miércoles, 1 de junio de 2011

Una taza de café costará mucho más


Foto por REUTERS from BBC.co.uk

Quienes no pueden enfrentar la rutina diaria de trabajo sin consumir una buena dosis de café, tienen razones para preocuparse.
Los precios del grano han alcanzado su más alto nivel en los últimos 34 años, y tanto productores como analistas advierten que los altos precios crearán un hoyo en el bolsillo de los consumidores, por lo menos por un buen rato.
Esto contrasta con la depresión que enfrentó el mercado hasta hace apenas unos años, cuando muchos estaban produciendo por debajo de los costos de producción. En América Latina, esto llevó a quiebras generalizadas, particularmente de pequeños productores.
Ahora la situación ha cambiado. "Por primera vez en casi una generación, sino más, estamos viendo caras felices en países productores, particularmente entre los pequeños productores centroamericanos", dijo a BBC Mundo Javier Blas, experto en materias primas del Financial Times.
En el último año, los precios del café arabica, el de mayor calidad, subieron en alrededor de 125%, hasta alcanzar su más alto nivel en poco más de tres décadas. En los cinco años previos, el precio se había mantenido en un rango que va de US$1,00 a US$1,50 la libra.
¿Especulación?
La situación ha generado una guerra, al menos de palabras, entre torrefactores como Starbucks, que culpan a la especulación, y comercializadores del producto que lo atribuyen a cambios en la oferta y la demanda.
Howard Schultz, director ejecutivo de Starbucks, señaló que el aumento "es resultado de la especulación extrema y no de factores de mercado".
No obstante, los analistas señalan que Starbucks puede haber contribuido al alza, con su decisión de comprar todo el café que necesita para un año, lo que ha generado mayores presiones en el mercado.
Y según dijo a BBC Mundo Javier Blas, otras grandes empresas han hecho lo mismo.
"Los torrefactores han visto que hay problemas estructurales y que los precios están aquí para largo, y han comprado en el mercado de futuros; normalmente compran para cubrirse por tres meses, pero algunos han adquirido a futuro todo el que necesitan para un año", señaló el especialista.
Blas señala que innegablemente, la especulación ha jugado un papel, pero piensa que hay razones más importantes que explican los aumentos.
Menos oferta, mayor consumo
Una de ellas es que hay menos café en el mercado. Los inventarios están en su nivel más bajo en 50 años. En primer lugar, la cosecha fue baja en varios de los países latinoamericanos.
En Colombia, la cosecha cayó como resultado principalmente de las lluvias.
La cosecha también fue baja en México y en Centroamérica, en tanto que en Brasil no fue tan alta como se esperaba.
Esto ocurre en momentos en que hay un cambio importante en el mercado, ya que el consumo está aumentando en países emergentes como Brasil, Rusia, China, entre otros.
Se espera que el año próximo, Brasil se convierta en el principal país consumidor de café del mundo, sobrepasando a EE.UU.
Cambio cultural
Este aumento en el consumo en países emergentes está influenciado por la extensión de la cultura de las cafeterías al estilo Starbucks.
Además, el consumo está creciendo en países que tradicionalmente tomaban té y ahora comienzan a consumir más café.
Según explicó a BBC Mundo Andrés Valencia, gerente comercial de la Federación de Productores Cafeteros de Colombia, muchos de esos nuevos consumidores en Asia, en el Medio Oriente o en Europa del Este, "están aprendiendo a tomar café y están pasando a consumir el grano de mayor calidad que es el arabica", el que más está subiendo.
Hasta hace 10 años, el patrón entre nuevos consumidores de café era pasar del té a ingerir café de baja calidad o soluble (robusta) y luego el de mayor calidad.
"Con la extensión de la cultura de las cafeterías, esos países está pasando directamente del te al café expreso o el grano de alta calidad", señala Blas.
Beneficio para los productores
En América Latina, una de las principales regiones productoras del mundo, esto podría significar el inicio de una relativa bonanza para los productores.
Colombia, donde el grano representa un 20% de la producción agrícola, es uno de los que más se beneficia, ya que es el segundo productor de café arabica.
"Eso ayuda bastante, en un escenario en el que la cosecha ha sido muy afectada por el invierno", señaló Andrés Valencia.
Según Valencia, en espacio de un año, una familia de caficultores en Colombia ha pasado a ganar un precio interno de US$200 más por carga de 125 kilos de café en cáscara.
"Colombia ha perdido más o menos un millón de sacos por cuenta del invierno. O sea que un caficultor que antes producía 20 sacos, ahora produce 10, pero compensa con el aumento de precio", dijo.
De manera que lo que para consumidores en Europa y EE.UU. es un factor de preocupación en tiempos de ajuste económico, el aumento de los precios del grano no podría ser más oportuno para productores latinoamericanos.

Por María Esperanza Sánchez  from BBC Mundo  31 de mayo de 2011

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