Va a devolver los depósitos, resolver reclamaciones y cerrar su negocio
- La firma no ha podido resistir a la crisis de la industria y de su cliente FTX
- Sus pérdidas son seis veces mayores a su capitalización de mercado
Silvergate va a liquidar su negocio. El punto y final de su trayectoria llega tras un cuarto de siglo como banco y una década como 'cripto' banco. El cambio de estrategia evidencia ahora cuáles son los resultados de haber apostado todo a la industria de los activos digitales. Un mercado en desarrollo, con una volatilidad inherente, grandes dosis de riesgo y falta de regulación. FTX era uno de sus clientes.
"A la luz de los recientes desarrollos de la industria y regulatorios, Silvergate considera que un cierre ordenado de las operaciones y una liquidación voluntaria es el mejor camino a seguir", ha señalado la compañía en un comunicado. La decisión llega, inevitablemente, tras las pérdidas cosechadas, su débil capitalización y el deterioro de sus inversiones y de su negocio. La semana pasada, la firma hacía balance de su situación y dudaba de su propia continuidad, en una notificación a la SEC, y, unos días después, acaba confirmando que su situación era insostenible.
Silvergate ha pagado este desgaste en bolsa tras dejarse un 95% de su valor en los últimos seis meses. El pinchazo refleja lo turbulento que ha sido este periodo para la firma. Primero, los inversores empezaron a abandonar los activos de riesgo ante las subidas de tipos de interés, lo que borró millones de dólares de la industria el año pasado. Después, estalló la estafa de la moneda estable Terra USD (UST) y su token asociado Luna. Entonces, las pérdidas fueron a más. Y el golpe definitivo llegó con la quiebra de FTX y la crisis de confianza que desencadenó.
Todo ello hizo que muchos de los clientes de Silvergate decidieran salirse del mercado, por lo que se produjo una fuga "masiva" de fondos, como reconoció la compañía en la última presentación de resultados. En dichas cuentas, de octubre a diciembre de 2022, sus pérdidas ascendieron a los 1.000 millones de dólares. Hoy, su capitalización es apenas de 155 millones de dólares, lo que contrasta con su balance.
Tras los últimos acontecimientos, en los que la empresa ha reconocido que su situación pendía de un hilo, los pocos clientes que le quedaban han terminado por marcharse. Coinbase o Paxos Trust han dejado de usar su plataforma. Al 'cripto' banco ya solo le queda devolver todo el dinero de los depósitos y resolver las reclamaciones que tiene pendiente, como ha explicado.
Silvergate empezó a operar hace 35 años y entonces tenía clientes industriales y se dedicaba a conceder préstamos para real estate comercial y residencial. Pero hace diez años, la compañía se transformó para dar servicios financieros a la industria 'cripto'. Albergaba los depósitos de estas compañías y les proporcionaba una pasarela de pagos para dinero fiat y criptomonedas.
Su nicho funcionó durante unos años, se benefició del auge de la industria y del furor de los máximos de bitcoin. Sin embargo, Silvergate estaba asumiendo mucho riesgo al depositar todos sus recursos en una industria volátil como la de los 'cripto' activos y, más aún, sin diversificación alguna. Un planteamiento que ha quedado en evidencia cuando han llegado las adversidades.