Foto: iStock.
Un nuevo estudio pone en valor la flexibilidad horaria para mejorar los resultados de la empresa y el nivel de satisfacción de sus empleados
Mucho ha cambiado en el mundo de las empresas en estos últimos meses. Tras haber vivido una época decisiva en la que las organizaciones se vieron en la necesidad de implementar el trabajo remoto entre todos sus empleados con las restricciones de movilidad a raíz de la pandemia, ahora queda la parte más incierta: ¿volveremos algún día en el futuro más inmediato a acudir a nuestro centro de trabajo de lunes a viernes?
El teletrabajo ha provocado un cambio brusco en la vida de las personas, obligándolas a tener que conciliar la vida familiar con la laboral en el mismo entorno doméstico. Esto ha traído consigo una serie de efectos y consecuencias en el rendimiento y motivación de sus empleados que, dependiendo a quién le preguntes, estará más o menos contento con la situación. Algunos habrán visto cómo aumenta la dificultad a la hora de cumplir con sus tareas, mientras que otros se sentirán más cómodos y tendrán más tiempo libre al no tener que cubrir la asistencia en su puesto.
Una de las últimas investigaciones realizadas sobre el impacto del teletrabajo en la vida cotidiana, así como su evolución a lo largo de estos meses más lo que supuestamente vendrá en el futuro es la realizada por Scott Dust, Haiyang Liu, Siting Wang y Chris Reina, un grupo de investigadores de la Universidad de Miami que analizaron los niveles de motivación y rendimiento de 155 trabajadores a tiempo completo en varias empresas. "Recopilamos datos de los participantes dos veces al día durante la semana laboral de cinco días y utilizamos un enfoque centrado en la persona para invetigar las relaciones propuestas", explican los autores en el estudio.
Más estrés
¿La conclusión? Nada que no sabíamos: los empleados se sienten cada vez más agotados al tener que trabajar durante ocho horas o más al día de lunes a viernes, disminuyendo gradualmente su motivación a medida que avanza la semana. "Estamos condicionados para trabajar duro el lunes, pero perdemos la concentración a medida que se acerca el fin de semana", recalca Scott Dust en un artículo que se hace eco de la investigación publicado en 'Fast & Company'.
"Los horarios condensados pueden disminuir la productividad. El cuerpo humano no está hecho para mirar pantallas diez horas seguidas"
Lo que sí que es relevante es que muchos trabajadores han visto a lo largo de estos meses que la jornada de ocho horas era todo un espejismo. Al tener que estar permanentemente conectados para revisar los últimos correos en la bandeja de entrada o las notificaciones en su teléfono móvil de clientes o jefes, muchos han visto cómo su tiempo libre disminuía o sentían una gran dificultad para disfrutar y concentrarse en su tiempo libre. De ahí que Scott y sus compañeros vean la semana reducida de lunes a jueves como una oportunidad de futuro para aumentar el rendimiento de los empleados así como su nivel de satisfacción general con el trabajo y de bienestar en su vida privada.
Pero, ¿qué ocurre cuando todo el trabajo que debes hacer en cinco días ahora debes cumplirlo en solo cuatro? Pues que, efectivamente, trabajas más horas al día para cumplir con las tareas que harías en cinco. Es con lo que no se encuentran de acuerdo los investigadores de Miami, quienes han analizado ejemplos concretos en los que ya se puso en marcha esta nueva medida, y en casi todos los trabajadores acababan extenuados. "Los horarios de trabajo condensados pueden disminuir la productividad", agrega Scott. "El cuerpo humano no está hecho para hablar, mirar pantallas u operar con maquinaria durante diez horas seguidas. Suena bien en la teoría, pero no funciona igual en la práctica. Al fin y al cabo, los clientes y compañeros exigen respuestas rápidas, por lo que al final acabaríamos trabajando cinco días o más".
Una mayor flexibilidad laboral
¿Qué proponen, pues, Scott y sus compañeros? La clave, apunta, se basa en distribuir las horas de trabajo a lo largo del día o la semana independientemente del día que marque el calendario. "Si un día dedica menos horas, tendrá más tiempo para completar tareas no laborales, dedicarse al ocio o pasar más tiempo con familiares y amigos. Diversas investigaciones muestran que descansar en actividades posteriores al trabajo están asociadas con un mejor desempeño al día siguiente".
"Cada empleado es único y tiene distintas necesidades, motivaciones, valores, situaciones familiares..."
Pero evidentemente, esto también tiene sus inconvenientes. En primer lugar, los empleados necesitarían de una gran dosis de autodisciplina para saber responder cuando la empresa lo necesite. Por otro lado, son muchos los negocios que deben permanecer abiertos o en funcionamiento durante el horario laboral. También sería bastante problemático el hecho de contabilizar las horas trabajadas, puesto que si tú te administras el tiempo, ¿cómo demuestras el tiempo exacto que te ha llevado responder a un 'mail' a altas horas de la noche o una llamada urgente por la mañana con un cliente mientras estabas haciendo otra cosa?
"Lo que las empresas tienden a olvidar es que su mayor recurso, las personas, son muy diferentes entre sí", concluye Scott. "En definitiva, cada empleado es único. Todos tenemos distintas necesidades, motivaciones, valores, situaciones familiares... No puedes estructurar una organización en torno a un enfoque limitado de horas que cumplir. La única opción consistentemente eficaz es mostrar flexibilidad con tus empleados, permitiendo que manejen una variedad de funciones". Al final, el investigador concluye que la organización empresarial del futuro dará margen a los empleados para que elijan su propio horario. Algo que, en determinadas ocasiones, también puede ser una trampa: que se lo digan a los falsos autónomos.
Por
E. Z.
27/01/2021 - 05:00
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-01-27/empleo-teletrabajo-fin-de-semana-social-lunes-a-viernes_2921436/