- Sus inicios fueron austeros: una plataforma asilada y un chorro de petróleo
- Años después comenzó una de las mayores obras de la ingeniería global
Resulta un tanto paradójico que la cumbre del clima se esté celebrando en el país, que alberga una de las mayores obras de ingeniería relacionadas con el petróleo. La COP29 ha arrancado su semana decisiva en Bakú, la capital de Azerbaiyán, con el propósito de mejorar de la financiación de los países ricos a los más desfavorecidos para que puedan afrontar el calentamiento global y sus consecuencias. La reunión se está celebrando en un país que es uno de los grandes productores de gas a nivel global y que además alberga la conocida como ciudad flotante del petróleo, una plataforma de petróleo mastodóntica que se inauguró hace décadas, pero que sigue funcionando y extrayendo el petróleo que se alberga bajo el Mar Caspio.
A unos 110 kilómetros al este de Bakú, en el sector azerbaiyano del Mar Caspio, se encuentra Neft Dalari, también conocida como Oil Rocks, una ciudad flotante construida sobre plataformas petrolíferas que se extienden a lo largo de 12 kilómetros de largo y 6 de ancho. Lo que comenzó en 1949 como un ambicioso proyecto soviético para extraer petróleo en aguas poco profundas, se ha convertido en una maravilla de la ingeniería reconocida por el Libro Guinness de los Récords como la primera plataforma petrolífera offshore del mundo. Curiosamente, la zona debe su nombre original, Black Stones, al color oscuro de las rocas que emergen del mar debido a los grifos naturales de petróleo.
Neft Daslari (Oil Rocks en inglés) no es solo una proeza de la ingeniería, sino también un asentamiento humano en medio del mar. En su apogeo, albergó a más de 5.000 trabajadores, que disponían de una infraestructura completa para su disfrute bienestar. La ciudad contaba con edificios residenciales de hasta nueve plantas, un teatro con capacidad para 300 personas, una biblioteca, una panadería, tiendas, un hospital, un campo de fútbol e incluso un parque verde, creado con tierra transportada desde el continente. Estas instalaciones proporcionaban a los habitantes un entorno de vida autosuficiente y relativamente cómodo en medio del mar.
Según se puede encontrar en la propia web de la petrolera estatal de Azarbaiyán, el 7 de noviembre, el pozo produjo un chorro de petróleo que marcó la primera producción de petróleo en alta mar del mundo. Azerbaiyán es el primero en explotar yacimientos petrolíferos en la parte abierta del Mar Caspio, recoge la página de SOCAR, la empresa estatal petrolera de Azerbaiyán.
El proceso fue poco a poco, la plataforma (o ciudad flotante fue desarrollándose). Al principio, todo era una pequeña plataforma convencional para la extracción de crudo con un pequeño refugio para que los trabajadores se alojaran. Lo que comenzó siendo una sola plataforma aislada, comenzó a expandir tentáculos y nuevas plataformas creando una descomunal plataforma con bloques de viviendas. Las grandes construcciones comenzaron a producirse a partir de 1951, dando lugar a lo que algunos han considerado un milagro arquitectónico.
La producción de petróleo
La producción de petróleo en Neft Daslari alcanzó su punto máximo en las décadas de 1960 y 1970, con una extracción diaria de hasta 100.000 barriles. Sin embargo, con el paso del tiempo y el agotamiento de los recursos, la producción ha disminuido significativamente. Según datos de SOCAR, la empresa petrolera estatal de Azerbaiyán, la producción actual es de unos 21.000 barriles diarios.
Esos 21.000 barriles apenas representan un 5% de toda la producción del país. Aunque la industria petrolera de Azerbaiyán lleva varios años en decadencia por el agotamiento natural de sus yacimientos, este país sigue bombeando unos 570.000 barriles de crudo cada día, una cantidad que le permite en exportador neto, pero que quedan lejos de los años en los que Bakú producía cerca de un millón de barriles diarios.
No obstante,las autoridades del país están haciendo un gran esfuerzo por atraer inversión, revertir esta tendencia en la producción. Por ahora, en lo que va de 2024 han logrado producir un poco más de petróleo en el mismo periodo de 2023.
Por ejemplo, Azerbaiyán ha recibido con gran entusiasmo la decisión de BP para invertir en los yacimientos del país. La petrolera británica ya ha iniciado la producción en una nueva instalación de 6.000 millones de dólares en el campo petrolífero Azeri-Chirag-Gunashli de Azerbaiyán. La modernización de este yacimiento puede aumentar la producción del campo hasta en un 25%. La instalación, denominada Azeri-Central-East (ACE), consiste en una nueva plataforma de producción a 130 kilómetros de la costa en el sector azerbaiyano del Mar Caspio (muy cerca de la ciudad flotante). Actualmente, ACE cuenta con un solo pozo perforado a una profundidad de 3.150 metros y dos pozos más que se perforarán este año, lo que elevará la producción diaria de ACE a alrededor de 24.000 barriles por día, según BP.
Pese a que los nuevos descubrimientos y yacimientos están quitando el protagonismo a la ciudad flotante del petróleo, lo cierto es que la singularidad de Neft Daslari ha captado la atención de cineastas y documentalistas. En 2009, el cineasta suizo Marc Wolfensberger dirigió el documental "Oil Rocks: City Above the Sea", que explora la historia y la peculiar belleza de esta ciudad flotante en el Mar Caspio.
A lo largo de las décadas, Neft Daslari ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo la erosión y el desgaste de sus estructuras debido a las duras condiciones marítimas. Se estima que aproximadamente dos tercios de la infraestructura original han sido ya inutilizados por la erosión del mar. No obstante, la ciudad sigue en pie, sirviendo como testimonio de la ingeniería soviética y la determinación humana para explotar los recursos naturales en condiciones extremas.