viernes, 28 de octubre de 2022

¿Han encontrado los arqueólogos alguna prueba de las historias de la Biblia?



Fuente: iStock.



Hay una rama especializada en el estudio de los restos materiales que tienen relación directa o indirecta con los relatos bíblicos, ¿qué se ha descubierto hasta ahora?




Gracias a la arqueología hemos podido conocer retazos de cómo era la vida de los que nos precedieron, lo que irremediablemente nos acerca a ellos y nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos. Pero sí hay un testigo antiguo de lo que era el mundo en sus inicios, ese es el 'bestseller más famoso de todos los tiempos': La Biblia. Las historias que lo conforman hacen un buen retrato de un tiempo ya extinto, pero no podemos saber si es fiel o no. ¿Sucedieron esos hechos o se trata solo de mitos propagados por los pueblos de generación en generación? ¿Existieron aquellas personas?

Justamente para desentrañar esas dudas existe la arqueología bíblica, esa parte de la ciencia especializada en el estudio de los restos materiales que tienen relación directa o indirecta con los relatos bíblicos (tanto del Antiguo como del Nuevo testamento). El lugar principal para hallar estos descubrimientos, como no podía ser de otra manera, es Oriente Próximo (más concretamente Tierra Santa), mediante el uso de las mismas técnicas usadas en la arqueología general: las excavaciones y la datación por radiocarbono. No está exenta de polémica porque hay distintas consideraciones acerca de su fin último, pues su propósito no es demostrar las historias de la Biblia en sí (unas pudieron suceder y otras no), sino arrojar luz sobre esos hechos concretos.


¿Se trata exclusivamente de fábulas o hay alguna solidez histórica? ¿Sus personajes existieron o están inspirados en otros que fueron reales?


De hecho, las opiniones se dividen en dos ramas: minimalismo y maximalismo. Los primeros enfatizan que la Biblia debe ser leída y analizada ante todo como una colección de narraciones y no como un cuidadoso recuento histórico de la prehistoria del Medio Oriente. Para ellos, ninguna de las historias bíblicas más primitivas tienen una solidez histórica, los patriarcas bíblicos y las doce tribus de Israel son tenidos como ficción, al igual que reyes como Saúl o David. Por otra parte, los maximalistas consideran que todo el conjunto de relatos bíblicos son en realidad referencias históricas y que los más recientes libros tienen mayor solidez que los más primitivos, siendo algunos de los patriarcas personajes históricos o quizá personajes ficticios, pero inspirados en otros que realmente sí existieron.

A veces estos descubrimientos son considerados 'pseudoarqueología', y muchos tienen que ser bien estudiados, pues pueden ser objetos verdaderos a los que se les añadieron posteriormente inscripciones. Probablemente, son los Manuscritos del Mar Muerto los documentos encontrados más famosos dentro de esta rama de la arqueología. Hallados en unas cuevas en Qumrán (Israel), constituyen el testimonio más antiguo del texto bíblico encontrado hasta la fecha, y la mayoría datan del año 250 a. C. al año 66 d. C., años antes de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén.

placeholderDavid matando a Goliat. (iStock)
David matando a Goliat. (iStock)

Pero, ¿y objetos? ¿Ciudades? ¿Personas? Pues... las cosas de palacio van despacio. Lo cierto es que generalmente se encuentran retazos que pueden dar pistas, más que otra cosa. Por ejemplo, se consideraba que la historia de David y Goliat era completamente ficticia, hasta que a principios de los 90 se descubrió la Estela de Tel Dan, una piedra con una inscripción en la que se alardea de las victorias sobre el rey de Israel y su aliado, el rey de 'La Casa de David'. Fue la primera vez que se encontraba una inscripción conteniendo el nombre de David y su dinastía fuera de la Biblia, por lo que generó un gran debate. Más importante quizá fue el descubrimiento hace unos años de un cementerio filisteo (el mítico pueblo al que pertenecía Goliat), que había sido nombrado en muchos textos egipcios, hebreos y asirios, pero nunca había sido considerado real.


A principios de los 90 se descubrió la Estela de Tel Dan, la primera inscripción que nombra a David fuera de los relatos bíblicos


De la misma manera, en los años 60 se descubrió la llamada Piedra de Pilato (inscripción tallada en piedra caliza atribuida a Poncio Pilato), y este mismo año, un grupo de arqueólogos aseguró haber encontrado los restos de la ciudad de Sodoma, tras décadas excavando. "Lo que tenemos en nuestras manos es una ciudad-estado importante que hasta ahora era desconocida para los eruditos", explicó Steven Collins, jefe de excavación. Las razones que llevaron a pensar que podía ser la ciudad maldita del Antiguo Testamento son que sería la ciudad más grande de la región, tal y como se describe en la Biblia, que las fechas coinciden (data de entre el 3.500 aC y el 1.540 aC) y, por último, que se cree que fue abandonada repentinamente en algún punto de la Edad del Bronce.

Otros objetos están más sujetos a debate, como el paño de la Verónica, la Sábana Santa o el Arca de la Alianza. Son objetos quizá excesivamente famosos y específicos como para no pensar que en el pasado pudieran haberse hecho falsificaciones o representaciones artísticas de los mismos. "Algunas narraciones bíblicas probablemente reflejan algunos recuerdos históricos de pueblos y lugares, pero los 'grandes personajes' de la Biblia son irreales y contradicen las evidencias arqueológicas", escribía hace tiempo el profesor de arqueología, William G. Dever. "Algunos antepasados de los israelitas probablemente escaparon a la esclavitud de Egipto, pero no hubo una conquista militar de Canaán y muchos, sino casi todos los israelitas, en tiempos de la monarquía fueron politeístas".

placeholderMosaico representando las doce tribus de Israel, en Jerusalén.
Mosaico representando las doce tribus de Israel, en Jerusalén.

Mete el dedo en la llaga, sin duda, pues aunque se han encontrado textos que reafirman la existencia de determinados faraones, los egiptólogos siguen insistiendo en que no hubo esclavitud en Egipto como tal (Heródoto lo suscribe en sus textos) y tampoco hay prueba alguna del éxodo de los judíos. De hecho, Freud quería ver en la figura de Moisés a Akenatón, el único faraón monoteísta de la historia.


"Algunas narraciones bíblicas reflejan algunos recuerdos históricos de pueblos, pero los 'grandes personajes' de la Biblia son irreales y contradicen las evidencias arqueológicas"


No hay una única conclusión al respecto. Probablemente, lo más sensato sea evitar los extremos. La Biblia no puede considerarse en su conjunto un retrato completamente fidedigno del pasado, como es lógico, teniendo en cuenta la cantidad de fábulas de aspecto moralizante que recoge. Pero el escepticismo absoluto tampoco es correcto, pues lo más probable es que muchos pueblos que vivieron en la misma época recogieran anécdotas sucedidas durante aquel tiempo y las transmitieran de generación en generación, convirtiéndose, por tanto, en fuentes. Muchos pueblos antiguos coinciden, por ejemplo, en su representación del Diluvio Universal, ¿quiénes somos nosotros para contradecirlos?




Por
Ada Nuño
27/10/2022 - 05:00 Actualizado: 27/10/2022 - 11:55
¿Han encontrado los arqueólogos alguna prueba de las historias de la Biblia? (elconfidencial.com)
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