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Los problemas con la deuda pública se extienden. Ya no son sólo España, Irlanda o Grecia los que ven subir el interés que pide el mercado para comprar sus bonos. Los alemanes y los de EEUU a 10 años ya pagan por encima del 3%, y están en máximos de meses. La tendencia es al alza.
La prima de riesgo española ha caído en los últimos días. Esta cifra es la diferencia entre el interés que exige el mercado por comprar bonos alemanes (bund) a 10 años y el que pide por los bonos del Tesoro español. Así, después de que a finales de noviembre el diferencial hispano-germano superase los 300 puntos, ahora está en el entorno de los 225 en los que cerró este mismo miércoles.
Sin embargo, el problema es que esta diferencia se explica tanto por una caída de la rentabilidad exigida al bono español, como por una subida del interés que debe pagar el alemán. De esta manera, el 30 de noviembre, el rendimiento del bono español llegó a tocar el 5,67%; en ese mismo día, el alemán cerraba en el 2,66% (por lo que el diferencial superaba los 300 puntos básicos, puesto cada centésima porcentual es un punto básico).
Los 225 puntos de diferencia del miércoles salen de restar el 5,26% español y el 3,01% alemán. Por lo tanto, el bono de España a 10 años ha mejorado su situación y se puede colocar en el mercado casi medio punto más barato que hace sólo una semana. Lo contrario le ha ocurrido al bund, que ahora paga una rentabilidad del 0,35% superior. Desde hacía más de siete meses no superaba la barrera del 3%.
Pero la deuda alemana no es la única que sufre. También la estadounidense ha visto aumentar la rentabilidad que tiene que ofrecer para poder ser vendida. De hecho, ésta podría ser una de las causas del abaratamiento de la germana, puesto que muchos inversores, atraídos por el alza en los intereses ofrecidos al otro lado del atlántico han dejado de pujar por los bonos de Angela Merkel.
El Financial Times muestra como los bonos del Tesoro norteamericano han tocado este jueves el nivel del 3,33%, su máximo desde el mes de junio. Las razones de estos movimientos pueden ser varias. Las más benignas hablan de una confianza en la mejora de la economía norteamericana, que haría que los inversores estuvieran dirigiéndose a otros activos y encareciendo (por la falta de demanda) los bonos gubernamentales.
Las menos optimistas se centran en un previsible crecimiento de la inflación y en las preocupaciones sobre la posición deficitaria del Gobierno de EEUU, que podría agravarse tras las últimas subidas de gasto y recorte de impuestos decretados por Barack Obama. Pero claro, el problema es que si los inversores empiezan a dudar de la deuda americana y alemana, y creen que existe una mínima duda de que alguno de estos gobiernos vaya a impagar su deuda, ¿dónde podrá invertirse a partir de ahora? ¿Qué inversiones podría haber realmente seguras en el mercado?
From libertaddigital.com 10/12/2010
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