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Los estudiantes actuales prefieren coger notas con el ordenador, sin embargo, esa no es la mejor forma de asimilar la información, según las últimas investigaciones
Si hace tiempo que terminaste la carrera es bastante probable que te recuerdes a ti y a tus compañeros tomando notas y apuntes a mano, en cuadernos. Quizá si ibas muy deprisa después, a la hora de estudiar, tenías que desentrañar ese código encriptado que habías escrito. A día de hoy los alumnos actuales no tienen esa clase de problemas debido a que han crecido utilizando ordenadores y probablemente se los lleven a clase, con el fin de apuntar mucho más rápido.
Otro beneficio patrocinado por el avance de las tecnologías, ¿verdad? Pues quizá no sea así. Un experimento dirigido por Pam Mueller en la Universidad de Princeton y publicado en 2014 indagó en ello con una muestra de estudiantes que recibieron charlas Ted. A la mitad de ellos se les obsequió con ordenadores y a la otra parte con hojas para que tomaran notas con un bolígrafo. Las conclusiones fueron llamativas: aquellos que usaban teclado escribieron de manera más literal las palabras de los profesores, frente a los que escribían a mano y que, al tomar notas más lentamente, no tuvieron más remedio que resumir la información.
Procesar información
Después, se les hicieron algunas pruebas para distraerlos y más tarde se les preguntó sobre el contenido de la conferencia. A la hora de recordar hechos no importó realmente el método por el que hubieran optado, pero cuando se les pidió que explicaran los conceptos que la conferencia había cubierto, los estudiantes que habían tomado notas a mano lo hicieron mejor, según informa 'BBC'.
Cuando usas bolígrafo y papel procesas la información mejor y además puedes añadir datos adicionales o subrayar conceptos
¿Por qué? Tomar notas literalmente implica una forma menos profunda de procesamiento cognitivo. Incluso puedes hacerlo sin pensar en el contenido, poniendo "el piloto automático". Sin embargo, cuando usas bolígrafo y papel procesas la información más profundamente debido a que no puedes escribirla toda, y además puedes moverte a tu antojo por la página, agregando información adicional en los márgenes o subrayando aquellas cosas que te parecen fundamentales.
La cuestión que se plantearon a continuación fue si tal vez el problema era que a la hora de utilizar ordenadores la información se copiaba de manera literal. Se realizó otro estudio similar, pero esta vez se advirtió a los estudiantes que no tomaran las notas literalmente. A pesar de la advertencia, los resultados fueron muy parecidos a los de la investigación anterior y aquellos a los que se les había entregado un ordenador no pudieron responder a las preguntas más conceptuales.
Quizá puedas pensar que, a la larga, si tus notas son más literales y no tan sintetizadas como las que escribimos a mano, los resultados para estudiar puedan ser mejores. En realidad no, cuando a los estudiantes se les permitió revisar sus notas antes de ser evaluados una semana después, el grupo de lápiz y boli mejoró. La razón es que el procesamiento cognitivo de esa información, que ya se había aprendido o escuchado mejor (en lugar de copiarse con el piloto automático), era superior y por tanto lo comprendieron y recordaron mejor más adelante.
El pro de no tener que tomar notas es que puedes concentrar toda tu atención en lo que te dicen sin preocuparte por escribirlo
¿Y grabar una conferencia o una clase para poder tomar notas en un futuro de manera más pausada? También se ha investigado al respecto. Un experimento llevado a cabo por Bianka Patel en la Universidad de Carolina del Norte con unos estudiantes de farmacia dividió una conferencia en dos mitades: la primera parte, de 50 minutos, se grabaría para que pudieran verla cuantas veces quisiera, y la segunda no, por lo que tendrían que tomar notas. Fueron evaluados inmediatamente después de la sesión y una semana más tarde para que los conocimientos se implantaran. ¿En cuál de las dos partes crees que sacaron mejor resultado?
En realidad no hubo diferencia. Esto se debe a que ambas técnicas tienen sus propias ventajas. El pro de no tener que tomar apuntes es que puedes concentrar toda tu atención en lo que te dicen sin preocuparte por escribirlo, porque siempre puedes escucharlo nuevamente más tarde. Pero el beneficio de tomar notas es que te obliga a procesar la información y pensar en ella para encontrar la mejor manera de resumirla.
Por lo tanto, si no puedes escribir rápido a mano, quizá el ordenador portátil sea tu fiel compañero cuando tengas que tomar apuntes, pero si tu objetivo es comprender mejor lo que apuntas y te ves capaz de escribir sin saltarte información, definitivamente tienes que optar por el bolígrafo, como se ha hecho toda la vida.
AUTOR
ADA NUÑO 29/11/2019
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