(Yan Krukau/Pexels)
El científico y futurista Ray Kurzweil afirma que estamos en el umbral de la eterna juventud, pero las consecuencias pueden ser tan graves como impredecibles
Ray Kurzweil, el científico informático y futurista conocido por sus acertadas predicciones tecnológicas, asegura que la humanidad está al borde de un avance histórico: alcanzar la "velocidad de escape de la longevidad" en tan solo cinco años. Según Kurzweil, la esperanza de vida no solo se alargará significativamente en 2030, sino que se revertirá el envejecimiento al superar un umbral crítico de avances médicos y tecnológicos.
La "velocidad de escape de la longevidad" es un concepto que, según Kurzweil, se basa en el incremento de la esperanza de vida en proporción al ritmo de los avances médicos. “Actualmente, cada año de vida se traduce en una pérdida efectiva de un año de longevidad, pero estamos logrando recuperar cuatro meses al año gracias al progreso científico”, afirma Kurzweil. Según su predicción, para 2029 la humanidad habrá alcanzado un punto en el que por cada año vivido se recupere un año de esperanza de vida, y más allá de esa fecha, la longevidad se incrementará por encima de la pérdida anual, llevando al ser humano a "retroceder en el tiempo".
Kurzweil habló de este tema durante una reciente entrevista organizada por la compañía de inversión Bessemer Venture Partners. "La investigación médica avanza de manera exponencial", afirma. Un claro ejemplo, según él, es cómo el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna tardó apenas dos días en completarse y solo diez meses en llegar al público. Antes, un desarrollo así tardaba una media de 19 años. "Esto es un ejemplo de cómo se está acelerando la aplicación de avances biotecnológicos", indicó.
Consecuencias impredecibles
El concepto de "velocidad de escape de la longevidad" no está exento de controversia. Si pasa lo que Kurzweil dice, se abrirá la caja de pandora del acceso amplio y equitativo a esta tecnología. La medicina de vanguardia, como la edición genética y las terapias asistidas por inteligencia artificial, sigue siendo inalcanzable para muchos. A pesar de este reto, Kurzweil es optimista respecto al potencial democratizador de estas tecnologías, subrayando que "a medida que se desarrolla una tecnología, su acceso tiende a expandirse".
El científico está convencido de que el envejecimiento no es una condena biológica inevitable. "La mayoría de nuestro cuerpo se está regenerando continuamente", dice Kurzweil. "Con el avance científico, podríamos extender ese proceso indefinidamente". De cumplirse esta proyección, para 2030 se habría llegado al punto en el que cada persona, al envejecer un año, no sólo no aumentará sus probabilidades de morir, sino que las reducirá yendo 'atrás en el tiempo'.
Kurzweil afirma que el riesgo de accidentes que no pueden preverse ni prevenirse con facilidad también será resuelto gracias a la proliferación de tecnologías como los coches autónomos, que están destinados a reducir de forma drástica el número de accidentes mortales.
Kurzweil es famoso por su capacidad para prever avances tecnológicos. Lleva décadas utilizando un enfoque basado en el crecimiento exponencial para anticipar el desarrollo de nuevas tecnologías y suele dar en el clavo. Ahora afirma que "estamos acelerando hacia un futuro en el que el tiempo deje de ser nuestro enemigo". Si lo que dice es cierto, no sólo serán buenas noticias. Es un cambio que tendrá profundas e impredecibles consecuencias en la psicología individual, la organización social y la economía.