Imagen en blanco y negro con una cuadrícula de color. (Øyvind Kolås)
Una cuadrícula de color encima de los grises es la que engaña al cerebro y le hace pintar toda la imagen
Aunque parezcan imágenes en color, en realidad son en blanco y negro. Al superponerles una cuadrícula con diversas tonalidades de color, el cerebro rellena inconscientemente el resto de la imagen. Es decir, la cuadrícula coloreada hace que las celdas en escala de grises se perciban como de color.
Esta es la nueva ilusión óptica difundida por Øyvind Kolås, que deriva de la ilusión Munker, que explica que la percepción del color está relacionada y se ve afectada por el contexto que la rodea.
En una serie de tuits, Kolås explica que cómo mejor se aprecia el efecto es alejando la imagen o reduciendo su tamaño. A más distancia, mejor apreciación.
“Coloreado ilusorio de una foto. Submuestra de croma psicovisual por contraste simultáneo. Las pequeñas partes de color colorean las partes de la imagen en escala de grises. Funciona mejor a escala pequeña y cuando se miran otras partes de la imagen”, escribe el autor.
Illusory colorization of photo, psychovisual chroma subsampling by simultanous contrast. Small bits of color colorizes grayscale parts of image. Works better at smaller scale; and when looking at other parts of image.
En junio se popularizó otra versión de esta misma ilusión, creada por David Novick. En ella aparecían un conjunto de esferas que parecían ser de colores distintos, pero todas eran grises. Eran las rayas de colores que las cruzaban las que hacían que los círculos adoptaran su color.
A three-color confetti illusion with spheres, which appear to be yellowish, reddish, and purpleish but in fact have exactly the same light-brown base color (RGB 255,188,144). Shrinking the image increases the effect. Original png file is at http://bit.ly/2O74l2I.
Estamos consumiendo recursos a un ritmo mayor que el que la Tierra puede sostener.
Hay una realidad que todos enfrentamos: nadie puede gastar más de lo que tiene, o sí… pero para eso hay que endeudarse.
Eso es justo lo que ocurre este 29 de julio, cuando se "celebra" el Día del sobregiro de la Tierra 2019.
A partir de este día, durante el resto del año la humanidad estará en números rojos,ya que en solo 7 meses agotamos todos los recursos naturales que el planeta tenía disponibles para 2019.
Es como gastarse el sueldo de todo el mes en solo 15 días. La situación es, claramente, insostenible.
Así lo plantea un nuevo reporte de Global Footprint Network (GFN), una organización que se dedica a registrar el impacto de la actividad humana sobre los recursos de la Tierra.
Además, GFN advierte que el Día del sobregiro se haadelantadodos meses en los últimos 20 años.
Eso quiere decir que este 29 de julio marca la fecha del sobregiro más temprana de la historia.
La demanda supera la oferta
Para hacer sus cálculos, GFN utiliza datos de Naciones Unidas y estudios científicos que han pasado por un proceso de revisión.
Según explica GFN, el hecho de que el sobregiro comience el 29 de julio significa que la humanidad está utilizando la naturaleza 1,75 veces más rápidamente de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerarla.
Esta demanda de recursos, que supera la oferta de la Tierra, viene acompañada de una creciente acumulación de desechos, especialmente dióxido de carbono en la atmósfera.
Es como si necesitáramos casi dos Tierras para abastecernos de todo lo que consumimos en un año.
"El sobregiro implica que estamos agotando nuestro capital natural, lo que compromete la futura seguridad de los recursos para la humanidad", dice el GFN en un comunicado.
"Los costes de esta sobreexplotación ecológica mundial son cada vez más evidentes a través de la deforestación, la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad o la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera".
Todos estos cambios, explica GFN, conducen al cambio climático y a fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes.
El sobregiro en América Latina
Aunque el 29 de julio marca el día del sobregiro mundial, hay países que se gastaron su presupuesto antes de esa fecha.
Por ejemplo, si el mundo llevara un ritmo de consumo de recursos como Estados Unidos, Canadá o Emiratos Árabes, el sobregiro habría comenzado en marzo.
En cambio, en países como Cuba, Nicaragua y Ecuador, el sobregiro comenzará en diciembre.
En Colombia, el sobregiro comenzará el 18 de octubre; en Perú el 23 de septiembre; en Venezuela el 23 de agosto; en México el 17 de agosto y en Argentina el 26 de junio.
Soluciones
Ante la deuda cada vez mayor en la que vivimos con el planeta, GFN afirma que la meta es retrasar el día del sobregiro cinco días cada año.
Según la organización, eso permitiría a la humanidad alcanzar vivir dentro de la capacidad del planeta antes de 2050.
Por ejemplo, según GFN, reducir en un 50% las emisiones de CO2 emitidas por el uso de combustibles fósiles aplaza la fecha 93 días.
"Las empresas y los países que entienden y gestionan su realidad consistente con nuestro único planeta están en una posición mucho mejor para tener éxito en el siglo XXI", dice en un comunicado Mathis Wackernagel, cofundador de GFN.
Decenas de especies ya están intentando adaptarse pero los primeros datos señalan que pocas lo logran
El cambio climático va demasiado deprisa para los seres vivos. Los intentos de adaptarse se producen en todos los órdenes de la vida: con el aumento de la temperatura, hay árboles que están ocupando espacios cada vez más al norte o cotas más altas de las montañas. Muchas aves están adelantando sus migraciones y los peces se están desplazando hacia el norte. Pero los pocos estudios que hay lo suficientemente extensos en el tiempo muestran que son pocas las especies que se adaptan al calentamiento global.
Un grupo de investigadores, entre ellos varios españoles, han revisado las publicaciones científicas que han estudiado la respuesta de los distintos animales al aumento de las temperaturas provocadas por el cambio climático en curso. Encontraron casi 5.000 estudios con datos de más de 1.400 especies en los que se recogían la conexión entre evolución de las temperaturas y cambios en determinadas características o patrones de conducta de los distintos animales, como el adelanto del periodo de cría o el de las migraciones.
El estudio, publicado en Nature Communications, no ha encontrado confirmación de que las especies estén experimentando cambios morfológicos por la presión selectiva del aumento de la temperatura. Pero sí cambios fenológicos, adaptaciones de patrones de conducta de su ciclo vital, en general en forma de adelantamiento de los eventos de ese ciclo, como el fin de la hibernación o el inicio del periodo de apareamiento y cría. Pero estas adaptaciones no son suficientes ante el acelerado ritmo del cambio climático.
Muchas especies han adelantado el fin de la hibernación, las migraciones o la época de cría
"Vemos que algunas poblaciones cambian demasiado poco a poco, por lo que enfrentan un riesgo de extinción en un espacio de tiempo relativamente corto", sostiene en un correo el biólogo evolutivo del IZW y coautor del estudio Alexandre Courtiol.
"Con esta base de datos podemos decir cómo ha afectado la temperatura a las características. Por ejemplo, mostramos que, a lo largo de muchos taxones [grupo de organismos emparentados, que en una clasificación dada han sido agrupados, asignándole un nombre en latín, una descripción si es una especie y un tipo], el tempo de los diversos eventos biológicos se ha adelantado a medida que las temperaturas iban subiendo en las últimas décadas", explica en un correo la investigadora del Instituto Leibniz para la Investigación de la Vida Salvaje y Zoológica (IZW, con sede en Berlín) y principal autora del estudio, Viktoriia Radchuk. "Pero este conjunto de datos no podía contarnos nada sobre si estas respuestas de las especies son adaptativas, es decir, si se traducen en alguna ventaja de adaptación, como un mayor número de crías sacadas adelante", añade.
Para poder determinar si un cambio es adaptativo o no, hace falta trabajar durante décadas con las mismas poblaciones. Por eso, apenas hay estudios que respondan a esta última cuestión. Solo encontraron 71 trabajos sobre menos de 20 especies, la mayoría aves. Investigadores españoles de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) aportaron sus investigaciones con tres de esas especies: la carraca (Coracias garrulus), el autillo (Otus scops) y la urraca (Pica pica) en la zona Guadix - Baza, en el interior de Granada.
"Hemos observado que las carracas y autillos han avanzado su fecha de puesta, cada año ponen los huevos antes, pero no así las urracas que no han modificado su fenología durante estos últimos años", comenta el investigador de la EEZA Jesús Miguel Avilés. Este cambio de la fecha de puesta no conlleva beneficios al autillo, porque no tiene mayor descendencia cuando cría más pronto, mientras que las carracas sí tienen más pollos al adelantar la reproducción.
Aún más preocupante es el hecho de que los datos disponibles se refieren a especies relativamente comunes y abundantes, como el carbonero común, el corzo o la urraca, que están sobrellevando mejor el impacto climático. "Las respuestas adaptativas entre las especies más raras o amenazadas aún están por investigar", dice en una nota Stephanie Kramer-Schadt, también del IZW, y añade: "Tememos que las previsiones de mantenimiento de las poblaciones de estas especies claves para la conservación sean aún más pesimistas".