Foto por BLOOMBERG from publico.es
John Lennon, en una fotografía publicada por primera vez en 2009.
Hoy se cumplen 30 años del asesinato de una estrella que todavía guarda secretos biográficos.
Es de dominio público que John Lennon firmó un autógrafo a su asesino unas horas antes de que este le abatiera a tiros en la puerta de su casa en Nueva York, hace exactamente 30 años. Lo que sabe menos gente es que ese mismo día, por la mañana, Annie Leibovitz tomó la histórica instantánea de John Lennon acurrucado desnudo junto a Yoko Ono que daría la vuelta al mundo en la portada de la revista Rolling Stone.
Esta semana la Lennonmanía nos invade con subastas, biografías, conciertos homenaje y el reciente lanzamiento de varios recopilatorios. Mientras tanto, el asesino del artista, Mark David Chapman, sigue en la cárcel, después de que Yoko Ono se haya opuesto a ocho peticiones de libertad condicional. De Lennon se sabe casi todo, sin embargo todavía hay pasajes de su biografía que han quedado ensombrecidos por las grandes gestas musicales y vitales del músico.
El otoño en Almería
En 1966, John Lennon atravesaba una crisis. Los Beatles habían alcanzado una popularidad de dimensiones impensables, pero las grabaciones sin descanso y el gran número de conciertos habían sumido al grupo en un pozo de insatisfacción. Fue entonces cuando Lennon decidió aceptar un papel en una película que Richard Lester estaba rodando en Almería.
Su estancia en la ciudad española ha sido pasada por alto en la mayoría de biografías del músico. Lennon se instaló en una mansión durante el otoño y allí pasó seis semanas. De Almería volvió con las gafas redondas que más tarde definieron su imagen más representativa y con una nueva canción bajo el brazo, Strawberry fields forever, escrita en tierras andaluzas. Menos productiva fue su incursión en el cine: Lennon se dio cuenta que no le interesaba ser actor.
Cereales con yogur
Parecían la pareja perfecta, pero la relación de John Lennon y Yoko Ono atravesó muchos altibajos. Lo constató, a principios de los setenta, el periodista de L.A. Times Robert Hilburn, que frecuentaba a Lennon cuando este visitaba Los Ángeles. En una ocasión que salieron a cenar, el músico le contó que su relación no atravesaba por un buen momento y le confesó que había llegado a pensar en el suicidio.
Después de semejantes revelaciones, a las tantas de la madrugada, Lennon hizo algo que dejó todavía más boquiabierto de Hilburn: llamó al servicio de habitaciones y pidió un bol de cereales con yogur. Al parecer, siempre se tomaba uno antes de irse a dormir, porque le recordaba a su infancia y adolescencia en Liverpool.
Entre rojos
Lennon dio unas cuantas entrevistas en los setenta, pero ninguna tan significativa y poco conocida como la que le hicieron Tariq Ali y Robin Blackburn para el periódico trotskista británico The Red Mole. Corría el año 1971. Los Beatles se habían separado un año antes y Lennon se sentía como si se hubiera quitado un peso de encima. "Siempre me sentí reprimido. Estábamos todos tan presionados que apenas teníamos alguna oportunidad de expresarnos", aseguró.
Lennon estaba deseando propagar a los cuatro vientos sus opiniones políticas, aunque fuera a costa de dinamitar la imagen contracultural de los Beatles: "Nunca dejé de ser una persona política, pero la religión eclipsó esto en los días del ácido, allá por 1965 o 1966. Esta fase religiosa fue una consecuencia de toda esa porquería de las superestrellas. Fue una válvula de escape para mi represión".
Alentado por Ali y Blackburn, Lennon mostró durante la charla unos niveles de radicalización política impensables hoy día para una estrella del pop. Tres píldoras. 1) "Siempre he estado contra el statu quo. Es algo bastante básico para alguien que ha aprendido desde niño a odiar y a temer a la policía como si fuera tu enemigo natural, y a despreciar al ejército como algo que se lleva a todo el mundo por delante y los abandona muertos en alguna parte"; 2) "Tenía mucha conciencia de clase. Solían decir de mí que era un resentido porque sabía que estábamos reprimidos como clase. Pero el huracán del mundo Beatles mitigó este aspecto de mi personalidad y durante un tiempo me apartó progresivamente de la realidad"; y 3) "Desde luego, hay mucha gente que anda por ahí ahora con el pelo largo. Y algunos chicos de clase media van a la moda luciendo ropas hermosas. Pero nada ha cambiado, con la excepción de que todos nos vestimos un poco mejor y dejamos que los mismos hijos de puta de siempre dirijan todo".
El encuentro con Ali y Blackburn "inspiró" a Lennon a escribir la canción Power to the People. La versión completa de la entrevista apareció en el libro de Tariq Ali Años de lucha en la calle: una autobiografía de los sesenta (Akal, 2007).
Por J. M. MARCOS / C. PRIETO from publico.es 08/12/2010
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