Una reunión frente a la chimenea es muy hygge. (iStock)
Otra vez. Dinamarca vuelve a liderar el ránking de los más felices en una lista en la que se han analizado 155 países. Es la séptima vez consecutiva que sucede. Por otra parte, Estados Unidos está en el puesto 18, bajando cuatro posiciones desde el año pasado. Los científicos discuten sobre cómo medir cosas tan subjetivas como la felicidad, pero parece que finalmente se ha llegado a un cierto consenso al respecto, según explica en 'The Conversation' Marie Helweg-Larsen.
Dependiendo del foco y propósito de la búsqueda, la felicidad se suele medir usando parámetros objetivos (cifras de delitos, renta, derechos civiles y salud) y métodos subjetivos, tales como preguntar a la gente con que frecuencia experimenta emociones positivas o negativas. ¿Por qué los daneses califican sus vidas mejor que en otros sitios? La psicóloga Helweg-Larsen, como profesional y nativa del país, intenta responder a esta pregunta.
El concepto hygge se aplica a aquellas experiencias compartidas seguras, equilibradas y armoniosas
Sí, los daneses disfrutan de un gobierno estable, niveles bajos de corrupción política y acceso a una educación y sanidad de gran calidad. El país tiene los niveles de impuestos más altos del mundo, pero la mayoría de la gente los paga con gusto: creen que a mayores impuestos, mejor sociedad.
Pero quizá el concepto fundamental que sostiene esta impresión de felicidad sea el constructo cultural que llaman "hygge". El diccionario de Oxford incluyó una definición de esta palabra en 2017, y la desarrolla como una interacción social de alta calidad. La palabra puede ser un nombre, un adjetivo o un verbo. Y los lugares y los eventos también pueden aplicarse el vocablo.
Intimidad intencional
A veces se traduce hygge como 'cuco', 'chulo', pero en opinión de Helweg-Larsen es preferible definirlo como "intimidad intencional", que sucede cuando tienes experiencias compartidas seguras, equilibradas y armoniosas. Una taza de café con un amigo delante de la chimenea sería una de ellas, pero también un pícnic veraniego en el parque.
Una familia podría tener una tarde hygge jugando a juegos de mesa o los amigos con una cena informal con buena comida y un ambiente y charla relajados. Los lugares también se pueden describir como hygge ("tu nueva casa es muy hygge") y una manera típica de agradecer a un anfitrión una cena agradable es decirle que ha sido muy hygge. Muchos eventos sociales daneses se espera que sean hygge, de manera que sería una crítica severa el decir de una fiesta que no ha sido hygge.
En Estados Unidos, al igual que en otros lugares con un alto individualismo, no hay ningún concepto cultural equivalente
Hay que mencionar que el estado de ánimo hygge está completamente integrado en la psique y la cultura danesas, pero también se trata de un fenómeno global: Amazon vende más de 900 libros sobre el tema e Instagram tiene más de 3.000.000 de entradas con la etiqueta hygge. Las búsquedas en Google no han parado de crecer desde octubre de 2016.
No es Dinamarca el único lugar con un concepto similar. También se manejan semejantes actitudes en Noruega, Suecia, Holanda y Alemania. Sin embargo, en Estados Unidos, al igual que en otros lugares con un alto individualismo, no hay ningún concepto cultural equivalente. Las ganancias económicas están generalmente asociadas a la felicidad. Incluso aunque su PIB ha crecido y sus niveles de desempleo han bajado, los niveles de felicidad van en continuo descenso. ¿Qué sucede?
La desigualdad económica sigue siendo un tema relevante. Pero también una creciente desconfianza en las relaciones entre las personas y hacia las instituciones como el propio Gobierno o los medios de comunicación. En esencia, hygge es construir intimidad y confianza con los otros. Los estadounidenses, seguramente, deberían integrar un poco de esto en sus vidas cotidianas.
AUTOR
ACYV
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