Tren de carga de Norfolk Southern Corp., una de las compañías que ha reducido su plan de inversión. PHOTO: LUKE SHARRETT/BLOOMBERG NEWS
Después de un complicado fin de 2015, las grandes compañías estadounidenses comenzaron el nuevo año con el pie en el freno: han mantenido un férreo control de sus gastos de capital y, en algunos casos, han realizados despidos en un esfuerzo por ajustarse a la débil demanda industrial y la incertidumbre en torno a la resistencia de los consumidores estadounidenses.
En las últimas semanas, media decena de grandes empresas, desde el gigante de productos médicos
Johnson & Johnson hasta la tabacalera
Altria Group Inc., pasando por el portal de Internet Yahoo Inc., anunciaron planes para recortar cerca de 14.000 empleos. Otras compañías como la ferroviaria
Norfolk Southern Corp. y la petrolera
Chevron Corp. han reducido sus planes de inversión.
La cautela sugiere que los ejecutivos siguen preocupados ante el alza del dólar y el débil crecimiento de las economías en desarrollo, que golpean sus ventas fuera de Estados Unidos, así como por la caída del mercado bursátil y los temores de que un bajón en la economía perturbe a los inversionistas y consumidores en EE.UU.
Los consumidores estadounidenses, el bastión de la economía, están enviando señales contradictorias. Diciembre registró cifras de gasto decepcionantes de los consumidores y ventas minoristas, pero empresas como
Starbucks Corp.,
Ford Motor Co. y
Nike Inc.continúan anunciando sólidas ventas internas. No obstante, Starbucks prevé un primer trimestre débil y las ganancias de Ford se vieron opacadas por los temores de que las ventas de autos se hayan estancado.
“EE.UU. está prácticamente dependiendo de un sector, el consumo, para generar la mayor parte de su crecimiento”, dice Joseph LaVorgna, economista jefe de
Deutsche Bank Research. “Cuando no se tiene amplitud, uno se vuelve vulnerable a un sacudón”.
Las empresas que integran el índice S&P 500 están en camino de reportar un descenso interanual de 3,5% en sus ganancias ajustadas del cuarto trimestre, según Thomson Reuters. Eso marcaría dos trimestres consecutivos de reducciones de ganancias, la primera vez que esto ocurre desde 2009 y cuatro trimestres seguidos de caídas en las ventas.
Buena parte del declive refleja la crisis del sector energético, que reportaría una caída de 75% en sus ganancias del cuarto trimestre y de un 35% en sus ventas, según las proyecciones de Thomson Reuters. Chevron,
BP PLC y
ConocoPhillips anunciaron grandes pérdidas correspondientes a los últimos tres meses de 2015.
Excluyendo a las compañías de energía, las ganancias ajustadas para las empresas del S&P 500 subirían 2,1% y las ventas 0,9%. Las ganancias ajustadas, usadas por los analistas de inversión, excluyen los costos y utilidades considerados inusuales o secundarias a las operaciones centrales de una compañía.
Las preocupaciones sobre un enfriamiento de la actividad industrial no son nuevas, pero el crecimiento fuera del sector manufacturero, según las mediciones del Instituto de Gestión de Suministros, perdió fuerza en enero, registrando su avance más lento en casi dos años, según la consultora Oxford Economics. Varios sectores registrarán una caída en sus ganancias, incluyendo empresas de consumo masivo y servicios públicos, vaticina Thomson Reuters. Se calcula que el crecimiento en las ganancias se estancará en el sector tecnológico.
En general, los consumidores estadounidenses han sido un apoyo confiable durante la caída de los precios de la energía y la desaceleración de los mercados emergentes. Además de empresas como Starbucks y Nike, el operador de cruceros
Royal Caribbean Cruises Ltd. reportó un crecimiento de la demanda, después de un breve período de debilidad tras los atentados terroristas en París el año pasado.
Pocos ejecutivos, sin embargo, prevén un crecimiento significativo en los próximos meses y están respondiendo con una reducción de sus inversiones.
Hasta principios de la semana pasada, un tercio de las compañías del S&P 500 había publicado resultados detallados. En base a esas cifras, los gastos de capital subieron 6,2% frente al año anterior, dijoHoward Silverblatt, analista de indicadores de S&P Dow Jones Indices. Eso es menos de la mitad del aumento de 13,9% registrado en el último trimestre de 2014, aunque buena parte de la desaceleración proviene de las compañías energéticas, indicó Silverblatt.
Las compañías industriales y manufactureras fueron las que más frenaron sus gastos o al menos los mantuvieron bajo control. Norfolk Southern registró menos envíos de carbón en medio de los bajos precios de la energía y reveló que los inventarios minoristas se mantienen altos, lo que reduce aún más la demanda de transporte. La empresa redujo los gastos de capital en US$100 millones el año pasado con el fin de “adaptarse al cambiante entorno económico” y agregó que está lista a reducirlo más de ser necesario.
De todas maneras, algunas empresas están aprovechando la oportunidad para invertir en sus negocios. El fabricante de motocicletas
Harley Davidson Inc. planea incrementar sus gastos de capital en hasta 6% respecto al año anterior, en parte al elevar en 35% la inversión en nuevos productos. “El crecimiento general de la compañía será impulsado por nuevos productos”, así como marketing adicional y la expansión internacional, dijo el director de finanzas de la empresa, John Olin, en una reciente conferencia telefónica.
El empleo podría ser, en última instancia, la clave de las ganancias corporativas en los próximos trimestres. Muchas de las señales siguen siendo sólidas. La economía de EE.UU. sumó 262.000 empleos en diciembre, más de lo que los economistas esperaban, pero el crecimiento para el año entero se quedó corto respecto al de 2014, en el cual se alcanzó un récord de 15 años. En enero, se crearon 151.000 trabajos, una cifra menor a la prevista.
Los informes de empleo de enero pueden ser afectados por el clima y los feriados, dice LaVorgna, el economista de Deutsche Bank. Sin embargo, debido a la cautela corporativa y las tendencias existentes tanto en los sectores de manufactura como no manufactureros “hay una preocupación real de que vamos a desacelerar aún más”, dice LaVorgna.
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jueves, 11 de febrero de 2016 0:05 EDT
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