sábado, 26 de julio de 2025

¿Es el objeto interestelar 3I/ATLAS una nave extraterrestre? El polémico científico Avi Loeb así lo cree y dice que puede ser "hostil"



Avi Loeb, catedrático de astrofísica en Harvard
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Avi Loeb argumenta que presenta algunas "características anómalas" para un cometa o asteroide convencional.

En caso de ser cierto, podría tener unas consecuencias "terribles" y podrían requerir "medidas defensivas".




El pasado primero de julio, el telescopio Atlas de la NASA, ubicado en Chile, observó el 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar conocido jamás registrado. Esto quiere decir que es la tercera ocasión en la que se detecta un objeto que, a diferencia de los de nuestro propio sistema, que orbitan alrededor del Sol, viajan a través del espacio, a menudo demasiado rápido como para ser captados por la gravedad de una estrella como la nuestra.

Este objeto ha sido clasificado oficialmente como un cometa, lo que no ha evitado que el polémico astrofísico estadounidense-israelí, Avi Loeb, haya sacado una hipótesis alternativa. Según un estudio del científico de la Universidad de Harvard, en colaboración con Adam Hibberd y Adam Crowl de la Iniciativa para Estudios Interestelares de Londres, que ya puede consultarse en arXix, el objeto podría tratarse de un artefacto tecnológico funcional enviado por una civilización extraterrestre

"El objeto ha mostrado varias características anómalas y presentamos la hipótesis de que pueda tener origen tecnológico y posiblemente hostil", asegura Loeb en su estudio.


Por qué no se trataría de un cometa

En el estudio, Loeb y sus colaboradores argumentan que el objeto tiene una serie de características anómalas que no se corresponden con las de un cometa. La primera es que la órbita de 3I/Atlas alrededor del Sol es retrógrada, es decir, avanza en dirección opuesta a la mayoría de los objetos de nuestro Sistema Solar, y su plano orbital se encuentra a menos de 5 grados del plano de la eclíptica (el plano de la órbita terrestre). La probabilidad de que esta coincidencia ocurra de forma aleatoria es de apenas un 0,2%. Para el astrofísico, esta asombrosa precisión podría ser el indicativo de una inteligencia extraterrestre que busque interactuar con la Tierra, permitiendo un acceso más fácil.

En segundo lugar, la luminosidad del objeto sugiere un tamaño considerable, aproximadamente 20 kilómetros de diámetro. Esto es demasiado grande para un objeto interestelar, argumentando que se deberían haber detectado un millón de objetos por debajo de la escala de los 100 metros del primer objeto interestelar reportado, 1I/`Oumuamua por cada objeto de 20 kilómetros.

El tercero es la ausencia de características espectrales claras de gas cometario, como la falta de una "cola" o "coma" clara. Sin embargo, es importante señalar que algunos astrónomos argumentan que la lejanía actual del objeto podría dificultar la observación de estas característica.

Y estos no son los únicos, ya que el estudio también argumenta que para sus parámetros orbitales, 3I/ATLAS está sincronizado para acercarse inusualmente a Venus (0,65 unidades astronómicas, donde 1 unidad astronómica es la separación Tierra-Sol), Marte (0,19 unidades astronómicas) y Júpiter. Además, alcanza el perihelio en el lado opuesto del Sol con respecto a la Tierra, lo que dificulta enormemente la observación detallada desde la Tierra. Todo esto, afirman, no hace más que reforzar la teoría de que podría ser un lanzamiento intencional y planificado.


La apuesta de Pascal

En cualquier caso, el estudio advierte de que se trata de una hipótesis, pero que merece un análisis riguroso. Primero, porque en caso de ser cierto, podría tener unas consecuencias "terribles" y podrían requerir "medidas defensivas". Y segundo, porque supone un ejercicio científico enriquecedor en sí mismo, digno de exploración, independientemente de su validez final, y empujaría igualmente los límites del conocimiento y nos prepararía para futuras detecciones.

Para explicar el primer punto mejor, Loeb y sus colegas se acogen a la "Apuesta de Pascal". Se trata de un razonamiento planteado por el matemático Blaise Pascal sobre la existencia de Dios. Este argumentaba que los beneficios potenciales de creer en Dios (la salvación) superan con creces las posibles pérdidas (una creencia equivocada), mientras que las pérdidas de no creer son mucho mayores que los beneficios. Aplicado al caso de una posible sonda extraterrestre, Loeb sugiere que "alertar a la humanidad del riesgo existencial de 3I/Atlas" supera los inconvenientes de una teoría que no se ajusta a la realidad, mientras que las pérdidas de la incredulidad serían mucho mayores.


Loeb y sus otras polémicas

No es la primera vez que el astrofísico de Harvard salta a la polémica por sus teorías sobre la vida extraterrestre. En 2017, con el primer descubrimiento de un objeto interestelar, el Oumuamua, ya argumentó que podría tratarse de una sonda enviada por otra civilización inteligente. Ya en aquellas, hizo alusión a la necesidad de mantener una mente abierta y considerar, como una más, también la hipótesis tecnológica como posible explicación para fenómenos anómalos.

Por otra parte, en 2023, Loeb argumentó que unas esférulas metálicas rescatadas del pacífico podrían ser restos de otro objeto interestelar espacial, lo cual no fue apoyado por otros compañeros de campo.

En una entrevista en 20 Minutos ese mismo año, Loeb aludió a la percepción errónea que tenemos sobre nuestro lugar en el universo: "Los humanos creemos tener un lugar privilegiado en el mundo desde que Aristóteles soltó aquello de que somos “el centro del universo”. Pero la Tierra no es tan especial, ni tan única. Somos como hormigas en una acera, hay muchas. No importamos tanto como para que quieran visitarnos."




NOTICIA23.07.2025 - 18:09h
https://www.20minutos.es/noticia/5733927/0/astronomo-harvard-que-afirma-que-objeto-interestelar-recientemente-descubierto-podria-ser-un-artecto-extraterrestre/