- El yuan offshore ha caído a nuevos mínimos históricos frente al dólar
- La renminbi sufre la fortaleza del dólar y la debilidad de la propia economía china
- Los flujos de capital huyen y buscan refugio en los activos denominados en dólares
Se está viviendo momentos de gran tensión en los mercados. La próxima recesión acecha a la economía, la inflación se sigue mostrando implacable y la banca central sigue apretando el acelerador de los tipos. Este convulso entorno está dirigiendo flujos masivos de capitales hacia el dólar, el activo refugio en momentos de miedo. El problema es que esta fortaleza del dólar a su vez agudiza las propias salidas de capitales de las economías vulnerables. Los inversores ven con miedo como el yuan, la libra o el euro se deprecian frente al 'billete verde', lo que agudiza aún más las salidas de capitales. El Banco de Japón abrió la caja de Pandora el pasado jueves. Ayer fue el turno del Banco de Inglaterra con un anuncio inesperado. Hoy toma el revelo el Banco Popular de China.
El Banco Popular de China (PBoC) ha pedido a los bancos estatales del país que se preparen para salir al rescate del yuan en los mercados internacionales (yuan offshore que circula fuera del mercado chino). El tipo de cambio del yuan offshore ha caído un 12% frente al dólar en lo que va de año y la presión sigue aumentando. Aunque existen algunas diferencias, la cotización del yuan offshore influye de forma notable en la del yuan onshore o interno.
Los bancos centrales que usan un tipo de cambio fijo o una flotación sucia (intervenciones recurrentes en el mercado de divisas) intervienen en el mercado comprando su propia moneda (vendiendo reservas de divisas como dólares, euros...) cuando quieren insuflar fuerza (apreciar) a su divisa, en este caso al yuan. Cuando lo que se busca es realizar la operación opuesta (debilitar la moneda nacional), los bancos centrales incrementan la oferta de su propia moneda y la venden en los mercados y a cambio adquieren reservas en divisas extranjeras.
Pekín quiere frenar esta tendencia para impedir que el pánico cunda entre unos inversores que ven como su 'dinero' cada día vale menos en términos de dólares. La agencia Reuters ha publicado en exclusiva esta decisión del Banco Popular de pedir a los bancos estatales con presencia en el exterior, incluido Hong Kong, Nueva York y Londres, que preparasen sus reservas de dólares estadounidenses para venderlas en el mercado y adquirir a cambio yuanes, según tres de las fuentes que se han negado a ser identificado, según Reuters. A la fortaleza del dólar se le une la debilidad intrínseca del yuan, reflejo del mal momento por el que pasa la economía de China.
La venta simultánea de dólares y la compra de yuanes podría poner un suelo a la moneda china, que ha perdido un 12% frente al dólar en lo que va del año y que se encamina a la mayor caída desde 1994, según explican los expertos consultados por Reuters.
El yuan se hunde junto a la economía de China
Los economistas de BCA Research comentan en una nota publicada este jueves que "la depreciación del yuan chino se ha intensificado en las últimas semanas. El yuan onshore cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde la GFC de 2008, mientras que el yuan offshore alcanzó un mínimo histórico. En gran medida, la debilidad del CNY refleja la solidez generalizada del dólar: el índice dólar ha ganado un 6,8% desde principios de agosto. Sin embargo, la dinámica específica de China también pesa sobre la moneda. De hecho, el renminbi también se ha debilitado frente al euro, dólar canadiense, el real brasileño y peso mexicano", explican los expertos de BCA Research.
El Banco Popular de China tiene las mayores tenencias del mundo de reservas, con unos tres billones de dólares (más de dos economías enteras de España). Sin embargo, en las últimas semanas estas reservas ya han comenzado a esfumarse poco a poco. Si el BPC no estuviera interviniendo, el yuan se habría depreciado aún más.
"Las fuerzas macroeconómicas apuntan a una mayor debilidad del yuan en el futuro. Primero, las políticas monetarias de China y EEUU están en un camino divergente. La Fed está aumentando agresivamente los tipos de interés para controlar la inflación, mientras que el PBoC está flexibilizando la política para estimular la actividad interna.. El diferencial de los tipos de interés entre los rendimientos nominales de los bonos del gobierno de China y EEUU cayó a territorio negativo a principios de este año y es probable que continúe disminuyendo a medida que las posiciones de política monetaria de ambas economías continúan divergiendo", explican los economistas de BCA Research.
Además, la perspectiva del comercio mundial se está deteriorando y podría contraerse en los próximos meses. Una demanda mundial más débil de exportaciones chinas es negativa para el yuan siempre, aseguran los expertos de esta casa de análisis que a modo de conclusión se puede vaticinar que "el yuan aún no ha tocado fondo y es probable que se deprecie aún más en los próximos meses".