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Por segunda vez en menos de un año, el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares ha preguntado al Gobierno cuánto dinero público va a costar la visita que realizará el Papa Benedicto XVI a España en agosto próximo, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Espera tener ahora más suerte, porque en septiembre pasado el Ejecutivo le contestó que todavía no había recibido el programa completo de los actos, por lo que no podía calcular el montante del gasto.
Esa jornada mundial, según el Gobierno, se considera "un acontecimiento de excepcional interés público". Por eso, la Iglesia Católica y las empresas privadas que colaboran en la organización de los actos se benefician de las máximas exenciones y beneficios fiscales, cuya cifra total es la que intenta saber el portavoz de IU en el Congreso.
Con ese propósito, Llamazares ha preguntado al Gobierno –para recibir respuesta por escrito– si el Comité de Apoyo a la Jornada Mundial de la Juventud 2011 ya ha remitido a la Agencia Tributaria un certificado con todos los actos programados y sus colaboradores, que permita calcular el montante total "de los impuestos que el Estado dejará de ingresar" por conceder exenciones e incentivos fiscales a las entidades que colaborarán.
Pero también ha preguntado si el Gobierno considera correcto poner a disposición de la Iglesia Católica, de manera gratuita, diversos centros y empleados públicos para organizar los actos. "¿Quién se hará cargo de los gastos y posibles incidencias que puedan ocurrir mientras dura la ocupación de las instalaciones?", pregunta.
Además, como >b>la Constitución establece que España es un Estado aconfesional, Llamazares pregunta al Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero si considera que esos "regalos" a las entidades que van a apoyar un acontecimiento religioso son compatibles con la Carta Magna. Y, dado que estamos en plena crisis económica, pide que el Gobierno le diga si los considera compatibles con "la política de austeridad derivada de la reducción del déficit público".
El portavoz parlamentario de IU también quiere saber si el Papa vendrá a España como jefe del Estado del Vaticano o como jefe espiritual de la Iglesia Católica. La portavoz del área de Juventud de Izquierda Unida, Esther López Barceló, ha recordado que en distintas instancias se ha calculado en 60 millones de euros el coste previsible de la visita del Papa. "Queremos saber cuánto les va a costar realmente a todos los contribuyentes, sean católicos o no", ha dicho. "Es importante saberlo", ha añadido, "después de que el Gobierno no ha dudado en recortar gastos sociales, congelar pensiones o bajar sueldos de los empleados públicos alegando dificultades económicas que, según para qué cosas, parecen más llevaderas o no".
Por Agustín Yanel | Madrid from elmundo.es 01/06/2011
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