- Foto: Dreamstime.
- Un buen reconocimiento no ha de ser necesariamente económico
- Las empresas que no tiene cultura de recompensar los buenos desempeños...
- ... sufren mayores problemas de desmotivación y falta de compromiso
Quien aun piense que comerse las uvas el 31 de diciembre es lo único que los españoles son capaces de hacer al unísono se equivoca. Porque desde hace casi tres meses muchos, con independencia de su edad, sexo, procedencia, clase social u orientación política, tienen una cita diaria, a las ocho de la tarde, en los balcones y ventanas de sus casas para realizar otra acción de forma simultánea: aplaudir a los sanitarios que luchan a brazo partido contra el coronavirus. Es la manera espontánea en la que la sociedad confinada ha querido transmitir su sincero reconocimiento a estos profesionales por su gran trabajo. Un pequeño gesto que ha llegado a su destino y ha servido, sobre todo en las fases más duras de la pandemia, para insuflar ánimo y fuerzas a estos héroes anónimos.
Y si algo tan sencillo como un aplauso consigue calar así entre sus destinatarios, ¿por qué no se practica más en las empresas? "Una vez me comentaron unos directivos, en tono de broma pero también de lamento, que si en su empresa se oyeran aplausos en un pasillo, todos pensarían que estaban abofeteando a alguien, porque era imposible que se reconociera a nadie allí", dice Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter International y autor de GER. Gestión eficaz de recompensas (Empresa Activa, 2018). Y es que en España, tercia Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, se tiende a la parquedad a la hora de valorar un trabajo bien hecho. "No hay cultura de reconocimiento. Por pudor, por falta de costumbre y por creencias que aún persisten en determinadas organizaciones, como el temor que en una ocasión me expresó un líder empresarial: ¿Reconocer a los empleados? ¿Y si se lo acaban creyendo?"
Según Benito Villamarín, vicepresidente de Personas de Bimbo, reconocer el trabajo del equipo es clave para lograr el compromiso de los colaboradores. "Por un lado, se les da una señal muy clara de que van por el buen camino y es una forma de reforzar el comportamiento de las personas. Por otro, genera confianza porque consigue que perciban que su trabajo aporta valor a la compañía y, por tanto, se sienten motivados y aspiran a conseguir nuevos retos".
¿Y cuáles son las consecuencias de no hacerlo? Frustración y desmotivación encabezan la lista de este directivo. "Sin reconocimiento, hacer las cosas mejor o peor deja de tener importancia, porque, aunque se esfuerce, el trabajador siente que ese esfuerzo no obtiene respuesta. Puede llegar a sentirse una herramienta o vehículo para conseguir los objetivos de otros, habrá desafección y tendrá un escaso sentido de pertenencia" advierte.
¡Buen trabajo!
Pero no solo se trata de reconocer a los colaboradores y compañeros su buen trabajo; hay que hacerlo bien. Pilar Jericó aconseja ser específico. "Decirle a un colaborador 'eres muy bueno' no le aporta mucho. Hay que decirle por qué lo es y en qué proyecto o tarea concretos lo ha demostrado". Además, continúa, es muy importante "que esa felicitación sea sincera, que no se haga simplemente por quedar bien. Tiene que salir del corazón". Por eso, agrega, conviene que ese acto de reconocimiento tenga una cierta entidad. "No hace falta una gran ceremonia; una conversación de cinco minutos puede ser suficiente. Pero que sean cinco minutos de valor, con peso, que el colaborador sienta que su superior se está tomando ese tiempo para apreciar su trabajo". Paco Muro, por su parte, cree que uno de los errores más comunes es que se tiende a dar las gracias en lugar de decir 'bien hecho', 'muy buena idea' o 'muy buen trabajo'. "Y un 'gracias' es cordial, amable y cortés, pero no es un reconocimiento".
¿Y en qué maneras concretas debería traducirse ese reconocimiento? Los premios económicos siempre son bien recibidos, pero hay otras muchas formas de recompensar un buen desempeño. Formación, programas de mentoring, vacaciones, días libres, oportunidades de participar en proyectos interesantes
Benito Villamarín señala que un programa de reconocimiento bien estructurado debe incluir tanto elementos materiales como inmateriales, y recuerda que un pequeño gesto o comentario pueden marcar la diferencia. "El reconocimiento emocional muchas veces cala más hondo que el tangible porque es más personalizado y puedes llegar a tocar aquello que más le importa al colaborador. Y, sobre todo, el reconocimiento intangible perdura más en el tiempo. El premio material no deja de ser un instrumento de corto plazo que se olvida con facilidad".
Coincidiendo con la crisis sanitaria del coronavirus, Bimbo acaba de poner en marcha la iniciativa #GraciasEquipo, una campaña que incluye impresos los nombres de sus 5.000 trabajadores repartidos en los embolsados de su producto estrella, su emblemático pan de molde. Con ello se pretende "agradecer, motivar e incentivar el sobresfuerzo realizado por cada uno de los colaboradores en esta época de fuerte impacto emocional y alta incertidumbre", destaca Villamarín.
Felicitaciones digitales
Sí, es época de incertidumbre y también de cambio de hábitos. Entre ellos, un impulso sin precedentes del trabajo deslocalizado. Lo que lleva a preguntarse: ¿es posible reconocer la labor de alguien por medios tecnológicos? Paco Muro opina que sí. "Mientras que las correcciones o amonestaciones siempre deben realizarse cara a cara para que el tono y el gesto ayuden a modular ese mensaje delicado, el reconocimiento, en cambio, es multimedia. Puede hacerse en persona, en privado, en público, por correo electrónico, por teléfono, por whatsapp o mediante una combinación de estos y otros elemento. Todo vale mientras sea sincero y merecido".
En el ebook Cómo mejorar la retención de empleados, publicado el año pasado por LinkedIn, la felicitación a empleados de manera individual pero delante de otras personas fue identificada como una de las siete claves para fomentar la motivación y retener el talento. Precisamente para fomentar esta práctica, la red social profesional ha lanzado LinkedIn Kudos, "una herramienta que permite a los usuarios celebrar el logro de un compañero, darle la bienvenida o agradecerle su ayuda. Este reconocimiento se muestra como una actualización en el perfil", explica Ángel Sáenz de Cenzano, head at LinkedIn Talent Solutions of Spain and Portugal.
Desde LinkedIn recomiendan que el reconocimiento a los empleados se haga tanto de forma digital como en persona. "El trabajador siempre va a agradecer que sus compañeros o jefes se tomen el tiempo necesario para hablar con ellos y felicitarles en primera persona, es algo que genera más complicidad en el equipo. Pero si, además, incide Sáenz de Cenzano, ese reconocimiento se hace también de forma digital, el impacto será aun mayor, ya que ese post perdura en el tiempo, genera interacción por parte de la comunidad y fomenta la conversación en la plataforma".
También en el fracaso
"When you try your best but you don't succeed" ("cuando das lo mejor de ti pero no tienes éxito"), reza la primera estrofa de Fix you, el himno pop de los británicos Coldplay. Y es que en cuestión de reconocimientos hay que premiar el acierto, por supuesto, pero también el esfuerzo. "El efecto de que llegue tu jefe y, cuando menos te lo esperas, te sepa valorar la dedicación y el coraje que les has puesto a un proyecto que no ha salido es brutal. Te ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva, te sientes arropado y, sobre todo, te anima a volver a intentarlo la próxima vez", expone Pilar Jericó. Paco Muro coincide en que el mejor reconocimiento tiene mucho que ver con lograr ese efecto sorpresa. Y, remata, "con ocuparse de que tu gente buena sienta que lo es".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.