la ciudad. Sin embargo, en lo referente al gasto que realizan estos visitantes durante sus estancias en las ciudades de destino, Madrid se coloca dos puestos por encima de la ciudad Condal. Durante el pasado año, el turismo dejó en la capital unos ingresos por valor de 4.000 millones de euros, según recoge el informe, consagrando así la Milla de Oro entre los ocho lugares comerciales de Europa donde más dinero se gastan los turistas.
 
 
La pujante clase media-alta asiática
 
Los resultados del informe vuelven a demostrar la potencialidad del sudeste asiático para atraer turistas, con una progresión constante que poco tiene que ver con las modas pasajeras. El predominio turístico de la región se refleja en el hecho de que casi un tercio de las 132 ciudades incluidas en la lista son asiáticas.
 
Aparte del creciente interés comercial y el despegue de los negocios en estos países, los resultados del Global Destination Cities Index 2013 aportan otra lectura, que tiene que ver con el incremento de las clases medias y altas en el poblado continente asiático. Y es que muchos de los turistas de Bangkok, Hong Kong, Kuala Lumpur o Singapur provienen de otros países de Asia, principalmente, India y China. Los turistas originarios de este último país se gastaron 102 millones de dólares en sus viajes al extranjero, siendo la capital tailandesa su preferida para viajar.



 
El gasto de los turistas ha crecido el doble de rápido de lo que lo hizo el PIB mundial. La ciudad asiática más beneficiada económicamente por el gasto de los turistas fue también Bangkok, con un montante total de 14,3 millones de dólares. El fenómeno del turismo asiático queda patente también en el aumento del gasto de los visitantes, con Singapur ocupando el segundo puesto, Tokio el tercero y Seúl el cuarto. En conjunto, estos cuatro países ingresaron 51,3 millones de dólares provenientes del turismo.
 
El desplazamiento del eje turístico hacia Asia, donde los precios son más competitivos, con marcadas excepciones como Tokio, no ha sido suficiente como para desbancar a Nueva York del primer puesto en lo que se refiere al gasto medio de cada visitante. Y es que los visitantes de la ciudad norteamericana se gastaron un promedio de 2.200 dólares durante su visita.

 
  30/05/2013   (06:00)  by El Confidencial
 

Brasil ya no mueve la locomotora latinoamericana

 
 
 
A Brasil le está pasando algo que poco tiempo atrás era difícil de imaginar: sus negocios con el resto de América Latina parecen estancados o, incluso, en retroceso.
 
Con problemas para recuperar un ritmo de crecimiento robusto, el gigante sudamericano enfrenta cada vez más desafíos en materia de comercio e inversiones en su propia región, según expertos.
 
El Producto Interno Bruto (PIB) brasileño creció apenas 0,6% el primer trimestre de este año respecto a los tres meses anteriores, informó este miércoles el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La cifra fue menor que las previsiones del gobierno y del mercado. Tras un magro crecimiento de 0,9% el año pasado, la mayor economía latinoamericana sigue lejos de repetir el salto de 7,5% con que deslumbró al mundo en 2010.
Las exportaciones y desembolsos para proyectos empresariales de Brasil en América Latina se han contraído, debilitando la fuerza económica que el país exhibía recientemente en su vecindario.
"Sí, la cuestión del crecimiento afecta la posición de Brasil en la región", dijo Armando Castelar, coordinador de economía aplicada en el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV).
 
 

En retroceso 

Las exportaciones de Brasil a América Latina cayeron 9,4% el año pasado, bastante más que las ventas del país a todo el mundo (-5,3%), según datos del ministerio brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.
 
El retroceso se sintió especialmente en la exportación regional de productos industriales brasileños, sujetos a una fuerte competencia desde otras regiones y sobre todo de China.
Este año la retracción exportadora continúa: las ventas de Brasil a Latinoamérica y el Caribe disminuyeron 5,9% entre enero y abril.
Por otro lado, los desembolsos del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) para proyectos de compañías brasileñas en América Latina cayeron 34% el año pasado, cuando sumaron US$ 1.070 millones.
Esos préstamos destinados sobre todo a obras en infraestructura solían verse como una señal del creciente poder económico brasileño en el vecindario, tras aumentar más de mil por ciento la década pasada.
Un ejemplo de las dificultades de algunas empresas brasileñas para avanzar en la región fue la decisión del gigante minero Vale de suspender en marzo un proyecto de potasio en Argentina por unos US$ 6.000 millones, aduciendo un aumento de costos.
 
 

Competencia en el barrio 

Castelar indicó que el menor crecimiento económico de Brasil puede afectar las inversiones de empresas extranjeras que en 2010 y 2011 llegaban al país atraídas por su enorme mercado en rápida expansión.
 
Y agregó que los inversores pueden ver ahora más atractivo el surgimiento de la Alianza del Pacífico, el nuevo bloque comercial entre México, Colombia, Perú y Chile, países considerados más abiertos al libre comercio.
"Es un mercado básicamente del tamaño de Brasil en términos de población y PIB, que está creciendo mucho más rápido y con fundamentos económicos más sólidos", le dijo Castelar a BBC Mundo.
El expresidente brasileño Fernando Hernique Cardoso le dijo al diario Folha de Sao Paulo que la formación de la Alianza del Pacífico se debe en parte a que "Brasil no consiguió ejercer un liderazgo capaz de impedir la fragmentación de América del Sur".
 
 

¿Liderazgo en riesgo? 

Pese a todos los esfuerzos del gobierno de Dilma Rousseff para estimular el PIB brasileño, los economistas creen que el país se expandirá debajo de 3% en 2013.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también revisó a la baja este miércoles la proyección de crecimiento de Brasil para el año: 2,9%, menos que el promedio mundial de 3,1% y de la proyección previa de 4%.
Con una de las peores tasas de crecimiento en América Latina el año pasado, Brasil es visto como un factor clave para la desaceleración de la región.
 
El Fondo Monetario Internacional desestimó el mes pasado que el gigante sudamericano pueda crecer encima de 4,2% hasta 2018, en parte debido a una posible baja en los precios de las materias primas.
De acuerdo a los datos oficiales divulgados este miércoles, la actividad agropecuaria fue fundamental para el PIB brasileño en el primer trimestre, con un aumento de 9,7%, y la inversión avanzó 4,6%. Pero la industria se contrajo 0,3% y el consumo estuvo casi estancado (0,1%).
"Los números fueron decepcionantes", afirmó Luciano Rostagno, estratega jefe del banco WestLB de Brasil. "Continúan las dificultades para crecer y la competitividad brasileña se sigue mostrando baja frente a otros pares del mundo".
Oliver Stuenkel, un experto de la FGV en relaciones internacionales, negó que los problemas económicos ya afecten la estrategia regional de Brasil, pero advirtió que eso puede ocurrir.
"La capacidad de un país de ejercer su liderazgo está influida también por su capacidad de crecer económicamente", le dijo Stuenkel a BBC Mundo. "Si vamos a tener un PIB flaco por algunos años más, veremos el proyecto brasileño debilitado".


Gerardo Lissardy  BBC Mundo, Brasil  Última actualización: Miércoles, 29 de mayo de 2013

jueves, 30 de mayo de 2013

Las 7 claves de la sabiduría que todas las religiones de la historia han compartido

 
 
FRÉDÉRIC LENOIR Y EL ALMA DEL MUNDO
 
 
El ser humano ha obtenido sus derechos, pero ahora tiene que descubrir sus deberes.

El último fenómeno literario francés no tiene como protagonista ningún código secreto de la época renacentista o las correrías sexuales de ninguna mujer de mediana edad, sino la crisis de valores de la sociedad actual y de la búsqueda que debe emprender el hombre para salvarse. El alma del mundo (Ariel) de Frédéric Lenoir se ha alzado al número uno de la lista de ventas francesas después de despachar más de 200.000 ejemplares, y ahora desembarca en España, cual Siddharta (Herman Hesse) del siglo XXI. El autor ha atendido a El Confidencial para presentar este libro que, en sus propias palabras, es la historia de su vida. “Descubrí la filosofía cuando era adolescente, y más tarde viajé a la India. Leí a los grandes místicos cristianos, indios y musulmanes, y todo esto formó una especie de síntesis de las claves de la sabiduría”, y es precisamente esa síntesis la que conforma el eje central de su novela.
 
Estamos viviendo el final de un mundo que se fundó hace 2.000 años y que se había basado en grandes ideologías, primero religiosas y luego, políticas y científicas”, explica Lenoir. “Asistimos al final de las certidumbres y por ello la gente se está haciendo preguntas, ya que sabe que no hay verdades absolutas sobre la tierra”. En este estado de las cosas, las consecuencias pueden ser devastadoras. Por un lado, “porque hay gente que tiene miedo y vuelve a las certidumbres, como los fundamentalistas”.
 
Lenoir cree que esta encrucijada puede dar lugar tanto a lo mejor como lo peor. El peor de los escenarios posibles sería aquel en el que triunfase “el consumismo, en que el dinero fuese el rey, lo que daría lugar a un mundo individualista, egoísta, narcisista, donde no podríamos vivir juntos”. ¿Y el mejor? Aquel que presenta como posible en El alma del mundo: “un mundo en el que iríamos más allá del consumismo para adentrarnos en una búsqueda de la vida interior en la que la persona pueda desarrollar sus capacidades. Es la época de la responsabilidad. El individuo se ha emancipado de las tradiciones y los grupos y ha conseguido sus derechos, pero ahora tiene que descubrir sus deberes hacia los demás, hacia la sociedad, hacia el planeta…”
 
Se trata de una situación semejante a aquella que tuvo lugar durante el Renacimiento italiano, y que “se vivirá con dolor”. “Cuando hablamos del siglo XV, hablamos de los avances del Renacimiento, pero entonces la gente tenía la sensación de estar viviendo el final del mundo”, al igual que ocurre en este momento. “Todas las creencias habían caído y había guerras de religión. Pero, al mismo tiempo, nació un nuevo mundo con nuevas preguntas, con la ciencia y la emergencia de nuevos órdenes políticos. Creo que actualmente estamos viviendo una época similar de desmoronamiento de referencias y aparición de otras nuevas, con todos los riesgos y oportunidades que esto comporta”.
 
Lo que importa, indica Lenoir, no es tanto la práctica de la religión o la creencia en un Dios como buscar “en su patrimonio espiritual” y la acumulación de experiencias y testimonios que las grandes ramas de la sabiduría tienen en común, y que se reflejan en El alma del mundo. “Nuestro mundo es materialista y lo que hacen falta no es más religión, sino más espiritualidad. Al individuo le hace falta más vida interior”. Lenoir agrupa en siete puntos esas claves que proporcionan los sabios a los protagonistas del libro.
 
Las siete claves de la sabiduría
 
 
Del sentido de la vida

Llama la atención en la obra de Lenoir la gran importancia que concede a la espiritualidad oriental. En su opinión, “Occidente ha desarrollado durante siglos un domino del mundo exterior a través de la ciencia y la técnica. Todos estamos condicionados por la revolución tecnológica”. Sin embargo, esta evolución ha producido un déficit de espiritualidad en el que Oriente nos aventaja con mucho. “Por el contrario, Oriente, que no ha desarrollado ese dominio de igual manera, ha conseguido ayudarnos a comprender nuestro mundo interior”.
       
La idea preconcebida que comparte la mayor parte de la gente es que “el ser humano será feliz si consume más objetos”, indica Lenoir. Lo que es una “mentira”, ya que “debido a la lógica del consumo vamos a querer cada vez más. Para escapar hay que pasar del “tener” al “ser”, y del “siempre más” al “siempre mejor”. “Todos conocemos mucha gente que tiene un montón de objetos que sigue siendo infeliz, agresiva y que no ha resuelto sus problemas personales”, explica el director de la revista Le monde des religions.
 
Ello hace que Lenoir se preocupe especialmente por los jóvenes, como son los protagonistas de su novela, Tanzin y Netina, los auténticos receptores de todo ese acervo de sabiduría. “Son los que están más sometidos a la publicidad. Los grandes sacerdotes ya no están en las iglesias, son los publicistas. Un publicista francés, Jacques Ségéla, dijo que si no tenías un Rolex a los 50 años es porque habías desperdiciado tu vida. Eso es falso, pero los jóvenes piensan que si no tienen determinada marca de zapatillas, el último modelo de teléfono, ordenador, etc., están descalificados socialmente”.
 
Del cuerpo y del alma

Lenoir señala, haciendo buena la fórmula mens sana in corpore sano, que no hay que despreciar ni la parte física ni la psíquica de nuestra naturaleza. El autor cita las célebres frases de François Rabelais (“ciencia sin conciencia es la ruina del alma”) o de André Malraux (“la revolución será espiritual o no será”) para poner de manifiesto esa importancia de lo interior, también herencia de las enseñanzas orientales. “Nos ayuda a buscar la felicidad no sólo en las cosas materiales sino dentro de nosotros mismos. Oriente nos lleva hacia esa profundidad espiritual que solía tener el cristianismo, pero la religión cristiana se ha concentrado demasiado durante los últimos siglos en la exterioridad del dogma y no en la experiencia interior”.
      
Lenoir considera que “en el mundo en el que vivimos el valor supremo es el dinero”, y que por esa razón la crisis nos ha pillado desprevenidos. “Desde el final de la Segunda Guerra Mundial no habíamos vivido un período de decrecimiento como este en el que nuestra propia situación es muy precaria y nuestros hijos seguramente ganarán menos dinero que nosotros”. Por eso, indica el autor de La promesa del ángel, “si nuestro único valor es el dinero, viviremos en el drama”.
 
 
Abre tu corazón

En esa sociedad consumista, hemos trasladado los mismos criterios de coste y beneficio a las relaciones personales que mantenemos con los demás. “El consumismo es la idea de que las personas son como objetos intercambiables, que cuando ya no aportan el placer del que habíamos tenido durante un tiempo, y cambiamos, los tiramos”.
       
Aun así, Lenoir reconoce que en toda relación amorosa “hay una parte de egoísmo y una de altruismo”, puesto que es la lucha constante en toda pareja. “Hay cosas que necesitamos y que vamos a buscar en la otra persona, que nos proporciona placer, seguridad y nos hace crecer, lo que sería una forma de egoísmo, pero al mismo tiempo le damos algo, le queremos por lo que es, tenemos ganas de que le vaya lo mejor posible”. Sin embargo, dependiendo de a qué lado se incline la balanza, así marchará la relación. “Las relaciones evolucionan en este equilibrio frágil de egoísmo y altruismo. Cuando el altruismo es más fuerte, la pareja es cada vez más profunda y sólida. Cuando el egoísmo es más fuerte, la relación es más frágil, porque esperaremos que nuestra pareja siempre nos vaya a dar lo máximo”.
 
 
Las cualidades que debemos cultivar y los venenos que debemos desechar

En ocasiones, nos dejamos llevar por los impulsos negativos, como pueden ser la envidia, el odio, la injusticia o la corrupción, cuando realmente deberíamos impulsar “lo bueno, justo y luminoso”, es decir, el asombro, el esfuerzo, la dulzura, el buen humor, la alegría, la jovialidad, la generosidad, el coraje… ¿Pero no vivimos en una sociedad que premia a aquellos que peor se comportan? “Es excesivo afirmar eso”, indica Lenoir, que utiliza el ejemplo de Italia y Silvio Berlusconi para señalar que “es cierto para una parte de la población, creen que lo que cuentan son los fines, no los medios”. Pero al mismo tiempo, “hay otra mitad que defiende los valores exactamente opuestos”.
      
Siguiendo esa visión dualista del mundo, en la actualidad existen “dos sistemas de valores que se enfrentan. Uno, individualista, que está destruyendo las sociedades y que defiende utilizar métodos ilícitos, y otro que apuesta por la justicia y la verdad, que son valores eternos y que están presentes en todas las culturas”. Precisamente, Lenoir admite que la principal motivación para escribir este libro era mostrar que la bondad y el amor son universales, y que por ello, debemos rescatarlos en este preciso momento.
 
 
De la verdadera libertad

¿Es el hombre libre?, se preguntan los protagonistas del libro. Estamos condicionados por multitud de pulsiones, instintos, miedos, necesidades vanas y la mirada de los demás, elementos que nos limitan y nos ponen barreras. “Lo que necesitamos para ser libres, frente a las ideologías materialistas, consumistas, la presión de los modelos culturales es la razón y la filosofía, trabajar con uno mismo para conocerse mejor, dominar las propias pulsiones y pasiones y de esa manera ser libres”.



De la aceptación de lo que es

Una de las últimas enseñanzas que proporcionan los personajes de la novela es que la felicidad y la infelicidad se encuentran dentro de nosotros; una idea ampliamente difundida pero que no ha impedido que esta sea una de las sociedades más infelices de la historia del hombre. ¿Por qué? “En un mundo tradicional, la gente es mucho más feliz porque no se hacen muchas preguntas y hay redes de solidaridad y sentido que unen a los individuos. Cuando abandonamos este mundo por el moderno, el de la felicidad individual, descubrimos la euforia de la libertad política, la posibilidad de escoger un oficio, experimentar una sexualidad libre, pero se han perdido esos vínculos de solidaridad, comunión y sentido que daba la religión. El hombre moderno debe volver a encontrar esos vínculos”. Ello ha dado lugar a una paradoja, “porque hay mucha gente que a pesar de la libertad le faltan el amor y la fraternidad. Debemos intentar unir los dos”.
      
¿Hemos perdido más de lo que hemos ganado por el camino? Lenoir se lo piensa. “No quisiera vivir en un universo tradicional cerrado. Prefiero la libertad política, vivir en un país democrático donde pueda expresar mi singularidad sin que haya barreras políticas respecto a lo que puedo ser y pensar”, reconoce Lenoir. “Al mismo tiempo, tengo conciencia de que hay gente que no tiene esa libertad,  que vive en sociedades tradicionales y quizá sea más feliz que yo. No podemos renunciar a la libertad una vez que la hemos conocido”.
 
 
Del arte de vivir

En definitiva, lo que el filósofo defiende es una reivindicación de la “filosofía y la espiritualidad” más que de la religión, ya que “en ella hay una dimensión colectiva e identitaria que puede crear violencia”.
 
 
 29/05/2013   (06:00) from El Confidencial

miércoles, 29 de mayo de 2013

Australia, de nuevo el país más feliz del mundo

 
 
Según la OCDE, el país ha sorteado de nuevo el impacto de la crisis financiera mundial.
 
Australia, la decimosegunda economía del mundo, se ha coronado por tercer año consecutivo como la nación más feliz del mundo tras sortear de nuevo el impacto de la crisis financiera internacional. Este título lo ha recibido de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su último estudio comparó la situación en 34 países y concluyó que la calidad de vida en Australia es mejor que la que se disfruta en:
 
2 - Noruega,
3 - Suiza,
4 - Estados Unidos, 
5 - Dinamarca,
6 - Países Bajos,
7 - Islandia,
8 - Reino Unido,
9 - Suecia, 
10 - Canadá.
 
"En general, los australianos están más satisfechos con sus vidas que la media de los países de la OCDE", según el índice de calidad de vida del organismo internacional. Este estudio sobre el estado de bienestar resalta que un 84 por ciento de la población australiana dice que a diario tiene mayor número de experiencias positivas (sensación de descanso, cumplidos, placer, entre otros elementos) que negativas (preocupaciones, tristeza, aburrimiento).
 
La popular imagen de los aficionados al surf saliendo del agua cristalina o el ambiente informal de las barbacoas en los jardines o el casi eterno sol, no fueron elementos claves para que el análisis de la OCDE diera este resultado a favor de Australia. El organismo internacional valoró factores como el de la renta per cápita, empleo, vivienda, seguridad, educación, medioambiente, salud, comunidad, equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, datos de la participación cívica de Naciones Unidas, gobierno y otras instituciones.
 
Con una tasa de desempleo de un 5,5%, Australia ha sorteado la recesión durante dos décadas y su economía ha resistido el embate de la crisis financiera internacional, gracias en gran parte a la fortaleza de la industria minería, que ahora no pasa por su mejor momento debido a la fuerte apreciación del dólar australiano. Los hogares australianos tienen una renta disponible neta anual de unos 28.884 dólares (22.401 euros).
 
En comparación, en Chile la renta disponible, que le sirve para consumo u ahorro, es de unos 11.039 dólares (8.561 euros), en México 12.732 de dólares (9.874 euros) y en España de 22.847 dólares (17.719 euros), de acuerdo al informe de la OCDE. Un australiano gana al año un promedio de 43.908 dólares (33.950 euros), una cantidad que se sitúa por encima de la de 34.466 dólares (26.730 euros) de los países industrializados, y además los ciudadanos de esta nación oceánica tienen mayores probabilidades de encontrar un empleo que les satisface.
 
El 73 por ciento de la población australiana de entre 15 y 64 años tiene un trabajo remunerado, mientras que en España es el 58 por ciento, en México y Chile el 60 por ciento y en Brasil el 68 por ciento, según indica el citado informe. Los australianos trabajan un promedio de 1.693 horas al año (alrededor de 32 horas a la semana), frente a las 1.702 y 1.787 horas anuales que faenan, respectivamente, los canadienses y los estadounidenses.
 
Pero la OCDE apunta la brecha que supone el hecho de que el 20 por ciento del población de Australia con mayores ingresos gana seis veces más que el 20 por ciento del segmento demográfico más pobre del país, un imán que atrae a miles de inmigrantes indocumentados cada año y a una gran cantidad de jóvenes europeos que escapan de la crisis. 
 
Los australianos también tienen una expectativa de vida al nacer de 82 años, igual a la de España, y un 85 por ciento dice tener "buena salud", aunque el precio de la comodidad también le ha pasado factura porque la OCDE ha notado que la tasa de obesidad es muy alta en Australia y ha aumentado con mayor rapidez en las últimas dos décadas. El 24,6 por ciento de los 23 millones de habitantes de Australia es obesa, porcentaje superior al que se da en la mayoría de países de la OCDE y que es del 17,8 por ciento.


Sídney (Efecom) - 28/05/2013 - 08:18h | Última actualización: 28/05/2013 - 12:10h http://www.lavanguardia.com/vida/20130528/54374451410/australia-pais-mas-feliz-mundo.html#ixzz2UcSZSnnE

El futbolista que se declara gay, en el Galaxy de EE UU

 
 
Robbie Rogers encarnó el domingo al tan esperado jugador abiertamente homosexual.
El partido del Galaxy contra el Seattle Sounders pasará a la historia del deporte estadounidense.
 
Quedaban apenas 13 minutos para que acabara un partido que, con cuatro goles a cero, el Galaxy ya había ganado ante el Seattle Sounders. Pero el momento histórico para el fútbol aún estaba por llegar. Se fue al banquillo al centrocampista brasileño Juninho y entró en su lugar Robbie Rogers. Ahí comenzaba la gesta en el campo del equipo de Los Ángeles. Tres meses antes, Rogers, 26 años, había abandonado la plantilla del Leeds inglés tras salir públicamente del armario. El domingo debutó en el Galaxy y se convirtió en el primer futbolista abiertamente homosexual en jugar un partido de la liga profesional estadounidense. Y la ovación de los 24.811 espectadores que llenaban el Home Depot Center fue tímida, pero unánime.
 
La prensa estadounidense relató el partido como una verdadera hazaña. Robbie Rogers no solo ha hecho historia en el mundo del fútbol, sino también en el panorama general del deporte estadounidense. En las cinco grandes ligas masculinas que existen en el país, jamás un deportista había disputado un encuentro tras salir del armario. A finales de abril, el jugador de baloncesto Jason Collins hizo pública su homosexualidad y se convirtió en el primer atleta en activo en hacerlo, pero la temporada acababa de terminar y el pívot aún no se ha enfrentado al público de un partido.
 
“Dentro de muchos años, la gente no recordará el marcador de este encuentro. Pero se acordarán del momento en que ese chico entró al campo”, comentaba el domingo en la cadena ESPN el exdirectivo del Galaxy Alexi Lalas, uno de los negociadores del fichaje de David Beckham por el equipo de Los Ángeles. “Eso es genial. Es lo importante”. El analista no dudaba en comparar ambas figuras del balompié. “Sin duda, esto es más histórico. A lo mejor no es tan grande en términos mediáticos y de atención. Pero, ¿qué pasa si pensamos en lo que realmente va a trascender?”.
 
Robbie Rogers lleva toda la vida jugado fútbol. Empezó a los cuatro años, en un equipo de una organización juvenil. A los siete, varios cuadros de las ligas infantiles de Los Ángeles peleaban por su fichaje. Luego vinieron los campeonatos escolares y la Universidad de Maryland, desde donde, tras pasar por equipos menores, dio el salto definitivo al Columbus Crew. La Selección Nacional de fútbol y las ofertas de Europa vinieron después. Pero en las últimas temporadas, su carrera empezaba a ir cuesta abajo, lo que él siempre achacó a las lesiones. Sin embargo, lo que le pasaba tenía un origen más profundo y, tras jugar una temporada en el Leeds, decidió escribirlo todo en una entrada en su blog personal. Salió del armario y se alejó del deporte. "El fútbol era mi escape, mi propósito, mi identidad. Escondía mi secreto, me daba más alegrías de las que nunca pude haberme imaginado... Siempre estaré agradecido por mi carrera", dijo entonces.
 
No habló de retirarse definitivamente, solo de "dar un paso a un lado" y descubrirse a sí mismo. Por eso, su representante no se cansó de estimularlo a regresar durante los meses que siguieron a su confesión. El mejor escenario: su hogar en Los Ángeles.
El partido del domingo no fue fácil de enfrentar. “No paraba de repetirme a mí mismo la palabra normal", contó tras su regreso en The New York Times. "Todo esto es normal, normal, normal… pero realmente es más que eso. Estar de vuelta es muy bueno. Estoy muy emocionado de dar este paso adelante”, confesó. Durante el partido, la técnica del jugador apenas se lució. No tocó el balón más de cinco veces, pero era su primera aparición desde diciembre. Y, sin duda, la más trascendental. “La parte fácil ya ha pasado”, aseguró Bruce Arena, el entrenador del Galaxy. “Ahora queda lo difícil: posicionarlo para jugar. Y eso nos tomará algún tiempo".
 
“Fue realmente perfecto”, recordaba Rogers al día siguiente. “Ganamos, que es lo más importante. Mi familia estaba allí, mis amigos. Mis abuelos. He intentado imaginarme este momento todo el tiempo durante este largo viaje. Y finalmente, aquí estoy. Creo que justamente en el lugar preciso”.


 

Estar en el 'más allá' es una experiencia hiperrealista, según científicos

 
La mayoría de los sobrevivientes mencionan una luz brillante, pero pocos reportan haber visto personajes místicos (Getty Images).
 
 
Un grupo de investigadores que intenta profundizar en el origen de las experiencias cercanas a la muerte, documenta este tipo de casos.
 
 
Estar cerca de ir al "cielo", y vivir para contarlo, es una historia que puede convertirse en un tema de investigación científica.
Es el día perfecto: soleado y con viento fresco. Paseas placenteramente distraído y vas a cruzar la calle. Justo entonces, un camión te golpea. Te sientes completamente entumecido y te desvaneces rápidamente. Es el fin y lo sabes. Tu vida pasa ante tus ojos como si fuera una película épica. Fin.
Abandonas tu cuerpo y lo miras desde arriba. La gente se inclina sobre él. Una luz cegadora se abre paso desde el cielo hacia ti. Te llama suavemente. La sigues por un túnel hacia un lugar mucho más que real y espectacular. Estás seguro de haber llegado al más allá.
Semanas más tarde, despiertas entre constantes pitidos del monitor cardiaco que está junto a tu cama de hospital.
 
El viaje científico inicia 
 
Si tu hospital está en Bélgica, Steven Laureys podría visitarte para preguntarte qué recuerdas de tu experiencia cercana a la muerte (ECM).
Él te diría que muchas personas han recorrido este camino antes que tú y que puedes confiarle tu experiencia.
“Los pacientes en cuidados intensivos tienen miedo de contar sus historias”, dijo Laureys. Temen que la gente no los tome en serio, especialmente los médicos y científicos.
Laureys lidera el Grupo de Ciencia del Coma del hospital universitario de la ciudad de Lieja. Con sus colegas, publicó un estudio científico acerca de las ECM el mes pasado en la revista PLOS ONE.
Muchas de las personas que se embarcan en estos viajes fantásticos parecen volver más felices y ya no temen a la muerte. La experiencia se convierte en la piedra angular de su vida.
Las ECM se sienten “incluso más reales que la realidad”, dice Laureys. Su equipo investiga la claridad y el intenso colorido de la experiencia que muchas personas tienen cuando pierden la consciencia.
 
“Nuestro objetivo principal es la investigación de la consciencia en pacientes comatosos”, dijo. Su equipo espera mejorar su comodidad y la calidad de los cuidados a estos pacientes.
Su hipótesis es que las experiencias cercanas a la muerte se originan en la fisiología humana y “el cerebro disfuncional produce estos fenómenos”. El equipo estudia la forma en la que el cerebro crea la mente y la percepción de la realidad.
 
La misma historia una y otra vez
 
A lo largo de los años, muchos pacientes han despertado de comas y le han contado a Laureys acerca de sus viajes al más allá.
Todas sus historias tienen elementos iguales o muy parecidos: “Una experiencia extracorpórea, haber visto una luz brillante o haber sido conducido por un túnel; todos son elementos conocidos de la famosa Experiencia Cercana a la Muerte”, según el estudio de Laureys y su equipo de seis científicos.
Raymond y Nadine, de Bélgica, tuvieron infartos. Cuando su cerebro se quedó sin oxígeno, tuvieron sensaciones extracorpóreas, dijo Laureys.
“En un punto sentí como si me arrancaran de mi cuerpo (...) Estaba pasando por un túnel completamente oscuro, muy, muy rápido, a una velocidad que no se puede expresar porque nunca la has vivido”, dijo Raymond.
Al final del túnel de Raymond apareció una luz. Al principio tenía miedo y se resistió. La luz era femenina y se “comunicó” con él. Él se rindió ante ella: “Me di cuenta de que no debía resistirme y me dejé ir. En ese momento tuve la experiencia”.
Nadine podía verse desde afuera de su cuerpo. “Es como si estuvieras en una nube, aunque en realidad no sea así”, dijo. Todo estaba fuera de su control y eso la asustó. Entró en un agujero negro. “Te preguntas si regresarás a tu cuerpo”.
 
Prueba psicológica
 
Las investigaciones científicas acerca de las personas que tienen una ECM son difíciles, porque sería cruel realizar estudios del cerebro en una persona que posiblemente morirá en breve.
Por eso, Laureys y su equipo estudiaron los recuerdos de los sobrevivientes sobre las experiencias cercanas a la muerte con la ayuda del Cuestionario de Características de Memoria.
Compararon las ECM con otros recuerdos reales intensos como matrimonios y alumbramientos, pero también con sueños y pensamientos; cosas que no ocurrieron en la realidad física.
Los recuerdos de los eventos reales importantes en general son más intensos que los sueños y los pensamientos, dijo Laureys. “Si el recuerdo es real, es más rico; si el recuerdo es reciente, es más rico”, dijo.
“Para nuestra sorpresa, los recuerdos de las ECM eran mucho más ricas que cualquier evento imaginado o real para estos sobrevivientes del coma”, reportó Laureys.
Los recuerdos de estas experiencias superan por mucho a todos los demás recuerdos en cuanto a la intensidad de la sensación de realidad. “La diferencia era muy grande”, dijo con asombro.
Incluso cuando el paciente había tenido la experiencia hace mucho tiempo, su recuerdo era rico “como si hubiera sido ayer”, dijo Laureys.
 
Auténticos creyentes
 
En el cuestionario se pregunta a la gente acerca del nivel de certeza de que una experiencia que recuerdan fue real y no imaginada o soñada. “Ellos (los pacientes) están muy convencidos de que es real”, dijo Laureys.
En una sencilla búsqueda en internet se revelan cientos de relatos de ECM. Algunas son reales, otras tal vez son inventadas, pero muchas personas están absolutamente convencidas de que el más allá existe fuera del reino de lo físico.
Existen reportes de que a veces aparecen imágenes religiosas en las ECM, pero no se limitan a una sola religión, y no siempre se presentan. A veces aparecen Buda, Jesús o Mahoma, pero usualmente no lo hacen, dijo Laureys.
Sin embargo, una ECM puede convertir a un escéptico en creyente. Es el caso del neurólogo Eben Alexander, un científico agnóstico que se convenció de la existencia de lo espiritual y describió su experiencia en los mismos términos que los investigadores belgas: “hiperrealista”; “demasiado real para ser real”.
 
El origen está en el cerebro 
 
“No hay pruebas de que pueda haber una experiencia consciente sin actividad cerebral”, dijo Laureys.
Tú puedes volverte un creyente, pero según los médicos tu cerebro nunca murió. Estuviste en coma. Tal vez tu corazón se detuvo por un instante, tal vez no. Pero ni siquiera eso es necesario para tener una experiencia extracorpórea.
“Muchos individuos que han tenido ECM no estaban físicamente en peligro de muerte, lo que indica que la percepción del riesgo de muerte en sí misma es importante para provocar las ECM”, señaló el estudio.
Es suficiente que pienses que estás muriendo para que tengas una.
La Asociación de Psicología de Estados Unidos está de acuerdo. Define las ECM como “eventos psicológicos profundos que tienen elementos trascendentales y místicos y que ocurren típicamente a los individuos que están cerca de la muerte o en situaciones de peligro físico o emocional intenso”.
En el caso de los pacientes de coma, el cerebro que produce las ECM puede estar funcionando al mínimo, pero sigue vivo, según la hipótesis de Laureys. Y en teoría se trata de una alucinación intensa. “La actividad normal del cerebro produjo sus percepciones extraordinarias”, indica el estudio.
 
Se necesitan más investigaciones
 
El equipo belga de investigación sólo ha estudiado a unos cuantos pacientes hasta ahora y no ha podido obtener imágenes cerebrales de los pacientes que tienen ECM para obtener datos sólidos que respalden la hipótesis de la naturaleza fisiológica de la experiencia.
Como médico, Laureys siente que se debe investigar más, ya que muchas personas temen que su consciencia permanezca mucho tiempo después de su muerte, y de atestiguar lo que ocurra con su cuerpo. “Históricamente, las personas tienen miedo de que las entierren vivas (...) La gente teme donar sus órganos”, dijo Laureys.
Hay bastantes modelos espirituales que explican las ECM, dijo, además de los supersticiosos. “Hay muchas explicaciones locas por allí”. Es momento de aplicar más ciencia dura, agregó.
Laureys no quiere especular acerca de la existencia del cielo o el infierno, pero dice que sólo una mínima parte de las experiencias cercanas a la muerte son aterradoras. La mayoría son placenteras y edificantes.
Con base en sus relatos, parece que más personas van al “cielo” que al “infierno”.

Por Ben Brumfeld  - 10 de abril de 2013 a las 12:39  from CNN.com

martes, 28 de mayo de 2013

La plaga que sufre un millón de españoles y nadie conoce

 
 
AFECTA A LA REGULACIÓN DE LAS EMOCIONES

Provoca más años perdidos por discapacidad que todos los tipos de cáncer juntos.
Un 49% de los que la padecen esta enfermedad están sin diagnosticar.
Se empatiza con una persona que va en silla de ruedas, pero con quien sufre una enfermedad mental no.
 
Mozart, Charles Dickens, Albert Einstein, Isaac Newton o Charles Darwin también fueron sus víctimas, como lo es actualmente un millón de españoles. Pero el verdadero drama es que buena parte de ellos lo desconoce o tarda años en tener un diagnóstico certero.
 
Le pasó a Rafaela Perea, de 49 años y residente en Granada. “Con 16 años empecé a tener depresiones, pero nadie me decía nada sobre mi diagnóstico y los médicos no acertaban con mi tratamiento. No fue hasta los 24 años cuando por fin me dijeron que sufría trastorno bipolar (TB)”.
Se trata de una patología crónica y recurrente que altera los estados depresivos con los de euforia, de la que existen tres tipos. La TB-1 (los afectados han tenido al menos un episodio completo de manía con períodos de depresión grave), la TB-2 (nunca han experimentado un episodio maníaco completo. En su lugar padecen períodos de niveles elevados de energía e impulsividad que no son tan extremos como la manía, llamado hipomanía, que se alteran con depresión) y la forma leve de la enfermedad que se llama ciclotimia y que implica fluctuaciones en el estado de ánimo menos intensas. Las personas con esta forma alternan entre hipomanía y depresión leve.
 
No afecta a la inteligencia pero sí a la regulación de las emociones, aunque suele cursar con problemas cognitivos. El problema es que su verdadero impacto y magnitud pasan desapercibidos por la sociedad a pesar de que afecta al 2,4% de la población mundial y a pesar, también, de que provoca más años perdidos por discapacidad que todos los tipos de cáncer juntos o de las patologías neurológicas, como la epilepsia o el alzhéimer.
 
Vivir con la enfermedad
 
“Yo soy de Granada, pero a los 21 años me fui a vivir a Barcelona porque me salió un trabajo. Entonces sucedió algo anormal. Empecé a encontrarme como nunca. Hiperactiva, dormía poco, hablaba mucho y lograba relacionarme con los demás con suma facilidad, algo que hasta ese momento no había conseguido. Yo no le di importancia, aunque realmente sabía que no era normal, que algo raro pasaba. Me creía la reina en todos los sitios a los que iba y empecé a gastar mucho dinero. En un momento dado creí que me había curado de mis depresiones”, relata Rafaela.
Fue la mujer de un amigo suyo, afectado también de la enfermedad, quien la alertó de que esa euforia que sentía era “propia del trastorno bipolar” y que debía consultar con un psiquiatra. “Por fin, después de tantos años, obtuve el diagnóstico y me pusieron el tratamiento que necesitaba. Además de no fallar con el tratamiento médico también asisto a psicoeducación en Granabip, una asociación para familiares y pacientes diagnosticados de esta enfermedad donde aprenden a conocer más aspectos del trastorno a la vez que reciben apoyo social y se reduce su estigma”.
 
Confiesa también que ha pensado muchas veces en su familia. “Mi padre, mi abuela y algunas primas hermanas han tenido depresión toda su vida, lo mismo era TB y no lo supieron nunca. Sé que los hijos de las personas con la enfermedad tienen más riesgo de padecerla que los de aquéllas que no la tienen (el riesgo es de entre un 10% a un 20%) pero no estoy preocupada por mi hija de 16 años, la veo bien. No he podido evitar pensar en ello muchas veces, pero no puedes vivir con esa cruz, hay que ser optimista porque las probabilidades de que no la desarrolle son mayores”.
 
Eduard Vieta, director del Programa de Trastornos Bipolares del Hospital Clínic de la Universidad de Barcelona y coordinador del grupo de TB en el CIBERSAM,  defiende: “Hemos logrado reducir la demora diagnóstica de 7 a 5 años, pero sigue siendo inaceptable que se tarden cinco o más en conseguir un dictamen correcto. Sabemos además que, actualmente, se estima que un 49% de los que la padecen está sin diagnosticar”.
 
Y eso, a pesar de que “se trata de una enfermedad que ha existido siempre, como la diabetes. El problema es que como en muchas patologías mentales no tenemos una prueba de laboratorio que certifique su existencia y los síntomas suelen confundirse con la depresión. De hecho, como los inicios de la enfermedad se manifiestan en forma de síntomas depresivos, la vía de entrada al sistema sanitario de estos pacientes suele ser Atención Primaria y es allí donde se les diagnostica y se les trata de depresión. No sucede lo mismo con otras enfermedades como la esquizofrenia, cuyos síntomas son más conocidos y más evidentes y su vía directa de entrada son los servicios de Psiquiatría”.
Por este motivo y porque tratar a un enfermo bipolar como un afectado de depresión agrava claramente su enfermedad y su calidad de vida (cerca de un 31% de los que la sufren ha recibido un tratamiento equivocado de depresión mayor), “se ha hecho un esfuerzo enorme para formar a los médicos de Atención Primaria en su detección. Precisamente, en Cataluña, hemos elaborado una guía que les orienta hacia su correcto diagnóstico y tratamiento”. Un esfuerzo que se suma a los elaborados por otros colectivos como la difundida por el Ministerio de Sanidad o la de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (FEAFES).
 
Errores de diagnóstico
 
Pero, en palabras del doctor Vieta, “aún es insuficiente”. Un hecho que confirma Luis Gutiérrez, psiquiatra del Hospital Clínico Universitario San Cecilio de Granada. “Estamos ante una enfermedad compleja que, además, suele debutar en la adolescencia en un gran porcentaje de casos y que comparte síntomas como la irritabilidad, la dificultad para prestar atención o el exceso de actividad con otras patologías como la hiperactividad y la esquizofrenia, de ahí que resulte complicada su detección sobre todo en los más jóvenes”.
 
Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid que cuenta con el Programa Piensa (un programa asistencial que promueve el tratamiento de las fases iniciales de las psicosis de inicio en la adolescencia así como la investigación de la eficacia de terapias psicológicas en esta población) asevera: “En un 35% de los casos, la medida de edad de inicio de la enfermedad está entre los 17 y los 18 años, aunque no es hasta entre los 21 y los 24 cuando obtienen un diagnóstico".
 
Este especialista insiste en que a pesar de que varios estudios publicados en los últimos años han reflejado un aumento vertiginoso del diagnóstico de TB en menores, “creo que se han producido muchos dictámenes erróneos”. Precisamente, este especialista hace referencia a un estudio reciente de la doctora Carmen Moreno, del Servicio de psiquiatría del Niño del Gregorio Marañón, en colaboración con investigadores de la Universidad de Columbia y el Instituto de Psiquiatría de Nueva York (EEUU), publicado en el ‘Archives of General Psychiatry’ que hace referencia a este tema.
 
En este se compararon los diagnósticos de TB en menores de 19 años y mayores de 20 entre 1994 y 1995, con los dictámenes llevados a cabo en los mismos grupos de edad entre 2002 y 2003. Los datos revelan que los casos habían aumentado de 20.000 en 1994 a 80.000, en 2002. Es decir, 40 veces más.
 
Este ha sido uno de los motivos por los que la esperada revisión (la primera en dos decenios) del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (la ‘biblia’ de la psiquiatría) prevista para el 2013 que acaba de ver la luz (El DSM-V) alberga un cambio significativo como es la inclusión de un desorden infantil llamado ‘trastorno de desregulación del temperamento con disforia’. Según los expertos que la han elaborado, las investigaciones recientes han constatado que muchos niños agresivos e irritables, diagnosticados como bipolares, en realidad no lo eran.
 
Celso Arango cree que esta “fórmula de crear nuevos trastornos, porque en un país como EEUU algunos grupos hayan estado haciendo mala praxis a la hora de dictaminar si un menor tiene o no TB, no es el camino. Creo que el problema es que no se puede establecer la enfermedad en un solo día. Los diagnósticos deben hacerse con cautela y tiempo, los síntomas que los menores afectados expresan dependen del momento del desarrollo de su cerebro, además los niños suelen tener síntomas más inestables y más reactivos. Estos, incluso, pueden obedecer a cambios que se producen en un solo día, como que el niño esté triste o irritable porque no ha conseguido la ‘play’, por poner un ejemplo”.
 
Otros cambios en relación al trastorno bipolar y el DSM-V los apunta el investigador Vieta. “En la edición anterior, el DSM-IV, la enfermedad se situaba dentro de los trastornos del ánimo como un subtipo. Sin embargo, en el último adquiere entidad propia. A este hecho se suman cambios en la definición de las fases mixtas del trastorno. Es decir, ahora se permite que en una fase maníaca pueda haber síntomas depresivos y que en una depresiva, pueda haber síntomas maníacos, un hecho experimentado por el 64% de los pacientes con TB tipo I, lo que supone que más de dos tercios de los enfermos TB-1 padecen este tipo de estados, lo que sorprende es que aunque es algo que se conoce, no se diagnostica de forma tan frecuente”.
 
Pese a que todas estas transformaciones resultan ventajosas para los pacientes y a pesar de que han surgido avances importantes en los tratamientos, tanto los afectados, como sus familiares y sus médicos, reconocen que aún queda la barrera más difícil de sobrepasar: el estigma.
 
La discriminación de los afectados
 
Así lo siente también Rafaela: “La gente e incluso la familia no entiende la enfermedad. En mi caso no han tenido que sufrirla porque me fui muy joven a Barcelona, hace diez años que volví a Granada porque me divorcié. La que la conoce bien es mi hija que convive conmigo. Las personas están acostumbradas a comprender lo que ven. Se empatiza con una persona que va en silla de ruedas o que es ciega, pero no con las que sufren una enfermedad mental. Lo mismo sucede con los medios de comunicación que no ayudan. Si una persona comete un delito y tiene una enfermedad mental lo dicen, pero no comentan si tiene diabetes o una patología del corazón”.
 
Como Rafaela, hasta un 45% de los afectados reconoce haber sufrido discriminación por su condición, tal y como recoge el estudio IMPACT, presentado el mes pasado en Madrid. Se trata de un trabajo elaborado por la compañía Phoenix Healthcare International de Reino Unido a petición de la farmacéutica Lundbeck, que recoge las respuestas de 700 personas de Australia, Canadá, Italia, Francia Alemania, Reino Unido y España, de edades comprendidas entre 18 y 65 años y con un diagnóstico de TB-1.
 
En él se refleja que, también como le ha pasado a Rafaela, el 50% de los pacientes españoles con trastorno bipolar aseguran haber perdido su puesto de trabajo debido a la enfermedad y el 23% de los españoles con TB se ha separado o divorciado. “Yo tengo la baja definitiva y hace 15 años que me divorcié”, reconoce la granadina que afirma que cuando inicia una relación “me pienso mucho si comentarlo o no porque no sabes si te van a aceptar o no”.
 
Los expertos creen que aumentando la concienciación de la sociedad sobre la existencia de la enfermedad, formando a los médicos en su correcta identificación, motivando a los pacientes a cumplir con su tratamiento y asistir a psicoeducación y creando  una buena red comunitaria de salud mental con unidades especializadas, se podría hacer mucho por los pacientes y sus familiares.


 Patricia Matey  27/05/2013   (06:00) from Elconfidencial.com

lunes, 27 de mayo de 2013

En qué se va a gastar China sus enormes reservas de $$$

 
 
 
Es posible tener demasiado de algo bueno? Mientras muchos gobiernos occidentales pasan las noches en vela preocupados por sus déficits, China tiene el problema contrario.
 
Gracias a su éxito con las exportaciones, China es el país con más reservas en moneda extranjera, que constantemente están en aumento y actualmente alcanzan los US$3,44 billones.
 
Eso es US$3.440.000.000.000, con todos los ceros, o básicamente el valor de toda la economía alemana.
La composición de las reservas de divisas es un secreto de Estado, pero un informe del diario China Securities Journal reveló hace unos años que 65% eran dólares estadounideneses, 26% euros, 5% libras esterlinas y 3% yenes.
China es el mayor acreedor de deuda pública estadounidense después del banco central de ese país, la Reserva Federal.
El gigante asiático también tiene deuda soberana europea, pero quizás no tantos bonos de los países periféricos en problemas como a los gobiernos de la eurozona les gustaría.
En el momento más duro de las crisis del euro, la moneda única subía en su valor respecto al dólar con cualquier señal, declaración o rumor de que China estaba planeando comprar bonos de la zona euro.
 

La otra cara de la moneda

Probablemente puede pensarse que un superávit como el chino es algo positivo. Pero, según autoridades del Banco Popular de China, como el vicegobernador Yi Gang, es algo que está planteando un problema debido a la tasa de cambio fija.
Mantener las reservas es una forma de proteger la moneda de un país de posibles ataques, pues venderlas puede ayudar a mantener el valor de la moneda. Esa fue la lección que los bancos centrales aprendieron de la crisis financiera asiática.
Para China, el yuan fluctúa en una estrecha franja del 1%, por lo que las reservas son muy útiles. Pero no está claro cuántas necesita exactamente el país.
La preocupación no es sólo que el dólar estadounidense o el euro se deprecie, sino que las reservas aporten demasiado dinero en efectivo a la economía. Y eso lleva a un incremento de los precios, incluyendo al de la vivienda.
Cuando un banco central acumula reservas, emite dinero en efectivo (en este caso yuanes) para comprar dólares, euros, libras y yenes que añade a sus reservas.
Para evitar que ese dinero genere inflación, el banco central "esteriliza" sus acciones retirando la cantidad equivalente de su economía. Para ello, paga intereses en dinero que los bancos comerciales vuelven a depositar en el banco central, de forma que les incentivan a dejar su efectivo allí.
La técnica de la "esterilización" suele ser incompleta ya que los bancos optan por conseguir mejores beneficios en cualquier lugar antes que dejar el dinero en el banco central.
China lo hace mejor que otros países ya que tiene un sistema bancario estatal de gran tamaño que tiende a hacer lo que se le pide. Sin embargo, las reservas todavía son una fuente de exceso de dinero o liquidez.
 

Lo que quiere China

Más aún, el problema chino se ve agravado por la preocupación de que el banco central puede no estar teniendo beneficios suficientes por esas reservas, ya que los réditos (o tasas de interes) sobre los bonos estadounidenses o europeos son bajos.
A cambio, China está usando sus reservas para financiar la inversión extranjera. El país quiere comprar activos reales como puertos, servicios públicos, recursos naturales, tecnología y compañías financieras.
Y esto tiene dos beneficios para China.
Por una parte, se tiene la esperanza de que las compañías del sector real tengan mejores beneficios que los instrumentos financieros, pero también ayuda a conseguir un objetivo económico más amplio: la construcción de las multinacionales chinas.
 

Inversiones extranjeras

Las compañías globalmente competitivas podrían ayudarle a China a incrementar su capacidad tecnológica y productividad. Esa es la clave del crecimiento económico sostenido.
A China le gustaría seguir el ejemplo del enriquecimiento de otros países, como Corea del Sur o Taiwán, y desarrollar marcas exitosas a nivel global, como Samsung o HTC.
Ese fue el objetivo de China en 2000 cuando lanzó una política para la globalización de sus empresas. La primera inversión en el extranjero tuvo lugar en el curso 2003-04 en Europa, cuando la compañía china TLC compró a la francesa Thomson. Desde entonces, la inversión directa china en el exterior ha crecido exponencialmente alcanzando niveles récord.
El pasado mes de diciembre, por primera vez la inversión china mensual en el exterior superó a la inversión extranjera en China. Este cambio es un indicador típico de que un país ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo económico.
Las empresas estatales han invertido en el exterior durante más de tres décadas y continuarán haciéndolo. La mayor compañía de servicios públicos del mundo, la estatal china State Grid, acaba de anunciar una segunda incursión en el mercado energético australiano.
Pero la inversión en el exterior es variada. No se trata sólo de recursos y energía. Las principales regiones para la inversión son otras partes de Asia, seguido por América Latina y Europa.

Linda Yueh  BBC  Última actualización: Domingo, 26 de mayo de 2013

domingo, 26 de mayo de 2013

¿Vemos todos los mismos colores?

 
 
A algunos daltónicos, les queda difícil pasar esta prueba.
 
 
Imagínese que estamos admirando un atardecer en que el horizonte está calado con fuego dorado mientras que el azul profundo lo invade desde el lado opuesto del cielo. "¡Qué colores tan bellos!", exclamo, y usted asiente.
Y luego, durante el silencio que sigue, me ataca una duda. Yo puedo apuntar al cielo y declarar que es azul, y usted estará de acuerdo. Pero, ¿estará usted realmente viendo el azul de la misma forma en que yo lo estoy viendo? Quizás usted sencillamente aprendió a llamar a lo que está viendo "azul", pero en realidad no está viendo nada parecido al espléndido azul que estoy viendo yo.
Admito que esta es una preocupación que se ubica en el ámbito de la filosofía y no de la neurociencia.
 
Pero si lo piensa un momento, implica que no está claro si alguna vez yo voy a tener acceso directo a cómo es ser usted, o usted a cómo es ser yo, o cómo es ser alguna otra persona o animal o cosa.
Mi preocupación quizás parece un poco más razonable cuando se considera el daltonismo, que afecta a más o menos el 8% de los hombres y 0,5% de las mujeres.
Muchas personas ni siquiera se dan cuenta de que son daltónicas. Viven entre gente que ve todos los colores, aprovechando el hecho de que usualmente hay otras diferencia entre las cosas de distintos colores que permiten distinguirlas, como intensidad o textura.
 

¿Cuán verde es mi jardín?

Nuestra visión de los colores empieza con los sensores en la parte posterior del ojo, que tornan la información de la luz en señales eléctricas en el cerebro. Los neurocientíficos los llaman fotorreceptores.
Tenemos diferentes tipos y la mayoría de la gente tiene tres fotorreceptores distintos para la luz de color. Estos son sensibles a los azules, verdes y rojos, respectivamente, y la información se combina para permitirnos percibir toda la gama de colores.
 
La mayoría de los hombres daltónicos tienen una debilidad en los fotorreceptores para el verde, así que pierden sensibilidad a los tonos de este color.
En el otro extremo de la escala, algunas personas tienen una sensibilidad al color particularmente acentuada.
Se los conoce como tetracrómatas, pues tienen cuatro fotorreceptores. Las aves y los reptiles son tetracromáticos y eso es lo que les permite ver radiación infrarroja y el espectro ultravioleta.
Los tetracrómatas humanos no pueden ver más allá del espectro visible de luz normal, pero su fotorreceptor extra los hace más sensibles al color en la escala entre el rojo y el verde, y por lo tanto a todos los colores en la gama de los humanos.
Para estos individuos, el resto de nosotros somos daltónicos.
Así que sí, compartimos este atardecer, quizás yo vi algo que usted no puede ver o visceversa. Pero si nuestros fotorreceptores son los tres tradicionales y funcionan bien, y la información que estamos recibiendo es más o menos la misma, quizás no.
No obstante, mientras el Sol se hunde lentamente en el horizonte, la duda sigue a flote. Lo que me preocupó originalmente es que aunque tenemos la misma maquinaria y podemos ver el verde de los árboles, el rojo en el Sol y el azul en el cielo, cuando yo digo "azul" puedo estar creando una experiencia interior distinta a la de otros cuando ellos dicen "azul".
 

Detrás del azul de los ojos

Mi preocupación por su percepción interna del color azul es una faceta del aislamiento básico que es parte de la condición humana.
Incluso si pensamos que es posible conocer realmente bien a otras personas, no podemos estar seguros de ello.
Históricamente, una rama de la psicología ha adoptado una postura llamada conductivismo, que pretende que los interrogantes sobre la experiencia interior son irrelevantes.
 
Ese enfoque afirma que si usted llama a mi azul "azul" y lo puede distinguir del rojo, y si ambos sabemos que ese es el color del cielo, mis ojos y el mar, ¿a quién le importa cómo es la experiencia interior?
Esta visión es sólida, pero quizás también es sabio tratar de convencernos de que la diferencia entre nuestras experiencias interiores es real y relevante -y que de hecho, es inevitable-.
Usamos palabras comunes y las utilizamos para nombrar experiencias compartidas, pero nadie puede ver el mismo atardecer, sencillamente porque la percepción es una propiedad de la persona, no del atardecer.
Y es que ser usted es único, así que ciertamente estamos viendo cosas distintas cuando hablamos de algo azul, así sea sólo porque el acto de ver incorpora sentimientos y memorias, así como la cruda información que llega a nuestros ojos.
En todo caso, el Sol ya se ocultó y nos vamos.
Podemos examinar nuestra vista para ver cuán afinada es nuestra percepción de los colores, pero nunca sabremos lo que es ser otra persona viendo un color.
Con tal de que ambos podamos decir que es un bello atardecer, aunque quizás mi azul y el suyo no son exactamente los mismos, lo compartimos.
Y es ese compartir lo que es único para nosotros dos, pues no hay otras dos personas en el mundo que tienen las mismas dos mentes.

Tom Stafford  Columnista, BBC Future  Última actualización: Domingo, 19 de mayo de 2013