jueves, 9 de diciembre de 2010

PREMIO NOBEL - La versión de China

Foto from cincodias.com

El premio Nobel erige muros entre naciones

A un día de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz de este año, miembros del comité noruego del galardón deben sentir que están sentados sobre espinas. El comité no esperaba enfrentar un ojo por ojo luego de que varios países en desarrollo se negaran a asistir a la ceremonia del viernes.
No es la primera vez que el comité se deshonra. Pero esta vez lo hicieron concediendo el reconocimiento a Liu Xiaobo, un delincuente encarcelado. Tal decisión fue una pura baladronada, que desplegó la ignorancia y negación del organismo hacia un gran país que se ha anotado notables progresos económicos.
Al pasar por alto los esfuerzos de China en procura del desarrollo y el progreso, el Comité del Nobel se ha negado precipitadamente a aceptar todos los empeños de los países en vías de desarrollo que no concuerdan con los estándares occidentales. El éxito de China en estos últimos años ha sentado un ejemplo para los demás países del Tercer Mundo. Adherirse al modelo occidental de desarrollo representa admitir cierta clase de hegemonía, que no representa el interés humano, ni responde a la búsqueda de la libertad y de la igualdad.
El Premio Nobel de la Paz fue diseñado como una concesión de élite en Occidente, la cual fue ganando en reconocimiento mundial durante el pasado siglo, gracias a los enormes logros de los países occidentales. Con el inicio del siglo XXI, el centro de la civilización está transitando hacia la periferia, en virtud de la emergencia de naciones donde priman pensamientos e ideas diversas.
El Comité del Premio Nobel puede hacer la vista gorda ante los intereses humanos, mediante decisiones paranoicas que contradicen el espíritu de la civilización occidental.
Los criterios de la modernidad y de los estándares morales no pueden seguir siendo para siempre coto exclusivo de Occidente. La obstinación del Comité del Nobel no hará más que apresurar la pérdida del poder de dominio de Occidente. Al convocar a Oslo a disidentes de todo tipo rechazados por China, para que les apoye en su montaje teatral, el Comité del Nobel han demostrado su falta de valor.
El Premio Nobel de la Paz de este año ha creado un enorme caos alrededor del mundo. La mayor parte de la aclamación y el aplauso vinieron de países occidentales, pero más naciones y personas en países en vías de desarrollo se convierten en aliados de China.
La desafortunada decisión del Comité del Nobel ayudará a que el Premio sea más que nunca un reconocimiento para consumo occidental. El comité podría perder el respeto del pueblo chino de una vez y por todas, además de quedar incapacitado de influenciar sobre el patrón de la política mundial.Al intentar imponerse en la arena política mundial, el comité no hará más que convertirse en marioneta de otros manipuladores.
From -pueblo en línea - spanish.peopledaily.com.cn  09/12/2010

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