- Mientras que el crecimiento del sur promedia el 2%, la eurozona no llega al 1%
- Los mercados devuelven poco a poco la confianza en los antiguos 'PIGS'
- La deuda pública de la periferia cae a un ritmo mucho más rápido
La historia del euro es todavía corta (poco más de 20 años), pero intensa y bacheada. Tras unos primeros años de tranquilidad y cierta convergencia, la crisis de 2008 supuso un antes y un después para el Viejo Continente. La crisis financiera desembocó en otra crisis de deuda soberana en 2010-2011 que atizó a los países del sur (también a Irlanda) y estuvo a punto de acabar con el euro. Los países del sur se quedaron atrás, deshaciendo buena parte de la convergencia económica lograda en el ciclo 1999-2007. Grecia, España y Portugal tuvieron problemas para volver a la senda del crecimiento. Además, cuando lo habían logrado y todo parecía volver a la normalidad, irrumpió una pandemia en nuestras vidas: la crisis del covid volvió a golpear más fuerte a un Mediterráneo cuya economía es muy dependiente del turismo y los servicios relacionados con el contacto humano. Otra vez el sur estaba condenado a quedarse atrás... o no. Pocos años después del covid, los países del sur están viviendo una suerte de renacimiento, frente al estancamiento de Alemania o Francia. Europa está patas arriba, el sur crece más que el norte y recorta la brecha. Aunque, en principio, este renacimiento no durará mucho (es sobre todo coyuntural), por ahora está llevando la historia de estos países a los medios más importantes de Europa y del mundo.
Los analistas no paran de publicar informes en los que destacan y alaban el crecimiento de los países que un día fueron considerados como el gran problema de Europa. Los conocidos como PIGS (cerdos en inglés) por la prensa anglosajona, hoy copan las páginas por todo lo contrario, al menos buena parte de ellos (Italia se ha quedado atrás) .Los 'tres cerditos' están liderando el crecimiento del euro. El último medio en divulgar esta historia ha sido la prestigiosa agencia financiera Bloomberg en un reportaje titulado 'Europe's Onetime Crisis Economies Are Now Outperformers' (Las economías europeas que alguna vez estuvieron en crisis ahora tienen mejores resultados) en el que exponen las historias de crecimiento de estas economías. La rebelión de los PIGS sigue en marcha.
La historia del euro se está reescribiendo ante el intenso crecimiento de la franja del sur de Europa compuesta por Grecia, España y Portugal. Estos países fueron vistos en el pasado como "los casos perdidos" de Europa, según describen desde la agencia Bloomberg. Ahora comienzan a 'sacar pecho' tras años de lucha en medio de dos crisis brutales (financiera y covid) y profundas recesiones.
Los 'tres cerditos' se han convertido en los países con un mejor rendimiento en la región, creciendo a un ritmo que duplica el promedio de la zona del euro y muy por encima de las de muchos de sus vecinos. Se espera que la expansión en España y Grecia supere el 2% este año, en comparación con sólo el 0,8% de la zona del euro. Alemania, la economía más grande de la región, apenas crecerá este 2024.
"Pese a este buen comportamiento, las cicatrices de la crisis económica persisten (particularmente en el mercado laboral) y la reconstrucción de la reputación sigue su proceso. El período de crisis generó la visión de que el sur de Europa es irresponsable, perezoso, improductivo y que se aferra al euro sólo gracias a las donaciones de los países más ricos del norte de Europa", señala el reportaje de Bloomberg. Esa perspectiva generó una división geográfica en un profundo cisma en Europa. Ahora, desde Atenas hasta Madrid y Lisboa, el trabajo duro continúa para poner fin a esa división.
Europa está patas arriba
Grecia, por ejemplo, perdió una cuarta parte de su PIB durante una crisis financiera que luego mutó a crisis de deuda, lo que disparó a su vez el endeudamiento público. Pero el año pasado el país recuperó su grado de inversión y su relación deuda/PIB cayó al nivel más bajo en más de una década (sigue aún en el 160% del PIB). Eurostat, la agencia estadística de Bruselas, publicaba hace poco una nota en la que aparecían Portugal, Chipre, Grecia, Croacia y España como los países que estaban reduciendo su deuda pública a un ritmo más rápido en toda Europa.
Cuando las empresas griegas comenzaron a exportar al comienzo de la crisis, los errores o incluso las estafas en algunos casos les dieron mala fama, según Giannis Moschos, un empresario del aceite de oliva: "El mayor desafío al que nos enfrentamos durante la crisis fue la falta de confianza de otros mercados en Grecia", asegura. "Tuvimos que dar pequeños pasos. Vendimos, ganamos y reinvertimos" durante varios años.
Otro signo que revela que Europa está patas arriba sin las propias decisiones de las agencias de rating. Mientras que se mejora la calificación de Grecia o Portugal, S&P Global Ratings rebajó la calificación de Francia el mes pasado. Mientras tanto, el ratio de deuda de Portugal también ha seguido una trayectoria descendente en los últimos años, llegando a caer incluso por debajo de la cota psicológica del 100% del PIB.
Los riesgos fiscales siguen, pero son menores
"La situación fiscal de estos países sigue aún planteando riesgos, pero el trabajo realizado durante la última década está dando sus frutos. Incluso cuando el Banco Central Europeo redujo sus programas de compra de bonos, que alguna vez fueron un enorme salvavidas, los diferenciales de los bonos se mantuvieron en general bajo control", señalan desde la agencia Bloomberg.
Las preocupaciones de los inversores que dominaban el mercado de bonos hace una década se han desvanecido, señalan desde Bloomberg. Por el contrario, Italia sigue siendo un caso atípico en esta historia, una economía que está rezagada respecto de sus vecinos del sur de Europa y que no ha logrado apenas avances fiscales.
"Para los cuatro (Italia, Grecia, España y Portugal) hay ciertas cosas que son ciertas, como una sensación renovada de estabilidad financiera y la estabilización de los diferenciales de los bonos", comenta Valentina Meliciani, profesora de economía aplicada en la Universidad Luiss de Roma. "Pero cuando se trata de crecimiento económico, existen algunas diferencias. Italia no ha podido estabilizar su deuda".
Aunque el turismo masivo y unos menores costes laborales siguen siendo una gran parte del éxito de las economías del sur de Europa, también existe una tendencia para avanzar hacia áreas de mayor valor, como los servicios biotecnológicos. Esto refleja la comprensión de que no hay ningún beneficio en quedarse en modo 'ver y esperar', explican desde Bloomberg.