sábado, 12 de noviembre de 2011

El ahorrador infiel: bienvenidos a la era de la migración bancaria


Foto from pensarenpolitica.com

  • Hay que convencerse del poder de negociación que tenemos frente a la entidad
  • Tranquilo, la nueva entidad se encarga de gestionar los trámites de la operación
"Se debe ser fiel a todo menos al banco". Es la frase con la que algunos economistas resumen el grado de compromiso que hay que mantener con las entidades financieras.
Para los más valientes, esta frase es una realidad; acuden al banco sin problema para cerrar su cuenta y realizan una nueva apertura donde les ofrezcan una promoción más interesante.
Cambiar de banco es fácil
Para el resto de la población este hecho se queda en el plano de la teoría ya que desconocen la facilidad para cambiar de entidad o se dejan llevar por el miedo e incluso la pereza de presentarse a una sucursal y pronunciar las temidas palabras: "quiero cerrar mi cuenta", a lo que seguramente le plantarán la consiguiente respuesta: "¿Usted sabe que con su cuenta dispone de múltiples ventajas y que además...?".
Después unos minutos largos que parecen horas, en los que solo se escuchan palabras como; "mejor rentabilidad", "regalos", "catálogo de puntos", "reducción de comisiones", entre otros tantos posibles beneficios, tan sólo hace falta dar un "Sí" para que nuestro propósito inicial haya sido revocado. Inevitablemente, nos hemos vuelto a "vender" a la misma entidad.
Es evidente que si nos dirigimos a la entidad sin las ideas claras, nuestro paso por la sucursal finalizará con un nuevo contrato, pero eso sí; con mejores ventajas, mayor rentabilidad e incluso con una nueva vajilla para la cocina.
Algunos consejos importantes
A continuación les mostramos las razones por las que cambiarse de banco puede ser aún más ventajoso que obtener un teléfono móvil de última generación haciendo una migración de línea.
Debemos poner en la balanza las ventajas e inconvenientes de permanecer en la entidad, ya que bancos y cajas pueden ofrecernos incentivos como la exención del pago de comisiones o regalos exclusivos por realizar una vinculación adicional (domiciliar la nómina, tarjetas, cuentas de ahorro, planes de pensiones, depósitos); aspectos que conviene valorar antes de emprender un traspaso bancario.
Si nuestra decisión final es cambiar de banco, intentemos informarnos bien sobre las condiciones ofrecidas por la nueva entidad. Muchos bancos ofrecen promociones "gancho" dirigidas a nuevos clientes, como alta rentabilidad por poco tiempo o tarjetas y comisiones gratuitas durante el primer año; aspectos que a largo plazo no representan una ventaja.
Aprendamos a preguntar sin temor las comisiones establecidas, los intereses a recibir a través de la cuenta y no olvidemos releer bien el folleto de tarifas. Tengamos en cuenta factores como la comodidad para desplazarse a la sucursal, los servicios de banca online, el número de cajeros cerca de nuestro domicilio o trabajo, etc. Y para los más osados, incluso se puede llegar a negociar el precio de las transferencias, comisiones, tarjetas de crédito, entre otros.
Insistamos en mejorar la rentabilidad u obtener un porcentaje mayor de devolución de recibos, ya que suelen ser ventajas exclusivas para nuevos clientes. La mayoría de cuentas, entre ellas; la Cuenta Todo Cuenta de Citibank o la Cuenta Nómina de Banco Popular, ofrecen mayores beneficios si decides formar parte de la entidad.
Otras entidades, en búsqueda de dinero nuevo, ofrecen remuneraciones atractivas a través de cuentas de ahorro y depósitos rentables; como bancopopular-e con su Cuenta Ahorro Evolución y Oficinadirecta.com a través del Depósito Bienvenida.
¿Quién gestiona el cambio de entidad?
Una vez estudiadas las condiciones, ha llegado el momento de realizar el cambio definitivo de banco, pero tranquilos; la nueva entidad se encargará de gestionar la domiciliación de los ingresos y recibos, y tan solo tendremos que firmar la documentación necesaria para hacernos clientes de la nueva entidad.
El último paso a seguir es cancelar la cuenta antigua. Aunque a veces supone una comisión, conviene pagarla para evitar generar gastos que la entidad podría reclamar.
Finalmente, el hecho de tener una nómina o disponer de algunos ahorros nos convierte en clientes potenciales de cualquier banco que busca dinero nuevo y estable. Es muy importante convencernos de que tenemos poder de negociación frente a la entidad.
Por Bankimia  from elEconomista.es  11/11/2011

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