miércoles, 15 de octubre de 2025

El histórico sorpasso de China a EEUU en un indicador económico clave es solo el principio de algo mucho mayor: la brecha que no para de crecer

 



  • La brecha en el PIB PPA es cada vez mayor: China ya es el 20% de la tarta
  • Las nuevas políticas en EEUU van a acelerar el sorpasso final
  • El sorpasso final en PIB a precios corrientes podría llegar en el 2045



En 1981, la economía de China apenas representaba el 2% en paridad de poder adquisitivo (PPA) del PIB mundial, mientras que EEUU suponía más de 21% de toda la economía del mundo. El gigante (EEUU) podía aplastar a la hormiga (China) cuando quisiera. La historia cambió rápido. En 2014 se produjo el histórico sorpasso, siendo una de las noticias económicas más sonadas del año. Hoy, la economía de China en PIB PPA es mucho más grande que la de EEUU, pero lo que es más impresionante es el ritmo de crecimiento de esa brecha y lo que está por venir. Cada vez son más los analistas que anticipan un gran sorpasso en PIB a precios corrientes ante las políticas que está adoptando EEUU bajo el mandato de Donald Trump. Si antes había alguna duda sobre quién sería en las próximas décadas la economía más grande del mundo, ahora parece que ya no hay ninguna. Donald Trump está adelantando lo que ya parecía casi inevitable.

En la actualidad, los fríos datos del Fondo Monetario Internacional desvelan que la economía de China en paridad de poder adquisitivo (elimina la distorsión de diferencias de precios en el mundo, es decir, una hamburguesa suma lo mismo al PIB en EEUU que en China) es ya 10 billones de dólares más grande que la de EEUU. El PIB PPA de China supera los 40 billones de dólares, suponiendo ya el 20% de la economía global, frente a los 30 billones de EEUU (14% de toda la economía global).


Como se puede ver en los gráficos, el sorpasso de China ha sido rápido. Ahora, con una distancia ya casi insalvable en el medio plazo, la brecha podría crecer aún más deprisa y desembocar en un sorpasso en dólares corrientes. Es decir, al final China va a producir tantos bienes y servicios que aunque su precio final de cada uno de ellos sea inferior al mismo bien producido en EEUU, el PIB de China terminará siendo superior.

Las políticas largoplacistas de Pekín están generando los cimientos de lo que será un crecimiento económico relativamente elevado durante muchos años. Incluso con la desfavorable demografía (China perderá 100 millones de personas en edad de trabajar en las próximas décadas), China va a presentar tasas de crecimiento del PIB mucho más elevadas que las de EEUU. La productividad, aunque a un menor ritmo que en el pasado, seguirá siendo el motor de avance en China, mientras que, en EEUU, las políticas proteccionistas y que limitan la entrada de mano de obra cualificada se pueden convertir en un gran freno para el PIB potencial.

Las nuevas políticas de EEUU

"Las políticas implementadas por la administración Trump perjudicarán claramente a la economía de Estados Unidos... El panorama es, por tanto, el de una desaceleración significativa de las ganancias de productividad y del potencial de crecimiento en Estados Unidos, lo que conducirá a una situación en la que, pese al declive demográfico en China, este país seguirá creciendo a un ritmo superior al de Estados Unidos", asegura Patrick Artus, un veterano economista del banco de inversión Natixis.

El rechazo a la inmigración, pese a que los inmigrantes desempeñan un papel clave en el progreso tecnológico del país. Unas políticas climáticas, que harán que Estados Unidos quede rezagado en todas las tecnologías necesarias para la transición energética o unas políticas sanitarias que obstaculizarán el desarrollo de la industria farmacéutica estadounidense y deteriorarán aún más la salud de los ciudadanos serán algunos de los obstáculos que ayudarán a que se produzca el sorpasso final de China a EEUU.

Desde marzo de 2025, el número de inmigrantes con empleo en Estados Unidos ha disminuido en 1,5 millones. Artus explica que los inmigrantes son responsables de muchas de las nuevas empresas que se crean en EEUU, "especialmente en nuevas tecnologías. El 29% de los emprendedores son inmigrantes (aunque representan solo el 15% de la población); el 44% de los fundadores de las compañías que hoy son unicornios son inmigrantes; y el 26% de los inmigrantes trabaja en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (según la National Science Foundation)", explica este economista. "El nivel científico y el potencial de innovación de Estados Unidos dependen, por tanto, en gran medida de su capacidad para acoger inmigrantes".

Además, este experto también valora de forma negativa las políticas medioambientales que dejarán a EEUU atrás en la carrera por las energías del futuro (Trump sigue apostando por el petróleo y el gas), junto a los recortes en sanidad y otras políticas que ya han comenzado a rebajar la esperanza de vida en EEUU.

Un cóctel de políticas peligroso

"Si se combinan el rechazo a la inmigración (cuando los inmigrantes juegan un papel crucial en la creación de empresas), las políticas que favorecen a los combustibles fósiles y frenan a las renovables (lo que retrasará a EEUU en las tecnologías necesarias para la transición energética), y las políticas sanitarias (rechazo de las vacunas, teorías marginales o conspirativas sobre las enfermedades y recortes presupuestarios), se obtiene una conclusión clara: Estados Unidos sufrirá una desaceleración de la productividad laboral (por políticas anticientíficas) y de la producción (por el rechazo a la inmigración y el deterioro de la salud de la población)", asegura Artus.

Las propias previsiones del FMI o del Banco Mundial, aunque no incorporan el impacto de estos factores que enumera Artus, sí prevén que durante los próximos años, la tasa de crecimiento del PIB en China sea casi del doble que la de EEUU, aunque se proyecta una convergencia constante por el menor crecimiento chino a medida que su fuerza laboral decrece.

"Y, a pesar de la disminución de su población en edad de trabajar, China superará a Estados Unidos en tamaño económico, gracias a sus importantes ganancias de productividad y a sus enormes inversiones en nuevas tecnologías (baterías para vehículos eléctricos, semiconductores, inteligencia artificial, etc.)", asegura el economista de Natixis.

Aunque Artus no da una fecha concreta, otros expertos sí se atreven a hacerlo. El profesor Justin Yifu Lin, destacado economista conocido por sus acertadas previsiones sobre el crecimiento de China en los últimos años, ha señalado al año 2045 como el momento del sorpasso. En una conferencia con varios inversors, Yifu, decano del Instituto de Nueva Economía Estructural de la Universidad de Pekín, explicó que el orden económico mundial ha cambiado drásticamente desde el dominio del Grupo de los Ocho (G8), compuesto por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Rusia, Japón, Canadá y Francia, que en su día representaba casi la mitad del PIB mundial. "En el año 2000, el G8 controlaba alrededor del 47% del PIB mundial, pero para 2018, su participación ya se había reducido al 34,7% (y subiendo)", afirmó Justin, atribuyendo este descenso al rápido auge de economías emergentes como China.

Gasto en I+D de China y EEUU

Incluso antes de estas políticas de Trump, China ya mostraba una pujanza notable. Su gasto en Investigación y Desarrollo casi igualaba al de Estados Unidos (en 2023, en dólares de paridad de poder adquisitivo, 784.000 millones en EEUU frente a los 723.000 millones en China). Su índice de excelencia en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (calculado por el Center for Excellence in Education) estaba al mismo nivel que el estadounidense, asegura Artus.

Yifu, por su parte, explica que el peso del PIB de China en la economía mundial se ha disparado. "El 80% del descenso del G8 fue compensado por el crecimiento de China", añadió este experto. El economista explicó que en términos de paridad de poder adquisitivo, China superó a Estados Unidos en 2014, marcando la primera vez en 150 años que Estados Unidos se quedaba atrás de otra economía en este indicador. Desde entonces, Washington ha respondido con diversas políticas para frenar el ascenso de China.

Yifu argumentó que el impulso de crecimiento de China se mantiene sólido, impulsado por lo que denominó la "ventaja del recién llegado", un patrón observado en Alemania, Japón y Corea del Sur durante la posguerra. Proyectó que China podría mantener un crecimiento superior al 4% anual hasta 2045. "China cuenta con tres ventajas comparativas importantes en la revolución industrial en curso: talento, tamaño del mercado y capacidad de fabricación", afirmó. China produce más de seis millones de graduados en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas) al año, cuenta con el mayor mercado interno del mundo y sigue siendo el centro mundial de fabricación.

El ejemplo de Tesla

Este experto puso un ejemplo clave: "Cuando Tesla trasladó su producción a China en 2019, la producción alcanzó el medio millón de unidades en un año, lo que la convirtió en la empresa de vehículos eléctricos más valiosa del mundo". De cara al futuro, Justin proyectó que si China mantiene una tasa de crecimiento anual promedio del 4,5%, mientras que Estados Unidos crece alrededor del 1,6%, la economía china podría llegar a ser 2,5 veces mayor que la estadounidense para 2045.

"Para entonces, se habrá forjado un nuevo orden económico global", concluyó. "La paz y la estabilidad llegarán a medida que el poder económico se equilibre". También enfatizó que la continua expansión de China presenta oportunidades para las empresas globales, señalando que el país ya ha contribuido con el 30% del crecimiento del PIB mundial desde 2008. "El auge de China no es una amenaza, es una oportunidad para que el mundo crezca unido", afirmó.