
- La mayor penetración de las firmas del gigante asiático en la electrificación provoca que una mayor depreciación de sus vehículos
- Los fabricantes chinos tienen una penetración del 44% en el mercado de los coches eléctricos e híbridos enchufables
La duda que cuelga en la cabeza de muchos usuarios a la hora de comprarse un vehículo nuevo es el saber cuánto de su valor va a retener a la hora de venderlo en unos años. Con el gran desembarco de las marcas chinas, la cuestión está aún más presente, ya sea por desconocimiento o prejuicios. La respuesta es que un coche fabricado en China retiene un 60,7% de su valor inicial en un estimado de 36 meses, casi cinco puntos por debajo de otras marcas generalistas de fabricantes de otras partes del mundo.
Los datos, procedentes del índice elaborado por la unidad de datos de la patronal de distribuidores Ganvam-DAT y presentados este martes, muestran que las marcas de origen chino registran una menor retención de valor respecto a los vehículos de otros fabricantes presentes en el mercado español. Esta diferencia se explica, en gran parte, por la fuerte apuesta de los grupos asiáticos por la electrificación, un segmento que aún presenta una depreciación más rápida debido a los rápidos avances tecnológicos que aceleran la obsolescencia de las baterías.
Los fabricantes chinos irrumpieron en Europa atacando un segmento del mercado aún en desarrollo, en el que los grupos europeos avanzaban con mayor lentitud y enfocados en los vehículos de gama más alta. Con una tecnología más madura y el respaldo de una estrategia industrial planificada durante más de una década, las automovilísticas del gigante asiático desembarcaron en el momento oportuno: justo cuando Bruselas comenzaba a endurecer las exigencias para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica.
Impulsadas por su liderazgo en tecnologías de baterías, las marcas chinas han logrado dominar el mercado de vehículos electrificados, alcanzando un volumen de ventas del 34%, con una cuota del 19,7% en eléctricos puros y del 25,3% en híbridos enchufables. Sin embargo, la intensa competencia por ofrecer mayor autonomía y abaratar progresivamente los precios ha provocado una caída en el valor residual de sus modelos.
"Con los coches chinos realmente no hay una experiencia contrastada a nivel de cómo envejecen estos vehículos al cabo de los años", ha comentado el director general de DAT, Luis Murias, en la presentación del informe este martes. "Es indudable la mejora en la calidad percibida en estos vehículos, por su tecnología y por su seguridad, pero aún persiste en la mente del consumidor la percepción de la perdurabilidad y de la fiabilidad de los vehículos", ha añadido.
En cambio, las marcas chinas se han quedado rezagadas en el segmento tecnológico que más crece actualmente y que, además, conserva el mayor valor residual a los 12 meses (75,82%): los híbridos no enchufables (MHEV). En esta categoría, los fabricantes chinos —entre ellos MG, BYD, Omoda, Ebro, Jaecoo, Leapmotor o Lynk & Co, junto a otras 26 marcas analizadas en el estudio— concentran un 17% del volumen de ventas, pero apenas alcanzan una cuota del 3,9% en el mercado total.
Y a pesar de que los fabricantes chinos tengan una penetración importante en el mercado electrificado español, la realidad es que su ancla son los vehículos de combustión. El 38% de sus ventas son diésel o gasolina, y en este segmento mantienen una cuota de mercado del 12,5%, según revela el estudio.
Aunque las marcas chinas han experimentado un crecimiento notable, superando el 10% del mercado español, sus vehículos aún no logran convencer al segmento empresarial ni a las alquiladoras. Actualmente, el 70% de sus matriculaciones corresponde a clientes particulares, frente al 46,3% que representa este canal en el conjunto del mercado, lo que significa que aproximadamente uno de cada dos coches en España es matriculado por empresas o flotas de alquiler. Además, los vehículos fabricados en China registran un valor residual casi ocho puntos inferior al de los modelos de marcas premium, sean asiáticas u occidentales, que no se producen en el país asiático.
Seis firmas representan el 94% de las ventas
Otro dato destacado del informe de la patronal es que seis marcas, pertenecientes a cuatro grupos, concentran el 95% de las ventas de vehículos chinos en España. BYD, MG (SAIC Motors), Omoda, Jaecoo, Ebro (Chery) y Leapmotor (Stellantis) acaparan una cuota de mercado del 9,5%. Este crecimiento se ha visto impulsado especialmente por sus modelos híbridos enchufables, beneficiados por los planes de incentivos autonómicos y estatales, como el Plan Moves, que ofrece hasta 7.000 euros de ayuda —con achatarramiento incluido— a quienes compren un vehículo híbrido o eléctrico con más de 40 kilómetros de autonomía eléctrica.
Esta última tecnología, además, es utilizada por los fabricantes chinos para obtener más rentabilidad en sus ventas esquivando los aranceles impuestos por la Comisión Europea a los vehículos eléctricos importados de China, que en algunas marcas suponen un recargo del 35,5% sobre el 10% ya existente. De hecho, en el top 10 de modelos híbridos enchufables más matriculados, según los últimos datos de las patronales del motor, está en el primer puesto en el acumulado de año el BYD Seal U, y en tercero el MG EHS. Mientras, el Jaecoo 7 fue el segundo más vendido el mes pasado en este segmento.
"España se ha convertido en uno de los países europeos más receptivos a los vehículos chinos. La diferencia con Europa, tiene que ver también con la propuesta. Frente al resto del continente, donde prácticamente las marcas chinas llegan con una oferta basada en el vehículo 100% eléctrico, en España existe una propuesta de producto diferente, con vehículos de gasolina y los aranceles hacen pivotar las compras de vehículos eléctricos hacia los híbridos enchufables", ha señalado por su parte el director de Ganvam, Fernando Miguelez.