domingo, 16 de junio de 2019

Lodazal da Vinci: de 1.175 $ a 450 millones, la embarazosa crisis del cuadro más caro

Foto: Una trabajadora de Christie's colocando el 'Salvator Mundi'. (EFE)
Una trabajadora de Christie's colocando el 'Salvator Mundi'. (EFE)


Cómo una pintura en mal estado y comprada de saldo en 2005 acabó pulverizando todas las marcas. Las dudas crecientes sobre la autoría de Leonardo generan tensiones geopolíticas


Hay unos quince cuadros de Leonardo da Vinci en el mundo. Quince. La última vez que apareció un Leonardo 100% original fue hace 90 años. Y sin embargo… casi todos los días alguien dice haber encontrado un Leonardo (literalmente: Martin Kemp, uno de los grandes divulgadores del pintor, lleva años recibiendo uno o dos avisos semanales sobre 'avistamientos' de nuevos Leonardos).
Los pupilos del estudio de Leonardo pintaron muchísimo más que él. Miles de pinturas a imitación del maestro y centenares de copias de sus cuadros. Unos no tienen interés alguno, otros son brillantes, algunos fueron retocados por Leonardo en persona. Los precios de los cuadros oscilan bruscamente según el grado de intervención del maestro… y es lógico: nadie entendería que un imitador de Messi —Messo— cobrara lo mismo que Él; igual que nadie entendería que Ron Bacalí y Gin Lirios —además de perforarte el estómago— costaran lo mismo que Larios y Barcadí... Pero no nos desviemos…

Fuera del mundo del arte podría interpretarse como una estafa de enormes dimensiones, como si hubieran hecho pasar un cacho de basura por una obra maestra
Leonardo no firmaba sus obras. A veces, no es sencillo atribuir con certeza un cuadro de hace varios siglos. A veces, la atribución es un juego que mueve mucho dinero. A veces, dinero es sinónimo de problemas...
Ha sido noticia de alcance mundial estos días: 'Salvator Mundi', cuadro de Leonardo (o algo) comprado (2017) por la familia real saudí por 450 millones de dólares (todas las marcas pulverizadas) podría estar en el yate de Mohammed bin Salman (príncipe heredero y hombre fuerte de Arabia Saudí), según desveló Artnet. Suena raro que un cuadro de 450 millones acabe colgado de un yate, pero no lo es, es normal… O al menos es normal como lógico colofón a una historia que ha ido acumulando sucesos extraños e improbables desde el primer minuto: bienvenidos a la crisis circense de la pintura más cara del mundo.

Boney M político-militar

Cuenta la leyenda que un verano giraron por hoteles y discotecas de la Costa del Sol varios grupos que se hacían llamar Boney M. Del mismo modo, el 'Salvator Mundi' de Mohammed bin Salman no es el único 'Salvator Mundi' de Leonardo que anda por el mundo: hay uno en Detroit y otro en Nápoles, aunque sí es el único que ha contado con el respaldo entusiasta de expertos, museos y casas de subastas.
Nadie sabía nada del cuadro hasta que dos avispados marchantes lo compraron (2005) en una pequeña casa de subastas de Nueva Orleans por, ejem, 1.175 dólares. La pintura estaba en muy mal estado, pero los marchantes tuvieron un pálpito y le vieron posibilidades: ¿Y si fuera un Leonardo?
La casa de subastas de Nueva Orleans vendió el 'Salvator Mundi' bajo la siguiente atribución: cuadro "posterior" a Leonardo. No era la primera vez que alguien negaba la autoría del maestro renacentista:un catálogo de referencia de 1913 lo definió como una "pobre copia" de Leonardo da Vinci, como recoge un estupendo y exhaustivo libro de reciente aparición en el mundo anglosajón:'The Last Leonardo', de Ben Lewis.
Pero, a partir de 2005, los nuevos dueños del cuadro iniciaron un lento pero inexorable proceso de documentación, restauración y atribución que acabaría llegando a buen puerto... pese a sus grietas académicas. El primer gran acelerón llegó en 2011: la National Gallery, en una decisión polémica, incluyó el cuadro en una gran exposición sobre Leonardo da Vinci. Lewis habla en el libro de decisión "sin precedentes" y "muy irregular", pues "incluir una obra descubierta recientemente, cuya autoría está sin confirmar" y que, para colmo "está a la venta", no es propio de un museo como la National Gallery.
Consciente de que le podían llover las críticas, la pinacoteca londinense se curó en salud reclutando discretamente a cinco expertos internacionales en Leonardo para que echaran un vistazo a la pintura antes de la exposición. Aunque hubo división de opiniones sobre la autoría (dos síes, dos nos y un quizá, según el libro de Lewis), para el museo fue suficiente con que no hubiera una mayoría en contra. El cuadro —un Leonardo original según la publicidad de la National Gallery— fue la guinda de una exposición que batió varios récords de recaudación y asistencia. Y dio el espaldarazo definitivo a la conversión del 'Salvator Mundi' en objeto lucrativo de deseo: en 2013, un multimillonario ruso —Dmitry Rybolovlev— se hizo con el cuadro en una venta privada: 127 millones de dólares. Calderilla...
Subasta del cuadro 'Salvator Mundi'. (EFE)
Subasta del cuadro 'Salvator Mundi'. (EFE)
Tras una serie de incidentes policiales relacionados con la compra-venta de arte y el blanqueo de capitales —demasiado farragosos para explicar ahora— el cuadro se subastó en la sede neoyorquina de Christie's en noviembre de 2017. La subasta se promocionó por tierra, mar y aire como una gran venta cultural: ¡A la venta el Leonardo perdido! Se esperaba superar holgadamente la cifra de los 100 millones de dólares, pero quizá no semejante calentón: un pique final entre dos misteriosos millonarios (se desconoce la identidad del perdedor) llevó la venta hasta los 450 millones de dólares (400 millones más 50 de comisión para Christie's; que, por cierto, aseguró antes de la venta que el cuadro había pasado por las manos de "tres reyes de Inglaterra", dato histórico rebatido por Lewis en su libro). Nunca antes se había vendido un cuadro por más de 300 millones. No digamos ya un cuadro sobre el que había serias dudas sobre su autoría...
Lewis califica así el proceso que llevó a la atribución del cuadro: “Castillo de naipes de evidencias circunstanciales (y a veces tendenciosas) que recuerda a la advertencia de todo drama hollywoodiense de época: basado en hechos reales. El cuadro ha tenido que saltar por demasiados aros para ser atribuido a Leonardo. Ninguna evidencia de la vida de Leonardo demuestra que lo pintara él mismo… Ninguno de los grandes historiadores del arte y expertos que lo vieron antes de 1958 lo identificaron como un Leonardo. Los de ahora están divididos… La información sobre la procedencia y la restauración ha sido demasiado parcial y ha estado demasiado controlada por personas con intereses comerciales en el cuadro".

Aguas internacionales opacas

Entre la subasta y la supuesta aparición del cuadro en el yate de Mohammed bin Salman han pasado 17 meses de situaciones extrañas y opacas. Tras desvelarse la identidad del comprador, la familia real saudí anunció que donaría el cuadro al Louvre de Abu Dhabi (brazo cultural de su aliado regional, cuya creación regó de millones al Louvre francés). Se anunció que el 'Salvator Mundi' se expondría por primera vez en el Louvre de Abu Dhabi, en septiembre de 2018, pero el acto se canceló. Nada se sabía de su paradero hasta esta semana. Al margen de si un yate es el mejor sitio para conservar una obra precaria que ha sufrido varias restauraciones controvertidas (los restauradores habrían "leonardizado" el cuadro, según Lewis), lo importante quizá no sea saber dónde está el cuadro, sino por qué la Familia Real Saudí aparenta no saber qué hacer con él.
Se cruzan aquí diversas variables culturales, financieras y geopolíticas. Contexto: 1) En los últimos meses, diversos expertos internacionales han puesto en duda la autoría del cuadro, lo que podría bajar su precio de mercado y el interés cultural por él. 2) Las negociaciones con el Louvre parisino para exponerlo en Francia este otoño (gran exposición por el 500 aniversario de Leonardo) se han roto (las susodichas dudas sobre la autoría no habrían ayudado). 3) La reputación de Mohammed bin Salman (el joven estadista destinado a modernizar la casa saudí con guiños culturales a Occidente) no pasa por su mejor momento tras el escandalazo internacional por el salvaje asesinato (octubre de 2018) del periodista Jamal Khashoggi.
Fotografiando el cuadro estrella antes de la subasta. (EFE)
Fotografiando el cuadro estrella antes de la subasta. (EFE)


Perlas del libro de Ben Lewis:
1) "Es fácil detectar el popurrí de intereses —financieros, políticos e incluso psicológicos— combinados para convertir la pintura de un taller en un Leonardo original. La National Gallery vio una oportunidad… para hacer que su exposición sobre Leonardo fuera mejor que cualquier otra… Los saudíes buscaban una obra de arte mayor para competir con los cataríes… El mercado y los museos se limitaron mayormente a seguir la corriente —o al menos a callarse sus dudas— porque los incentivos financieros y políticos eran irresistibles".
2) "Que la atribución a Leonardo se ha basado hasta ahora más en sentimientos que en hechos significa que estamos ante un Leonardo de nuestra era: un Leonardo posverdad".

Que la atribución a Leonardo se ha basado hasta ahora más en sentimientos que en hechos significa que estamos ante un Leonardo de nuestra era: un Leonardo posverdad
3) “Más allá de este mundo distópico del arte, está la economía global del 0.001%, las redes 'offshore' del poder político y financiero, donde la riqueza de las naciones es extraída por dictadores, oligarcas, financieros y monopolistas tecnológicos, que la gastan luego en las pinturas más caras del mundo. El 'Salvator Mundi' es una tragedia para el mundo del arte. Fuera de este mundo habrá la tentación de verlo como una estafa de enormes dimensiones, como si hubieran hecho pasar un cacho de basura por una obra maestra. Es una desgracia que se profundice la desconfianza popular hacia el mundo del arte. Y para aquellos que lo ven desde dentro, hay una segunda y aún más profunda tragedia aquí: que el sistema de atribución de una obra haya quedado tan comprometido que nadie vuelva a creerse una atribución positiva".
Resumiendo: Quizá fuera precipitado asegurar que el 'Salvator Mundi' era de Leonardo, pero qué demonios: la atribución ha dado de comer a mucha gente. ¿Se ha pinchado la burbuja del 'Salvator Mundi'? ¿Ha dejado de girar a lo loco el tiovivo del dinero? Es difícil que el cuadro pueda volver a venderse aún más caro... Quizá la factura final del fiestón la acabe pagando Mohammed bin Salman; al que le quedará el consuelo de tener un Leonardo en el yate. Un Leonardo… o algo. La fiesta podría haber terminado… hasta que aparezca el próximo Leonardo. 'Show must go on'. Pan y Leonardos.


AUTOR
CARLOS PRIETO   15/06/2019 05:00

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