El origen del deja-vu está conectado con algunas peculiaridades de los mecanismos normales de procesamiento de información, percepción y memoria (monsitj / Getty Images/iStockphoto)
- Su rareza e imprevisibilidad hacen que siga siendo motivo de discusión científica
Déjà-vu, término francés que literalmente significa “ya visto”, se refiere a la sensación, que nos viene ocasionalmente, de que lo que estamos viviendo ya lo hemos experimentado antes. Su rareza y su imprevisibilidad han dificultado el estudio de sus bases neurofisiológicas, que siguen, en parte, siendo motivo de discusión científica.
Una teoría con bastantes seguidores se basa en que el sistema visual del encéfalo está organizado en dos vías paralelas que procesan información complementaria a velocidades distintas. Una, la vía ventral, se encarga de identificar a las personas y objetos presentes en una escena; la otra, la vía dorsal, se ocupa de la información más estructural y dinámica. Normalmente, la información de ambas vías está perfectamente integrada en una única experiencia sensorial; el déjà-vu podría ser causado por lapsos temporales en la coordinación de estas dos vías de forma que, conscientemente, podríamos pensar que estamos experimentando un suceso por segunda vez cuando en realidad nos está llegando de una fuente, la vía ventral, más lenta y ligeramente retrasada con respecto a la otra, la vía dorsal.
Su origen está conectado con algunas peculiaridades de los mecanismos normales de procesamiento de información, percepción y memoria.
Una explicación alternativa relaciona el déjà-vu directamente con la memoria. La información que tomamos del exterior llega a nuestro sistema de memoria a largo plazo a través de un cuello de botella funcional denominado memoria a corto plazo. En raras ocasiones, esa información podría pasar simultáneamente a los dos tipos de memoria generando un retraso y la extraña sensación de que ya hemos experimentado el acontecimiento antes. En favor de esta hipótesis, los pacientes con alteraciones en estructuras implicadas en el procesamiento de memorias episódicas tienen mayor probabilidad de sufrir el fenómeno, y su estimulación en el quirófano puede, de hecho, inducir un episodio de déjà-vu.
Sea cual sea finalmente la explicación, lo que está claro es que, lejos de relacionarse con fenómenos paranormales, reminiscencias de una vida pasada o supuestas capacidades adivinatorias, su origen está conectado con algunas peculiaridades de los mecanismos normales de procesamiento de información, percepción y memoria.
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