miércoles, 22 de enero de 2014

Pérdidas de Deutsche Bank son un mal presagio

 
 
 
El golpe en sus finanzas se replicaría en otros bancos europeos, de cara a un mayor escrutinio
 

La sorpresiva pérdida de 1.000 millones de euros (US$1.350 millones) de Deutsche Bank AG en el cuatro trimestre sugiere que ha comenzado una nueva fase de limpieza bancaria en Europa, lo que presagia probables golpes financieros en otros bancos del continente.
 
Los reguladores europeos, que tratan que superar de una vez por todas la crisis bancaria, están realizando una ronda de evaluaciones profundas de los libros de los bancos, que concluiría este año. El objetivo es identificar posibles pérdidas y obligar a los bancos a reservar más dinero para cubrir futuros préstamos tóxicos y, de ser necesario, a levantar más capital.
 
La pérdida de Deutsche Bank pareció reflejar en parte el intento del banco de anticiparse al mayor escrutinio de los reguladores, según analistas. El banco alemán anunció sus resultados trimestrales el domingo, más de una semana antes de lo planeado. Un artículo de The Wall Street Journal publicado el viernes daba cuenta sobre su deslucido desempeño financiero. El lunes, la acción del banco cayó 5,4% en Fráncfort.
 
La pérdida, comparada con las expectativas de los analistas de una ganancia de casi 700 millones de euros, representa un nuevo golpe para la gerencia de Deutsche Bank, encabezada por los copresidentes ejecutivos Anshu Jain y Jürgen Fitschen.
 
Se trata de la tercera vez en los últimos cinco trimestres en que sus resultados no han alcanzado las previsiones del mercado. Asimismo, Deutsche Bank, uno de los mayores bancos de Europa bajo cualquier criterio, enfrenta cada vez más investigaciones gubernamentales acerca de su conducta y la de sus empleados.
 
Una gran parte de la pérdida de Deutsche Bank se debió a que el banco reservó 689 millones de euros para absorber futuras pérdidas en su cartera de préstamos. Se trata de la mayor suma en al menos dos años y un aumento de 59% frente a un año antes. Otro factor que provocó el rojo de Deutsche en el trimestre fue una marcada desaceleración de los ingresos por corretajes de bonos y divisas. La misma tendencia afectó a firmas de Wall Street como Citigroup Inc. y Goldman Sachs Group Inc.
 
El director financiero del banco, Stefan Krause, afirmó que el incremento de las provisiones fue producto de un examen de rutina sobre las reservas del banco y que se debió en parte a unos cuantos préstamos específicos en España y Alemania.
 
Además, Deutsche Bank decidió reservar más dinero para cubrir previstos costos judiciales y por investigaciones de gobiernos, entre ellas una pesquisa en curso sobre la presunta manipulación de tasas interbancarias como la Libor.
 
Otros bancos europeos empezarán a divulgar sus resultados trimestrales la próxima semana. La pérdida de Deutsche Bank "probablemente sea un presagio de lo que podríamos ver de otros bancos en esta temporada de resultados", señala Kinner Lakhani, analista de Citigroup. "Creo que se verá en otras partes".
 
Más de 100 bancos europeos estarán sujetos a la evaluación del Banco Central Europeo sobre la calidad de sus activos, así como a una "prueba de resistencia" de sus balances para ver cómo capearían una tormenta económica y financiera. Se trata del intento más reciente de los reguladores del continente de disipar los temores del mercado sobre la salud de sus bancos, después de que varias rondas previas de pruebas fueron ridiculizadas como poco rigurosas. Estas dudas han prolongado los problemas financieros en Europa, especialmente en comparación con los bancos de EE.UU., donde medidas firmes por parte de los reguladores y los ejecutivos del sector pusieron fin a la crisis de 2008 de forma relativamente rápida.
 
Un número de bancos europeos parece estar actuando de manera preventiva. Por ejemplo, Raiffeisen Bank International AG, de Austria, indicó este mes que planeaba levantar al menos 2.000 millones de euros en capital a través de una venta de acciones, tras haber rebajado el valor contable de activos el año pasado.
 
En el Reino Unido, Royal Bank of Scotland Group PLC advirtió que registrará hasta 4.500 millones de libras esterlinas (US$7.390 millones) en cargos contables por créditos morosos cuando anuncie sus resultados trimestrales este mes. Su presidente ejecutivo, Ross McEwan, dijo hace poco que las rebajas permitirán al banco controlado por el gobierno deshacerse de activos no deseados de forma más rápida.
 
Los reguladores del BCE han señalado los créditos para bienes raíces comerciales, muchos de los cuales perdieron valor como consecuencia del declive de los mercados inmobiliarios y las moribundas economías, como un foco de atención en sus próximas evaluaciones de los balances de los bancos.
 
"En el examen de la calidad de activos, ningún banco querrá ser acusado de que los riesgos en sus libros son demasiado altos", dice Dirk Becker, analista de Kepler Cheuvreux. "Los bancos harán rebajas contables demasiado grandes antes que insuficientes".
 
En diciembre, Deutsche Bank tuvo que pagar 725 millones de euros para resolver acusaciones de la Unión Europea de que coludió para fijar la Libor y otras tasas de interés de referencia. El banco sigue siendo investigado en EE.UU. y el Reino Unido.
 
Asimismo, una creciente pesquisa sobre posibles manipulaciones de los mercados cambiarios también tiene como blanco a Deutsche Bank, que tiene la mayor participación mundial en el corretaje de divisas. A fines del año pasado, el banco suspendió a varios corredores, incluso uno que transaba con pesos argentinos.
 
 

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