Donald Trump y Xi Jinping, en una imagen del pasado noviembre durante la visita del presidente americano a China (Andy Wong / AP)
- Los títulos de deuda americana, la devaluación del yuan o una intervención en el mercado petrolero, algunas claves
La guerra comercial que se cierne entre Estados Unidos y China puede tener consecuencias mundiales. Lo han advertido instituciones europeas, del FMI, de la OMC y del propio país asiático. Cada uno juega sus cartas. Donald Trump busca reducir el déficit comercial americano tirando de aranceles. China apela al diálogo, pero también responde a los aranceles con más aranceles.
Al menos esas son las posiciones actuales. Desde Palisade Research, especializada en materias primas, apuntan en un artículo que el panorama puede cambiar. En ese sentido, mencionan cuatro ‘armas de destrucción masiva’ que puede desplegar China para mejorar su posición o tumbar a Estados Unidos. “La guerra financiera es una estrategia no militar igual de destructiva”, se plantea. Aunque se lanza una advertencia: medidas de este estilo también pueden dañar a China.
Dejar de comprar deuda americana
China posee en la actualidad algo menos de un billón de euros en deuda americana. Si escala la guerra comercial podría empezar a vender esa deuda. A inundar el mercado. Si lo decide, dispararía la rentabilidad exigida por los inversores para adquirirla, ya que sobraría oferta. “Sobre todo si sucediera a un ritmo muy rápido, antes de que nuevos compradores pudieran absorber los bonos”, se analiza. El Tesoro podría salir al rescate, pero tendría que imprimir más moneda, lo que haría caer el valor del dólar.
Devaluar el yuan
No hay que irse muy lejos para ver lo que puede suceder. En verano de 2015 el Gobierno intervino y devaluó la moneda, lo que provocó un terremoto en las plazas bursátiles. En una guerra de divisas los países buscan reducir la suya para que sus productos se vuelvan más baratos en los mercados. Puede suponer robar cuota de mercado a competidores directos. Trump ha cargado una y otra vez contra China por aumentar sus exportaciones vía devaluación.
Desestabilizar el mercado petrolero
El dólar domina los contratos del oro negro. China ya ha dado el primer paso para cambiar el panorama. Busca que el yuan se convierta en moneda de referencia global. En marzo, siguiendo esa idea, la bolsa de Shanghái lanzó los primeros contratos de futuro de petróleo denominados en la moneda local. Que el músculo chino sirva para marcar los precios internacionales y que dejen de estar referenciados al dólar.
La otra medida, más dura, sería dejar de importar crudo de Estados Unidos. El golpe podría ser mortal para la industria americana. Según datos de Reuters, las compras rondan los 400.000 barriles diarios. Suponen miles de millones de dólares al año en intercambios.
Limitar la venta de tierras raras
Bajo el concepto ‘tierras raras’ se esconden elementos químicos escasos y clave para la construcción de chips, aviones o misiles. “Son irremplazables en la defensa nacional”, se apunta. China vende casi la totalidad de estos elementos que se intercambian a nivel mundial. “Si China limitase las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos, sería un duro golpe a la manufactura y defensa nacional”, sigue el artículo. La última arma, pero igual de potente que el resto.
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