No descuides estos rincones de tu cas (PeopleImages / Getty Images)
Aunque parecen obvias, si descuidamos su higiene podemos llevarnos sorpresas desagradables
La limpieza, sí, esa tarea que debe realizarse diariamente en las casas para eliminarlas de toda suciedad y bacterias posible. Porque lo básico lo tenemos siempre presente todos los días, y ya es mucho: lavar la ropa, mantener el baño limpio, limpiar las encimeras de la cocina, los suelos, los cristales, el polvo…
Pero la suciedad y la mugre tienen la mala costumbre de esparcirse y hasta reconcentrarse en los lugares más extraños de lo que te pudieras imaginar. Así que, aquí os mostramos algunos de los utensilios y recónditas zonas que, si bien nunca has reparado en ellas, deberías saber que, con seguridad, estarán bastante sucias.
1. El cubo de la basura
Sobra decir que el cubo de la basura es en sí mismo el elemento, quizás, más asqueroso que podemos tener en casa. Su lugar suele ser la cocina, un lugar donde precisamente se debe prestar especial atención a la suciedad, ya que de lo contrario, podrían acumulare bacterias dañinas y mucho moho.
¿Crees que desaparecen los restos de comida ya podrida una vez que la has tirado al cubo de basura? Puede que sí, pero también puede que, si no limpias el cubo, queden restos de pequeñas partículas de comida y bebida en los bordes o en el interior, contaminando la basura, incluso, después de colocarla en una bolsa nueva.
2. El lavavajillas
Continuando con la cocina, aparte de fregar los platos y diversos utensilios que empleamos a diario, entre otras cosas, el lavavajillas no se lava solo a pesar de que la máquina sí lo haga. Sin embargo, las diferentes ráfagas de agua caliente y jabón para lavar los platos no pueden arrastrar los pequeños trozos de comida, grasa y residuos de jabón que se almacenan en la máquina.
Para ello, es necesario limpiarlo con desengrasante o cualquier limpiador de cocina, pues dejar que la suciedad se acumule, con el tiempo, puede hacer que tu lavavajillas sea menos efectivo, mientras emite un olor que seguro no es el que más deseas para tu cocina.
3. Las almohadas
¿Sabías que los ácaros del polvo y sus desechos pueden hacer que una almohada duplique su peso en solo dos años? Además, también debes saber que a veces babeas sobre tu almohada mientras duermes…
Si a esto le añadimos el cabello y las células de la piel que arroja noche tras noche, te puedes encontrar con un asqueroso desierto de material orgánico en descomposición justo donde yace tu cabeza. Así que, a no ser que laves las cubre-almohadas junto con el resto del textil de cama, lo más recomendable es que las coloques directamente en un programa de lavado con un detergente suave para limpiarlas (algunos expertos recomiendan usarlas en un segundo ciclo de enjuague para asegurarse de que todo el detergente se haya ido). Y, además, se quedarán más esponjosas.
4. El mando de la televisión
Los mandos de la tele, vídeo etc… son un foco plagado de bacterias. Su uso es diario y constante, por lo que podemos asegurarnos de que está libre de toda suciedad usando un trapo con un poco de desinfectante o una toallita.
Si tratas de incorporar a tu rutina este sencillo gesto, no solo tu mando a distancia estará limpio y libre de microbios, sino que prolongarás su duración de uso.
5. Teclados de ordenador o portátil
Si no estás usando tu teléfono móvil para comunicar algo, probablemente sea porque estés usando el ordenador o el portátil., lo que significa que tus dedos están todo el rato en contacto con un teclado. Y teniendo en cuenta que muchos de nosotros merendamos o comemos en nuestros escritorios, bebemos alguna cosa, ya sea café, té, un zumo o una cerveza, lo cierto es que algo se cuela en este accesorio (si es que no derramos cualquier cosa), por lo que te puedes imaginar la cantidad de porquería que puede llegar a acumular un teclado.
Un lugar que realmente puede albergar y cultivar bacterias dañinas si se deja sin limpiar. De hecho, existen estudios como este del National Center for Health Research (NCHR) que asegura que existen, incluso, más bacterias en tu teclado que en la taza del váter el tu baño. Cuanto menos, inquietante y asombroso…
6. Los interruptores de la luz
A lo largo del día, al igual que pasa con el mando de la televisión o el teclado del portátil, los interruptores de la luz de tu casa están expuestos a ser tocados constantemente, infinidad de veces, ya sea con las manos limpias o sucias (según te pille en ese momento), por lo que se trata de otro de los focos principales de suciedad del que no solemos reparar demasiado, siendo además, uno de los más expuestos a la suciedad. Os mostramos algunas de las muchas maneras de limpiar de manera efectiva los interruptores de la luz, de parte de la compañía US Electrical Services.
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