viernes, 31 de enero de 2014

El vicio de fumar, ¿es culpa del hombre de Neandertal?

 
 
 
 
La inclinación del hombre por fumar parece haber estado en nuestros genes mucho antes de que los indígenas americanos utilizaran el tabaco en sus rituales y los europeos lo llevaran a su continente en el siglo XVI.
 
Esa pasión por el cigarrillo –condenada como vicio y calificada como mortífera- parece tener su origen de un cruce prehistórico entre el Homo Sapiens y el hombre de Neandertal, después de que nuestra especie abandonara lo que hoy se conoce como África, según un informe revelado en la revista Nature esta semana.
 
Pero no solo fue la debilidad por fumar. Algunas enfermedades que actualmente sufre el ser humano como la diabetes tipo 2 y la enfermedad de Crohn, entre otras, también vienen de aquel cruce de caminos.
El estudio del genoma de nuestra especie, el Homo Sapiens, había revelado el cruce genético con esta especie ancestral.
Sin embargo, todavía no se había podido establecer qué implicaciones habían generado en la salud del ser humano después de ese "encuentro" histórico.
Asunto que logró defenir este estudio, que determinó que entre el 2% y el 4% de la huella genética de los no-africanos viene de los Neandertales.
Y con un exámen sistemático de los genomas de 1.004 personas, el líder de la investigación, Sriram Sankararaman y sus colegas, lograron identificar las zonas donde todavía se pueden observar versiones "Neandertales" de distintos genes.
Entonces sucedió la coincidencia y la sorpresa: el gen que estaba relacionado con la dificultad para dejar de fumar resultó ser una versión "Neandertal".
Lo extraño es que todavía no existe ninguna evidencia de que este "primo" ancestral se dedicara a fumar en sus horas de ocio o trabajo.
Ahora, lo que sostienen los investigadores es que el gen puede tener más implicaciones, y que su relación con fumar solo sería una derivación moderna de algo más severo.
 
 

Nuevos campos

Otro de los hallazgos de esta investigación fue determinar que el ADN del Neandertal no está distribuido de modo uniforme en el genoma humano, y que además es habitual encontrarlo en alteraciones genéticas de la piel y el cabello.
 
Esto sugiere, advirtieron los investigadores, que estos rastros le permitieron a los humanos una rápida posibilidad de adaptarse a los ambientes helados que encontraron cuando se mudaron hacia la región conocida como Eurasia.
Allí sucedió el encuentro con los Neandertales, quienes llevaban miles de años adaptándose a esas difíciles condiciones climáticas.
Pero éstos seres primitivos se extinguieron después de alcanzar a cubrir la zona que va desde las islas británicas hasta Siberia, 30.000 años atrás, mientras que el Homo Sapiens se expandía desde lo que ha sido considerado su tierra natal: África.
Los vestigios genéticos del hombre de Neandertal fueron encontrados en regiones donde los genomas están relacionados con la pigmentación de la piel.
"Nosotros hallamos que los genes de la piel de esta especie hicieron que los europeos y los asiáticos del Este se ajustaran mucho mejor al ambiente", explicó Benjamin Vernot de la Universidad de Washington y co-autor de un estudio aparte publicado en la revista Sciencie.
Los genes relacionados con los filamentos de queratina, una proteína fibrosa que es necesaria para la dureza de la piel, el cabello y las uñas, también se enriquecieron con el ADN de la especie extinta.
 
Esto puede haber ayudado a proporcionar a los recién llegados a la parte alta de Eurasia, un aislamiento más grueso contra el frío, sugiere la investigación.
"Es tentador pensar que los Neandertales estaban ya adaptados a un ambiente no-africano y que eso le dio beneficios genéticos a los hombres modernos", dijo el profesor David Reich, de la Escuela de Medicina de Harvard y co-autor de la investigación en Nature.
 
 

Un legado dificultoso

Pero cómo nos ayudó a salvarnos del frío en nuestras primeras incursiones fuera del trópico, también nos legó una larga lista de enfermedades como la diabetes tipo 2, la depresión, lupus, la cirrosis biliar –un enfermedad autoinmune del hígado- y la enfermedad de Crohn.
En el caso de esta última dolencia, el Neandertal nos heredó el aumento de posibilidades de adquirirla.
Pero surge una pregunta ¿Estos seres primitivos realmente sufrieron estas enfermedades o simplemente nos traspasaron el riesgo de adquirir dolencias a través de nuestro código genético?
"Nosotros no tenemos el suficiente conocimiento sobre la genética del hombre Neandertal para responder a esa pregunta", le dijo a la BBC el doctor Sankararaman.
Sin embargo, para Joshua Akey, de la Universidad de Washington, no es algo imposible de establecer.
"La mezcla de estas dos especies sucedió hace poco en términos evolutivos, así que no se puede esperar que las herencias que nos quedaron se borren de un momento a otro", afirmó.
Y añadió que "lo que estamos viendo es una extensión de un genoma extinto que se está purgando de forma lenta, pero progresiva".
 
 

Selección natural

Sin embargo, en algunas partes de nuestro genoma estaban desprovistas de ADN del hombre Neandertal, lo que sugiere que ciertos genes fueron tan nocivos en la descendencia de este emparejamiento, que durante los últimos años el hombre moderno los ha borrado de forma activa de su genoma a través de la selección natural.
"Encontramos que muchas zonas del ADN del hombre actual cargan con una pequeña muestra o ninguna de este ancestro", explicó Sankararaman.
Y aclaró que "la reducción del ancestro Neandertal fue probablemente a causa de la selección de genes que eran malos y defectuosos para nosotros".
 
Paul Rincón   BBC Ciencia   30/01/2014

Los mercados emergentes prolongan su descenso

 
 
 
Las preocupaciones sobre los mercados emergentes sacudieron de nuevo a los inversionistas, causando declives renovados de las divisas de Turquía y Sudáfrica y presionando a la baja al mercado estadounidense.
 
El Promedio Industrial Dow Jones recientemente bajaba 99,89 puntos o 0,60% a 15.829,66. Los futuros de oro, mientras tanto, subían 1,3% a US$1.266,40.
 
Las caídas fueron avivadas por la preocupación de que los esfuerzos de los bancos centrales de las economías emergentes por apretar sus políticas monetarias no sean suficientes para proteger a sus economías contra un éxodo del dinero de los inversionistas.
 
El banco central de Sudáfrica subió su tasa de interés de referencia el miércoles en 50 puntos base a 5,5%, lo cual desató un pequeño auge en el rand sudafricano que rápidamente perdió impulso. La decisión de Sudáfrica se presenta después de incrementos de tasas en Turquía e India el martes. Turquía fue particularmente agresiva, elevando su tasa de referencia de préstamos a una semana para los bancos de 4,5% a 10%.
 
Aunque las altas tasas de interés supuestamente deben atraer a los inversionistas para que continúen poniendo su dinero en divisas de mercados emergentes, los analistas dijeron que el efecto que las mayores tasas de interés puedan tener en el crecimiento de esos países puede ser demasiado fuerte.
 
"No parece que a los inversionistas les preocupe si las tasas locales suben", dijo Adam Myers, estratega de divisas de Crédit Agricole. "Sólo desean salir de los mercados emergentes".
 
Un dólar recientemente compraba 11,2678 rand, un alza de 2,1% frente a los 11,0201 rand que compraba el martes por la noche. La lira también borró sus ganancias recientes, cotizándose a 2,2675 por dólar. El peso mexicano y el rublo también se debilitaron frente al dólar.
 
La retirada de los mercados emergentes ha beneficiado al yen, el cual es visto como un activo de "refugio" que mantiene su valor durante períodos de turbulencia de mercado. El yen está fortaleciéndose marcadamente contra las principales divisas y las de mercados emergentes, con el dólar cotizándose 0,8% a la baja durante la sesión, a 102,08 yenes.
 
Los bonos del Tesoro, otro refugio, también han ganado fuerza. En las primeras horas de la sesión su rendimiento había subido a 2,711%, frente al 2,710% del cierre del martes. Cuando los precios de los bonos suben, su rendimiento cae.
 
La volatilidad en los mercados emergentes se presenta antes de un anuncio programado de la Reserva Federal en la tarde del miércoles. Se cree que el banco central estadounidense reducirá su programa de compra de bonos en otros US$10.000 millones al mes. La Fed anunció su primer recorte del estímulo en diciembre.
 
 
By   y     P

Las supersticiones más extrañas de las aerolíneas

 
 
 
Los pasajeros le dan una palmada al avión cuando están subiendo, como si se estuvieran asegurando que es sólido. Algunos besan el fuselaje, o incluso hacen el mismo bailecito en la puerta, cada vez que vuelan. Si se asoman en la cabina, podrían ver gorras del piloto colgadas con fotos familiares en su interior, para tener buena suerte.
 
Incluso las aerolíneas tienen ideas definidas sobre lo que trae buena y mala suerte, hasta una lista de números prohibidos para los vuelos: nadie programa nunca un vuelo 13.
 
Viajar está lleno de pequeñas supersticiones, talismanes inciertos y tradiciones proféticas, como dejar de usar los números de vuelo de aviones que se estrellaron. De las 102 aerolíneas monitoreadas por SeatGuru.com, 25 en todo el mundo no tienen fila 13 en sus aviones.
 
Antes de fusionarse con United Airlines, Continental Airlines evitó el número 13 de forma religiosa: no tenía puerta de embarque 13 en los principales aeropuertos donde operaba, ni fila 13 en los aviones.
 
Veteranos de la aerolínea afirman que las supersticiones comenzaron tras el accidente del vuelo 1713 en Denver en 1987. "Luego de eso, muchos de los números 13 se quitaron de Continental Airlines", afirmó un ejecutivo que trabajaba allí en esa época.
 
Los trabajadores de la construcción coronan las torres de control con un cedro ceremonial, una tradición del rubro que trae buena suerte. Las aerolíneas a veces colocan números que se consideran de buena suerte en vuelos con destino a ciudades con casinos, como el vuelo 711 de Southwest Airlines que va de San Antonio a Las Vegas.
 
Las aerolíneas afirman que la tradición indica que deben retirar los números de vuelos de aviones que se estrellaron. Alaska Airlines afirma que además de 13, 666 y 911, nunca usará el número 261 para un vuelo por respecto a las víctimas del vuelo 261 que se estrelló en 2000. US Airways no ha usado el vuelo 1549 desde el accidente de 2009 en el que el piloto Chesley Sullenberger realizó un célebre aterrizaje en el río Hudson de Nueva York, y salvó a todas las personas a bordo.
 
American Airlines y United retiraron los números de los vuelos de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. American y Delta Air Lines registraron accidentes fatales de vuelos 191, por lo que ya no usan ese número.
 
Muchas aerolíneas y aeropuertos insisten en que no tener filas 13 o puertas de embarque 13 no se debe a supersticiones. En cambio, suelen saltear esos números para que las filas y puertas puedan ser reacomodadas sin tener que renumerar todas las puertas o filas, y para brindar números de asientos uniformes en distintos tipos de aviones. United, por ejemplo, siempre comienza la primera fila de salida en la mitad de la cabina de la clase turista en la fila 20. De todos modos, muchos aviones pasan de la fila 12 a la 14.
 
United no tiene le tiene aversión a la fila 13, y la incluye en muchos de sus aviones, indicó un vocero. Agregó que no sabía de dónde provenía la costumbre de Continental de evitar ese número. Cuando su flota se fusionó con Continental, sin embargo, la numeración de las filas se estandarizó, así que la fila 13 se evitó en todos los Boeing 737 y la mayoría de las versiones del 757.
 
La mayoría de los viajeros sabe que volar es estadísticamente más seguro que conducir, pero para muchos pasajeros persiste la intranquilidad cuando máquinas de metal desafían la gravedad. Y se mantienen las supersticiones que datan de los días cuando volar era más peligroso. Las auxiliares de vuelo sugieren que el mayor estrés asociado con viajar ha aumentado los mecanismos de confort, aquellos pequeños hábitos para tranquilizar la mente.
 
Como jefe de auxiliares, Bobby Laurie saluda a los pasajeros en la parte delantera del avión durante el abordaje, y observó una cantidad creciente de supersticiones, desde darle una palmada y besar el avión hasta hacer pasos de baile en el camino. Cuando pregunta, algunos le dicen que familiares lo han hecho y les dijeron que trae buena suerte.
 
Dos pasajeros frecuentes de vuelos entre Los Ángeles y Washington usan la misma camisa cuando vuelan, dijo Laurie. Algunas personas viajan con la misma frazada. Una mujer insistió en abrocharse el cinturón con un mono de peluche en su regazo, para que le traiga buena suerte.
 
Otros tienen hábitos que necesitan repetir en cada vuelo que toman. En su primer vuelo internacional, a París cuando estaba en la universidad, Brian Cohen escuchó el álbum de Elton John de 1975 "Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy", en un walkman prestado.
 
Desde entonces, cada vez que toma un vuelo internacional, escucha la misma canción en el mismo momento del vuelo. Trata de disimular sus auriculares como si fueran parte del sistema de entretenimiento del avión y esconde su reproductor. La canción "Bitter Fingers" está programada para que el segundo coro suene cuando el avión despega. "Someone Saved My Life Tonight" aparece cuando el avión asciende a altitud de crucero.
 
Por supuesto, no todos en la industria de los viajes ceden a las supersticiones. El Hotel Las Vegas, ex Las Vegas Hilton y una enorme estructura con profundas raíces en la meca de los casinos estadounidenses, tiene piso 13. La mayoría de los hoteles de Las Vegas, como muchos hoteles y edificios de oficinas en todo el mundo, evitan lo que se considera un número de mala suerte. Pasan del piso 12 al 14, o incluso usan el 12A.
Además del vuelo 13, muchas aerolíneas evitan el 666, el "número de la bestia" en la Biblia. Pero no es el caso de Finnair, que tiene un vuelo con ese número entre Copenhague y Helsinki.
 
"La superstición del 666 no es muy conocida en Finlandia", dijo en una declaración la aerolínea, que usa el número desde hace años.
 
 
By Por     Jan. 30, 2014 12:02 a.m. ET

jueves, 30 de enero de 2014

Por qué Venezuela y Argentina tienen tantos problemas con el dólar

 
 
 
En los últimos siete meses la presión del dólar sobre el valor de las monedas de América Latina se ha disparado. El fenómeno es regional, pero ha afectado a dos países de manera particular: Argentina y Venezuela.
 
El jueves de la semana pasada el peso argentino (a tasa oficial) cayó más del 11% en un solo día y se convirtió en uno de los disparadores de una crisis de las monedas de los mercados emergentes (países en desarrollo), desde Brasil hasta Turquía, India, Indonesia y Rusia. La depreciación del peso argentino fue de 24,23% en 2013.
 
La misma semana el gobierno de Venezuela introdujo ajustes al sistema de control de cambios que rige desde hace más de una década y anunció un sistema de cotización por bandas que, en la práctica, implica una devaluación del Bolívar Fuerte en casi en un 100%, para muchos productos y servicios.
Otras monedas latinoamericanas también sufrieron en 2013: el real brasileño se depreció 12,96%; el peso de Chile cayó 8,97% y el de Colombia bajó 8,63%; y el sol en Perú perdió 9,21%. Esta tendencia se acentuó este mes de enero. Sin embargo, los casos venezolano y argentino son especiales.
Según el economista mexicano Oscar Ugarteche, autor de "La arquitectura financiera internacional" y coordinador del Observatorio Latinoamericano, la mayor presión sobre Argentina y Venezuela se debe a la inflación.
"La presión sobre las monedas latinoamericanas ahora es global por los cambios que está registrando la política monetaria estadounidense. Pero a este panorama internacional difícil se añade la alta inflación en Argentina y Venezuela. Cuando hay inflación alta los agentes económicos suelen buscar refugio en lo que pueden. En muchos países de la región el refugio tradicional es el dólar", indicó a BBC Mundo.
 

La liebre inflacionaria

La inflación en Venezuela ha superado los 20 puntos porcentuales en los últimos cinco años: en 2011 alcanzó un 29%, en 2012 un 20%, en 2013 un 58%.
En Argentina varía entre el desacreditado índice oficial que registró un aumento de los precios del 10,9% el año pasado y un no menos incierto de distintas consultoras económicas que lo ubicaron en promedio en torno al 28%.
El camino que tiene la mayoría para mantener o mejorar su poder adquisitivo es conseguir aumentos salariales.
A pesar del aumento de la inflación en los últimos siete años, en Argentina el poder adquisitivo de la mayoría se ha mantenido mediante las negociaciones salariales y aumentos financiada por el Estado para los sectores más vulnerables.
Esto no parece haber desbarrancado la economía. Según la CEPAL el crecimiento del PIB fue de un 4,5% el año pasado.
En Venezuela la carrera de ingresos versus precios en el marco del dólar ha tomado además la tangente de un creciente desabastecimiento de productos básicos e importados.
 
"El tema son los agentes económicos de peso. ¿Qué hacen ante la inflación? El dólar no es el único refugio. La leche, productos básicos o cualquier bien del hogar (electrodomésticos, por ejemplo) pueden servir para esa función de guardar el valor. Por eso hay grandes niveles de escasez en Venezuela. Los agentes se pasan del mercado monetario al de bienes. Se compran partidas enteras de objetos transables y se espera a que suba el precio con el objetivo de guardar el valor frente a la inflación. Esto termina distorsionando la economía", señala Ugarteche.
Si en Venezuela esto se traduce en desbastecimiento de productos básicos, en Argentina el fenómeno está vinculado a la liquidez de dólares.
Según estimaciones privadas, los poderosos exportadores de soja tienen cerca de US$4.000 millones de soja sin vender (más de 8 millones de toneladas) porque los productores esperan a que haya un tipo de cambio más favorable.
Estos valores ingresarían al fisco casi US$1.400 millones, algo que aliviaría la actual presión alcista de la moneda estadounidense.
 

Cazar la liebre

La fuga de capitales y la búsqueda de refugio en el dólar es un fenómeno regional. La diferencia es que Argentina y Venezuela intentaron combatirla con medidas de control de divisas.
El 5 de febrero de 2003, el entonces presidente Hugo Chávez planteó la creación de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) para detener la fuga de capitales, evitar la depreciación de la moneda y limitar la disminución de reservas.
Argentina siguió un camino similar a fines de 2011, poco después de la reelección de Cristina Fernández de Kirchner, imponiendo crecientes restricciones a la adquicisión de divisas extranjeras por parte de particulares y empresas.
En ambos casos, el control terminó en un mercado desdoblado, con dólar oficial y mercado negro. En Argentina la diferencia ha sido casi de 100%, mientras que en Venezuela hoy en día el valor de la divisa no oficial es siete veces mayor.
 
"Para ejercer el control se necesita una estructura administrativa e institucional muy grande. Si la moneda está sobrevaluada, la única manera es devaluar para que resulte más beneficioso liquidar los dólares en el país", indicó a BBC Mundo el profesor de Economía Política de la Universidad de Crento, Italia, Giorgio Fodor.
En un primer momento el control puede funcionar.
En Venezuela inicialmente se detuvo la salida de dólares -estimada en ese entonces en US$5.100 millones en 2003-, y la medida se tomó en un momento en que la industria petrolera estaba paralizada por una huelga. Pero para 2011 la salida de capitales superaba los US$20.000 millones.
 

El futuro

Argentina y Venezuela tienen a favor que su deuda externa pública y privada en dólares no es alta. En el caso de Venezuela se le suma que sus ingresos en dólares por petróleo le dan un colchón para ataques especulativos.
"Creo que en eso Venezuela es diferente a Argentina porque tiene muy fuertes ingresos en dólares por el petróleo y tiene acceso a los mercados de capitales", indicó a BBC Mundo Mark Weibrost, codirector del "Center for Economic Policy and Research" de Washington.
 
No es la situación de Argentina que tiene virtualmente cerrada la opción de financiarse en el exterior desde que declaró la cesación de pagos de la dueda externa en 2001.
Ahora, el gobierno de Cristina Fernández adoptó dos medidas que había evitado durante bastante tiempo para contrarestar el vendaval que se desató la semana pasada cuando dejó de intervenir en el mercado de divisas para controlar el dólar.
La nueva autorización -con limitaciones- para adquirir dólares y la decisión del Banco Central de aumentar la tasa de interés para los ahorristas.
Según el ex ministro de hacienda del Brasil, Luis Carlos Bresser-Pereira, el gobierno está en el camino adecuado.
"El problema del gobierno argentino es que intentó combatir la inflación dejando que la moneda se apreciara. Con una moneda sobrevaluada se termina en este tipo de situación", indicó a BBC Mundo.
"Creo que con las medidas del nuevo ministro de Economía el peso está recuperando su valor competitivo. Si se recobra la confianza de las empresas, Argentina recuperará el superávit de cuenta corriente, con lo que saldrá de la crisis. Pero tendrá que resolver el problema de la inflación", agregó.

Marcelo Justo   BBC Mundo    Última actualización: Miércoles, 29 de enero de 2014

La mujer normal ha muerto

 
 
 
Sí. La mujer normal ha muerto. Ha muerto porque en la televisión ha dejado de existir. ¿Qué les pasa a las mujeres que aparecen en ella, que no tienen arrugas, que se ríen abiertamente sin signos de expresión? ¿Por qué tienen los labios y los pechos hinchados... exageradamente? ¿Dónde están las mujeres como yo —como tú? Han muerto. No quieren verlas y las han eliminado de la pantalla, porque... ¿para qué?, ¿para recordarnos que el tiempo pasa y pasa para todos?, ¿para que el público, cómodamente en su salón, opine que los años no pasan por ti, (mujer de la televisión), que cada día estás más joven, que quizá con un poco más de pómulo...?
 
Anna Magniani, antes de que el maquillaje le cubriera todo el rostro, pidió que no le quitaran las arrugas, que le habían costado toda una vida procurárselas. Pero ¿qué presentadora, actriz o modelo está dispuesta a ello? ¿Qué nos ocurre a las mujeres normales para querer pasar por el quirófano, obedeciendo a un supuesto deseo o cánon o perfección o visión masculina? ¿Quién nos ha engañado y nos ha hecho creer que estamos más guapas así, desfiguradas completamente?
 
¿Qué pasa en la televisión, que parece una caricatura de la sociedad? La mujer deformada se pasea por nuestro salón y nosotras, mujeres del otro lado de la pantalla, nos miramos en ellas y vemos que no coincide la silueta, que no hay semejanza alguna. La mujer normal de la televisión ha muerto y la mujer normal de fuera de la televisión se esconde, imita, compara. No hay manera, no hay rastro de la mujer con arrugas o con flaccidez, no hay estrías que brillen bajo el foco de la luz, ni barrigas. No hay sobrepeso —ni siquiera hay gafas. El cuerpo de las mujeres, un documental de apenas veinticinco minutos, desenmascara a esa mujer muerta que se ha quedado dentro de la televisión y que no sale, por más que la echemos no sale de nuestra vida, de nuestras expectativas.
 
¿Hemos perdido la capacidad de esperar de nosotras la normalidad? ¿Nos miramos a través de un supuesto deseo masculino? ¿Por qué la televisión está llena de mujeres cuyo talento se basa en la belleza y la juventud? ¿Cuántas veces tendremos que leer que a tal o cual actriz se le nota demasiado la cirugía o, peor, necesitaría unos retoques?
 
Preguntas y más preguntas que nos hacemos, nos hacemos a este lado de la pantalla, y del otro lado hay un vacío, una laguna: del otro lado hay mujeres que acompañan a hombres en los programas, hay un florero con cuerpo de mujer, o una pata de la mesa; al otro lado una mujer ríe las gracias, da paso a la publicidad, es humillada, es un objeto sexual. No, no es una exageración: veinticinco minutos de documental y todo está ahí, ahí, donde la mujer normal no tiene cabida, todo está ahí: en lo mediocre, en lo soez, en la sexualidad de las presentadoras que no presentan. Las cualidades de las mujeres vivas de la televisión son puramente físicas: son rubias, son guapas, son simpáticas. Y cuando una mujer con talento se cuela entre bastidores, no vale —no vende.
 
No cabemos las mujeres normales en la televisión: estamos demasiado vivas, demasiado arrugadas, demasiado fláccidas. No se cabe en la televisión, es tan pequeña. La mujer normal necesita estar a este lado de la pantalla, porque sin nosotras no saben a quién dirigirse. ¿Cómo? El reclamo que utilizan para el hombre es una trampa, es sólo una manera de llegar hasta nosotras: sí, porque nos miramos con los ojos equivocados —los ojos sin tiempo, los ojos perfectos. Medimos a las mujeres de la televisión, las medimos y tampoco caben ahí dentro, es tan pequeña, somos tan pequeñas: insignificantes, al margen.
 
Veinticinco minutos y lo veréis: la nada que puede llegar a ser la televisión, que no hay manera de entrar y salir de ella sin quedar ileso. La televisión afea, deforma, provoca. La televisión insulta, decora, nos vomita encima. La máscara de la televisión, la tristeza de las mujeres, la altura de la belleza —inalcanzable, tan pequeña es. ¿Qué les pasa a las caras de las mujeres? ¿Qué esconden bajo la máscara?
 
 
 Por: | 29 de enero de 2014
http://blogs.elpais.com/mujeres/2014/01/la-mujer-normal-ha-muerto.html

Fiat deja Italia y se muda a Wall Street

 

El grupo cotizará en Nueva York y traslada su sede social a Holanda y la fiscal a Reino Unido

El regulador bursátil suspende la cotización de la empresa cuando caía más de un 6%


Fiat, la marca italiana por excelencia desde hace 115 años, se llamará a partir de ahora Fiat Chrysler Automobiles (FCA), tendrá la sede legal en Holanda y la fiscal en Reino Unido, cotizará en la Bolsa de Nueva York —aunque mantendrá una cotización secundaria en el mercado electrónico de Milán— y cambiará hasta su tradicional logotipo. El consejero delegado del grupo, Sergio Marchionne, intentó suavizar el impacto de la noticia en Italia asegurando que Fiat —o sea, FCA— mantendrá activo el centro de desarrollo de Turín y todas las plantas de producción en Italia, pero salvo el primer ministro, Enrico Letta, que ha hecho un llamamiento a los italianos para que sigan sintiendo la marca como propia, la sensación general es de disgusto y preocupación. “A este paso”, según Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, “aquí solo quedará de Fiat el esqueleto de las fábricas”.
 
La mudanza total de la compañía se viene planeando desde que, en junio de 2009, Fiat firmara un acuerdo de alianza estratégica con Chrysler y, sobre todo, desde que el pasado 21 de enero se completase la adquisición del 100% del accionariado de la compañía estadounidense. Para Sergio Marchionne, todo son ventajas: “Es un sueño de cooperación industrial a nivel mundial.
 
Con la alianza, nos hemos convertido en un auténtico competidor global en el sector”. La combinación de Fiat y Chrysler dará origen al séptimo mayor fabricante automotriz y, ya en 2014, alcanzará los 93.000 millones en ventas. También el presidente de Fiat, John Elkann, perteneciente a la dinastía de los Agnelli, mostró su satisfacción a través de un comunicado: “El nacimiento de Fiat Chrysler Automobiles marca el comienzo de un nuevo capítulo de nuestra historia. Cada una de las marcas tiene una gran historia en el panorama automovilístico y puntos de fuerza geográficamente diferentes y complementarios”.
 
La empresa, que no desvelará los detalles del nuevo plan hasta el próximo mes de mayo, anunció también este miércoles que cerró el ejercicio de 2013 con un beneficio neto de 1.951 millones de euros, lo que supone una mejora del 118% respecto a las ganancias del año anterior. La pieza clave de estos resultados ha sido, precisamente, la aportación de la estadounidense Chrysler.
 
Sin tener en cuenta al fabricante de Detroit, el resultado anual habría arrojado pérdidas de 441 millones. El pasado ejercicio, Chrysler registró un beneficio de 1.820 millones de dólares, un 9% más que en todo 2012. De ese total, 660 millones corresponden al cuarto trimestre, en este caso un incremento del 75%. El grupo estadounidense facturó 72.140 millones, un 10% más que en el ejercicio precedente.
 
El beneficio anual es aún mayor si se tienen en cuenta los 960 millones en retornos fiscales, con lo que eleva un 60% la ganancia anual respecto a 2012, hasta los 2.760 millones. Sergio Marchionne, su consejero delegado, pone así números a su gran apuesta para hacer del grupo Fiat un actor global. La compañía dispone en este momento de 13.300 millones en efectivo. Otros de los logros de Marchionne, quien dijo estar viviendo el momento más feliz de su carrera, fue el acuerdo alcanzado el 1 de enero con el sindicato del automóvil en EE UU para hacerse con el control total de Chrysler y poder integrar así la compañía en Fiat para que operen como una unidad. La estructura de propiedad unificada, señaló entonces el ejecutivo italiano, permitirá que el fabricante de los Alfa Romeo opere como una compañía global.
 
El objetivo es poder competir con General Motors, Ford Motors, Toyota o Volkswagen. El grupo Chrysler vendió 2,56 millones de coches en todo el mundo, pero su negocio se concentra en EE UU y Canadá, donde mejoró las ventas un 14% gracias a modelos como el Jepp Grand Cherokke o la ranchera Ram de Dodge. Fuera del mercado norteamericano vendió 309.000 unidades.
 
La decisión aprobada por el Consejo de Administración de Fiat, que prevé que cada accionista reciban una acción de FCA de nueva emisión por cada título antiguo y que Exor —el holding de la familia Agnelli— mantenga el control gracias a su 30%, disparó, sin embargo, las alarmas en Italia. El primer ministro, Enrico Letta, se apresuró a calmar los ánimos: “Desde hace mucho tiempo, Fiat ha buscado horizontes a los que no estábamos acostumbrados, por eso hoy es un actor global y antes lo era solo nacional. La cuestión de la sede es absolutamente secundaria: lo que cuentan son los puestos de trabajo, el número de coches vendidos y la globalidad del proyecto”.
 
Pero, al margen de la opinión favorable del presidente del Gobierno, todas las demás son de gran preocupación. Filippo Taddei, el nuevo responsable económico del Partido Democrático (PD), ha condensado en un par de frases la sensación general: “Esta noticia cambia aquello que era Fiat para los italianos. Es una empresa que ya no es italiana. Y eso nos disgusta”. Entre otras cosas porque, durante los últimos años, el Estado italiano —o sea, los contribuyentes— han puesto mucho dinero para que, antes del acuerdo con Chrysler, las plantas siguieran produciendo.


miércoles, 29 de enero de 2014

Identifican parte del cerebro que nos hace humanos

 
Imagen gráfica de las zonas del cerebro comparadas entre humanos y monos.
 
 
 
Está en la parte delantera del cerebro, justo por encima de las cejas.
 
Allí identificaron científicos de la Universidad de Oxford en Reino Unido una región del cerebro humano única, que no aparece en el cerebro de nuestros parientes más cercanos, los monos.
 
Los investigadores de la prestigiosa universidad británica compararon para su estudio tomografías cerebrales de 25 humanos y 25 macacos y observaron un área específica –generalmente relacionada con los procesos de toma de decisiones, la capacidad de hacer varias tareas de forma simultánea y de anticipar estrategias– que no está presente en los cerebros de los monos analizados.
 
"Encontramos un área en el cerebro humano que está bastante adelante, justo por encima de las cejas, que no coincidía con ninguna región del cerebro del mono, que parecía en el cerebro humano bastante distintiva y muy distinta de todas las regiones en el cerebro del mono", explica a BBC Mundo Franz-Xaver Neubert, experto en psicología experimental y autor del estudio publicado en la revista especializada Neuron.
Y precisamente esta zona, según creen los científicos, está involucrada con algunos de los rasgos que nos hacen únicos como humanos.
"Toda clase de funciones se han atribuido a esta región, pero en general creo que la gente tiende a pensar que puede estar involucrada en lo que algunos llaman multitarea (o la capacidad de hacer varias cosas a la vez)", dice Neubert.
También está relacionada con la capacidad de planificar, o de anticiparse a los acontecimientos, algo que nos permite "tener en mente estrategias que no estás usando el momento pero que puedes usar más tarde".
 

"Enormes similitudes"

Sin embargo, otro de los hallazgos de este estudio no se basa en lo que nos diferencia sino en lo que nos une.
"Una de las cosas sorprendentes es que encontramos enormes similitudes en la organización de estas áreas en el cerebro humano –especialmente en las áreas que pensamos que están involucradas en el lenguaje y la flexibilidad cognitiva– y en el de los monos", dice Neubert.
 
En su trabajo, los científicos identificaron y analizaron 12 subregiones de la parte frontal del cerebro y sus patrones de conectividad con otras zonas, que identificaron como huellas.
Luego las buscaron en el cerebro de mono, y así encontraron las similitudes que se ven, marcadas con colores, en la imagen de más arriba. El cerebro del extremo izquierdo es humano, el de abajo es de mono.
De las 12, 11 eran muy similares en las dos especies.
 
"Una cosa interesante es alguna gente puede pensar que el leguaje es una habilidad exclusivamente humana, por lo tanto debe estar apoyada en áreas y conexiones que son exclusivamente humanas", explica el investigador.
"Estos resultados sugieren que ese no es el caso, que quizás las regiones que están involucradas en el lenguaje en humanos hacen algo diferente en los monos, incluso aunque ellos no tienen la habilidad del lenguaje".
Por lo tanto, dice Neubert, aunque se podría pensar que estas zonas del lenguaje y la flexibilidad cognitiva –que es la capacidad de cambiar de forma dinámica entre una tarea y otra– son un desarrollo absolutamente nuevo en los humanos, según estos resultados no lo son.
"Pueden basarse en un aparato más antiguo".
La corteza cerebral prefrontal, que es la zona cerebral analizada en este estudio, está involucrada en los aspectos cognitivos y del lenguaje más complejos, y sólo está presente en humanos y otros primates.
Algunas de sus partes están relacionadas con desórdenes psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la adicción a las drogas y los comportamientos compulsivos.
Por eso, dice Neubert, entender mejor sus conexiones puede ser relevante para encontrar mejores formas de tratarlos.

BBC Mundo, @bbc_ciencia   28/01/2014

Luchar contra la pobreza, también en los países ricos

 

Crece el consenso para que los nuevos objetivos de desarrollo se exijan también a las economías más prósperas

La lucha contra la desigualdad, la coherencia entre políticas y erradicar la corrupción se abren paso en la lista de retos futuros



En algo están de acuerdo Barack Obama y el papa Francisco. La desigualdad es “el mayor desafío de nuestro tiempo”. Lo dijo el presidente de EE UU citando al líder religioso. No se refería a la disparidad en las condiciones de vida entre los países del norte y el sur del mundo; hablaba de la creciente brecha económica y social entre los propios estadounidenses. Una realidad que no es ajena a los ciudadanos europeos, donde se ha disparado la pobreza sobre todo allí donde la política de austeridad se ha aplicado con rigor, como España, Grecia o Reino Unido.
 
Mientras que el mundo aunaba esfuerzos para reducir a la mitad la proporción de personas en situación de pobreza absoluta –aquellos que viven con menos de 1,25 dólares al día– en su mayoría en los países menos desarrollados del planeta, el virus de la necesidad se extendía con otras características y peculiaridades allí donde se creía superado. Y no es el único. A falta de dos años para que expire el plazo establecido para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) acordados en el 2000, ninguno se ha cumplido plenamente, aunque se han conseguido algunos logros importantes. El reto ahora es renovar y reformular aquellos objetivos, estableciendo otras metas para un mundo muy distinto, con la lección aprendida de que la lucha contra el hambre, la preservación del medio ambiente, la educación o la sanidad universales no son solo batallas de los países pobres en las que los donantes son meros proveedores de recursos.
 
No importa de dónde lleguen las voces al otro lado del teléfono, una ONG de África, un experto en  Latinoamérica o una organización multilateral en Nueva York; el mensaje es unánime: la agenda de desarrollo tras 2015 tiene que ser universal. “Que no deje a nadie atrás y que sus objetivos se apliquen a todos los países y no solo a los que están en vías de desarrollo”, señala Amina J.
 
Mohammed, asesora del secretario general de la ONU sobre planificación del desarrollo. Los ODM pusieron en la agenda política internacional problemas que hasta entonces eran la lista de deseos que hacíamos en Navidad. “Pero los países desarrollados no consideraban la agenda como propia. Tampoco los que estaban emergiendo”, reconoce José Antonio Alonso, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Complutense y coordinador del documento en el que el Gobierno español expresa su posición para la nueva agenda.
 
La cuestión no es menor. Elaborar una agenda global y particular para cada región del mundo requiere, según algunos expertos, reformular el concepto vertebrador de los ODM, el de pobreza, para que contemple también la que se sufre en las economías avanzadas y de renta media.
 
Asimismo, hay quienes ven la oportunidad para introducir nuevas metas como la lucha contra la desigualdad o la llamada "coherencia de políticas", que consiste básicamente en que la política comercial no anule los efectos de la ayuda al desarrollo o las políticas de crecimiento no ignoren los efectos sobre el medio ambiente. Unos nuevos objetivos que incidirían de manera muy especial en los países avanzados. Unas propuestas que también tienen sus detractores.
 
Los países de Naciones Unidas tienen que evaluar además cómo incorporar los compromisos esbozados en la cumbre Río+20 sobre desarrollo sostenible económico, social y medioambiental. Todo ello, aderezado con la petición de algunos grupos de la sociedad civil de que la nueva agenda sea de obligado cumplimiento,  lo que significaría establecer sanciones si no se logran los objetivos fijados, o simplemente voluntaria. Sobre todos estos puntos hay miles de voces –gobiernos, empresas privadas, ONG, ciudadanos– que debaten en una conversación global impulsada por la ONU de la que, en dos años, tiene que salir la hoja de ruta para definir qué mundo queremos, una lista (concisa) de objetivos para todos, los mecanismos para medirlos y controlar su cumplimiento, así como los medios y los plazos para conseguirlos. “Más de lo mismo no va a ser suficiente”, advierte  Mohammed.
 
“Considerar que la pobreza es vivir con menos de 1,25 dólares al día es absurdo, porque ubica el problema solo en países en desarrollo, pero no en Europa, Rusia o Estados Unidos, donde también existe. No puede ser que la ONU ignore esta realidad. Hay que hacer una definición relativa de la pobreza”, advierte Roberto Bissio, director del Instituto Tercer Mundo, organización con sede en Uruguay. El concepto, coinciden los especialistas en la materia, se ha quedado obsoleto. La propuesta mayoritaria es establecer metas nacionales de reducción de la pobreza en relación al contexto económico del país en particular. Sin dejar de intentar que los mil millones de personas en el mundo que viven todavía en pobreza extrema, que no tienen ni un dólar diario para cubrir sus necesidades básicas, puedan salir de esa situación.
 
El informe redactado por el equipo de 27 expertos mundiales convocados por el secretario general de la ONU para elaborar una propuesta preliminar de objetivos recoge este mismo análisis. El grupo, entre los que están el primer ministro británico, David Cameron, la presidenta de la agencia cubana para el medio ambiente, Gisela Alonso, o Rania de Jordania, pone como primer objetivo de los 12 que propone “erradicar la pobreza”. Pero no solo llevando “a cero el número de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día”, sino que también define como meta “reducir en un x% la proporción de personas que viven por debajo del umbral nacional de pobreza de 2015 correspondiente a su país”.
 
Así redactado, los gobiernos de las economías avanzadas tendrían que articular medidas para la reducción de la pobreza interna y dar explicaciones en caso de no conseguirlo. Por ejemplo, el Gobierno español tendría que dar cuenta ante la comunidad internacional de por qué un 6,4% de la población vivía en situación de pobreza grave en 2013, una tasa que casi duplicaba la de 2007, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
 
Respecto a la reducción de la desigualdad, el gran reto de nuestro tiempo que preocupa a Obama, el debate se presenta arduo. José Antonio Alonso apunta que mientras que hay un cierto acuerdo sobre combatir las desigualdades horizontales (entre colectivos), no existe igual coincidencia en incluir como objetivo expreso la lucha contra la desigualdad vertical (entre personas). “Hay sectores conservadores que consideran que la desigualdad es fruto del esfuerzo de cada uno”, señala.
 
La propuesta que goza de mayor consenso pasa por introducir metas específicas para mejorar la situación socio económica de los sectores más pobres de las sociedades. “No que los ricos lo sean menos, sino igualar por lo bajo, levantar el piso. Por ejemplo, mejorando la calidad de vida del 40% de los grupos más bajos de la población”, detalla Madgy Martínez-Solimán, director de políticas de desarrollo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
 
Universalizar y actualizar la agenda a la nueva realidad del siglo XXI no solo toca el corazón de los ODM en cuanto a la lucha contra la pobreza. El resto de objetivos también tendrán que sufrir una transformación. Basta un ejemplo. En el 2000, las Naciones Unidas acordaron lograr la enseñanza primaria universal. Todo apunta a que a partir de 2015 se trabajará por “proporcionar educación de calidad y aprendizaje permanente”. Ese es el Objetivo 3 “ilustrativo” que propone el grupo de alto nivel sobre la agenda de desarrollo post 2015. En este sentido, Roberto Bissio, director del Instituto Tercer Mundo, subraya que los criterios de alfabetización no son insuficientes para medir el avance educativo. En su opinión, si solo se tienen en cuenta estas estadísticas, medio mundo no tendría deberes. “Lo que cuenta son los números de PISA sobre empeño educativo. El objetivo tiene que ser una educación decente con un nivel adecuado”, abunda.
 
Si hay un objetivo que va a sufrir una transformación profunda, ese es el de sostenibilidad. “Este es el punto en el que más ha cambiado el mundo desde el año 2000”, apunta Alonso. “Ahora somos mucho más conscientes de deterioro medioambiental. Pero no sabemos cómo tratarlo. Creo que se acordará algo, pero todavía no está claro el qué”, añade. Frente a la solución actual de un objetivo dedicado a este capítulo –”garantizar un medio ambiente sostenible”– el panel de los 27 amplía y desglosa el concepto. “El desarrollo sostenible es el que resuelve las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas”, resume Mohammed. Así, no se trataría solo de “gestionar los recursos naturales de manera sostenible”, según versa uno de los objetivos del grupo de alto nivel de la ONU post 2015, sino también de que  cualquier logro sea sostenible en el tiempo desde el punto de vista económico, social y medioambiental. El documento preliminar de los expertos llamados por el secretario general Ban Ki-Moon incluye “garantizar energías sostenibles”, “crear empleos y medios de subsistencia sostenibles” e incuso “garantizar sociedades estables y pacíficas”.
 
“Estas son metas para los ricos, que consumen el 80% de los recursos. Tienen que cambiar sus patrones de consumo para tener un desarrollo sostenible”, advierte Bissio. “Hay países que han tenido un mal desarrollo, por ejemplo Alemania, que consume más carbón y tiene más pobreza”, asegura. Alonso cree que habrá que llegar a “un punto intermedio porque ni los países desarrollados ni los que están en desarrollo, están donde deberían”.
 
El mundo es, sin duda, muy distinto al que intentaban mejorar los padres de los ODM. “Han surgido nuevos retos y algunos de los ya existentes se han exacerbado desde el año 2000”, recuerda Amina J. Mohammed. No solo las desigualdades se han profundizado. “La degradación ambiental se ha incrementado. La gente en todo el mundo demanda gobiernos más responsables y más derechos a todos los niveles. Los desafíos de la migración han crecido y la gente joven en muchos países enfrenta un panorama desolador en materia de empleo decente y oportunidades”, enumera la asesora del secretario general de ONU sobre planificación del desarrollo.
 
Solucionar todos estos problemas necesita algo más que nuevos objetivos. Exige compromiso para que lo acordado no se convierta en una declaración de intenciones. En opinión de Bissio, "algunos de los objetivos de la agenda deberían ser vinculantes. Pero hay una enorme resistencia de los países que tendrían que ceder. Ellos [los ricos] dicen que tienen que ser aspiraciones”. Pablo Martínez Osés, coordinador de la plataforma española 2015ymás coincide en su análisis. “La agenda 2015 tiene que penalizar si se incumple alguna parte del acuerdo”, asegura. “A los países ricos, a los donantes”, matiza. En su opinión quienes no quieren un verdadero compromiso con este acuerdo internacional son los que apelan a que las sanciones serían una injerencia en la soberanía nacional. “No comprendo a los que se comprometen a algo y luego se resisten a que haya mecanismos de control y penalización por incumplimiento”, señala.
 
José Antonio Alonso se muestra convencido de que “nadie va a aceptar una agenda obligatoria”. Ni siquiera cree que en el seno de las Naciones Unidas sea una cuestión en discusión porque el organismo, por su naturaleza, no puede imponer sanciones. “Lo que sí está en debate es que se construya de manera participada y que se establezcan mecanismos más claros de rendición de cuentas antes las sociedades”, explica.
 
Martínez Osés, sin embargo, tiene algunas ideas en mente para poder establecer sanciones. “Por ejemplo, no poder participar en los turnos rotatorios del Consejo de Seguridad si no se cumplen sus objetivos”. Y va más allá. “También tendría que haber sanciones para las empresas que no cumplan con esos nuevos objetivos del milenio”. Pero el sector privado, que participa en las conversaciones para definir esa agenda post 2015, va a suponer una gran resistencia en este punto, apunta.
 
También brotan discrepancias sobre la petición, que se abre paso sobre todo desde los países menos desarrollados, de coherencia de políticas. Esto es, que las reglas (nacionales e internacionales) no sean contrarias a la consecución de los objetivos que se fijen. Aunque en la superficie hay consenso en que debe existir esa coherencia, en el fondo y más aún en la práctica, el acuerdo se vislumbra complicado.
Bissio se muestra tajante: “La agenda post 2015 tiene que incluir un cambio de las reglas de juego, de las políticas internacionales para que los países puedan cumplir con los objetivos”. Y pone un ejemplo. “India dice que se quiere reducir la pobreza a cero. Más de la mitad del problema está allí y la mayoría son mujeres o población rural. Por eso, lanza dos programas para hacer stocks de alimentos y repartir otros entre los necesitados. Unas iniciativas que la Organización Mundial del Comercio, la UE y EE UU han dicho que no se pueden hacer. Esto es un contrasentido, le dicen que es ilegal ayudar a los pobres porque contraviene los tratados del comercio internacional”.
 
El experto tiene en su memoria y expresa con indignación más ejemplos: “En Sudáfrica, donde hay una importante desigualdad social, el Gobierno hace un plan para promover una clase empresarial africana con ayudas o subsidios para personas de origen africano que monten un negocio. Entonces, las empresas transnacionales dicen que es una violación de los tratados de comercio, que es una medida discriminatoria”.
 
 
La agenda 2015 debe penalizar a los países ricos que la incumplan”, dice un experto
 
En este sentido, Martínez Osés sugiere tres políticas cuyo cambio, en busca de mayor coherencia, debería entrar en la nueva agenda. Las de comercio, para que estén “más dirigidas a reducir la pobreza y no a la acumulación de riqueza”. “Además, que preserve el trabajo decente y ponga unos mínimos de derechos laborales”, añade. En cuanto a las políticas macroeconómicas –”hay más resistencia a cambiar a las reglas”, advierte– Martínez Osés sostiene que los países ricos deberían comprometerse a destinar una parte de su presupuesto al desarrollo, interno y externo. “Este es uno de los puntos que se considera que interfiere con la soberanía nacional porque condiciona los presupuestos nacionales”, anota. Un tercer punto incide en la lucha contra la evasión fiscal. “De esto no había nada en los ODM, pero hay mucho dinero que se mueve sin que pase por ninguna hacienda pública”, alerta.
 
Los expertos y los Gobiernos no son los únicos que tienen voz en esta especie de debate global sobre los objetivos que sustituirán a los actuales tras 2015. Los ciudadanos también han sido consultados en la encuesta MyWorld (Mi mundo) sobre sus preferencias y peticiones, a la que ya han contestado más de dos millones de personas, según datos de la ONU. “La opinión de la gente es distinta de lo que se debate entre gobiernos y expertos”, apunta Martínez-Solimán. “Encontramos que la protección del medio ambiente o la subagenda de gobernabilidad está muy arriba entre los requerimientos de los encuestados”, puntualiza. “Piden gobiernos que respondan, que sean honestos; instituciones y políticos honrados”. ¿Habrá una respuesta firme a estas peticiones ciudadanas? Martínez-Solimán cree que sí. “No se puede sacar una agenda en 2015 que deje fuera aspectos tan importantes para la gente. El buen gobierno se ha colado en el debate global”, considera.
 
El documento del panel de alto nivel recoge un objetivo en este sentido, que contiene cinco metas genéricas entre las que se encuentran garantizar la libertad de expresión, el derecho a la información y acceso a datos gubernamentales, así como reducir el soborno y la corrupción. La vaguedad de la formulación podría dificultar, no obstante, la medición y control de estos retos.
 
Pero todavía quedan dos años de conversaciones entre gobiernos, ciudadanos, empresas, organizaciones... Los debates de hoy todavía tienen mucho recorrido hasta que acaben en una lista final de objetivos. Y esta vez, a diferencia de lo que ocurrió con los Objetivos del Milenio, que nacieron en el seno de la burocracia de Naciones Unidas, muchas voces tienen que ponerse de acuerdo. “Veremos que potencias emergentes como Brasil, India o China tendrán un papel decisivo en lo que se acuerde. Ya no quieren ser dirigidas por los países ricos”, señala Danny Srikandarajah, secretario general de la Alianza Mundial para la Participación Ciudadana, Civicus, una red de organizaciones a nivel local, nacional e internacional, con sede en Sudáfrica.
 
Lysa John, responsable de divulgación de la secretaría del panel de expertos de la ONU para la Agenda post 2015, cree que “la aparición de países de renta media como una fuerza en las negociaciones globales hará que el acuerdo entre posiciones y puntos de vista diferentes sea más complejo que el esquema tradicional de donantes y receptores de ayuda, sobre el que se estructuraron los ODM”. “Globalmente, podemos estar de acuerdo en una visión común del mundo que queremos, pero se necesita un liderazgo nacional (y regional) de los gobiernos”, añade. En definitiva, ese futuro ideal compartido no será posible sin una apuesta política y social decidida por conseguirlo. Y no sin sacrificios de todos para el beneficio de todos. La pregunta que se hacen muchos de los que participan en este debate es: ¿Estamos dispuestos y preparados?


Islandia camina hacia el 2% de paro tras dejar caer a sus bancos

 

El primer ministro considera demasiado alto el 4% desempleo actual

El país pone un impuesto a los bancos para ayudar a quienes tienen riesgo de desahucio

 
 
Islandia dejó caer a sus bancos en 2008 porque resultaron ser demasiado grandes para rescatarlos. Ahora, la isla está descubriendo que la gestión de la crisis de hace media década han puesto al país en una trayectoria que ha convertido en realista el objetivo de lograr una tasa de paro del 2%.
Mientras que la zona euro se enfrenta con récords de desempleo, que supera el 25% en Grecia y España, solo el 4% de la fuerza laboral de Islandia está sin trabajo. El primer ministro Sigmundur D. Gunnlaugsson dice que incluso eso es demasiado alto.
 
"Los políticos siempre tienen algo de qué preocuparse", dijo el dirigente, de 38 años de edad, en una entrevista la semana pasada. "Nos gustaría ver el desempleo pasar de donde es ahora, en torno al 4%, a menos del 2%, lo que puede sonar extraño para la mayoría de los países occidentales, pero los islandeses no estamos acostumbrados al desempleo".
 
La repentina crisis económica de la isla de septiembre de 2008 llegó a los titulares internacionales como una burbuja bancaria alimentada por la deuda que estalló en cuestión de semanas cuando los mercados de financiación se congelaron. Las autoridades que gestionan una economía con un PIB de unos 10.000 millones de euros se negaron a respaldar a los bancos, que incumplieron pagos por unos 60.000 millones. La decisión del Gobierno de proteger las finanzas del Estado le dejó con los medios necesarios para continuar con los programas de apoyo social que protegieron a los islandeses de la penuria durante la peor crisis financiera en seis décadas.
 

Reconstruir el Estado de bienestar

 
Sobre las reclamaciones de los acreedores contra los bancos, Gunnlaugsson dice: “Esto no es la deuda pública y nunca lo será”. Asegura que su principal objetivo durante su mandato es "reconstruir el estado de bienestar de Islandia".
 
Aunque los acreedores bancarios, muchos de ellos fondos de alto riesgo, todavía están tratando de recuperar su dinero, el planteamiento de Islandia ha logrado elogios del Fondo Monetario Internacional y de numerosos economistas, entre ellos el premio Nobel Paul Krugman.
 
Los sucesivos gobiernos han obligado a los bancos islandeses a cancelar deudas hipotecarias para ayudar a los hogares. En febrero de 2010, 16 meses después de la caída de Kaupthing Bank, Glitnir Bank y Landsbanki Islands, el desempleo alcanzó el 9,3%. La tasa fue de 4,2% en diciembre, según las estadísticas de Islandia. En la zona del euro, el desempleo se situó en un récord de 12,1% en noviembre, según Eurostat. "A pesar de que la situación es mucho mejor que en muchos otros países, más de 4% de desempleo es algo que no queremos", dijo Gunnlaugsson, cuyo Gobierno fue elegido en abril.
 
El presupuesto del Gobierno de 2014 destina un 43% de su gasto al Ministerio de Bienestar, un nivel casi sin cambios desde antes de la crisis. Según Stefan Olafsson, un profesor de sociología en la Universidad de Islandia, el foco de la nación en materia de bienestar ha sido clave en la recuperación del crecimiento.
 
La economía crecerá 2,7% este año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Eso es mejor que la media de la zona de la OCDE en su conjunto, que crecerá un 2,3%, según las estimaciones del grupo con sede en París.
 

Duro esfuerzo

 
Sin embargo, los esfuerzos de Islandia para resucitar su economía han estado lejos de ser suaves, dijo Olafsson. La inflación, que alcanzó el 19% en enero de 2009, ha perjudicado a Islandia más que la mayoría de los otros países, porque la mayoría de las hipotecas están vinculadas al índice de precios al consumidor. Las familias ven la carga de su deuda crecer cuando los precios suben. La inflación fue del 4,2% en diciembre.
 
"A pesar de que estamos gastando más en materia de bienestar hoy que antes, tenemos que tener en cuenta que el poder adquisitivo ha bajado desde 2008", dijo Olafsson en una entrevista. "Además de aumentar el gasto en los sistemas de atención de la salud y la educación, el Gobierno debe poner énfasis en que aumente el poder adquisitivo de la gente. Esa es la principal tarea".
 
La mayor parte de la inflación de Islandia ha llegado a través del tipo de cambio, que ha sido protegido por los controles de capital tras hundirse frente al euro a finales de 2008. Gunnlaugsson dice cualquier esfuerzo para suavizar las restricciones monetarias existentes sólo se llevará a cabo cuando haya garantías de estabilidad de la corona. "Se trata de un problema que se puede resolver y se puede resolver muy rápido", dijo Gunnlaugsson.
 
La corona se ha apreciado alrededor de un 10% frente al euro en los últimos 12 meses. Sin embargo, el cambio de 157 coronas por euro está lejos del promedio de 88 en el año 2007, el año antes del colapso financiero de la isla.
 

Plan para las hipotecas

Para apoyar a los hogares, Gunnlaugsson dio a conocer en noviembre un plan para destinar un 7% del producto interno bruto al alivio de la deuda hipotecaria y ayudar a quienes sufren riesgo de desahucio. El Gobierno tiene la intención de financiar el plan, que la OCDE ha criticado por ser demasiado contundente, en parte por el aumento de los impuestos a los bancos.
 
La línea dura de Islandia contra los bancos y sus acreedores ha provocado advertencias sobre que puede tener dificultades para encontrar una base de inversores, una vez que se levanten los controles de capital. Eso no ha impedido que el gobierno emita bonos en dólares desde 2008.
 
El compromiso con el bienestar de Gunnlaugsson se produce mientras otros Gobiernos nórdicos, como Dinamarca o Suecia, revalúan los programas financiados por el Estado. Según Gunnlaugsson, el apoyo del gobierno y el crecimiento económico van de la mano.
 
"En primer lugar, por supuesto, queremos ver estabilidad", dijo Gunnlaugsson. "El aumento de la estabilidad política significará más inversión, más empleo, más creación de riqueza, de modo que podamos mantener el Estado de bienestar de Islandia”.


martes, 28 de enero de 2014

El último lugar en la Tierra sin ruido humano

 
 
 
Un tipo especial de ruido ataca a los pasajeros que esperan el metro de Nueva York. Allá abajo, el nivel de sonido regularmente excede los 100 decibeles, suficiente para perjudicar la audición de una persona con el tiempo.
 
Fue en una de esas plataformas que George Foy, un periodista y profesor de escritura creativa de la Universidad de Nueva York, se exasperó de repente, cuando cuatro trenes llegaron al tiempo.
 
"Me volví momentáneamente loco", recuerda.
Se acurrucó y se metió los dedos en los oídos, desesperadamente tratando de bloquear la cacofonía.
"Me empecé a preguntar por qué me aguantaba eso", le dice a la BBC.
Fue entonces que se disparó su obsesión por encontrar el lugar más silencioso de la Tierra.
"Pensé, 'si esto es la locura del ruido, ¿qué es lo opuesto? ¿Cómo es el silencio absoluto? ¿Existe?'".
La pesquisa de Foy, consignada en su libro "Zero Decibels", se suma a la de muchos otros, que van desde profesionales de la salud a ecologistas y aficionados, quienes trataron de encontrar las esquinas más silentes del mundo.
Foy encontró su espacio silencioso por excelencia, pero no resultó ser el refugio pacífico que anticipó; de hecho, descubrió que hay un sonido humano del que ninguno de nosotros podrá escapar jamás.
 

Agua y aire

 
Siéntese en un lugar tranquilo por un momento y escuche. ¿Qué puede oír? Incluso en lo que parece silencio, pronto notará el ronroneo de la computadora, el tic tac de un reloj, el brr eléctrico de la nevera o el lejano rumor de un auto al pasar.
La bulla humana siempre nos acompaña, de una manera u otra.
Así que si uno quiere escaparse de ese ruido de fondo, ¿dónde empezar?
Enterrarse bajo tierra podría ser una opción pero asumamos que uno querría estar un lugar razonablemente acogedor.
Así mismo, la vida bajo el agua estaría llena de dificultades y, en todo caso, uno no puede escaparse de sonidos hechos por el hombre, como los reguladores de oxígeno o los motores submarinos necesarios para mantenerse vivo.
Eso sin mencionar el rumor sordo de los barcos, las excavaciones y explosiones que permean los océanos del mundo.
En el agua, el sonido viaja más de cuatro veces más rápido que en el aire y más lejos.
 

La lista del silencio

En tierra, tachar lugares de la lista de los posibles es fácil.
Imágenes satelitales sirven para excluir todas las áreas con luz artificial.
Google Earth además revela áreas donde hay tala de árboles, minería, agricultura, carreteras y rutas náuticas, todas, presuntamente, ruidosas.
Siguiendo esa lógica, Antártica inmediatamente se presenta como un candidato que promete. Tiene, sin duda, esquinas silenciosas, pero las estaciones complican las cosas.
En invierno, uno no querría salir de paseo. En verano, los aviones de investigación y los botes de turismo son prevalentes. Además, los científicos residentes surten de electricidad a sus campamentos con generadores de diésel, cuyo retumbar se escucha por 30 kilómetros a la redonda.
Otras aparentemente remotas regiones de la Tierra tampoco son mejores. Los aviones son los primeros culpables.
 
El rumor de los aviones más grandes puede llegar a viajar por 160 kilómetros. No hay una altitud a la que un jet comercial pueda volar en la que deje de ser audible desde el suelo y el sonido de un avión puede oírse, en promedio, durante entre tres y ocho minutos al pasar.
Aunque no hay vuelos comerciales que atraviesen Antártica, si cruzan otras zonas silvestres como el norte de Canadá, Siberia y el Sahara.
El Polo Norte también está descartado, pues hay aviones que lo atraviesan regularmente en rutas entre el norte de América y Europa.
Incluso en la profundidad de la selva amazónica, a 1.900 kilómetros de la ciudad más cercana, Gordon Hempton, un ecologista acústico y fundador de la organización sin ánimo de lucro One Square Inch, grabó los sonidos de uno o dos aviones por hora.
"Aunque uno esté lejos del camino, no está lejos de los caminos en el cielo", le dice a la BBC.
Desafortunadamente, según Hempton no hay absolutamente ningún lugar en la Tierra que esté libre de sonidos humanos todo el tiempo.
Y Hempton no es el único. "No hay lugares en el mundo en los que yo haya estado que no estén afectados por el sonido humano", concuerda Bernie Krause, experto en bioacústica y uno de los fundadores del campo de ecología del paisaje sonoro.
"En toda la Tierra, no pasa un día sin que uno no oiga algo".
 

Discretos ganadores

Dada la falta de sitios verdaderamente silenciosos en la naturaleza, identificar el más callado de la Tierra depende de cuán estricto sea uno respecto a cuánto tiempo debe durar el silencio.
Hace varios años, una campaña para proteger a la Inglaterra rural declaró a un pedazo Northumberland como el lugar más tranquilo del país.
Una de las razones por las cuales este refugio idílico es tan tranquilo, sin embargo, es que está localizado al lado de un área de entrenamiento militar. Lejos de todas las carreteras y accesible sólo a píe o con bicicleta, esa esquina del país es ciertamente silenciosa, excepto cuando los tanques recorren la base o los soldados están practicando en el campo de tiro.
"Si uno va un día de entrenamiento, es todo menos tranquilo", dice Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica de la Universidad de Salford, Inglaterra.
 
Durante los últimos 30 años, la misión de Hempton ha sido descubrir lo que él llama "los últimos grandes lugares silenciosos", sitios que gozan de intervalos libres de ruido humano de 15 minutos o más. Sólo toma en cuenta áreas de unos 3.100 kilómetros cuadrados o más, suficiente para crear un amortiguador de sonido alrededor de un punto central de silencio absoluto.
A lo largo de los años, su lista se ha encogido a medida que regresa a sitios previamente tranquilos y encuentra que han sido contaminados con ruido.
En todo caso, asegura que hay 12 de esos lugares en Estados Unidos y más en todo el mundo.
Un lugar en la selva Hoh, en Washington, otro en el Parque Nacional Grasslands en Canadá, así como el Parque Nacional de Haleakala en Hawái. Algunos, no los revela.
Aunque su búsqueda se enfoca en EE.UU., ha investigado fuera de esas fronteras. La mayoría de las partes desarrolladas de Europa y Asia fueron descartadas pero identificó un lugar callado en la profundidad de la selva ecuatoriana y en otros lugares de Suramérica.
 

Silencio, hecho por el hombre

Para quienes buscan un alivio absoluto para el ruido humano por un período indefinido, lo mejor son los cuartos específicamente construidos para ese propósito, llamados cámaras anecoicas. Son a prueba de sonidos y absorben ondas de sonido.
Esa fue la conclusión a la que llagó Foy, al menos, tras visitar una cámara de esas en los laboratorios Orfield de Minnesota. El sonido promedio ronda los -9 decibeles, así cualquier sonido que exista estaría por debajo de lo que el oído humano puede detectar.
"Se supone que es el lugar más silencioso de la Tierra", dice Foy.
Mientras que otros tienden a sentirse incómodos en el desconcertante silencio, a Foy le deleitó poder desconectarse de todo.
Pero unos minutos después de estar en la cámara, notó que el silencio se había roto.
Su propio cuerpo -su respiración, pulso, incluso el sonido que su cuero cabelludo al rozar su cráneo cuando fruncía las cejas- estaba arruinando su oportunidad de lograr la nada auditiva.
"La única vez en la que uno puede escuchar el silencio absoluto es cuando no lo puede oír, porque está muerto", descubrió.
Los lugares más silenciosos del mundo, entonces, son los que hemos construido, pero mientras estemos vivos nunca nos escaparemos del ruido que hace nuestro cuerpo.
Por otro lado, dado cuán incómodos se sienten muchos cuando experimentan el silencio absoluto, quizás lo que nuestras almas anhelan son las melodías de la naturaleza. Y todavía es posible encontrar bosques, playas o montañas en los que uno se puede relajar por 15 minutos o más completamente libre de la bulla de la existencia humana.
Pero si usted encuentra uno de esos serenos espacios, quizás es mejor que se quede callado.

Rachel Nuwer  BBC Future   Última actualización: Domingo, 26 de enero de 2014