- Los modelos no habían previsto la llegada de una vacuna tan efectiva
El lunes 9 de noviembre, los mercados financieros vivieron una jornada histórica. Los datos revelados por Pfizer sobre su vacuna fueron mucho mejores de los esperado y llegaron antes de lo que se creía. Selectivos como el Ibex 35 rebotaron más de un 8%, mientras que el resto de índices vivieron subidas intradía sin parangón en los últimos años. La euforia fue tal que cogió a contrapié a los algoritmos que mueven las decisiones de inversión de decenas de fondos.
Jon Quigley, gestor de la firma financiera Great Lakes Advisors, reconoce en una entrevista con Bloomberg que probablemente debería haber intuido que se avecinaba algo grande, aunque sus modelos de riesgo no lo estuvieran anticipando. Estos modelos están basados, en muchos casos, en la probabilidad tras haber estudiado acontecimientos pasados, pero si el presente funciona de otra forma diferente los modelos quedan desfasados.
Justo un día después de que el gestor de Great Lakes Advisors viera el programa 60 Minutos de la CBS sobre los esfuerzos sin precedentes de Estados Unidos para implementar una vacuna cuando llegue, Pfizer reveló los grandes progresos en su cura para la pandemia.
Esos nuevos datos sobre la vacuna generaron los movimientos más grandes de la cartera de Quigley, con una exposición de 3.900 millones de dólares. Aunque los índices de referencia en la bolsa aplaudieron la noticia, los estilos más populares del trading cuantitativo (dirigido por robots que generan algoritmos a través de ecuaciones matemáticas) de Wall Street se vieron afectados por una tormenta histórica.
"Sucedieron hechos que estadísticamente nunca podrían suceder", asegura el director de inversiones en una entrevista telefónica desde Florida. Estos movimientos de precios del pasado lunes solo ocurren una vez cada 5.944 x 1025 días, en una serie normalizada de retornos. En años el resultado es un número 16 seguido de 75 ceros. En comparación, la edad del Universo se calcula en unos 13.770 millones de años (un 13 seguido de solamente nueve ceros).
A medida que los gestores empezaron a valorar unas expectativas de crecimiento económico más fuerte, los inversores que analizan las acciones e invierten en títulos cíclicos, de crecimiento o de valor comenzaron a rotar sus carteras hacía las empresas que se benefician de un mayor crecimiento económico y abandonaron los valores defensivos, dejando al descubierto las 'vergüenzas' de los algoritmos cuantitativos.
Incluso para un año como este en el que la volatilidad ha predominado, la semana pasada fue particularmente intensa en cuanto a movimientos para las firmas financieras que basan sus operaciones en el análisis cuantitativo con modelos matemáticos.
Los cálculos de Quigley se basan en una distribución de datos estadísticos que tienen como pilar los movimientos medios a lo largo de la historia. Su cartera, especializada en pequeños valores, sufrió un movimiento sobre la media de ocho desviaciones la desviación típica.
Estos mecanismos se usan para calcular el margen de error de sus inversiones y el riesgo de que las complejas apuestas en el mercado colapsen. Pero son cálculos hechos con datos históricos, que por tanto no ponderan de forma adecuada las situaciones como la actual. La rentabilidad extra de los hedge funds (fondos que intentan ganar en todo tipo de mercados) la semana pasada (el alpha) sufrió la mayor caída desde marzo.
Estos fuertes movimientos afectan a las posiciones que usan los hedge funds para cubrirse, por ejemplo el mercado de las opciones que dan derecho a comprar o vender o título a un determinado precio aunque el subyacente cotice a otro nivel. No es la primera vez que la realidad destroza los modelos de inversión cuantitativa construidos a partir de datos históricos.
Mirar al presente más que al pasado
No obstante, los gestores están empezando a ver los problemas de los algoritmos. En una encuesta de Capital Market Risk Advisors sobre las lecciones de 2020, los gestores de riesgos concluyeron que se necesitan realizar más pruebas de estrés que no se basen simplemente en escenarios históricos, y que a veces deben usar sus "instintos" cuando se trata de un shock no cuantificable como el Covid-19.
"No es una coincidencia que estemos viendo más movimientos violentos respecto a lo que dice la historia", tuiteó Cem Karsan, fundador de Aegea Capital Management... "Estos no son los mismos mercados que en los que invertía su padre".