Bajo luz blanca, la cual incluye la longitud de onda de todo el espectro
visible, el color de un objeto está determinado por las longitudes de onda de
luz que la superficie de sus átomos no logran absorber.
Un espejo perfecto reflejaría todos los colores comprendidos en la luz
blanca, por lo tanto, sería blanco.
Sin embargo, los espejos reales no son perfectos y los átomos de su
superficie le dan a sus proyecciones un tenue tinte verde, ya que los átomos del
vidrio reflejan la luz verde más fuertemente que cualquier otro color.
Redacción BBC Mundo Sábado, 4 de mayo de 2013
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