Foto por EM from elmundo.es
La alegre vida sexual de Benito Mussolini nunca fue un secreto. De todos es bien sabido que mantuvo una relación estable con su amante Clara Petacci y que era aficionado a los escarceos amorosos de carácter aleatorio.
Sin embargo, sí se mantuvo oculta la verdadera naturaleza de su relación con María José de Bélgica, la última reina de Italia.
Petacci deja constancia en su diario de que, en 1937, María José -princesa y esposa del heredero al trono italiano- intentó seducir al dictador sin éxito en una playa cercana a Roma. Pero parece que su tentativa no fue, precisamente, infructuosa, según publica el semanal 'Oggi'.
Según una carta de 1971 que ha sacado a la luz la revista italiana, Romano Mussolini -hijo del tirano- se lo cuenta todo a Antonio Terzi, vicedirector del 'Corriere della Sera'.
"Puedo confirmar, en perfecta buena fe, que a menudo en mi casa se habló de las relaciones políticas o sentimentales entre María José y mi padre. Y puedo decirte con sinceridad que mi madre siempre fue (aunque con las lógicas reservas) bastante explícita: entre mi padre y la entonces princesa de Piamonte hubo un breve periodo de relación sentimental íntima, posteriormente interrumpida creo que por voluntad de mi padre", dice la misiva.
La hija del rey belga Alberto I, María José, nació en 1906. Cuando aún era una niña se decidió que debía casarse con el único hijo del monarca italiano Víctor Manuel, Umberto de Saboya. Así, en 1930, se cumplió la decisión. Su matrimonio no fue feliz.
Clara Petacci afirma en sus crónicas que Mussolini le dijo que la princesa intentó seducirle en Castelporziano. El dictador contó "María José vino y dijo '¿Puedo?' Entonces, con un leve movimiento cayó su vestido y quedó virtualmente desnuda". La amante oficial recuerda que el 'Duce' le aseguró que la encontró "repulsiva" y no le causó ninguna impresión.
Pero de la carta se desprende que esta última parte no se corresponde con la realidad y sí hubo una relación sentimental.
Tras la caída de Benito Mussolini, Víctor Manuel renunció al trono en favor de su hijo Umberto, convirtiendo a María José en reina de Italia por 34 días, cuando el pueblo italiano votó convertirse en república.
Tras perder el trono, María José se separó de su real marido y vivió en Suiza hasta su muerte, en el año 2001.
From ELMUNDO.es Madrid 01/09/2011
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