jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Quién es Safiya Farkash, la misteriosa mujer de Muamar al Gadafi?


Foto from novinite.com

Las teorías más atrevidas hablan de en su juventud fue una espía que se enamoró de Gadafi y renunció a asesinarle. También hay quien asegura que es europea, pero lo único seguro a día de hoy es que Safiya Farkash es la madre de siete de los ocho hijos biológicos del dictador, tiene gustos muy caros y se oculta en Argelia con parte de su familia desde que cayó Trípoli. 
Poca información y ninguna certeza. El origen de la primera dama libia es un auténtico secreto. De la mujer de Muamar Gadafi se ha dicho de todo: que en su juventud fue una fría espía encargada de acabar con la vida del dictador, que desciende de un alto cargo del imperio austrohúngaro y que no es libia, sino croata.

Sin embargo, resulta imposible aportar algo de luz a la historia de Safiya Farkash. La única certeza es que durante las últimas cuatro décadas ha sido la compañera Gadafi –con el que ha tenido siete hijos–, es que su fortuna supera los 30.000 millones de dólares y que posee 20 toneladas de oro. Además, es propietaria de la aerolínea Buraq Air, la segunda más grande del país.

Su fuerte carácter conmovió al
mundo cuando en 1986 amenazó entre sollozos a Estados Unidos después de que un bombardeo ordenado por el presidente Reagan sobre Trípoli acabó con la vida de su hija adoptiva, Hannah. Aquel incidente marcó el recrudecimiento de la campaña terrorista de Gadafi contra objetivos estadounidenses.

Los orígenes de la discreta Safiya Farkash han sido objeto de intensa especulación desde que se casó con el dictador en 1970, solo un año después de acceder al poder en Libia. La historia oficial asegura que nació en Al Bayda, al este del país. Estudió enfermería y trabajaba un hospital de Trípoli cuando conoció a Gadafi.

El líder libio acudió al centro médico a tratarse de una apendicitis. El joven mandatario se enamoró perdidamente de su enfermera, se divorció de su mujer y convirtió a Farkash en la primera dama de Libia. Ahí termina la bonita historia de amor que cuentan los medios oficiales y comienza la especulación sobre la mujer más poderosa de
África.

Leyenda negra

La periodista uruguaya Isabel pisano considera que la versión oficial no tiene nada que ver con la realidad. Para la durante años compañera sentimental del líder palestino Yasser Arafat, Farkash era una “terrorista disfrazada de enfermera” encargada de “eliminar” a Gadafi, que sucumbió a los encantos del líder libio, según explica en un artículo en el diario
El Mundo.

Esas dudas sobre el pasado de la actual vicepresidenta de la Asociación de Primeras Damas de África se han visto favorecidos por los artículos de distintas publicaciones de los Balcanes que aseguran que su origen es europeo. De hecho, el periódico bosnio Nezavisne Novine se preguntaba el pasado 24 de febrero si “el amor de Gadafi por una belleza de Mostar” era realidad o sólo una leyenda urbana.

Quienes defienden esta teoría aseguran que, a mediados de los años 60, Gadafi viajó a Yugoslavia para estudiar en la Escuela de Aviación Militar de Mostar. Allí habría conocido a Sofija Farkas, una bella joven de sólo 17 años, nieta de un alto cargo del imperio austrohúngaro, que para poder casarse con el líder de un país islámico habría arabizado su nombre hasta adoptar el de Safiya Farkash.

A pesar de que parece un guión de culebrón, algunos datos aportados por el
Nezavisne Novine parecen sustentar la historia. La relación entre Libia y Yugoslavia siempre fue buena. El régimen de Trípoli mostro su apoyo a Belgrado durante la Guerra Fría o el conflicto de los Balcanes. Como contrapartida, Yugoslavia armó al ejercito libio con tanques, aviones de combate y helicópteros Gazelle.

De hecho, antes del inicio de la revuelta de este año, unos 1.500 bosnios trabajaban en Libia, especialmente para las
empresas Energoivest y Hidrogadnja Širbegovic. Además, según la prensa de los Balcanes, Safiya Farkash también han jugado un papel clave en la adquisición del Banco de Croacia por parte del italiano UniCredit, cuyo principal accionista es nada menos que la familia Gadafi, que posee aproximadamente 8% de su capital.

Protagonista tras cuatro décadas en la sombra


Entre 1970 y 2008, la primera dama libia apenas hizo apariciones públicas. Recluida en el lujoso complejo de Bab Al Azizia, su misión no fue otra que cuidar del futuro del régimen, los siete hijos que compartía con Muamar Gadafi.

Ese mismo año fue elegida vicepresidenta de la Asociación de Primeras Damas de África en un encuentro de la
Unión Africana en la ciudad egipcia de Sharm al Sheikh. A partir de entonces su rol en el régimen libio cambió.

En 2009, organizó una de las celebraciones para conmemorar el 40 aniversario de la revolución que permitió a su marido ascender al poder en el país norteafricano. Un año más tarde, fue la invitada de honor a la graduación de la nueva promoción del cuerpo femenino de policía.

Poco después, cuando estalló la revolución en Libia, fue de las primeras representantes del régimen en abandonar el país camino de
Túnez. Cuando Gadafi controló la situación, regresó para volver a marcharse, esta vez a Argelia, cuando los rebeldes finalmente tomaron Trípoli el pasado miércoles.

Por Roberto Arnaz  from lainformacion.com  31/08/2011

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