La venta de 'Shot Sage Blue Marilyn' (1964) de Andy Warhol en la subasta de arte Moderno y Contemporáneo de Christie's de mayo ha marcado una nueva cifra récord de 195 millones de dólares, el precio de subasta más alto hasta la fecha para una obra del siglo XX.
Aunque la venta acaparó los titulares de la prensa internacional –especializada o no– bajo el llamativo reclamo del "cuadro del siglo XX más caro del mundo", no lo es. Ni siquiera es el más caro de la serie 'Shot Marilyn' de Wahrhol: el multimillonario y coleccionista Kenneth C. Griffin pagó en 2018 más de 200 millones de dólares por el 'Shot Orange Marilyn' (1964) de Warhol. La cifra está sin determinar, al tratarse de una venta privada, y podría oscilar entre los 200 y los 250 millones, según confirma el medio especializado The Art Wolf, cuyo ranking de precios contempla variables como la inflación.
Las transacciones entre particulares, que se realizan sin luz ni taquígrafos, juegan en una liga aparte, y aunque siguen las dinámicas de mercado –la oferta y la demanda, el deseo de una posesión única– los grandes maestros de la pintura, incluida la moderna y del siglo XX son los protagonistas absolutos.
Que la puja de 'Shot Sage Blue Marilyn' se quedara por debajo de la estimación (200 millones) y de las expectativas más optimistas podría enfriar un mercado del arte disparado para algunos expertos. La propia Christie's tuvo que retirar dos obras de Basquiat unos días después, cuando los expertos constataron que podrían no alcanzar las estimaciones de venta. No fue una decisión fácil. "No queremos vender a cualquier precio. Queremos vender a un precio relevante para la obra y que contente al cliente", explicaba Guillaume Cerrutti, director ejecutivo de Christie's.
Termómetro del mercado del arte
Pero testar la actividad de las casas históricas de subastas sigue siendo un buen termómetro del mercado del arte y permite predecir pautas. Y todo lo confirma: el mercado del arte de "alta gama" está en auge. La serie de subastas de primavera de Nueva York en Sotheby's, Christie's y Phillips se han saldado con ventas por valor de 2.500 millones de dólares solo en lo que de año.
El mercado del arte confirma que se mantiene al alza ajeno a las turbulencias económicas, pandemias y guerras. O precisamente por ello. Uno de los principales gurús de Wall Street, Scott Minerd, director de Inversiones Globales de Guggenheim Partners, acaba de manifestar su preferencia por la inversión en arte (y bienes raíces) frente a la inversión en acciones para los próximos cinco años, en una entrevista a Market Watch, sumándose al coro de bajistas de las acciones de Wall Street.
El alto volumen de ventas confirma que el arte sigue siendo un valor refugio muy seguro, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Y los precios alcanzados en las últimas semanas son particularmente impresionantes dada la cantidad de arte en el mercado. Cuando un precio se dispara, suele ser reflejo de una oferta limitada, pero, como apunta el marchante e historiador de arte Bendor Grosvenor, "este no es el caso", y señala a un mercado inversor extremadamente inestable y a la fuerte caída en el valor de algunas criptomonedas como posibles causas.
Según Arnet AG, la plataforma líder en estudios de mercado en el ámbito global del arte, con el impacto de la inflación, existe una correlación entre el aumento de los precios del petróleo y la apreciación de las inversiones en obras de arte, mientras la economía mundial experimenta una agitación política y social sin precedentes. Los datos de Arnet muestran que las inversiones significativas en arte pueden considerarse una protección contra las presiones inflacionistas y la volatilidad del mercado.
Los riesgos existen. Pero, como en cualquier mercado inversor, los riesgos existen. Una de las claves del éxito de las subastas de primavera ha sido el récord de precios alcanzado por artistas poco conocidos. Es el caso de la subasta celebrada el pasado 17 de mayo en Sotheby's, aunque su venta estrella fue 'Femme nue couchée' (1932), con una estimación de preventa de más de 60 millones de dólares, y que se remató por 67,5 millones.
El propio director ejecutivo de Christie's expresaba, en una reciente entrevista en ARTnews, sentirse "siempre un poco nervioso" cuando ve la obra de artistas jóvenes impulsada a ventas de seis cifras o más: "Somos un mercado, donde un precio solo refleja el equilibrio entre la oferta y la demanda en un momento dado. El largo plazo determinará la verdad sobre el valor real frente a los precios instantáneos. ¡Algunos permanecerán, otros desaparecerán!".Este nuevo modelo de mercado del arte del siglo XXI proyecta dos realidades: los nuevos ricos –el 1 por ciento más poderoso del mundo, que ha salido fortalecido tras la pandemia– están revolucionando el mercado. Y el favor de los compradores no se mueve necesariamente por la calidad del trabajo, si no por el dinero.