- Los nuevos activos pueden cambiar la economía mundial de forma drástica
En el cajón del sastre impulsado por el blockchain y la descentralización financiera (DeFi en inglés), la financiación con tokens tiene la oportunidad de cambiar la economía mundial de forma drástica. Una de sus variantes, especialmente aquellas respaldadas por activos, bien sean estos tangibles o intangibles, permite digitalizar dicho activo y registrar su información asociada en una cadena de bloques.
De esta forma, lo que se conoce como la tokenización de activos, incluidos los bienes inmobiliarios, las empresas, el arte o los activos digitales, supone una reducción de los costes para los emisores, pero también una mejora de la transparencia, la eficiencia y la liquidez de los activos del mundo real. Una fórmula todavía en pañales en muchos aspectos pero que sostiene un aspecto interesante para los gobiernos.
"La tokenización de los activos ofrece posibilidades prometedoras para la captación de capital. Los nuevos vehículos de recaudación de fondos proporcionan un mayor grado de regulación, transparencia y son un método eficiente para recaudar capital de un grupo de inversión más amplio de lo que ha sido posible con los métodos tradicionales de recaudación de fondos. Sin embargo, todavía están en una fase temprana", manifiesta Darko Stefanoski, líder de Derecho Digital en Ernst & Young.
A medida que la pandemia y los consecuentes estímulos activados por los principales países desbaratan las cuentas públicas, recordemos que el Fondo Monetario Internacional estimó que los déficits fiscales entre las economías avanzadas alcanzaron de media un 11,7% del PIB en 2020, la estabilización a medio plazo no tendría por qué depender solo de la reducción del gasto y el potencial incremento de los impuestos.
Fabemovel sugiere poner en venta 'La Gioconda' en su versión 'token'
De hecho, Stéphane Distinguin, consejero delegado de Fabernovel, una consultora especializada en la digitalización, abrió una caja de Pandora el año pasado al sugerir que Francia debía poner en venta la Gioconda de Leonardo da Vinci para financiar sus ayudas contra la crisis desatada por el Covid-19. Según defendió se podría considerar la posibilidad de tokenizar la Mona Lisa, creando así una representación digital en blockchain.
Distingin apostó por crear un token digital, que podría trocearse en participaciones, cuyo activo subyacente sería el cuadro para permitir su gestión e intercambio de igual a igual, de forma instantánea y segura. Una mecánica que muchos artistas contemporáneos -en particular los artistas callejeros, para quienes el traslado de una obra presenta muchos obstáculos- ya utilizan para monetizar su trabajo.
De esta forma se podría crear, por ejemplo, una gran suscripción mundial. Desde el punto de vista jurídico y técnico esta solución tendría muchas ventajas, ya que permitiría a Francia y al Louvre conservar el control y la capacidad de explotación del cuadro. Paralelamente se generaría una potencial fuente de ingresos dado que Distinguin calculó que esta obra debía valorarse en no menos de 50.000 millones de euros.
Otra forma de determinar su coste aproximado es cuánto aporta esta obra de arte anualmente a la economía gala. En términos de ingresos directos e indirectos (merchandising, billetes de avión, noches de hotel, restaurantes), se estima que hasta 30.000 visitantes diarios acudieron al Louvre para ver la Mona Lisa en 2019, alrededor de 7 millones al año. De dicha cantidad un mínimo de 2 millones serían turistas, que podrían gastar una media de 1.500 euros. Esto supone al menos 3.000 millones de euros al año.
Tokenizar los bosques canadienses
Pero más allá de las obras de arte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ya ha dejado caer que Canadá tiene la oportunidad de convertirse en un líder mundial en finanzas sostenibles. Una potencial paso a favor para que esto ocurra están en la potencial tokenización de los bosques canadienses. Según Louisa Bartoszek, de 2030 Group, una empresa de innovación global de tecnologías blockchain, esta opción es una fórmula nueva y vanguardista que se sumaría a la pila de vehículos de financiación sostenible.
Tokenizar áreas forestales públicas podría suponer una fuente de ingresos para el propietario, en este caso el Gobierno canadiense, lo que supondría un incentivo financiero para no vender dicha tierra para su deforestación y desarrollo comercial. El dinero recaudado mediante la tokenización podría reinvertirse en otras iniciativas de desarrollo sostenible o destinarse para reducir deuda pública.
Durante un reciente panel celebrado como parte de la Cumbre Global de Gobernanza Tecnológica del Foro Económico Mundial, el ministro de Economía de Emiratos Árabes Unidos, Abdulla Bin Touq Al Marri, resaltó la importancia de la tokenización para el crecimiento económico. En este sentido reconoció cómo el gobierno de EAU prueba ya a tokenizar la infraestructura pública así como otros activos, incluyendo la energía renovable.
"Tenemos una enorme infraestructura en energías renovables y uno de los casos del uso de la tokenización de activos podría ocurrir en este ámbito. Estos activos digitales pueden negociarse en las bolsas, utilizando activos fraccionados de proyectos de energía renovable", explicó.
Sin embargo aunque algunos gobiernos ya atisben este proceso en sus planes la implementación todavía enfrenta múltiples escollos. Uno de ellos reside en la propia capacidad de infraestructura de mercado que tiene que existir antes de poder utilizar e invertir en un token.
Jeremy Allaire, cofundador de Circle, una empresa global de tecnología financiera, considera que deben existir múltiples capas antes de poder sacar provecho a la tokenización. En primer lugar se debe contar con la tecnología blockchain que se ocupe de las aplicaciones de confianza fiduciaria. Por otro lado, para realizar transacciones, presumiblemente las personas que quieren poseer una participación de un token público respaldado por un activo necesitan una manera de mover el valor en dicho contrato.
"El crecimiento de las stablecoins es una condición previa para el crecimiento de los activos tokenizados"
Para ello se requiere una stablecoin, es decir, versiones de dinero digital que también se ejecutan en este entorno de código y pueda ser transferido. "El crecimiento de las stablecoins es una condición previa para el crecimiento de los activos tokenizados", aclara. Al respecto considera que el receptor, en este caso el gobierno, debe estar realmente habilitado para aceptar y operar con dicha divisa digital. Allaire espera que en los próximos dos o tres años, estos requisitos "convergerán" y serán "mucho más realistas".
Otro aspecto a tener en cuenta en los procesos de tokenización, el uso de blockchain y stablecoins es el marco regulatorio. A nivel nacional, la supervisión y la normativa todavía precisa de un amplio desarrollo. Tampoco hay que olvidar la falta de coordinación entre distintas juriprudencias.
Aquí en Estados Unidos, James Gatto, socio del bufete Sheppard Mullin, sostiene que la tokenización tiene muchas ventajas pero estas generan múltiples complejidades dentro del marco legislativo. "Cada situación es específica pero existen algunas áreas en las que es necesario considerar cuidadosamente el activo tokenizado", advierte. Desde aspectos como el blanqueo de dinero, seguridad nacional, si los activos deben o no obedecer a la Comisión de Mercados y Valores hasta si infringen patentes o derechos de autor son algunos de los temas más problemáticos en estos momentos.