Las repercusiones regionales de la Primavera Árabe están afectando la inversión y la capacidad de crecimiento" - Agencia Internacional de Energía
Un aumento mayor de lo esperado en las reservas de petróleo de
esquisto de Estados Unidos está por cambiar el equilibrio global de poder entre
los productores nuevos y existentes, según un informe.
A lo largo de los próximos cinco años, EE.UU. representará una tercera parte
de los nuevos suministros de petróleo, tal como indica la Agencia Internacional
de Energía (AIE).
EE.UU. pasará de ser el principal importador del mundo a un exportador
neto.
Como resultado, la demanda por crudo de los países productores del Medio
Oriente disminuirá.
"América del Norte ha desatado un impacto de oferta que envía señales a todo
el mundo", dijo la directora ejecutiva de la AIE, Maria van der Hoeven.
El aumento en la producción estadounidense reconfigurará toda la industria,
de acuerdo con la AIE, que formuló esta predicción en su reporte semestral, que
examina las tendencias en abastecimiento y demanda de petróleo durante los
próximos cinco años, un reporte seguido con mucho interés.
La AIE señaló que espera que EE.UU. supere a Rusia como el productor más
grande de gas del mundo de aquí a 2015 y se convierta en "prácticamente
autosuficiente" en sus necesidades de energía para 2035.
El aumento en la producción estadounidense implica que, nuevamente según el
informe, la dependencia mundial en petróleo de países productores tradicionales
en Medio Oriente, que forman la mayoría de la OPEP (Organización de Países
Exportadores de Petróleo), terminará pronto.
El caso de Venezuela
Puede que sí, pero a largo plazo, según dicen algunos expertos. No sólo son
países de Medio Oriente los que se verían afectados por estos cambios, sino ya
en nuestra región, productores como Ecuador y Venezuela, también miembros de la
OPEP.
Elio Ohep, editor de Petroleum World, una publicación especializada en el
tema con sede en Caracas, comentó a BBC Mundo que "es muy pronto para decir
exactamente qué incidencia puede tener hacia Venezuela, pues ese país ya lleva
10 años buscando otros mercados, principalmente China e India".
En ese sentido, Venezuela ya tiene empresas chinas e indias trabajando en la
explotación de crudo en su territorio, lo cual, de momento, aminora el impacto
que pudiera tener el incremento en la producción estadounidense.
Otro factor que hay que tener en cuenta con respecto a Venezuela es el
discurso político del gobierno, desde Hugo Chávez hasta Nicolás Maduro, siempre
antagonizando a EE.UU. como "el imperio", con frecuentes amenazas -no siempre
veladas- de cerrar el suministro petrolero.
Ohep no cree que el gobierno venezolano se vaya a aprovechar de la producción
estadounidense para cumplir sus amenazas, que hasta ahora no han pasado de la
retórica.
"Por ahora es así, tenemos una de las empresas más grandes de distribución de
gasolina en EE.UU. y tenemos varias refinerías con socios norteamericanos",
afirma.
"El crudo que producimos actualmente ya está comprometido para esos mercados,
pero en los últimos diez años hemos disminuido de más de 1,3 millones barriles a
700.000 barriles, casi la mitad, la exportación mensual a EE.UU.", precisa. "De
aquí a 15 años eso puede bajar a 500 o a 300".
Según Ohep, lo que ha venido haciendo EE.UU. desde la década de 1970 es
"buscar petróleo para independizarse", así que "el discurso político es una cosa
y el discurso petrolero es otra", por lo que las consecuencias en otros países
productores también se medirían a largo plazo.
Crecimiento lento
La producción estadounidense deberá crecer a ritmo de 3,9 millones de
barriles diarios entre 2012 y 2018, lo cual cuenta por dos tercios del
crecimiento pronosticado para la producción tradicional fuera de la OPEP, según
la AIE.
Entretanto, la demanda global de petróleo subirá en 8% y será satisfecha
principalmente por suministros ajenos a la OPEP.
La AIE aún espera que la capacidad de producción de los miembros de la OPEP
en Medio Oriente continúe creciendo durante los próximos cinco años, pero más
lentamente.
Se supone que la capacidad de la OPEP, un 35% a nivel global, aumente en 1,75
millones de barriles, para llegar a 36,75 millones en 2018, unos 750.000
barriles menos que lo predicho en el pronóstico de la AIE en 2012.
La AIE menciona la "creciente inseguridad en el África del Norte y
subsahariana" a raíz de los levantamientos de la Primavera Árabe como la razón
clave para la desaceleración.
"Las repercusiones regionales de la Primavera Árabe están afectando la
inversión y la capacidad de crecimiento", dijo la AIE.
Fracturación hidráulica
El abrupto incremento en la producción petrolera estadounidense se debe
mayormente al petróleo de esquisto, un producto que muchos consideran el
salvador del mercado energético del país.
La fracturación hidráulica, el proceso de inyectar agua a presión en la roca
de esquisto para liberar el petróleo o gas que contiene, se ha generalizado en
EE.UU.
Pero los críticos señalan preocupaciones ambientales, como la posible
contaminación del agua, la filtración de metano y, en menor medida, los
temblores causados por la perforación.
El proceso ha sido prohibido en Francia, en tanto Reino Unido levantó
recientemente una moratoria a la perforación para obtener gas de esquisto.
Redacción BBC Mundo Última actualización: Miércoles, 15 de mayo de 2013
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