Las ideas viejas son resistentes.
En Estados Unidos la energía renovable ha sido objeto de debate desde hace
décadas: cuánto deberíamos apoyarla, qué lugar debería tener en nuestra política
energética, qué magnitud tiene su impacto.
Sin embargo mucho de lo que creemos que sabemos sobre energía renovable se
remite a los primeros argumentos que se usaron en el debate. Gran parte de la
conversación actual se basa en hechos desactualizados y asunciones que ya no
tienen vigencia.
Por lo tanto, analicemos algunos mitos o creencias que persisten tanto entre
quienes apoyan como quienes critican la energía renovable, en especial eólica y
solar.
Mito número 1: lo renovable es una fuente insignificante de
energía
Una de más críticas más persistentes sobre la energía renovable es que
representan sólo una fracción del sistema eléctrico de EE.UU., a pesar de años
de subsidios federales y fuerte crecimiento.
Cuando se trata de energías renovables más "nuevas" como la solar y eólica,
es mayormente verdad. El viento representa alrededor de 5% de la capacidad de
generación y poco más de 4% de la producción de electricidad de EE.UU., o casi
un décimo de lo que brinda el carbón.
Pero las críticas pasan por alto un punto importante: la energía convencional
hidroeléctrica también es energía renovable. En conjunto, la energía
hidroeléctrica y de otras fuentes representaron 12% de la producción eléctrica
en EE.UU. el año pasado, y cerca de 14% en lo que va de 2013. Toda la flota
nuclear aporta alrededor de 19%.
Es importante recordar la escala de los esfuerzos renovables del país. EE.UU.
tiene el segundo mayor sistema eléctrico del mundo, y representa alrededor de
20% de la capacidad de generación mundial. La participación de 5% que tiene la
energía eólica en este total es una gran cantidad. Los cerca de 60 gigawatts de
energía eólica instalados en EE.UU. representan más capacidad de generación
eléctrica que toda la de Australia, Arabia Saudita o México. Y casi la mitad de
la energía que se genera en Francia o Brasil.
Mito número 2: las energías renovables pueden reemplazar a todos los
combustibles fósiles
La otra cara de las críticas a la energía renovable es el optimismo
desmedido. Un puñado de entusiastas describe un futuro donde 100% de las
necesidades energéticas pueden cumplirse de forma económica y confiable con
fuentes renovables.
Concentrándose en la electricidad, investigadores del Laboratorio Nacional de
Energía Renovable de EE.UU. descubrieron que, técnicamente, para 2050 EE.UU.
podría obtener 80% de su electricidad de fuentes renovables y mantener
encendidas las luces cada hora, todos los días, en cada rincón del país.
Quizás. Pero llegar a eso sería trabajoso. El estudio descubrió que EE.UU.
debería instalar unos 20.000 megawatts de capacidad renovable al año durante un
par de décadas, y aumentarla gradualmente a 40.000 megawatts al año. El estudio
no encontró motivos para dudar de la capacidad global de la industria de energía
renovable para eventualmente cumplir con ese nivel de producción. Lo que podría
ser más difícil, según el estudio, es encontrar un lugar para colocar todas esas
granjas eólicas, infraestructura solar a instalaciones hidroeléctricas.
Afrontar los fuertes costos de capital inicial de la energía eólica y solar
sería otro obstáculo. Y más adelante podría haber otro desafío: zonas donde hay
muchas energías variables podrían registrar un descenso de los precios
mayoristas de la energía que podría caer a cero en algunos casos.
EE.UU. también debería duplicar virtualmente la red existente de líneas de
transmisión para 2050 para que operen con 80% de energía renovable.
Es decir, no hay motivos técnicos para que la energía renovable no pueda
brindar 80% de la energía en EE.UU. para mediados de siglo. Pero hay muchos
desafíos que habría que superar.
Mito número 3: las energías renovables son muy costosas
Olvídese de los problemas futuros. Otra crítica a las energías renovables
pertenece al aquí y ahora: son formas costosas de generar electricidad.
Una extensa comparación de precios mayoristas de electricidad, en el
Journal of Environmental Studies and Sciences, concluyó que la
electricidad generada con carbón cuesta 3 centavos de dólar el kilowatt por
hora; las nuevas plantas de gas producirían energía a 6,2 centavos de dólar; la
energía eólica sale 8 centavos de dólar, y la solar fotovoltaica, 13,3 centavos
de dólar.
Pero hay dos temas importantes que considerar. Primero, los costos están
cayendo con rapidez, en gran parte gracias a avances tecnológicos como turbinas
eólicas de mayor tamaño y componentes más baratos para instalaciones
solares.
Según datos recientes del Departamento de Energía de EE.UU., el precio de la
electricidad eólica cayó a poco más de 4 centavos de dólar por kilowatt por hora
en todo ese país, sin contar el subsidio de 2,2 centavos de dólar.
También hay que considerar los costos ocultos. La electricidad generada por
el carbón, por ejemplo, tiene desagradables efectos secundarios, como polución
del aire, el impacto en la salud y emisiones de dióxido de carbono que
contribuyen al calentamiento global. Esos efectos no se ven reflejados en el
precio. Si así fuera, el carbón no sería la fuente de electricidad más
económica.
Al sumarse todos los costos ocultos, el costo total de diferentes fuentes de
energía luce bastante distinto. En una planta a carbón existente, el costo sube
6 centavos de dólar por kilowatt por hora, a 9 centavos de dólar; en una planta
a carbón nueva, subiría alrededor de 4 centavos de dólar, a 13,2 centavos. La
electricidad a gas natural subiría 1,3 centavos de dólar, a 7,5 centavos de
dólar. Pero el viento, el sol y la energía nuclear no suben, porque no causan
asma y no emiten dióxido de carbono.
Mito número 4: la variabilidad perjudica la energía
renovable
El sol no brilla todos los días y el viento no siempre sopla, así que esas
fuentes de energía suelen producir por debajo de su capacidad. Una granja eólica
de 100 megawatts generará en promedio el equivalente a 34 megawatts de energía a
tiempo completo.
Es verdad que hay formas de energía renovable que casi siempre generan
energía: las plantas geotérmicas e hidroeléctricas, por ejemplo. Pero ya que el
grueso del crecimiento en energías renovables en EE.UU. proviene del viento y el
sol, su variabilidad es un catalizador para los críticos y un desafío técnico
para los operadores de redes. Lidiar con la variabilidad cuesta dinero, requiere
de cierto respaldo de energía para compensar e incluso puede llevar a que se
desperdicie energía renovable, señalan investigadores del Lawrence Berkeley
National Laboratory.
Sin embargo, la situación está mejorando con rapidez, como es el caso de la
energía eólica. El desperdicio de energía se redujo en los últimos años a medida
que los operadores del sistema mejoraron los pronósticos y la integración.
También aumentó la inversión en nuevas líneas de transmisión.
Esa es la clave para superar la variabilidad natural de las energías
renovables. Las granjas eólicas por separado pueden ser muy volátiles. Pero
muchas granjas eólicas en miles de kilómetros cuadrados muestran menos
volatilidad; el viento siempre sopla para algún lado.
Mito número 5: el gas natural barato es el enemigo de la energía
renovable
Con el auge de la producción de gas natural, muchos concluyeron que las
energías renovables serían abatidas por una fuente de combustible relativamente
limpia y barata. Aunque el gas natural ha transformado el sector eléctrico, el
gas y las energías renovables de hecho son complementarias, no rivales.
Una mirada a las tendencias en EE.UU. deja en claro que las dos fuentes de
energía pueden crecer juntas. La generación de electricidad con gas natural
aumentó 34% entre 2009 y 2012. La generación eólica subió 92% en el mismo
período y la generación solar se multiplicó casi por cuatro, aunque los
renovables crecieron desde una base mucho más pequeña.
Es verdad que el gas natural barato dificulta que la energía eólica compita
sin subsidios federales. Pero los investigadores han descubierto que el gas y el
viento se complementan como parte de un portafolio balanceado de generación
eléctrica.
Ahora el gas provee una fuente confiable de energía, pero a largo plazo,
precios volátiles para el gas podrían ser mortales, al igual que las reglas
medioambientales del gobierno. Eso vuelve atractivos los proyectos de energía
renovable: casi todos los costos son iniciales y no hay que comprar combustible.
Y no enfrenta la posibilidad de reglas federales futuras porque no produce
emisiones dañinas, más bien podría beneficiarse de normas que favorezcan la
energía verde.
Mito número 6: la energía renovable significa millones de empleos
verdes
La energía renovable no ha sido la fuente de empleos que imaginaron sus
defensores. Mientras la cantidad de energía eólica y solar creció más del doble
desde 2009, no pasó lo mismo con los empleos en el sector.
Lo más difícil es definir qué es un empleo verde. Las cifras de empleo
directo de energía renovables es la forma más clara que apreciar el tema. En
2012, en EE.UU. la industria eólica indicó que empleada unas 81.000 personas, la
industria solar, unas 119.000, y los proyectos de energía geotermal, unos
20.000. La Asociación de Energía Hidroeléctrica estima que el sector emplea
entre 200.000 y 300.000 personas.
No sólo son cifras modestas, sino que no aumentaron mucho desde 2008, antes
del sólido crecimiento de las energías renovables. Comparado con la industria de
generación eléctrica con carbón, por ejemplo, la diferencia es aún mayor. Este
sector emplea cerca de 150.000 personas, su punto más alto desde mediados de la
década de los 90, pese a que el sector en general está reduciéndose.
Por KEITH JOHNSON