- Algunos consejos que te ayudarán a protegerte del tan temido como común constipado
Se acerca el invierno. Los Stark hace ya siete temporadas (o cinco libros, si prefieren los puristas) que avisan de ello, pero la ola de frío ártico se ha encargado de hacernos un spoiler de la estación que llegará este diciembre. Los termómetros han bajado en todo el país, así como la cota de nieve y los pocos abrigos y edredones que aún quedaban en los altillos. Muchos sacarán a relucir su repertorio de tópicos: “Abrígate, que hace mucho frío y te vas a constipar”. Pero, ¿tiene algo que ver el frío con los resfriados? ¿ Mito o realidad ?
Toca protegerse del frío, cierto, pero eso no significa que pasar frío haga que nos resfriemos. Tal y como apunta la OCU, el frío no es el causante de los resfriados. El resfriado es una enfermedad causada por virus que se transmiten de unas personas a otras. Y los virus “viajan” sobre todo por vía aérea a través de las gotitas originadas al hablar, toser o estornudar.
Combinación de factores
Que en estaciones o épocas del año más frías se originen más resfriados que el resto del año no es más que por la combinación de estos factores:
1) Las personas conviven más tiempo en espacios cerrados para evitar el frío;
2) Pasamos más tiempo en zonas comunes, como oficinas o colegios, ya que estas estaciones o épocas suelen ser lectivas;
3) En algunos climas, el frío y la baja humedad favorecen la sequedad de las fosas nasales y las hacen más susceptibles a los virus.
Además, la exposición a l as bajas temperaturas hace quenuestras defensas bajen, cosa que también nos expone más al virus. Nuestro cuerpo, que no responde con la misma eficacia ante la infección de un virus que, provoca el resfriado.
Combatir un resfriado
Hay muchas más premisas que rodean los resfriados que, por tradición, se han considerado ciertas pero que no lo son. Siempre se ha creído que si uno caía resfriado era porque estaba bajo mínimos de defensas, aunque eso no sea cierto. Una persona adulta sana puede padecer perfectamente de dos a cuatro catarros durante el año. Los niños pueden incluso duplicar esta cifra.
Por otro lado, ningún estudio determina que tomar más vitamina C reduzca la duración de un resfriado y nos proteja del virus. Sí es cierto, sin embargo, que una dieta correcta y equilibrada nos proporciona minerales y vitaminas necesarias para estar físicamente mejor para superar cualquier enfermedad.
Beber más agua tampoco está avalado por la ciencia, como sí lo está el lavarse las manos, ventilar las estancias, cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar con un pañuelo y luego tirarlo o evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca tras taparse con la mano.
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