Jennifer López se cambia de vestido hasta en cuatro ocasiones para una ceremonia importante. --- Image by ? Katy Winn/Corbis Published Credit: Corbis Corbis
Este domingo, tan pronto termine la ceremonia de entrega de los premios Oscar, los ganadores reciban sus estatuillas y los trajes y joyas brillantes sean fotografiados, el mundo de la moda tendrá una segunda oportunidad para promover sus marcas: las fiestas de celebración.
Bajo la intensa atención propia de la alfombra roja, con trasmisiones de televisión en vivo y la explosión de los medios sociales, la moda de las ceremonias de premios se está volviendo acartonada, dicen muchos en esa industria. Las actrices a menudo lucen diseños poco arriesgados y suelen preferir vestidos con siluetas formales, como trajes sin tirantes en forma de A o estilo sirena.
Después de que termina la ceremonia, no obstante, las celebridades se sienten más relajadas y experimentan con modelos más vanguardistas y diseñadores menos conocidos. Algunas se cambian de traje en la silla trasera del auto camino a la fiesta. Otras tienen todo un equipo de estilistas que hacen la transformación total casi de la misma forma que trabajan los mecánicos en las carreras de autos.
Para los diseñadores cuyas creaciones no logran desfilar en la alfombra roja de los premios, las fiestas que se realizan después de la ceremonia representan una segunda oportunidad. Y no solo son vestidos. Es “un zapato, un bolso, cada elemento del look para el que quiere atención de la prensa”, dice Johnny Wujek, un estilista con clientes como la cantante Katy Perry.
Además, el negocio de la alfombra roja se está volviendo más complicado. Las casas de moda firman cada vez más acuerdos con los famosos bajo los cuales les pagan para que luzcan sus diseños. Estos contratos por lo general no cubren las fiestas posteriores.
“Alguien como Jennifer Lawrence, ¿cuántas veces la puede ver con un aburrido vestido Dior?, dice Lorenzo Márquez, parte del dúo del blog Tom and Lorenzo, conocido por sus reseñas mordaces de la moda en la alfombra roja, en referencia a la relación de la actriz de Los juegos del hambre con la legendaria casa de modas. “La fiesta es una gran oportunidad para que demuestre quién es y luzca algo diferente”.
“La fiesta es más exclusiva, más privada, más divertida”, dice Zuhair Murad, un diseñador que ha sido favorito de las celebridades en recientes ceremonias y fiestas.
Pero siempre hay cámaras. La mayoría de las celebraciones de la industria tras la ceremonia formal tienen sus propias alfombras rojas y los famosos deben posar varias veces ante los fotógrafos.
El ascenso del estatus de las fiestas significa que los estilistas de Hollywood tienen más trabajo. A su vez, los diseñadores pueden tratar de especificar dónde puede una de sus creaciones ser lucida, pero a menudo tienen poca influencia.
El diseñador Narciso Rodríguez cuenta que no se enteró con anterioridad que la cantante Lorde luciría un blazer y un pantalón negro a la ceremonia de los Globos de Oro, ni tampoco cuando se cambió a uno de sus tops para la fiesta posterior. “Nadie sabe quién va a lucir qué”, dice Rodríguez. “Nunca lo creo hasta que veo a alguien caminando en la alfombra roja”.
La mayoría de los diseñadores prefiere que uno de sus trajes aparezca en la alfombra roja y sea lucido por una de las nominadas, si es posible. No obstante, a medida que se acerca la ceremonia y las estrellas confirman su selección, los vestidos que no son escogidos regresan a una reserva de posibilidades para que las celebridades los usen a una de las fiestas más formales, como la de la revista Vanity Fair.
“Esa es la fiesta que le gana a todas. Es Óscares, segunda parte”, dice Brad Goreski, estilista y coanfitrión del programa Fashion Police del canal E! Entertainment
Micaela Erlanger, estilista que trabaja con la actriz Lupita Nyong, una favorita en la alfombra roja, dice que busca vestidos más cortos y alegres para la celebración posterior a la ceremonia. “Es una fiesta y se debe reflejar eso”, señala. También, el vestido de la fiesta debe encajar con el de la alfombra roja de la ceremonia, agrega. “Uno está contando una historia a lo largo de la noche. Quiero que haya un tema común”.
En los premios Oscar del año pasado, Nyong acaparó titulares con un vestido Prada azul pálido que tenía un escote profundo en V. Luego, para la fiesta de Vanity Fair lució un traje en columna color verde menta con flecos en la parte de arriba de la marca Miu Miu, hermana de Prada.
La combinación de alfombra roja y fiesta después del Oscar puede ser también una oportunidad para mostrar dos estéticas completamente diferentes, de acuerdo con Mariel Haenn y Rob Zangardi, estilistas que trabajan con Jennifer López. “A ella le gusta hacer el mayor cambio de ropa posible”, relata Haenn. En ceremonias en las que López aparece en el escenario, puede necesitar hasta cuatro vestidos: uno para la alfombra roja, otro para el escenario, un tercero para cuando está sentada entre la audiencia y un cuarto para las fiestas posteriores, señala.
Para la diseñadora Amanda Wakeley, creadora del vestido blanco de dos piezas que lució López para la fiesta después de los Globos de Oro este año, el hecho de que las celebridades usen sus trajes en las fiestas es casi un mayor halago”. “Son más ellas mismas en las fiestas”, observa.
miércoles, 18 de febrero de 2015 22:03 EDT
http://lat.wsj.com/articles/SB11229441302931353315104580470494275047402?tesla=y
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