Foto por Getty Images from BBC.co.uk
Este jueves China es anfitriona de la tercera cumbre del llamado grupo de los BRICS (correspondiente a las iniciales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), justo cuando ella y otras economías emergentes están impulsando el crecimiento global.
En meses recientes su poder económico ha ido en paralelo con el crecimiento de su influencia política. Las cuatro naciones forman parte del G20, el grupo de las 20 mayores economías del mundo.
Los BRICS se recuperaron rápidamente de la crisis financiera global de 2008, demostrando que no eran tan vulnerables a una caída en Estados Unidos y Europa.
En vista de los problemas económicos que sigue enfrentando el mundo desarrollado, estas naciones están dirigiéndose en busca de negocios a sus contrapartes del BRICS y a otras economías emergentes más pequeñas.
Brasil
Tradicionalmente Brasil ha exportado materias primas y minerales a EE.UU. y Europa, pero la demanda china está cambiando la ecuación para la agricultura brasileña.
En particular, la industria de la soya ha mostrado un rápido crecimiento para satisfacer la demanda de la población china.
El año pasado China desplazó a EE.UU. como el principal socio comercial de Brasil, con US$56.000 millones en intercambio bilateral.
Mas allá de las materias primas, Brasil ha encontrado un mercado en China para algunos de sus productos manufacturados.
Esta semana la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, firmó un acuerdo para que Embraer, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo, venda a aerolíneas chinas, aprovechándose de la rápida expansión del mercado aéreo del gigante asiático.
Rusia
Aunque China puede ser el mayor consumidor del mundo, Rusia es el mayor productor mundial de muchas materias primas. Sin embargo, el destino de esas exportaciones ha cambiado dramáticamente en los últimos 10 años.
El comercio con Asia se ha incrementado a expensas de los negocios con EE.UU. y los antiguos países de la Unión Soviética, al punto que China es ahora el mayor socio comercial de Rusia, por delante de Alemania.
"Ambos necesitan el uno del otro para alimentar el crecimiento económico. China establece el precio de muchos de los recursos naturales mundiales a través de la demanda y Rusia lo hace a través del suministro", dijo Roland Nash, analista de Verno Investments Research de Moscú.
India
India es líder global como proveedor de servicios, al punto que practicamente inventó la industria del outsourcing.
A diferencia de Rusia o Brasil, que han edificado sus economías sobre la base de la exportación de materias primas, India se ha centrado en el desarrollo de su gente.
Pero no ha podido convertirse un productor industrial en masa como los otros países BRICS, y como resultado todavía importa muchos productos manufacturados desde China.
Esto significa que aunque China es el mayor socio comercial de India, los indios acumulan un importante déficit comercial con los chinos.
China
China se ha reinventado a sí misma y ahora es una productora masiva de productos de alta tecnología, incluyendo semiconductores y paneles solares.
Todavía sigue siendo un inmenso productor en industrias de bajo costo y alto valor, como ropas y textiles.
"Las manufacturas de bajo costo están intensamente vinculadas al componente de la mano de obra, si este empieza a subir, entonces muchas firmas buscarán alternativas más baratas, como Vietnam", dijo Damian Tobin, de la Escuela de Estudios Africanos y Orientales de la Universidad de Londres.
El año pasado China ganó contratos para construir trenes de alta velocidad en varias partes del mundo, después de convertirse en líder global de la industria. Ahora es sede del tren más rápido del mundo.
Esta semana Brasil dijo que permitiría que compañías chinas compitan en un proyecto de tren de alta velocidad.
Sin voz única
Los cuatro países BRICS están unidos en su avidez por materias primas para alimentar su rápido desarrollo. China ha marcado el camino buscando recursos por todo el planeta, pero ha sido seguida por Brasil, Rusia e India.
"China ha sido muy pragmática en vincularse con Africa y América Latina, para asegurar fuentes de recursos y al mismo tiempo en crear mercados para sus propias exportaciones" dijo Taimur Baig, economista jefe del Deutsche Bank en Singapur.
Pero no significa que estén de acuerdo en todo. Brasil e India han expresado su preocupación por el influjo de productos baratos chinos en sus mercados, desatando un debate sobre el valor del yuan, la moneda china.
Muchos analistas concuerdan en que darles un acrónimo a estos países no significa que actuarán al unísono en la escena global, porque aunque reduzcan su dependencia de las economías desarrolladas todavía necesitan trabajar con ellas.
Por Saira Syed from BBC.com 14/04/2011
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