- Los data centers suponen el 2% del consumo mundial de electricidad
- El problema del consumo de energía de los centros de datos no es de generación energética, sino de acceso a la red
Amazon Web Services (AWS) o Microsoft son dos de las compañías con proyectos firmes de centros de datos en Aragón y, en concreto, en Zaragoza. Su puesta en marcha plantea ciertos interrogantes sobre las necesidades y recursos que precisan para su correcto funcionamiento. Y uno de ellos está relacionado con la energía por su consumo intensivo. ¿Pero realmente es así? ¿Necesitan tanta energía? ¿Consumen todos los centros de datos lo mismo?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los centros de datos de AWS o Microsoft, pero también los de Meta o Google, entre otras compañías, consumen energía. Ahora bien, su consumo tiene que ponerse en perspectiva. "Es como un autobús en el que van 50 personas, que sustituye a 50 coches. Se sabe que es mejor el autobús", afirma Manuel Pérez-Tabernero, End Users & Added Value Sales Manager en Schneider Electric, compañía que tiene una línea específica de data centers, a elEconomista
Siguiendo con esta comparativa, los centros de procesamiento de datos (CPDs) de estas compañías serían como el autobús, es decir, concentran las prestaciones de los data centers en lugares concretos. El consumo de estas infraestructuras se mide en relación al CUE. Y, ¿cuánta energía necesitan? Se cifra en un kilovatio para alimentar los servidores de IT. Se calcula que un CPD de AWS o Microsoft, por ejemplo, tienen un PUE de 1,2, lo que significa que tiene un rendimiento de más del 80%. "Es un rendimiento muy alto, que no es habitual en la industria", añade el experto.
Por el consumo que requieren los CPDs, se plantean una serie de retos en materia energética. "El problema es de acceso a la energía en España, aquí no es un problema de producción de energía", indica Manuel Pérez-Tabernero, quien señala que el consumo energético en España está en niveles del año 2003 y se ha producido una bajada del 3% en comparación con el año pasado. "Con ese 3%, por ejemplo, AWS ya podría alimentar sus centros de datos".
Impulso energético
La necesidad de energía de los centros de datos es a su vez una oportunidad para el sistema eléctrico español. AWS, Microsoft y otros agentes del sector "están ayudando a tener una red más eficiente e inteligente porque sabemos que, a más energía renovable que entra, el sistema es menos gestionable".
Y estas empresas trabajan en facilitar la entrada de las renovables, siendo a su vez agentes importantes en la transición energética. "Es el compromiso que tienen con la sociedad". De hecho, compañías como Amazon Web Services se han comprometido –es público-, con el consumo de energía renovable para lo que opta por parques eólicos y de fotovoltaica. Entre ambas fuentes energéticas, "se trata de conseguir el mayor porcentaje de hibridación", en torno al 80% o 90%.
Esto hace a su vez, además, que estas compañías puedan decir de dónde procede la energía que consumen y esto se realiza por software e inteligencia artificial, lo que redunda en el propio negocio de estas empresas.
Además, tanto AWS como Microsoft, Google o Meta son los mayores firmantes de acuerdos de PPA (acuerdo de compraventa de energía limpia) a nivel mundial, habiendo contratado más de 38 GW hasta la fecha, de acuerdo con los últimos datos de IEA. Por ejemplo, la compra o generación de energía de Apple supone alrededor de 2.8 TWh; Google, 18.3 TWh y Meta 9.4 TWh. Por su parte, AWS, en 2022, tenía contratados 2 gigavatios. Esto ayuda a su vez a garantizar la sostenibilidad de los parques renovables.
En el caso de Aragón, la comunidad es "privilegiada" en renovables, siendo este uno de los factores que está contribuyendo a la atracción de este tipo de inversiones. "Al hablar de energía se piensa que procede de una distancia de unos 30 kilómetros, pero el sistema eléctrico está mallado y la energía puede venir desde muy lejos. Zaragoza –al estar entre Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, es privilegiada porque estas ciudades tienen una densidad de población más alta y esto hace que el sistema energético esté más preparado que en otros lugares", expone el responsable de Schneider Electric.
El consumo de energía
El consumo de energía de los centros de datos a nivel mundial supone alrededor del 2% de la electricidad mundial. Los últimos datos facilitados del informe de IEA, teniendo en cuenta los de grandes operadores, indican que el uso mundial de electricidad de los centros de datos en 2021 fue de 220-320TWh, es decir, alrededor de entre el 0,9% y el 1,3% de la demanda final de electricidad mundial. Este dato excluye la energía utilizada para la minería de criptomonedas, que fue de 100-140 TWh en 2021.
Desde el año 2010, el uso de la energía de los centros de datos, excluyendo las criptomonedas, ha aumentado de forma moderada a pesar del crecimiento de la demanda de servicios de centros de datos. Esto ha sido posible por las mejoras en la eficiencia en el hardware y en el sistema de refrigeración, así como por el paso del alojamiento en centros de datos más pequeños en términos empresariales y más ineficientes hacia los data centers más eficientes en la nube e hiperescalables.
Sin embargo, el rápido crecimiento de las cargas de trabajo manejadas por los grandes centros de datos ha reflejado un aumento del uso de energía en este segmento en los últimos años, creciendo entre un 10% y un 30% por año. De este modo, se estima que el uso de energía en los data centers continúe subiendo moderadamente en los próximos años.
No obstante, la evolución del consumo de electricidad de los centros de datos es diferente por países. En aquellos con mercados de centros de datos en expansión se observa un mayor crecimiento. Por ejemplo, el uso de electricidad de los centros de datos en Irlanda se ha más que triplicado desde 2015, suponiendo el 14% del consumo total de electricidad en 2021. En otros países como Dinamarca se estima que el uso de la energía en este segmento se triplique para 2025 hasta representar cerca del 7% de la electricidad del país. Una senda que podría registrarse también en España ante la evolución de los centros de datos en el país y en comunidades como Aragón.