jueves, 4 de septiembre de 2025

El gran sueño del BCE nace herido: la parálisis bloquea el asalto mundial del euro… pero hay un rayo de esperanza

 

Dreamstime.




En una intervención en el Centro Jaques Delors en Berlín, Christine Lagarde protagonizó hace 100 días un momento histórico. La presidenta del BCE verbalizó por primera vez que, mientras los inversores huían masivamente del dólar con el caos provocado por Trump, el euro podía emerger como el gran ganador y que, si se tomaban las medidas adecuadas, podría arrebatar parte del 'beneficio exorbitante' al billete verde y convertirse en un verdadero rival para este. "En un mundo fracturado el euro puede convertirse en una alternativa real al dólar. Un sistema global basado en su moneda sentó la bases de un florecimiento y expansión de las finanzas, algo que benefició a la UE, pero hoy se fractura".

La francesa puso entonces sobre la mesa todas las ventajas que tendría que el euro tomase parte de ese reinado caído por parte de Washington. Ya no son solo los ingresos por señoreaje (beneficios directos por emitir una moneda con más demanda ya que se puede imprimir más sin inflación). También señaló que un euro dominante traería una bajada instantánea de tipos de interés, es decir, que las empresas de toda la región podrían pedir dinero prestado a menor precio, un impulso económico directo.

Sin embargo, la presidenta del BCE señaló que para lograr un futuro con un euro ganando terreno tendrían que darse pasos decisivos… que no se atisban en datos ni en medidas políticas ya pasados 100 días desde aquel discurso. Ya no solo son las cifras nuevas, que tendrían que haberse visto reforzadas, sino que las buenas tendencias que venían desde el año pasado en muchos casos se han visto frenadas. Además, la necesidad de diversas reformas políticas que terminasen de impulsar el euro han chocado contra diversos muros políticos que la han paralizado. El único rayo de esperanza se filtra en el mercado de bonos de la UE, donde sí parecen estar dándose las condiciones para el que el 'sueño de Lagarde' se materialice poco a poco.

El euro no gana cuota mundial en las reservas

El Fondo Monetario Internacional estima que las reserva totales de dólares por parte de los bancos centrales han retrocedido ligeramente, pasando de representar el 57,79% del total al 57,7%. Un leve descenso que se debe al efecto cambiario, no a que los bancos centrales hayan vendido dólares. "La apreciación de las otras monedas en las reservas frente al dólar es lo que explican esto; si los tipos de cambio se hubieran mantenido, nada habría cambiado", explica el mismo FMI en su informe relativo al segundo trimestre. Este es el motivo por el que las tenencias de euros aumentaron del 19,84% al 20,06%. Es decir, los bancos centrales no han acudido de forma general a comprar euros.

Para entender la situación, según el registro de Coffer, la libra esterlina y un conjunto de otras monedas de baja relevancia aumentaron de forma más clara su presencia en las reservas de los bancos centrales del mundo, con un aumento del 0,46% de la divisa británica y del 0,28% de las otras divisas frente a un escaso 0,22% del euro.

"Algunos países han estado explorando activamente alternativas a los sistemas tradicionales de pago transfronterizo"

Esta tendencia rompe con una subida del euro de forma sostenida durante el último año especialmente debido a que los bancos centrales de países emergentes como India o potencias como China, viendo las sanciones a Rusia, habían querido reducir la exposición de sus activos al dólar, premiando al euro. Según un informe de ING, "pese a que la diversificación sigue siendo positiva, la participación del euro en las reservas mundiales ha dejado de crecer tras un sólido 2024". La firma neerlandesa señala que que el foco se ha puesto más en los mercados emergente y que son estos los que están demandando más euros… una demanda insuficiente para justificar una rotación.

El pobre desempeño de la moneda continental en su pugna contra el dólar ha llevado a que el euro tenga un competidor inesperado: el oro. El propio Banco Central Europeo publicó un análisis en el que admite que el metal noble ha superado por primera vez en la historia al euro como activo de reserva global. "Con el precio del oro alcanzando nuevos máximos, el peso del oro en las reservas extranjeras mundiales a precios de mercado alcanza el 20%, superando la participación del euro del 16%".

Los bancos centrales continúan acumulando oro a un ritmo récord. En 2024 incrementaron sus reservas en 1.000 toneladas más, situando los depósitos mundiales en niveles de los años 60, antes de que el patrón oro fuera definitivamente desechado por Nixon en 1973. "Algunos países han estado explorando activamente alternativas a los sistemas tradicionales de pago transfronterizo. Existe evidencia de un vínculo entre las alineaciones geopolíticas y los cambios en los patrones de facturación monetaria en el comercio mundial, en particular desde la invasión rusa de Ucrania", indica el informe del BCE.

El comercio tampoco repunta

Los datos de comercio no han sido mucho mejores. El dólar es el gran dominador con la mitad de las transacciones del planeta denominadas en esta divisa. Este era el gran premio que podría ganar el euro con los aranceles. Ante unos gravámenes disparados el euro podría emerger como una divisa más poderosa de lo que era y demandada en un mundo en el que EEUU pierde protagonismo en el comercio mundial. Esto no ha sucedido y de hecho, la participación del euro en las transacciones se ha estancado en lo que va de año, según los registros de SWIFT.

Para empezar no se han reducido precisamente las transacciones en dólares que, a julio de de 2025, rozaban el 48% del total. Esto es un aumento leve respecto al 47,8% de julio de 2024 y el 46,6% de julio de 2023. De hecho este 2025 se ha navegado por zona de máximos desde 2019. Por su parte, en julio de 2025 el euro suponía cerca de un 23,11% de todas las transacciones del planeta, siendo la segunda divisa más utilizada. Un paso adelante respecto al 21,58% de julio de 2024 y mejor que en 2023… pero por detrás de las cifras que llevaba logrando desde 2020. De hecho en 2021 algunos meses el uso del euro llegó a superar al dólar, algo que ahora parece muy lejano. En mayo de aquel año las transacciones en euros fueron el 39% del total a nivel mundial frente al 38,25% de los dólares. También fueron peores que en prácticamente toda la década de los 2010-2020.

Detrás de esto estaba la menor confianza generada por las bolsas europeas y su economía. Sin embargo, desde Atlantic Council dicen que hay que poner siempre de manifiesto las cifras de transacciones de euros que "probablemente sean menores de lo que parecen". Según el think tank, la mayoría de pagos internacionales del euro se deben a transacciones entre bancos dentro de la zona del euro, concretamente el 57% del total. Las transacciones verdaderamente internacionales que utilizan el euro (en las que al menos un banco iniciador o receptor se encuentra fuera de la eurozona) representan solo el 43 % del total de transacciones en euros. En consecuencia, excluyendo las transacciones en euros dentro de la eurozona, la participación del euro en las transacciones verdaderamente internacionales sería de solo entre el 8% y el 12%. En resumen, un verdadero sorpasso es algo realmente lejano. Fuera de Swift, los datos del BCE apuntan a un papel internacional del euro del 19%.

En la deuda sí empiezan a verse brotes verdes

Donde sí está encontrándose el euro una tierra fértil es en las emisiones de deuda. Los inversores compran con avidez títulos de los países europeos, la mayoría clasificados como AAA por las agencias de ratings. Este año, la Unión Europea emitirá 160.000 millones de euros en bonos para financiar los proyectos continentales, desde la ayuda a Ucrania y la militarización hasta los planes financieros de los Balcanes. La primera mitad del año fue un absoluto éxito de peticiones.

Por países, Alemania sigue llevando la batuta al considerarse la referencia continental. Con la suspensión de la regla de gasto constitucional, Berlín se prepara para el proceso de endeudamiento más alto de las últimas décadas. En vez de unas emisiones anuales de unos 130.000 millones de euros, con el freno de la deuda eliminado, el país teutón podrá inundar el mercado para financiar un plan de 500.000 millones de euros.

Más de la mitad de la deuda de alta calidad en el planeta está denominada en euros. Según estimaciones de ING, en el segundo trimestre de este año aumentaron las compras extranjeras de deuda y acciones de la zona del euro. Los diferenciales de la deuda soberana, supranacional y de agencias de la UE se mantienen ajustados y sugieren una fuerte demanda. Los inversores extranjeros compraron alrededor de 186.000 millones de euros en deuda en euros y aproximadamente 46.000 millones de euros en acciones entre mayo y junio, lo que reforzó el apoyo a la moneda.

En los mercados de renta fija, la emisión en euros sigue creciendo (aunque a la zaga del dólar), con colocaciones considerables en las economías emergentes. El euro sigue siendo la segunda divisa más utilizada en los mercados internacionales de renta fija, con una cuota del 38,7% en el primer trimestre de 2025 La base de emisores es cada vez más amplia, con actividad destacada en Asia, Latinoamérica y Oriente Medio.

La política no acompaña

Las palabras de Lagarde sobre una batería de reformas recordaban a los informes de Enrico Letta y Mario Draghi presentados el año pasado ante las autoridades europeas. Lagarde, Letta y Draghi planteaban, grosso modo, que hacía falta una mayor integración económica y política. Desde una unificación completa del sistema bancario hasta un supervisor financiero único pasando por la promoción de sectores estratégicos. Todo ello redundaría en una economía fortalecida.

Para la presidenta del BCE y los exmandatarios italianos, uno de ellos predecesor de Lagarde, el punto más importante era el proceso de toma de decisiones en Bruselas. Los tratados de la Unión Europea fuerzan en multitud de decisiones políticas la unanimidad de los países. En la práctica suponen un lastre para avanzar en proyectos económicos, que favorezcan la eurización de la economía internacional. A pesar de la guerra en Ucrania y la llegada de Trump a la Casa Blanca, el sistema de decisiones sigue intacto, provocando fracturas internas y tensiones entre los Estados miembro; y no hay previsión de que se reforme.

Las noticias inquietantes que llegan de algunas capitales europeas refuerzan las dudas de los inversores por una 'revolución eurizadora' de la economía o una política internacional proactiva con las dos potencias de la región en un brete. Alemania lleva tres años en crisis económica, con un modelo industrial en decadencia y la necesidad de sacar reformas estructurales. Las cuentas públicas en Francia están descontroladas y el Gobierno es incapaz de sacar unos presupuestos que atemperen la presión política. Tiempos turbulentos para un cambio institucional de calado.


Europa se acabará 'quemando' si apaga artificialmente las crisis de deuda: "Francia es un síntoma. El BCE es la enfermedad"

 



  • Se confía en que la crisis de Francia no estalle gracias al banco central
  • El Eurobanco está sujetando los rendimientos de la eurozona 'por detrás' 
  • Este repetido 'rescate' lleva a más dispendio fiscal, formando un 'círculo vicioso'


Los tambores de una nueva crisis de deuda en la eurozona están sonando fuerte con Francia en el centro de la hoguera. La imposibilidad de fijar una hoja de ruta fiscal saludable en medio de una prácticamente inédita inestabilidad política está carcomiendo las finanzas de la segunda economía de Europa. Aunque la secuencia parece estar sucediendo a cámara lenta, cada nuevo paso errático de los políticos galos supone un salto preocupante en los rendimientos de la deuda soberana. Una escalada que lleva aparejado el siempre presente riesgo de contagio al resto de la región. Ante esta situación, la mayoría de analistas opta por un tono de advertencia más que de alarma. Esta cierta 'tranquilidad' subyacente descansa sobre los hombros de un Banco Central Europeo (BCE) que invariablemente ha salido a la palestra (chequera en mano) a calmar las aguas. Sin embargo, esta estrategia de respuesta acarrea un riesgo aún mayor que puede comprometer el futuro de la eurozona.

Con el 'fuego' de la deuda empezando a quemar los dedos de los pies de Francia, es cierto que el BCE no ha hecho 'nada'. Las comillas simples se deben a que el eurobanco no ha ejecutado ninguna acción directa. Pero si algo se ha aprendido de los bancos centrales en los últimos años es que con las palabras se puede hacer mucho. Las declaraciones hechas estos días por la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ciertamente han podido pasar desapercibidas, pero se antojan más que reveladoras. Lagarde concedió a inicios de semana una entrevista a una emisora de radio francesa en la que hizo dos comentarios notables. En primer lugar, afirmó que está monitorizando "muy de cerca" los rendimientos de la deuda pública francesa. En segundo lugar, celebró que Italia pronto abandonará el procedimiento de déficit excesivo de la UE, al reducir su déficit al 3% del PIB.

Unas declaraciones, en principio, inocuas, pero que tienen sus implicaciones, como resalta el economista Robin Brooks, investigador principal de Brookings Institution y execonomista jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF). El comentario sobre Francia "se trata de una intervención verbal que mantiene artificialmente bajos los rendimientos franceses. Irónicamente, esto perjudica sobre todo al primer ministro François Bayrou, quien intenta generar consenso para los recortes de gasto necesarios y necesita un sentido de crisis para lograrlo. Con el intento de Lagarde de limitar los rendimientos, ese esfuerzo está condenado al fracaso", señala Brooks.

En lo que atañe a Italia, denuncia el economista, este visto bueno (al déficit) parece allanar el camino para la activación del instrumento de protección de la transmisión (TPI), la herramienta antifragmentación del BCE que le permite limitar los rendimientos si el panorama fiscal de los países parece sostenible. "Este comentario también es profundamente problemático. Italia se embarcó en una orgía fiscal justo después del covid con su Superbonus. Reducir el déficit al 3% difícilmente puede ser motivo suficiente para dar el visto bueno a Italia. Se debería pedir a Italia que supere sustancialmente el umbral del 3% de Maastricht", completa el también antiguo estratega de divisas de Goldman Sachs.

Para Brooks, los comentarios de Lagarde ilustran claramente todo lo que falla en el BCE actualmente. "Se trata de un banco central que 'microgestiona' los rendimientos de los bonos gubernamentales a largo plazo, creyendo erróneamente que sabe más que los mercados. Este enfoque, vigente desde el comentario de Draghi de "cueste lo que cueste" (el whatever it takes que ha pasado a la historia) en 2012, ha fracasado. Esto se debe a que países que ya estaban altamente endeudados hace una década solo lo están aún más (Italia), mientras que Francia ahora también se suma a la situación. Al comprimir artificialmente los rendimientos, el BCE está distorsionando los incentivos para la consolidación fiscal", explica el analista.

Lo cierto es que la deuda pública seguirá creciendo rápidamente. Los bonos que vencen con cupones muy bajos tendrán que ser sustituidos por bonos con cupones más altos. Además, los gastos aumentarán debido al envejecimiento de la sociedad y al aumento del gasto en defensa. En conjunto, es probable que la deuda pública de Italia, por ejemplo, alcance casi el 150% del PIB en diez años. La ratio de deuda pública de Francia está creciendo más rápidamente que la de cualquier otro país importante de la región y probablemente será solo ligeramente inferior a la de Italia en diez años. En Alemania, que en su día fue un modelo a seguir, es probable que la ratio aumente desde el nivel actual, ligeramente superior al 60% del PIB, hasta el 90%.

La tesis del economista de la Brookings Institution se podría sintetizar como un 'círculo vicioso'. Los países sucumben a la 'disentería fiscal' (expresión prestada del analista de Société Générale Albert Edwards) con un aumento del gasto no compensando con ingresos y los vigilantes de los bonos (tenedores de las notas soberanas) las empiezan a vender si surgen dudas fiscales en torno a un país. Se produce una escalada en la rentabilidad exigida de la deuda de ese país (lo que el Tesoro tiene que ofrecer para colocar esas notas) y el BCE aparece con su caja de herramientas (como compras masivas de bonos) para que esos rendimientos vuelvan a la calma. Una solución que conduce a un mayor endeudamiento de las economías y a nuevos amagos de crisis de deuda en cuanto surge una dificultad en el camino. Una dinámica que hace Brooks arroja una sentencia demoledora: "Francia es un síntoma. El BCE es la enfermedad".

A través de un elocuente gráfico, Brooks muestra con episodios recientes esta 'tóxica' dinámica entre el BCE y los rendimientos. El 12 de marzo de 2020, con el mundo en shock por la explosión del covid ya por todo Occidente y la OMS declarándolo como pandemia, las primas de riesgo (diferencial o spread con los rendimientos alemanes, lo más seguros de la región) de los países de la periferia europea (los 'sospechosos habituales') escalaban rápidamente ante la lógica incertidumbre global. Preguntada por ello en rueda de prensa, Lagarde salió a decir que "(el BCE) no está aquí para reducir las primas de riesgo". Enseguida, estas primas se dispararon virulentamente y la presidenta del BCE tuvo que salir a enmendar su 'error'. El anuncio de un programa pandémico de compras de bonos (PEPP) pocos días después calmó las aguas.

El otro episodio se produjo en junio de 2022. Con una inflación abrasadora a raíz de los estímulos económicos lanzados durante la pandemia y, sobre todo, de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania, el BCE salió a anunciar a 'calzón quitado' que en la siguiente reunión de julio se subirían los tipos de interés 12 años, que en la de septiembre podría haber una subida mayor y que se acababan las compras netas del programa de adquisición de bonos APP. Todo bajo la consigna de que lo principal era acabar con la inflación. El tono, la batería de anuncios y la ausencia de comentarios sobre el TPI dispararon de nuevo las primas de riesgo. A los pocos días, el BCE tuvo que celebrar una inesperada reunión de emergencia para anunciar que sería flexible con las reinversiones del principal de los bonos del PEPP que fueran venciendo. Esta medida y la posterior presentación del TPI en julio sofocaron de nuevo el 'incendio' y todo quedó otra vez 'bajo control'. Hasta ahora.

Desde Commerzbank, su economista Jörg Krämer intenta mostrarse comprensivo con la actitud del BCE dada la historia reciente de la eurozona: "Entre 2010 2012, el BCE aprendió lo dolorosa y, sobre todo, lo peligrosa que puede ser una crisis de deuda soberana. En algunos momentos, la propia existencia de la unión monetaria se vio amenazada. Si se avecinara una nueva crisis, el BCE no esperaría mucho tiempo a que intervinieran los jefes de Estado y de Gobierno, sino que actuaría rápidamente por su cuenta". La compra de bonos del Estado ha dejado de ser un tabú desde hace mucho tiempo y el banco central tiene ahora mecanismo para actuar más rápidamente que hace 15 años.

Sin embargo, advierte Krämer, esto no sale 'gratis' y "utilizar el BCE para limpiar las consecuencias de la política fiscal conlleva efectos secundarios masivos". En primer lugar, enumera en una nota para clientes, el BCE se encuentra ante un conflicto de intereses. A largo plazo, no puede garantizar simultáneamente la estabilidad de los precios y la financiación fluida de lo que en realidad es una deuda pública excesiva. "Las compras masivas de bonos no solo aumentan los saldos de los bancos en el BCE, sino que, en algún momento, también aumentan la oferta monetaria en manos de los ciudadanos y las empresas y, por lo tanto, la inflación. Esto se pudo observar durante la crisis del covid", desarrolla.

En segundo lugar, como denunciaba Brooks, la garantía de financiación 'de facto' del BCE anima a los ministros de Finanzas a contraer más deuda. Pero una mayor deuda pública, subraya el economista de Commerzbank, acaba por drenar recursos del sector privado y debilita el potencial de crecimiento de las economías.

Commerzbank: "Se corre el riesgo de una deformación de la unión monetaria, lo que en última instancia pondría en riesgo los cimientos políticos de la zona euro"

En tercer lugar, prosigue Krämer, existe el riesgo de una "espiral intervencionista". Si el instrumento de compra de bonos del Estado se agota, los ministros de Finanzas podrían, en casos extremos, adoptar medidas adicionales para crear artificialmente demanda de sus bonos. Por ejemplo, dibuja, podrían obligar a las compañías de seguros o a los bancos a mantener más bonos del Estado. Tampoco sería inconcebible restringir la transferencia de capital al extranjero o la tenencia de oro. "Estas formas de represión financiera existieron en muchos países occidentales en las primeras décadas después de la Segunda Guerra Mundial con el fin de hacer más llevadera la elevada deuda pública de la época. En última instancia, esto se hizo a expensas de los inversores privados", apostilla el economista.

En cuarto lugar y una escala más global, la participación del BCE en la financiación pública podría poner en peligro la cohesión política de la unión monetaria, avisa el analista alemán: "Al comprar bonos del Estado a gran escala, el BCE redistribuye los riesgos de los países muy endeudados a los países con poca deuda. Si se produjera inflación, la población de un antiguo país con moneda fuerte podría llegar a aceptar el indudable alto riesgo de abandonar la unión monetaria". Todo esto, remata el experto de Commerzbank, "iría acompañado de una deformación de la unión monetaria, lo que en última instancia pondría en riesgo los cimientos políticos de la zona euro".

Un peligro que también vislumbra Brooks poniendo como ejemplo precisamente la política alemana y el auge del partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD): "Lo último que diré es que ninguno de los comentarios de Lagarde ha causado sorpresa en la eurozona. Es notable. Precisamente este tipo de comentarios eran la peor pesadilla de Alemania antes de la introducción del euro. El BCE se ha transformado en una autoridad cuasifiscal que controla los rendimientos con mucha frecuencia. Esto ha ocurrido sin ninguna legitimidad democrática y le da a la AfD alemana (que siempre se ha mostrado anti-euro) una línea de ataque".


miércoles, 3 de septiembre de 2025

Alerta de la OMS: Los suicidios representan 1 de cada 100 muertes en el mundo


La OMS urge a aumentar la inversión en programas de salud mental y en servicios para proteger a quienes padecen trastornos como ansiedad y depresión Mané Espinosa / Archivo


La organización estima que más de mil millones de personas sufren problemas de salud mental y urge a ampliar los servicios para atenderlos


Los suicidios suponen ya una de cada cien muertes en el mundo y más de 1.000 millones de personas viven con algún trastorno de salud mental.  Estos son dos de los datos más relevantes que recogen dos informes -World mental health today (La salud mental hoy) y Mental health atlas 2024 (Atlas de la Salud Mental 2024)- presentados hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que revelan las importantes deficiencias en la respuesta mundial a los trastornos de salud mental. 


La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que la falta de recursos, de profesionales y de financiación convierte la salud mental en una de las asignaturas más urgentes de la agenda sanitaria global y reclama una ampliación inmediata de la atención para evitar que la brecha siga creciendo.

Admite que muchos países han reforzado sus políticas y programas de salud pero esos esfuerzos siguen siendo insuficientes para alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible fijado por la ONU en 2015 de reducir en un tercio los suicidios de aquí a 2030.

El suicidio costó la vida a unas 727.000 personas; de mantenerse la tendencia, la cifra solo se reduciría un 12% en cinco años

Dévora KestelDirectora Salud Mental OMS

”El suicidio costó la vida a unas 727.000 personas solo en 2021; y de mantenerse la tendencia actual, la cifra solo se reduciría un 12% en cinco años”, señaló la directora del departamento de salud mental de la OMS, Dévora Kestel, en la rueda de prensa de presentación de los informes, tras recordar que se trata de un problema devastador porque constituye una de las principales causas de muerte entre los jóvenes de todos los países y contextos socioeconómicos. 

En este sentido, la organización muestra especial preocupación por los problemas de salud mental en los jóvenes, que resultaron muy afectados durante la pandemia y además están más expuestos a la influencia de las redes sociales.

Los informes de la OMS muestran que casi tres cuartas partes de los suicidios se producen en países de renta baja y media, que también es donde vive la mayor parte de la población. No obstante, la tasa es mayor en los países de ingresos altos, aunque los expertos apuntan que es difícil establecer comparaciones porque estos países disponen de más y más mejores estadísticas que los países con menos recursos.

Los trastornos crecen más rápido que la población mundial

La organización subraya que el suicidio sigue siendo una consecuencia dramática de algunos trastornos de salud mental, que crecen a un ritmo más rápido que la población mundial. 

Algunos, como la ansiedad y la depresión, son muy frecuentes en todos los países y afectan a personas de todas las edades y de todos los niveles de renta. De hecho, constituyen la segunda causa de discapacidad prolongada, reducen el número de años de vida saludable, suponen un gasto en atención médica para los afectados y sus familias y ocasionan pérdidas económicas en torno a un billón de dólares (860.000 millones de euros) en todo el mundo, según los informes de la OMS. 

Los dirigentes tienen la responsabilidad de actuar con urgencia y garantizar que la atención a la salud mental se considere un derecho básico

Tedros Adhanom GhebreyesusDirector general OMS

“La transformación de los servicios de salud mental es uno de los desafíos más urgentes para la salud pública; invertir en salud mental significa invertir en las personas, las sociedades y las economías; es una medida que ningún país puede permitirse descuidar”, ha afirmado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. 

Y ha instado a los gobiernos a intensificar sus esfuerzos en este ámbito: “Todos los gobiernos y dirigentes tienen la responsabilidad de actuar con urgencia y garantizar que la atención a la salud mental no se considere un privilegio sino un derecho básico para todos”.

Els trucs mentals d'un psiquiatre per controlar l'ansietat

La OMS muestra especial preocupación por los problemas de salud mental de los jóvenes, muy afectados durante la pandemia y expuestos a la influencia de las redes sociales 

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El Atlas 2024 de la OMS (que reúne datos de 144 países) revela que el promedio de inversión en salud mental es de apenas el 2% del presupuesto total en salud, un porcentaje que no ha variado desde 2017. No obstante, hay grandes diferencias en función de la riqueza de los países. “Mientras que los de ingresos altos gastan 65 dólares (55,8 euros) por persona en salud mental , los de ingresos bajos dedican apenas 0,04 dólares (poco más de tres céntimos de euro)”, indican fuentes de la OMS.

Y eso se nota en los servicios disponibles para atender a la población con problemas de salud mental. “En los países más pobres se presta atención a menos del 10% de los afectados, mientras que ese porcentaje es superior al 50% en los de ingresos altos”, indican.

No obstante, el informe también ofrece algunos datos alentadores sobre la mayor toma de conciencia de la importancia que tienen los problemas de salud mental. Si en 2020 solo un 39% de países ofrecía apoyo a la salud mental y psicosocial en el marco de la respuesta a emergencias, actualmente lo ofrece el 80%. Y también han observado una mayor integración de la salud mental en la atención primaria y más servicios ambulatorios y de telemedicina relacionados con la salud mental.

Con estos dos informes sobre el estado de la salud mental en el mundo la OMS quiere influir en las estrategias de los países de cara a la reunión de alto nivel que celebrará Naciones Unidas sobre las enfermedades no transmisibles y la promoción de la salud mental y el bienestar el próximo día 25 en Nueva York. 


Desde hace años China ha llevado un plan milimétrico para superar al resto de países


  • Desde hace años China ha llevado un plan milimétrico para superar al resto de países


Desde hace ya muchos años, China se ha convertido en el productor del mundo, con miles de empresas que han traslado ahí sus fabricas para producir con un claro objetivo, reducir costes de mano de obra y poder sacar mayor margen de beneficio del producto final.

Y una de las industrias que más han explotado esto ha sido la tecnológica con la producción de todo tipo de dispositivos y productos desde teléfonos móviles, ordenadores, vehículos eléctricos, y también todas las piezas de estos. Todo parecía indicar que China estaba conforme con ello, porque de esta manera generaban trabajo, pero resulta que había un plan oculto detrás de la acogida de las fábricas de las grandes empresas tecnológicas del mundo.

En concreto, y en especial con Apple (aunque lo han hecho con todas), resulta que la migración de la producción a China no fue fruto de casualidad o de una decisión propia de estas empresas, sino que el gigante asiático hizo un esfuerzo muy deliberado para atraer y utilizar empresas como Apple para mejorar toda su economía.

Hoy en día China tiene unas capacidades industriales, tecnológicas y humanas que ningún otro país puede igualar, y todo resulta ser un plan del país para despuntar su desarrollo tecnológico y en consecuencia su economía. Así lo refleja el libro Apple en China: La captura de la empresa más grande del mundo de Patrick McGee, donde se refleja, a través de entrevistas a empleados y extrabajadores de Apple en el país asiático, que la decisión de Apple de producir más del 90% de sus productos en China no solo trajo beneficios económicos, sino algo todavía más importante.

"La fortuna de Apple y su sofisticada producción desempeñaron un papel fundamental en la financiación, la capacitación, la supervisión y el abastecimiento de los fabricantes chinos, habilidades que ahora Pekín está utilizando como arma contra Occidente", explica McGee.

Este señala que China comenzó siendo solo la cadena de producción, pero que poco a poco fueron asaltando más aspectos y comenzaron a sustituir a otros proveedores internacionales. "Empezando por lo básico, como las partes de cristal, las lentes, las pantallas, luego pasando por los módulos de la cámara y, finalmente, los chips mismos".

En los últimos años, EEUU se ha dado cuenta de ello y han intentado frenar el ascenso de China, con vetos, bloqueos e impedimentos, sin embargo, ya era demasiado tarde y según el medio Nikkei Asia, 87% de los proveedores de Apple tienen plantas de producción en China, y más de la mitad tienen su sede principal en China o Hong Kong. Y ya no solo es Apple, sino que esto se extiende en compañías de todo tipo y de todo el mundo como Intel, Samsung, Volkswagen...

China líder tecnológico mundial

Estos años de esfuerzo, han hecho que se produzca un sorpasso por parte de China, al que hasta hace no mucho era el líder tecnológico mundial. Si bien EEUU tiene las empresas más famosas, lo cierto es que lo que hay detrás del nombre y logo es todo producto del gigante asiático.

China cuenta con varias ventajas para mantener esta posición líder, y es que como señalan no solo tienen la producción y han aprendido todo lo que saben hacer los estadounidenses de una manera más barata y eficiente, sino que cuentan con el apoyo del Estado para respaldarles en todo.

Un claro ejemplo de ello es con la Inteligencia Artificial, y es que a pesar de que OpenAI y Google sean las que marcan el camino, la irrupción de DeepSeek es un claro aviso del potencial y músculo que tiene China, ya que sin tener acceso a los chips más avanzados de Nvidia (los mejores del mercado) han logrado acercarse al nivel de ChatGPT y similar, con el añadido de que lo han hecho con un coste menor.


Los metales preciosos brillan como nunca: el oro y la plata valen el doble que hace tres años



Lingotes de oro. (EFE)



El metal dorado se ha disparado más del 30% este año, mientras que la plata ya ha subido más de un 40% en lo que va de 2025



El mercado de metales preciosos brilla como jamás lo había hecho. ¿Por qué el oro y la plata están desatados? En cálculos de Bloomberg, ambos metales preciosos han más que duplicado su valor en los últimos tres años y, de momento, no tocan techo.

Empezando por el oro, la materia prima reluce más que nunca. El metal precioso alcanza un nuevo récord histórico ante la perspectiva de que la Reserva Federal estadounidense pueda recortar los tipos de interés pronto, además de la creciente preocupación por el futuro del banco central.

De este modo, los lingotes de oro suben este martes casi un 1%, rebasando la cota de los 3.550 dólares la onza, superando el máximo anterior alcanzado en abril, antes de reducir algunas ganancias. El metal precioso se ha disparado más del 30% este año al servir de activo refugio, lo que lo convierte en una de las materias primas principales con mejor rendimiento.

"Nuestra hipótesis de base es que el oro seguirá alcanzando nuevos máximos en los próximos trimestres. Un entorno de tipos de interés más bajos, datos económicos más débiles y la continua y elevada incertidumbre macroeconómica y riesgos geopolíticos impulsan el papel del oro como diversificador de cartera", cita Joni Teves, estratega del banco UBS a la agencia Bloomberg.

"La última vez que el oro alcanzó los 3.500 dólares fue durante la sesión intradía, por lo que estaremos interesados ​​en ver si el oro logra cerrar por encima de ese nivel, ya que eso podría generar cierto impulso", ha declarado a la agencia Christopher Wong, analista de Oversea-Chinese Banking. "Aún existe el riesgo de que reaparezcan nuevos riesgos geopolíticos e incertidumbres políticas, lo que impulsaría el oro".

El oro no está siendo el único metal precioso que está desatado: la plata también está disparada. Este metal avanza un 1,5% y ya ha subido más de un 40% en lo que va de 2025, y el pasado lunes sus precios superaron los 40 dólares la onza por primera vez desde 2011.

Entre los motivos del auge, el incremento de la tensión geopolítica, la presión arancelaria y el comercio mundial han impulsado una mayor demanda de estos activos refugio tradicionales. La plata se valora por sus usos industriales en tecnologías de energía limpia, como, por ejemplo, los paneles solares.

Asimismo, los incesantes y repetitivos ataques del presidente de EEUU, Donald Trump, contra la Fed se han vuelto en la última causa de alarma entre los inversores, ya que la preocupación por la independencia del banco central amenaza con mitigar la confianza en el país estadounidense.

Según informa Bloomberg, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), se ha pronunciado en este sentido, alegando que la pérdida de la independencia de la Reserva Federal sería un grave peligro. En medio de esta incertidumbre, los metales preciosos siguen con su fuerte escalada.


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