domingo, 31 de enero de 2021

Automatización del trabajo: ¿qué profesiones serán las primeras en caer?

 




  • No solo los empleos poco cualificados están en riesgo...
  • ...también algunos de los perfiles tecnológicos más demandados peligran



Si crees que todas o parte de las funciones que realizas en tu trabajo podrían ser desarrolladas por una máquina en un futuro cercano, tienes un problema. Pero no, como seguramente creas, por la llegada de la tecnología en sí (más tarde o más temprano, eso va a ocurrir de todos modos). El problema lo tendrás si en el tiempo que tarda ese robot o esa Inteligencia Artificial en asumir tus tareas tú y tu empresa no os preocupáis de encontrar nuevas maneras en las que puedas seguir aportando valor a tu puesto. En esa metamorfosis laboral unas profesiones lo tienen más fácil que otras. Y algunas disponen de mayor margen para completar esa adaptación a un nuevo concepto de empleabilidad.

Según datos del Foro Económico Mundial, en 2025 se habrán destruido 75 millones de empleos en todo el mundo como consecuencia de la digitalización. Que no cunda el pánico. El mismo informe asegura que también se crearán otros 133 millones de puestos en nuevas profesiones. Este baile de cifras podría cambiar de ritmo por culpa de la pandemia. "La crisis del covid-19 está acelerando la automatización. Ya no es solo una cuestión de productividad o eficiencia, sino de seguridad. Porque ni robots ni algoritmos corren riesgo de contagiarse ni de contagiar a otras personas. Y, además, muchos procesos automatizados son susceptibles de ser gestionados a distancia, lo que supone una ventaja en este contexto que nos fuerza a trabajar en remoto", argumenta Santi García, cofundador de Future for Work Institute.

Ana Abade, analista senior de Políticas Públicas de Google, recuerda que no se trata de un fenómeno nuevo. "Llevamos siglos viviendo con la automatización del trabajo, y en todo este tiempo las máquinas han sido y son nuestras aliadas y nos han ayudado a ser más eficaces, certeros y ágiles". Esta experta cree que, a pesar de la alarma que puede despertar el proceso, en el largo plazo será beneficioso. "Las revoluciones generan disrupciones, y esta no es diferente. Pero por cada empleo nuevo en una compañía de alta tecnología, se crean 5 puestos de trabajo adyacentes en su comunidad", asegura. Mejoras en la productividad y en los salarios, más tiempo libre, menos riesgo y mayor calidad de vida son, para Abade, otras de las promesas que la digitalización trae al trabajo del futuro.

De acuerdo, el mundo seguirá su curso. Pero eso no impide que muchas personas tengan el susto metido en el cuerpo. Especialmente si uno se encuentra entre ese 14% de puestos que, según la OCDE, tienen un alto riesgo de automatización. Los trabajos mecánicos y repetitivos son los que más papeletas han comprado para ese sorteo. "En los próximos años asistiremos a una digitalización de muchas funciones que antes se realizaban de manera presencial. Todo lo que pueda ser automatizado, lo será", augura Pilar Llácer, profesora de EAE Business School. Los cambios en los hábitos de consumo juegan su papel en este proceso. Porque "hemos evolucionado hacia el autoconsumo y donde antes necesitábamos acudir a una ventanilla o una caja para adquirir unas entradas o pagar un producto, ahora preferimos hacerlo nosotros mismos por Internet", añade.

Más que profesiones, lo que ahora mismo permite automatizar la tecnología son tareas

Los expertos aclaran que más que profesiones, lo que ahora mismo permite automatizar la tecnología son tareas. En unos casos más que en otros. "Una profesión corre más o menos riesgo de desaparecer como actividad humana en función de en qué medida las tareas que la componen puedan ser automatizadas", resume Santi García. Esto podría ofrecer una valiosa pista al profesional acerca de cuál es el nivel de peligro que corre su puesto de ser amortizado.

Si no fuera porque, advierte García, los avances tecnológicos en Inteligencia Artificial no paran de desplazar esa frontera ."Esta tecnología permite ya la automatización de prácticamente cualquier tarea que consista exclusivamente en explotación de datos. Lo que explica que profesiones como traductor, radiólogo o ciertos trabajos en el sector financiero aparezcan hoy entre las profesiones que corren más riesgo de desaparecer".

Así que quien crea que la automatización es solo un problema de los trabajos poco cualificados o de los iletrados digitales se equivoca. Un caso paradigmático es el de una de las posiciones estrellas del actual mercado laboral: especialista en big data. Se da la paradoja de que estos hoy cotizados profesionales podrían acabar siendo remplazados por las mismas sofisticadas máquinas que ellos diseñan. "Un técnico de big data vuelca en un programa las fuentes de datos para construir un algoritmo de Inteligencia Artificial. Pero, gracias al machine learning, ese algoritmo aprende por el camino, por lo que llegará un momento en el que ya no necesitará al programador para hacer ese trabajo", alerta Pilar Llácer.

En el otro extremo, aun a salvo de la amenaza robótica, se mantienen determinadas profesiones en las que la intervención humana conserva intacto su valor. "Tareas con una alta interacción social, que impliquen creatividad y pensamiento estratégico o que exijan un alto nivel de destreza en entornos desestructurados", sintetiza Santi García. Dentro de esos parámetros entrarían "cuidadores de personas dependientes, peluqueros, trabajadores sociales, enfermeras, CEOs, etc.".

Distinta velocidad

En algunos casos la automatización va más despacio de lo esperado. El alto coste de la tecnología, su dificultad o las reticencias sociales están retrasando ese proceso. "Hace cinco años parecía que los coches autónomos ya formarían parte del paisaje de nuestras calles y carreteras, pero no es así. A veces subestimamos la complejidad técnica de este desafío. Y sobre todo, la importancia de un aspecto clave para que la automatización de una tarea sea haga realidad: la confianza de sus usuarios y de la sociedad en general", reflexiona el cofundador de Future for Work Institute.

Más rápido o más despacio, lo que es seguro es que en todas las profesiones se utilizarán herramientas digitales en alguna medida. "Un guarda forestal no podrá dejar de ir a un bosque para ver en primera persona cómo está el terreno, pero probablemente podrá ayudarse de la Inteligencia Artificial para saber si un árbol tiene una enfermedad determinada o cómo podría ser la proyección del avance de una especie invasora", ilustra.

En esa convivencia con lo digital, Abade piensa que es fundamental preparar a nuestra sociedad para que nadie se quede atrás. "Hay que cambiar la mentalidad y apostar por la formación a lo largo de la vida y por las habilidades blandas para conectar con lo que nos hace verdaderamente humanos".

"El trabajo ni se crea ni se destruye, solo se transforma", asevera Pilar Llácer. Según la profesora de EAE Business School, el verdadero giro copernicano llegará "cuando empresas y trabajadores hagan la reflexión de cómo esos profesionales cuyas tareas son automatizadas pueden seguir aportando valor al puesto con nuevas funciones". El objetivo final, continúa, es "alcanzar una empleabilidad sostenible que permita tener siempre unas competencias atractivas para el mercado de trabajo aunque este cambie".

"Ya no es una cuestión de si personas y tecnología pueden convivir, sino que va a ser imprescindible que lo hagan"

La convivencia entre humanos y máquinas se perfila como el gran desafío laboral de los próximos años. "Ya no es una cuestión de si personas y tecnología pueden convivir, sino que va a ser imprescindible que lo hagan", apunta Santi García. Este experto reclama aparcar las visiones de confrontación y empezar a hablar en clave de sinergias. "Humanos y máquinas funcionamos de forma distinta y tenemos diferentes fortalezas. El futuro del trabajo pasa por una inteligencia híbrida (artificial + humana) que será capaz de llegar adonde no podrían hacerlo ni los algoritmos ni los humanos de manera individual".


Quién es quién en el bosque de GameStop


Foto: Archivo


  • Las pérdidas de las posiciones en corto en GameStop superaron los 867 millones
  • Inversores de a pie emulan al Robin Hood moderno contra la élite de Wall Street



En los frondosos bosques de la era de la democratización bursátil en Estados Unidos, donde los inversores retail representan ya el 19,5% del volumen de negociación, no se lee el Financial Times. Ahora se consulta en las madrigueras de Reddit, particularmente el foro ingeniado por Jaime Rogozinski, WallStreetbets, donde a golpe de meme sus 5,8 millones de autodenominados "degenerados" orquestan su plan de acción.

También se hace caso omiso a Warren Buffett, el nonagenario gurú de la inversión value, que poco tiene en común con el mantra del solo se vive una vez, (you only live once o YOLO) recitado por los millennials y la Generación Z. En su lugar, estos prefieren escuchar a Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports y autoproclamado "el presidente", quien a grito de "las acciones siempre suben" alimenta las ansias de los más novicios por lograr una jugosa rentabilidad. Una tendencia difícil de refutar tras la intercesión de la Reserva Federal y sus más de 3 billones de dólares en liquidez o la cantidad similar distribuida por el Gobierno en estímulos fiscales para hacer frente al Covid-19.

Para David M. Poppe, presidente de Giverny Capital Asset Management, solo el tiempo dirá si la tendencia alcista puede escapar permanentemente de la gravedad del múltiplo precio-beneficio y cómo responderán los más novatos si no lo hace. "De momento, pese a que esta recesión ha sido trágica para el país, también ha sido vergonzosamente buena para muchos inversores. Les ha cambiado la vida", reconoce.

En la rebelión de los 'robinhood' en Wall Street, 'personajes' como Dave Portnoy, Jaime Rogozinski, Elon Musk o Vladimir Tenev desempeñan un papel clave

Ganancias que la aplicación Robinhood, cofundada por Vladimir Tenev y Baiju Bhatt, ha simplificado tanto como pedir un café en un Starbucks. Eso sí, sin coste alguno y el objetivo de llevar la inversión directamente a las masas sin intermediarios. Durante meses, particularmente desde el comienzo de la pandemia y los primeros confinamientos del año pasado, este fast-food financiero y los díscolos movimientos de sus cerca de 13 millones de usuarios han convivido en relativa armonía con los más poderosos fondos de cobertura.

En ocasiones, estos veteranos de Wall Street han llegado a mostrar cierta curiosidad o recelo por los peculiares gustos bursátiles de algunos de estos principiantes, que llevaron a rescatar del ostracismo con mayor o menor suerte a valores como Hertz, Kodak, Nikola o la ya expulsada del Nasdaq, Lucking Coffee. Sin embargo, las tensiones se intensificaron a finales del año pasado.

"La subida experimentada en los valores basura ha sido muy difícil para nosotros, dado que nos posicionamos en corto contra ellos", confiesan los gestores del Ganymede Fund de Bronte Capital en su última carta a sus clientes, a la que ha tenido acceso este periódico, donde intentan justificar sus pérdidas. En la misma se pone de manifiesto como la "especulación desenfrenada" en acciones basura ha tenido muchos catalizadores, pero el más importante ha sido "el aumento masivo del número, el valor y la confianza de los inversores minoristas, en particular de online, a menudo jóvenes y sin experiencia ni perspectiva histórica".

Una nueva realidad

Prejuicios a un lado, el baño de sangre bursátil que dejaba esta semana la insurrección coordinada en Wallstreetbets por Keith Gill, más conocido como "Roaring Kitty", en su hazaña por pontificar a GameStop, una mera cadena de tiendas de videojuegos con sede en Grapevine, Texas, representa una nueva, y quizás cruda, realidad para Wall Street. La rebelión que continuó su asalto al grito de YOLO comprando otros valores como AMC Entertainment, Bed Bath and Beyond, Blackberry o los denostados caramelos Tootsie Rolls pronto acabó por generar pérdidas de entre un 10% y un 15% para Point72 Asset Management, fondo de 19.000 millones de dólares liderado por Steve Cohen, que a su vez aunó fuerzas con Citadel para salvar a Melvin Capital. Elon Musk, el capitán de Tesla y azote de los especuladores, también animó la cizaña con un simple "GameStonk".

Solo el martes, las pérdidas de las posiciones en corto en GameStop superaban los 867 millones de dólares. En total, de acuerdo con los cálculos de S3 Partners, alcanzan ya los 19.750 millones de dólares en lo que llevamos de año. Un día después, los guerrilleros de Reddit impulsaron el volumen de negociación por encima de los 23.000 millones de dólares, según los datos recopilados por Bloomberg, superando así los máximos registrados en octubre de 2008 y postulándose como el tercer día de mayor volumen de negocio en dólares por lo menos en 13 años.

Jay Woods, veterano gestor en el NYSE para IMC Financial Markets, identifica dos tendencias. Por un lado, "la revolución de los inversores de a pie que emulando a un Robin Hood moderno quieren acabar con la élite de Wall Street. Están organizados, decididos y aún no han terminado", recalca. Por otro, "los inversores novatos que registran ganancias rápidas y pérdidas aún más aceleradas", añade al recordar la burbuja de tecnológica y valores como Nortel, Lucent, Iomega, AOL o Digital Equipment. "Las subidas de volumen y los ascensos meteóricos fueron épicos. Lamentablemente, también lo fueron los desplomes", recuerda.

Las respuestas

Sin embargo, las represalias no tardaron en llegar para el conjunto del proletariado bursátil. Al tiempo que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, confirmó el miércoles que "las vulnerabilidades de la estabilidad financiera son en general moderadas", TD Ameritrade fue la primera plataforma en prohibir la compra de algunos de los valores más polémicos. Pocos pensaron que 24 horas más tarde sería Robinhood quien se revelaría contra sus usuarios.

Alarmado, Portnoy echó mano de Twitter para despotricar con la "quema" de esta plataforma y exigir incluso la cárcel para sus fundadores si impedían el libre funcionamiento del mercado. En una "conferencia de prensa de emergencia" publicada en la red social, el fundador de Barstool Sports arremetió contra los grandes multimillonarios de fondos de cobertura como Ken Griffin, de Citadel Investments, cuya firma procesa órdenes para Robinhood.

Poco después se presentaba en el tribunal del Distrito Sur de Nueva York una demanda colectiva contra la aplicación alegando que "ha privado a los inversores minoristas de la posibilidad de invertir en el mercado abierto intentando así manipularlo". "Robinhood eliminó a propósito, voluntariamente y a sabiendas la acción GME (GameStop) de su plataforma de negociación en medio de una subida bursátil sin precedentes, privando así a los inversores minoristas de la posibilidad de invertir y manipulando el mercado", reza la demanda liderada por Brendon Nelson.

En una entrevista a última hora del jueves con la CNBC, el consejero delegado de Robinhood defendió la decisión de frenar las operaciones de ciertos valores especulativos por el interés de la empresa y de sus millones de usuarios. Además, Tenev negó que hubiera un problema de liquidez en la empresa después de que se filtrase que la aplicación había solicitado líneas de crédito por 500 millones de dólares (a bancos como Goldman Sachs, BofA o JP Morgan). Además, recaudó otros 1.000 millones de dólares de sus accionistas/inversores durante la noche del jueves al viernes antes de levantar las restricciones. Unas cantidades sensibles para una startup financiera valorada en 12.000 millones de dólares. El cofundador de esta fintech aseguró que esta era una "medida proactiva". Robinhood tenía previsto el viernes reanudar de forma limitada las operaciones de algunas de estas acciones.

La voz de alarma también resonó en Washington, donde dos legisladores completamente opuestos en el espectro político estadounidense, como la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez y el senador republicano Ted Cruz, calificaron de "inaceptables" las medidas adoptadas por Robinhood. Por su parte, la senadora demócrata Elizabeth Warren arremetió contra la Comisión de Mercados y Valores (SEC) por su incapacidad para tomar medidas.

"Necesitamos reglas claras sobre la manipulación del mercado y que tenga el coraje de intervenir y hacer cumplir esas reglas", dijo. "Para tener un mercado bursátil sano, hay que tener un policía vigilando", aclaró. Paralelamente, el presidente del Comité Bancario del Senado, el demócrata Sherrod Brown, anunció que tiene previsto celebrar una audiencia sobre "el estado actual del mercado de valores" en respuesta a la volatilidad de esta semana.

Por su parte, la presidenta en funciones de la SEC, Allison Herren Lee, aseguró el viernes en un comunicado que actuarán "para proteger a los inversores minoristas cuando los hechos demuestren una actividad comercial abusiva o manipuladora prohibida por las leyes federales de valores".


Nueva York
 

sábado, 30 de enero de 2021

El 'nuevo petróleo' tiene forma de chip y pone a la economía mundial en manos de solo dos países

 

Primer plano de una placa del circuito de un PC de escritorio


  • TS Lombard: "Taiwán y Corea son a los chips lo que la OPEP fue alpetróleo"
  • La escasez de semiconductores está parando la producción de automóviles
  • Taiwán y Corea producen el 83% de todos los chips para procesadores


Allá por los años 70 y 80, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tenía la capacidad de generar importantes crisis globales con sus decisiones. Los países del cártel controlaban más del 50% de la producción mundial de petróleo, lo que les permitía ejercer una enorme influencia sobre sus precios (para maximizar beneficios) recortando el bombeo en determinados periodos. Como consecuencia de esta política 'oligopolística' se generaban fuertes incrementos de la inflación en Occidente, que llegaron a desencadenar crisis importantes (estanflación en los 70 y 80). Hoy, el nuevo petróleo tiene forma de chip, y ahora mismo también es escaso y está controlado por unos pocos países (todos en Asia). La escasez global de semiconductores está lastrando la producción de la industria del automóvil y de otros bienes intensivos en tecnología.

Los datos de 2019 del Observatorio de Complejidad Económica revelan que entre Taiwán, Corea del Sur y Singapur suman casi el 50% de todas las exportaciones mundiales de circuitos integrados (microchips), el semiconductor que se usa en teléfonos, componentes de coches, equipos de diagnóstico médico... Los circuitos integrados se han convertido en algo esencial para el mundo y parece que lo serán aún más a corto y medio plazo. En este momento, los países que lideran la producción de estos microchips no dan abasto ante la creciente demanda, lo que está generando cuellos de botella en las cadenas de suministro globales.

"La escasez global de semiconductores para componentes de coche está obligando a los principales fabricantes de automóviles a recortar la producción de vehículos. Este es un aviso claro, aunque las interrupciones en la cadena de suministro global se han aliviado considerablemente desde la primavera pasada, aún no han desaparecido", explica Stephan Foreman, economista experto en industria de Oxfod Economics.

Este experto vaticina que la mayor parte de la interrupción se acotará a los primeros meses de2021, con un impacto estimado de 1 millón de unidades en la producción mundial de vehículos ligeros durante este período y algunos efectos secundarios posibles en el segundo trimestre. No obstante, "también esperamos que los fabricantes de chips y los productores de automóviles recuperen el terreno perdido una vez que disminuya la disrupción". Hoy en día parece que todo lleva un circuito integrado.

Las importaciones de China de circuitos integrados y petróleo

El cambio estructural en la demanda de semiconductores se ha convertido en uno de los principales focos de las finanzas globales por la dependencia de dos economías asiáticas para ciertos semiconductores. Dentro de algunos tipos de circuitos integrados específicos la situación es extrema, generando una dependencia abismal de Taiwán y Corea del Sur. "Taiwán y Corea son a los chips lo que la OPEP fue al petróleo en su día", aseguran Rory Green y Steven Blitz, economistas de TS Lombard.

Estos expertos explican en una nota que "la rápida aceleración de lo que se conoce como Internet de las cosas coloca a los semiconductores por delante del petróleo como el insumo clave para el crecimiento del mundo. La grave escasez actual de chips que está deteniendo la producción automotriz subraya la velocidad y la escala de este cambio.

Si bien las empresas estadounidenses lideran el mundo en el desarrollo y venta de semiconductores, representando entre el 45% y el 50% de la facturación global, la fabricación se ha trasladado a Asia lo suficiente como para que la posición comercial de Taiwán y Corea represente el 83% de la producción mundial de chips para procesadores y el 70% de la producción de chips de memoria. El liderazgo de la región continuará expandiéndose con la creciente intensidad técnica y de capital necesaria para la producción futura de semiconductores".

El fuerte auge en la demanda de semiconductores está generando un nuevo peso geopolítico. Taiwán y Corea del Sur están en la primera línea de la batalla que libran EEUU y China. Resulta complejo y curioso a la vez, pero estos países (aliados tradicionales de EEUU) dependen de China para crecer económicamente, a la vez que EEUU sigue siendo garante de su seguridad nacional (y soberanía al fin y al cabo). "Sin embargo, el dominio que ejercen en la fabricación de chips pueden utilizarlo de forma estratégica para obtener beneficios económicos y políticos", comentan los analistas de TS Lombard.

Un dominio claro... por ahora

A modo de resumen, los expertos de TS Lombard afirman que Taiwán y Corea del Sur son la 'nueva OPEP': la oferta, la demanda y los obstáculos al crecimiento global girarán en torno a la producción de chips de Taiwán y Corea del Sur. No mantendrán un poder de monopolio efectivo sobre la producción para siempre, pero su liderazgo tecnológico, su gasto en I+D y sus planes de inversión, excluyen cualquier cambio en el duopolio en al menos cinco años.

La escasez generada por el rápido auge de la demanda podría generar fuerzas inflacionarias (el productor taiwanés TSMC aumentará los precios en un 10-15%) en la economía global. Esto supondría un giro brusco para un producto cuyos precios han mantenido un constante descenso. Sin embargo, estos precios más altos también pueden suponer el principio del fin del dominio de Taiwán y Corea del Sur, como lo fue para la OPEP dejar que el petróleo superase los 100 dólares el barril. "El aumento de los precios fomenta la competencia, pero las barreras de entrada sigue siendo altas y, si se gestionan los picos de precios, su hegemonía global sobre la producción de chips puede permanecer durante un período prolongado".

Desde Oxford Economics creen que "los cuellos de botella también ofrecen una oportunidad para que otros fabricantes de chips puedan impulsar la producción y ganar participación de mercado. Por ejemplo, Globalfoundries (California) tiene actualmente una cuota de mercado mucho más pequeña en chips para automóviles que TSMC, pero está incrementando sus operaciones globales a un ritmo sin precedentes y priorizando chips para automóviles para satisfacer la demanda", sentencia Foreman.


"WhatsApp es bastante intrusivo y Facebook es un buitre de los datos": Carissa Véliz, experta en privacidad y protección de información

 

REUTERS


La información personal que aceptamos entregar a una aplicación móvil puede ser vendida a cientos o miles de empresas, e incluso terminar en la web oscura.

Aunque la magnitud de esta "economía de los datos" no es algo de lo que todos seamos conscientes, lo cierto es que son cada vez más las alertas y reclamos por el abuso que hacen las plataformas virtuales de nuestra privacidad.

Un ejemplo de ello fue la ola de críticas a WhatsApp cuando anunció que compartiría la información de sus usuarios con Facebook y la posterior descarga masiva de sus competidoras Signal y Telegram, que dicen ser más seguras.

Para entender mejor del tema conversamos con Carissa Véliz, profesora de Oxford y experta en privacidad y protección de datos.

En entrevista con BBC Mundo, la autora de "Privacy is Power" (La privacidad es poder) sostiene que el cambio de WhatsApp es bastante intrusivo, pero que el verdadero "buitre de los datos" es su empresa propietaria: Facebook.

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¿Qué tan importante es el cambio que decidió aplicar WhatsApp?

A primera vista no parecen cambios tan radicales, sin embargo lo hecho por WhatsApp sí son actos bastante intrusivos.

Debemos recordar que Facebook compró a WhatsApp en 2014 y en ese momento prometió que las dos empresas no iban a compartir datos. En 2016 cambian de opinión y deciden que sí se compartirá la información, pero el usuario tenía la opción de decir que no. En cambio, ahora anunciaron el cambio para que no exista oportunidad de rechazo y si no aceptas las condiciones ya no podrás usar la plataforma WhatsApp.

Por eso yo creo que la gente reaccionó. En primer lugar, debido a que son medidas bastante intrusivas. Algunos de los metadatos que se recolectan pueden ser usados para identificar a las personas. Me refiero a tu número de teléfono, los de tus contactos, tus fotos de perfil o cuándo estuviste en línea por última vez. También datos referidos a diagnóstico como batería y uso del móvil.

En segundo lugar, se trata de un recordatorio de qué tan autoritarias son estas compañías que te presentan unas condiciones de uso que todo el tiempo están cambiando. Y una vez que ya llevas años usando la aplicación te dicen "todo o nada"; entregas tus datos o ya no puedes usar la plataforma, perdiendo tus mensajes y el contacto que cultivaste con gente durante mucho tiempo.

Después de tantas promesas rotas y tantas mentiras y escándalos, los usuarios están hartos de que se los explote de esa manera, de que no se los trate con respeto y no exista una posibilidad de negociación. Por eso creo que la respuesta a los cambios de WhatsApp fue tan negativa.

Para poder imaginarlo, ¿qué tanto pueden saber de un usuario? ¿Hasta dónde pueden hacer el perfil de una persona WhatsApp y Facebook a partir de los datos que toman?

Todo dependerá de qué tanto se usa la aplicación y qué tanta información entrega el usuario, pero se pueden inferir todo tipo de cuestiones. Por ejemplo, quiénes son tus amigos, quiénes son de tu familia o tu pareja.

A partir de los datos se pueden inferir aspectos como orientación sexual, tendencias políticas, qué tan bien duermes, si eres una persona que se levanta a medianoche a mirar sus mensajes. También tu salud y tus intereses. Incluso tus adicciones o si tienes alguna enfermedad en particular.

En su más reciente libro, usted habla de que existen "buitres de los datos". ¿Cómo operan?

Se trata de empresas que se dedican a vender historiales de personas al mejor postor. En particular los corredores de datos (data brokers, en inglés) que buscan conseguir perfiles que pueden contener elementos como lo que compras, lo que buscas en línea, tus cuentas en redes sociales, tus enfermedades, tus ingresos, tus deudas o el coche que usas. Es decir, todo tipo de información. Después de conseguirlos, los venden a quien los quiera comprar. Pueden ser aseguradoras, bancos, posibles empleadores, en ocasiones son gobiernos como el de Estados Unidos.

University of Oxford
A partir de los datos se pueden inferir aspectos como orientación sexual, tendencias políticas, qué tan bien duermes, tus adicciones o si tienes alguna enfermedad.
Carissa Véliz
Experta en protección de datos

Los buitres de datos también son empresas que se dedican al marketing. Nadie quiere ver anuncios de cosas que no le interesan y buscan mostrarte anuncios personalizados.

Suena inocente, pero la práctica es mucho más perversa que eso. Imagínate que ingresas a cualquier página de internet que tiene anuncios y mientras la página está cargando se produce una subasta en tiempo real (real-time bidding) donde se mandan tus datos a cientos de empresas que pueden querer enseñarte un anuncio sin que tú lo hayas consentido. Esa información tuya que venden puede incluir aspectos muy sensibles como poder adquisitivo, ubicación, orientación sexual o política o tus deudas.

Todo ese paquete que llegó a cientos de compañías es guardado y cada una de las poseedoras lo puede vender a otras empresas. Y si existe una filtración o un ataque informático, esos datos pueden terminar en la web oscura vendiéndose a quien sea.

Yo considero que Facebook es un buitre de los datos porque es una empresa que fundamentalmente gana dinero a partir de la explotación de la información personal de la gente.

¿Qué tanto afecta esto a un usuario de internet?

Nos afecta de manera invisible y eso es parte del problema. No es algo tangible y sin embargo puede tener efectos catastróficos.

Por ejemplo, es posible que el día de mañana pidamos un préstamo y que el banco no te lo acepte por algún detalle que está en esos historiales que están a la venta. Y es posible que esos datos sean incorrectos o que ya estén desactualizados. Y nunca lo vamos a saber porque nunca se te explica en base a qué información se tomó esa decisión y no sabremos qué se puede hacer para revertirla. Es muy posible que te discriminen para un préstamo, para un trabajo o para un apartamento y que nunca te enteres la razón.

Otro de los efectos más perniciosos de personalizar los contenidos y anuncios es la polarización. La gente gusta ver lo que confirma sus peores sospechas y muchas veces es información incorrecta. En lugar de que exista una esfera pública en la que todos pueden debatir, cada quién ve una realidad basada en su perfil psicológico.

La campaña de Trump, en lugar de tener cinco o seis anuncios para que los vean todos, tenía seis millones diferentes para los distintos tipos de perfiles identificados. Eso produce que no exista un diálogo sano entre las diferentes perspectivas.

REUTERS

¿Qué pueden hacer los países para proteger los datos de sus ciudadanos?

En primer lugar hay que terminar con la economía de datos. La información personal no debería ser algo que se puede vender y comprar. Incluso en las sociedades más capitalistas están de acuerdo en que hay cosas que deben estar fuera del mercado como los votos, las competencias deportivas o las mismas personas, por ejemplo.

Necesitamos elevar mucho los estándares de ciberseguridad y eso solo puede pasar a través de la regulación. Ahora mismo el internet está construido de manera muy insegura, en parte para promover la recolección de datos y también porque no existen incentivos para mejorarla.

También falta un esfuerzo diplomático. Necesitamos una alianza común que pueda hacerle frente a países como China o Rusia que tienen muy poco respeto por la privacidad.

¿Será posible recuperar internet o es una batalla perdida?

Yo soy bastante optimista. Hace años, cuando empecé a trabajar en privacidad, todo el mundo pensaba que era un tema muerto y hoy es más relevante que nunca. Hace años nadie pensaba que el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea) era posible y, aunque es muy imperfecto, es un hito histórico.

En el pasado hemos cambiado muchas cosas impresionantes como la capa de ozono. Nos dimos cuenta que la estábamos destruyendo y con regulación y esfuerzo se está recuperando. Otros ejemplos que antes eran inimaginables son el sufragio universal, los derechos laborales, la jornada de ocho horas o las vacaciones.

En este momento internet es como el salvaje Oeste y estamos pasando por un proceso civilizatorio en el que tenemos que hacer sea más habitable.


  • Boris Miranda (@ivanbor)
  • BBC News Mundo