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Tan sólo saboreando una cerveza helada en la famosa playa de Copacabana, en Río de Janeiro, salta a la vista el gran potencial que tiene Brasil como destino turístico.
Así como es una ciudad plena de juventud y belleza, enmarcada con el azul de su cielo, el mar que se desborda frente a los ojos y las montañas que le rodean detrás, Río es un lugar pintoresco.
A eso hay que sumar el clima que emana directamente desde las alturas el mismísimo Cristo Redentor, que en forma de estatua observa la ciudad bajo sus pies, Río, la cual debería estar llena de viajeros.
A pesar de todas estas virtudes, Brasil, en general, sigue relativamente sin explotar como un destino vacacional.
De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo de las Naciones Unidas, en 2010 un total de 5.2 millones de turistas visitaron el gigante sudamericano.
Con estos números, Brasil ni siquiera figura en la lista de los 10 países con mayor afluencia de viajeros, donde el número uno es Francia con 76,8 millones de visitantes, seguido por Estados Unidos con 60 millones.
Existen muchas razones para explicar por qué Brasil aún permanece fuera del mapa de posibles destinos vacacionales, pero quizá las dos mayores causas son la gran distancia geográfica que lo separa de Europa y Estados Unidos y la percepción que existe sobre un alto nivel de criminalidad.
Flavio Dino, presidente de Embratur, la cámara brasileña de turismo, dijo a BBC Business que un resultado exitoso en la organización de la Copa Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos de Río en 2016, ayudará a que se duplique el número de visitantes para 2020.
Legado
Ayudado por la bonanza económica que vive actualmente, Brasil está empleando gran cantidad de recursos para mejorar su infraestructura de cara al año 2014.
Ha dispuesto US$ 3.400 millones en mejorar los aeropuertos de las 12 ciudades anfitrionas del Mundial de Fútbol y unos US$ 8.500 millones para todo lo que tiene que ver con mejorar el transporte público y red vial, creación y renovación de hoteles y entrenamiento de personal turístico.
Según Dino, este es dinero muy bien invertido. "La inversión en infraestructura y turismo son un legado que sólo podremos comenzar a medir una vez que Brasil se establezca como uno de los grandes destinos turísticos en los años por venir", indicó.
Se tiene estimado que unos 600 mil visitantes llegarán sólo por la Copa Mundial de Fútbol. Dino asegura que la mayoría de ellos deseará regresar a Brasil. "Un estudio reciente arrojó que de 39 mil visitantes, el 96% manifestó tener intenciones de volver al país después de haber probado lo que Brasil tiene para ofrecer".
"La organización de la próxima Copa Mundial de Fútbol y las Olimpíadas en 2016 representan una oportunidad única para presentar todo lo que tiene Brasil para ofrecer y estamos trabajando muy duro para sacarle el máximo provecho y transformar y reforzar la imagen del país para los próximos años", sostuvo Dino.
Brasil espera que esta presentación del país sea exitosa y logre que los visitantes de Europa y Estados Unidos tengan más conciencia del país como destino turístico, al igual que sucedió con Sudáfrica después del Mundial de 2010 y Sydney tras los Juegos Olímpicos del año 2000.
Habilidades organizacionales
Una nación sinónimo de fútbol, playas y Carnaval, pero la cámara de turismo brasileña también espera que con el Mundial y las Olimpíadas se puedan destacar otros puntos fuertes y atracciones del país
Marcelo Pedros, director de Mercados Internacionales de Embratur, expresó al respecto: "Todos saben que Brasil puede jugar fútbol y hacer la fiesta, pero también queremos mostrar qué tan buenos podemos ser para organizar un evento internacional".
Comentó que cuando Alemania asumió la realización del Mundial en 2006, era la otra cara de la moneda. "Todos sabían que ellos estarían bien organizados, ¿pero podrían ellos hacerse cargo de la fiesta?", expresó.
"Lo hicieron y con mucho éxito. Nosotros vamos por los mismos logros, pero en cuanto a las habilidades organizacionales de Brasil", agregó.
Con 12 ciudades a lo largo y ancho de Brasil como sedes de los partidos de fútbol, la cámara de turismo también afila sus armas para enseñar que hay mucho más que ver en la nación suramericana además de Río y las playas.
Para esto se están creando campañas publicitarias con la misión de resaltar el gran número de atracciones que tiene Brasil, como las Cataratas de Iguazú en el estado de Paraná, al sur del país, el ecoturismo en el Amazonas, la histórica ciudad de Salvador y Brasilia, la capital, una ciudad planificada con un valor único en arquitectura moderna.
Brasil, que esta semana cobija la Convención Económica Global de Fútbol Soccerex, está aprovechando el evento para hacer particular incapié en su potencial como sede de conferencias mundiales de este tipo.
En los últimos siete años, Brasil pasó del puesto 19 en 2003 al noveno lugar en los rankings globales de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones.
Lucha contra el crimen
En relación a los índices de delincuencia, las autoridades brasileñas han incrementado dramáticamente este año sus esfuerzos para controlar o pacificar los barrios marginales o "favelas", repartidos por todo Río.
Con el respaldo de infantes de marina e incluso tanques, la policía armada se ha dedicado al control de las favelas y, por primera vez, han establecido una presencia permanente en esas áreas, desalojando de ellas a los carteles de droga
Aunque estadísticas exactas no son fáciles de obtener, la mayoría de los brasileños coinciden en que los índices de delincuencia han bajado considerablemente.
Flavio Dino dice que esto demuestra que el gobierno federal ha estado haciendo "todo lo posible" y "ha obtenido resultados positivos".
Marcelo Pedros, por su parte, considera que el problema de la criminalidad en Brasil ha sido sobreexpuesto por los medios de comunicación en Europa, lo que le da a la gente una percepción incorrecta de lo que sucede.
Muy exótico
Analistas de la industria del Turismo concuerdan en que Brasil está haciendo grandes avances con la vista puesta en 2014 y 2016.
La escritora independiente especializada en viajes, Alison Rice, dice que para los vacacionistas de Europa en particular, Brasil siempre ha sido visto como un lugar un tanto desconocido. Fue considerado muy exótico y muy lejano, lo que alejó a mucha gente de ir".
"Pero viajar por el mundo ya no es tan complicado y la gente está preparada para recorrer mayores distancias. No hay razones, por ejemplo, para que Brasil, no pueda ser tan popular como lo es Tailandia", indicó.
"En particular, si la Copa Mundial y las Olimpíadas son exitosas, será una maravillosa oportunidad para que Brasil se autopromocione".
El analista del sector, Mike Bugsgang, de la compañía Bugsgang & Associates con sede en Londres, está de acuerdo con Rice.
"La cobertura que se ha hecho de los índices de inseguridad en Brasil pueden haber alejado a los turistas europeos en el pasado, pero ellos se están sintiendo más seguros por los recientes trabajos para pacificar las favelas de Río", dijo.
"Los hinchas europeos necesitarán poco para ser convencidos de seguir a sus equipos en Brasil, siempre que califiquen. Muchos, sin duda, deben estar ahorrando desde ya para lo que será un viaje como ninguno en sus vidas", consideró.
Por Will Smale from BBC 29 de noviembre de 2011
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