- Cada vez las máquinas van a depender menos de los humanos para todo
Cada vez son más los expertos que alertan de que estamos avanzando a un punto en el que la Inteligencia Artificial (IA) va a llegar a un punto en que van a ser más inteligente que los humanos, una situación que hasta ahora era insólita, ya que nunca antes habíamos convivido con seres superiores intelectualmente.
"Nos tratarán como nosotros a los animales" aseguraba uno de los fundadores de OpenAI, y es que aunque esto no significa que las máquinas van a hacerlo con mala intención, del mismo modo que "engañas" a tu perro para ponerle la correa mientras vas de paseo con una chuche, muy posiblemente llegará un punto en el que serán las IA quienes tomen las decisiones sin consultarnos y nos guiarán hacia ellas.
Y es que la IA llegará un punto en el que por motivos de eficacia y rapidez dejará de contar o de buscar nuestro permiso o aprobación para llevar a cabo acciones o tareas, y eso es un poco lo que se está buscando con la automatización de esta tecnología.
Si bien todo se plantea con la premisa de que las máquinas están diseñadas y entrenadas a servir a los humanos, son muchos que se plantean la viabilidad de esto una vez que adquieran capacidad de conciencia y llegue un punto en el que sean capaces de razonar por qué iban a servirnos a nosotros.
Pero por ahora la IA sigue estando a merced de los humanos y en líneas generales todavía nos necesita para llevar a cabo acciones y tareas. No obstante, el avance está siendo muy rápido, y volviendo al punto de que las máquinas cada vez van a necesitar menos a las personas.
Un ejemplo de ello es un vídeo que se está volviendo viral en redes por el surrealista momento que un usuario captura en vídeo donde dos IA mantienen una conversación. Una de ellas es un asistente en representación de un usuario que quiere reservar una habitación de hotel, la otra es el contestador automático del alojamiento.
Al principio comienzan a hablar con normalidad, no obstante, en el momento en el que una indica que es una IA representando a una persona, la otra IA reconoce que también lo es, y es justo donde vemos cómo será el futuro. Esto es porque una de ellas le propone cambiar al modo GibberLink", una señal de audio "ggwave", para llevar a cabo una comunicación más eficaz, la otra accede y comienzan a interactuar en este "idioma".
Para nosotros tan solo están emitiendo pitidos, pero en cuestión de segundos ambas IA han organizado la reserva y cerrando todos los aspectos importantes como el precio, la fecha, los servicios del hotel y demás. Esta es una de las primeras veces que hemos visualizado cómo interactúan las máquinas cuando no estamos delante, y parece que es algo, debido a la dirección que estamos tomando, a lo que nos tendremos que acostumbrar.