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Es uno de los senderos costeros más espectaculares de la Costa Brava, en Girona
(Senditur)
Entre pinos y miradores al Mediterráneo, el sendero revela un pasado de rodajes de Hollywood, con presencia de figuras de la talla de Ava Gardner, que pusieron este rincón catalán en el mapa internacional
La gran variedad de calas de color turquesa son el rasgo más definitorio de la Costa Brava. Las hay accesibles desde escaleras que descienden por abruptos acantilados o escondidas entre vegetación mediterránea como pinares y plantas aromáticas como la lavanda. Este tramo costero del litoral catalán se despliega a lo largo de más de 200 kilómetros, desde Blanes, en el sur de la provincia de Girona, hasta Portbou, en la frontera con Francia.
La ruta más bonita para hacer en verano
Uno de los parajes más bellos de la Costa Brava es el Camí de Ronda de S'Agaró, una ruta paradisíaca que es ideal para disfrutar en verano, donde el turista encontrará palacetes señoriales de estilo novecentista y calas íntimas que escapan del turismo masivo. Esta zona coincide con el trazado del GR 92, también conocido como Sendero del Mediterráneo, que recorre una gran diversidad de paisajes y espacios naturales protegidos en Cataluña y otras regiones como Comunidad Valenciana o Andalucía.
Se trata de una ruta lineal, por lo que puede iniciarse desde cualquiera de sus extremos, aunque muchos viajeros optan por empezarla en la localidad de Sant Feliu de Guíxols, al abrigo de su puerto y club náutico. El acceso hasta este punto es sencillo: basta con tomar la carretera C-31 y seguir las indicaciones hacia este municipio del Baix Empordà. Una vez allí, conviene dirigirse hacia la zona portuaria, donde el trazado del sendero costero comienza a ganar altura entre acantilados, calas y antiguas escaleras de piedra. También es posible comenzar la ruta desde S'Agaró, junto a la Playa de Sant Pol, otro de los puntos de partida más frecuentados. En ambas zonas existen áreas habilitadas para el aparcamiento, lo que facilita el acceso incluso en temporada alta.
Pasarás por acantilados de roca rojiza y podrás bañarte en calas de aguas turquesas
Sin necesidad de recorrer grandes kilómetros, el viajero se encontrará con el mirador sobre la exclusiva Cala Jonca —situada en el extremo sur del espigón del puerto—, de tan solo 20 metros de longitud. Unas escaleras metálicas llevarán directamente a esta diminuta playa que permitirá un baño en marea baja. A continuación, habrá que bordear la zona residencial para seguir disfrutando de la naturaleza y unos acantilados que son el mejor preámbulo de lo que está por venir.
El Camí de Ronda se adentra en su vertiente más abrupta al atravesar el Paratge de la Volta de l'Ametller, un entorno de gran valor paisajístico en el que la roca, el mar y la vegetación autóctona se funden en equilibrio natural. Este segmento, especialmente escarpado, discurre entre acantilados de roca rojiza y una sucesión de pequeñas calas recogidas, como Cala des Cranc o Cala dels Mussol, que se abren como oasis entre la piedra.
Un paraje que se bautizó como "el paraíso de las estrellas" por la presencia de Ava Gardner o Elizabeth Taylor
La vegetación acompaña cada paso del senderista con su aroma y su sombra. Destacan los pinares de pino piñonero y pino carrasco, así como los resistentes matorrales de lentisco, romero y jara, típicos del litoral mediterráneo. Este tapiz vegetal no solo embellece el paisaje, sino que ofrece refugio a numerosas aves y define el carácter agreste de la ruta.
Al llegar a la Cala Maset, el sendero inicia su descenso por un último tramo de escaleras esculpidas en la roca, hasta desembocar en la extensa Playa de Sant Pol. Cruzarla de extremo a extremo supone completar una hora de caminata por uno de los pasajes más genuinos y fotogénicos de la Costa Brava. Arranca aquí uno de los tramos más emblemáticos y frecuentados de la ruta, el que une S'Agaró con la playa de Sa Conca. A diferencia de las zonas más abruptas recorridas previamente, este segmento ofrece un trazado más amable y urbanizado, sin renunciar por ello a la belleza del entorno.
El hotel de lujo que conquistó a Hollywood
El sendero, perfectamente pavimentado y accesible, permite disfrutar de las vistas al mar sin esfuerzo, rodeado de una arquitectura cuidada que evoca el lujo de otras épocas. Villas señoriales y jardines recortados acompañan el camino, entre las que sobresale el histórico edificio de La Gavina, construido en los años veinte por el reconocido arquitecto gerundense Rafael Masó. Esta zona es conocida como "el paraíso de las estrellas". La actriz Ava Gardner, en particular, es una de las figuras más emblemáticas asociadas a este lugar, donde se hospedó con Frank Sinatra y donde vivió un romance con el torero Mario Cabré.
El hotel de lujo, fundado en 1932, se convirtió en un refugio de glamour y exclusividad en la Costa Brava, acogiendo a personalidades como Elizabeth Taylor, Sean Connery, John Wayne, Robert De Niro y Lady Gaga, entre otros. El detonante de su repentina fama fue el rodaje de la película Pandora y el holandés errante, al que luego siguieron otros filmes más recientes como Marlowe (2022), protagonizado por Liam Neeson.