- Estas personas viven literalmente para trabajar
- El objetivo es retirarse con entre 30 y 40 años
En los últimos meses, se han escrito multitud de artículos y opiniones sobre la "Gran renuncia" y la "Renuncia silenciosa". Sin embargo, existe otro movimiento que acapara menos titulares y que, sin embargo, también está captando el interés de los trabajadores: el "FIRE" (Financial Independence, Retire Early, por sus siglas en inglés) o, básicamente, jubilarse décadas antes de lo que corresponde con un buen colchón económico.
A diferencia de los dos movimientos anteriores, quienes abrazan el "FIRE" no buscan encontrar un puesto mejor pagado o dejar de "vivir para trabajar". En su lugar, estos empleados se han propuesto jubilarse joven, entre los 30 y los 40 años. Para ello, pueden elegir entre varias opciones: LeanFIRE, BaristaFire o FatFIRE. Técnicamente, este último se separó de la corriente central en 2016, pues busca un nivel de vida más elevado que el resto.
El FatFIRE es la alternativa que se ha vuelto más popular recientemente entre los trabajadores de las grandes empresas tecnológicas, los bufetes de abogados corporativos o los fundadores de startups. Estos empleados viven literalmente para trabajar, le dedican todo su tiempo disponible y prácticamente no tienen vida personal. Con el objetivo de jubilarse jóvenes con suficiente independencia económica, estos profesionales no se permiten grandes lujos, aunque tampoco se rigen por la moderación extrema. Lo que hacen es gastar lo que necesitan, ahorrar parte de sus abultados sueldos y el resto lo destinan a inversiones líquidas e inmuebles. Todo ello con la mente puesta en acumular un presupuesto que les permita gastar unos 100.000 dólares al año, según publica Fortune.
Por su parte, el LeanFIRE consiste en llevar un estilo de vida frugal, sin lujos ni compras innecesarias. Esta filosofía minimalista centrada en el ahorro permite a quienes lo siguen ahorrar suficiente dinero para dejar de trabajar antes. Una vez jubiladas, este tipo de personas suelen mantener este mantra de ahorro y más ahorro, según señala Entrepreneur. com.
La última opción, BaristaFIRE, también permite a quienes la eligen jubilarse anticipadamente. La diferencia respecto a las otras dos reside en que, en este caso, los trabajadores no abandonan completamente el mundo laboral. En su lugar, el dinero ahorrado les brinda la posibilidad de trabajar por placer donde ellos quieran, ya sea ayudando en una organización sin ánimo de lucro o incluso montando su propia empresa.
Los ingresos y la edad suelen ser los factores que determinan a qué grupo se unen los trabajadores. En el caso de los más jóvenes, estos suelen decantarse por la renuncia silenciosa como vía para conseguir un mayor equilibrio entre su vida personal y laboral. Por su parte, las generaciones anteriores -que ya llevan varios años trabajando- tienden a elegir el FatFIRING, según detalla Alex Bryson, profesor de ciencias sociales cuantitativas del University College de Londres.
Sombras del FatFIRING
Sin embargo, no es una tendencia que todo el mundo pueda seguir, sobre todo porque hace falta tener un trabajo muy bien pagado que permita alcanzar "el máximo de ingresos desde el principio", subraya Bryson. En concreto, solo cerca del 10% de la población tiene capacidad para ahorrar lo suficiente como para jubilarse joven con un buen colchón económico, según Dana J. Menard, fundadora y planificadora financiera de Twin Cities Wealth Strategies.
Por otro lado, Menard pone el foco de atención en el riesgo asociado a este estilo de vida: muchas personas se sienten miserables cuando al fin se jubilan. Al parecer, esto se debe a que la idea en sí de dejar de trabajar es más atractiva que la realidad. Tan acostumbrados como están al agotamiento extremo, estos trabajadores no saben vivir de otra manera y se aburren o se sienten solos.