Viktor Mikhailovich Glushkov con su equipo de colaboradores.
En 1970, Viktor Glushkov presentó al Kremlin un plan para conectar 20.000 terminales en la URSS. Pero la burocracia retrasó su idea y la caída del Muro la frustró por completo
Esta historia podría ser un bulo de los amantes de la teorías conspiranoicas, un informe desclasificado por Vladimir Putin del antiguo KGB o un relato de Stanislaw Lem, el gran escritor polaco de ciencia ficción. Sin embargo, es el sueño -100% real- de un genio informático llamado Viktor Glushkov de crear una red civil que interconectara toda la Unión Soviética a principios de los años 70... y todo esto dos décadas antes del nacimiento de la World Wide Web.
Sin embargo, hoy nadie se acuerda del padrastro de internet y el visionario de Cybertonia, el Silicon Valley comunista.
Todo arranca el 1 de octubre de 1970, cuando el ingeniero informático Glushkov acudió al Kremlin para explicar su gran proyecto. Por aquel entonces, existía una gran inquietud entre las autoridades soviéticas porque sabían que los estadounidenses acababan de iniciar el desarrollo de Arpanet, una red de computadoras creada por encargo del Departamento de Defensa que actuaría como sistema de comunicación entre instituciones académicas y estatales.
En su comparecencia, Viktor Mikhailovich Glushkov (1923-1982) propuso iniciar la era del cibersocialismo. Este matemático, ingeniero y primer director del Centro Cibernético de Kiev, era plenamente consciente del potencial de las redes de ordenadores y lo que podían llegar a hacer. «No sólo tenía una gran formación científica, también hablaba inglés y alemán y era capaz de ridiculizar a los ideólogos del partido citando párrafos enteros de Marx», explica Ben Peters, investigador de la Universidad de Tulsa (EEUU), uno de los mayores expertos en Occidente de la figura de Glushkov y autor de Cómo no conectar una nación: la incómoda historia del internet soviético (editado en inglés en 2016).
La URSS ya tenía redes de comunicación de defensa militar a gran escala desde los años 50. Por lo tanto podía haber desarrollado una versión civil con relativa facilidad. «Los soviéticos se especializaron en proyectos de modernización en masa, desde la desastrosa colectivización agrícola hasta la electrificación de todo su territorio, pasando por la carrera espacial y la apuesta por la energía nuclear», dice Peters.
SU OBJETIVO ERA ERIGIR UNA RED CENTRAL CON SEDE EN MOSCÚ QUE SE COMUNICARÍA CON 200 CENTROS POR TODO EL PAÍS
Este internet 1.0 estaba basado en una iniciativa previa de Anatoly Kitov, pionero de la informática rusa, un coronel que en 1959 quiso presentar un plan al líder soviético, Nikita Kruschev, para unir el país con una red informática. Algunos de sus informes exponían la urgencia de una colaboración entre profesionales civiles y el Ejército Rojo y fueron interceptados por sus superiores antes de que llegaran al despacho del premier. Toda la documentación se clasificó y un tribunal militar secreto expulsó a Kitov del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas.
La idea de Gluskhov era todavía más ambiciosa. Bajo las siglas OGAS, su objetivo era erigir una red central con sede en Moscú que se comunicaría con 200 centros dispersos por todo el país. Un total de 20.000 terminales harían posible la conexión gracias a la red telefónica estatal. Entre los planes de Gluskhov también estaba diseñar un sistema de pago electrónico, una especie de PayPal socialista cuyo desarrollo terminaría con la circulación de billetes y monedas. El nombre completo de todo el conjunto parecía el típico chiste sobre comunistas: 'Sistema Automatizado para la Recopilación y el Procesamiento de Información para la Contabilidad, la Planificación y la Gobernanza de la Economía Nacional'.
El rechazo del Gobierno a financiar un proyecto de este calibre no desanimó al matemático. Durante 12 años, Viktor Glushkov lo siguió intentando. Su principal argumento ante las autoridades es que esta red generaría una economía más eficiente. Dedicó más tiempo a pelearse con los ministerios que a investigar, lo que le generó una gran frustración. Tanta que tituló sus memorias A pesar de las autoridades.
Quizá el mayor logro de Gluskhov fue aglutinar una comunidad de informáticos de gran nivel e imaginación que se permitió el lujo de pensar más allá de las mentes cuadradas del funcionario común. Entre sus diseños mancomunados estaban unos autómatas, una oficina que no necesitaba papel y los primeros pasos de un lenguaje que permitiera comunicar seres humanos con ordenadores. Sólo cabe imaginar lo que habría ocurrido si Stanley Kubrick hubiera conocido a Gluskhov cuando rodaba en 1968 su película 2001: una odisea en el espacio.
Un club social
Según cuenta Peters, en la celebración del Año Nuevo de 1960 el grupo se bautizó con el nombre Cybertonia, un club social que llegó a emitir pasaportes de este país virtual y certificados matrimoniales. Incluso se redactó una Constitución. También se atrevieron a idear un organigrama de gobierno, que era una clara coña respecto a su realidad política.
Cybertonia estaba regida por un comité de robots que rendía cuentas a un robot que tocaba el saxofón. Su moneda era el cybertono; su periódico, el Evening Cyber y, entre otras cosas, también tendría una peluquería y una cibersauna.
En realidad, recogía el sueño de montar a las afueras de Kiev una copia marxista de un Silicon Valley que ya daba sus primeros pasos. Un lugar dedicado a la creatividad tecnológica.
La muerte temprana de Gluskhov, en 1982, fue el fin del embrión del internet soviético, a pesar de intentos posteriores de sus seguidores iniciados durante la década. Todos fueron interrumpidos con la caída del Muro de Berlín en 1989... justo el año en que el británico Tim Berners-Lee desarrollaba la World Wide Web y cambió internet para siempre.
JORGE BENÍTEZ
19 OCT. 2018 02:06
https://www.elmundo.es/papel/historias/2018/10/19/5bc89f1546163fb7378b462f.html
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