Foto from lainformacion.com
LOS 80 SON NUESTROS.
Quién no se acuerda de las ‘chapas’, las ‘canicas’, la ‘comba’ o la ‘goma’. En la actualidad, los niños pasan casi todo su tiempo libre delante de la televisión y las calles se quedan vacías sin sus risas.
La generación que creció en los 80 fue la última que jugó en la calle. Los niños llegaban del cole, dejaban las mochilas, cogían la merienda y salían corriendo a jugar con los amigos. Los juegos terminaban cuando las mamás les llamaban desde el balcón, hasta entonces la diversión estaba asegurada. Volvían con las manos sucias y las rodillas magulladas, después de haber vivido un sinfín de aventuras.
El 'pilla pilla', los 'cromos', las 'canicas' o la 'peonza' son algunos de los juegos que triunfaban en aquella época. Muchos de ellos se han ido transmitiendo de generación en generación hasta llegar a nuestro tiempo. Las canicas, juego infantil por excelencia, no conoce épocas ni fronteras. Los primeros antecedentes de los que se tiene noticia se remontan al antiguo Egipto y la Roma precristiana. Existe una auténtica cultura infantil entorno a este juego. Las hay de todos los tipos y colores y ofrecen una cantidad impresionante de posibilidades.
Otro caso de un juego que viene del pasado es la rayuela, o el tejo, como se le conoce en algunos sitios, consistía en una serie de casillas pintadas con tiza en el suelo y por las que había que pasar a la pata coja. Se cree que fue inventada por un monje español que quería simbolizar el comienzo de la vida, con sus dificultades y alternativas y al final la muerte, simbolizada en el cielo. También se piensa que pueda tener su origen en las civilizaciones griega o romana, es decir, hace mucho, mucho tiempo.
Algunos juegos permanecen, pero otros prácticamente han desaparecido. Es el caso de las ‘chapas’, uno de los más típicos de la calle. Sólo se necesitaban unas cuantas chapas de botellas y ganas de pasárselo bien. Se organizaban carreras en las que si alguien conseguía golpear tu chapa y la sacaba del circuito, pintado con tiza en la acera, se la quedaba.
‘Campos medios’ era uno de los juegos estrella: se formaban dos equipos, uno de ellos se colocaba en los extremos y los otros, pobrecitos, se quedaban en medio. El equipo de los extremos tiraba el balón tratando de golpear a los incautos del otro equipo que no eran lo suficientemente rápidos como para poder esquivar el balón.
Pero lo mejor era que no hacía falta que los padres se dejaran todo el sueldo para que los niños disfrutarán. Con una goma o unas chapas los chavales se lo pasaban estupendamente. La imaginación es un arma poderosa y a los niños no les falta.
Otro cambio importante son las canciones. Jugando al corro, las palmas o la comba se cantaba mucho. Algunas de esas canciones provenían de historias muy antiguas como la de la Reina Berenguela, esposa de Alfonso IX Rey de León, famosa por ser Consejera Real y conseguir que Fernando III uniese para siempre los Reinos de Castilla y León. Otras canciones no eran tan antiguas y simplemente provenían de series infantiles como La Abeja Maya: “En un país multicolor, para ti, par mi para los dos, nació una abeja bajo el sol….”
El 'pilla pilla', los 'cromos', las 'canicas' o la 'peonza' son algunos de los juegos que triunfaban en aquella época. Muchos de ellos se han ido transmitiendo de generación en generación hasta llegar a nuestro tiempo. Las canicas, juego infantil por excelencia, no conoce épocas ni fronteras. Los primeros antecedentes de los que se tiene noticia se remontan al antiguo Egipto y la Roma precristiana. Existe una auténtica cultura infantil entorno a este juego. Las hay de todos los tipos y colores y ofrecen una cantidad impresionante de posibilidades.
Otro caso de un juego que viene del pasado es la rayuela, o el tejo, como se le conoce en algunos sitios, consistía en una serie de casillas pintadas con tiza en el suelo y por las que había que pasar a la pata coja. Se cree que fue inventada por un monje español que quería simbolizar el comienzo de la vida, con sus dificultades y alternativas y al final la muerte, simbolizada en el cielo. También se piensa que pueda tener su origen en las civilizaciones griega o romana, es decir, hace mucho, mucho tiempo.
Algunos juegos permanecen, pero otros prácticamente han desaparecido. Es el caso de las ‘chapas’, uno de los más típicos de la calle. Sólo se necesitaban unas cuantas chapas de botellas y ganas de pasárselo bien. Se organizaban carreras en las que si alguien conseguía golpear tu chapa y la sacaba del circuito, pintado con tiza en la acera, se la quedaba.
‘Campos medios’ era uno de los juegos estrella: se formaban dos equipos, uno de ellos se colocaba en los extremos y los otros, pobrecitos, se quedaban en medio. El equipo de los extremos tiraba el balón tratando de golpear a los incautos del otro equipo que no eran lo suficientemente rápidos como para poder esquivar el balón.
Pero lo mejor era que no hacía falta que los padres se dejaran todo el sueldo para que los niños disfrutarán. Con una goma o unas chapas los chavales se lo pasaban estupendamente. La imaginación es un arma poderosa y a los niños no les falta.
Otro cambio importante son las canciones. Jugando al corro, las palmas o la comba se cantaba mucho. Algunas de esas canciones provenían de historias muy antiguas como la de la Reina Berenguela, esposa de Alfonso IX Rey de León, famosa por ser Consejera Real y conseguir que Fernando III uniese para siempre los Reinos de Castilla y León. Otras canciones no eran tan antiguas y simplemente provenían de series infantiles como La Abeja Maya: “En un país multicolor, para ti, par mi para los dos, nació una abeja bajo el sol….”
Por Bárbara Lorenzana from lainformacion.com 22/08/2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.